El período Muromachi

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Recaredo Castillo
Publicado el 21 junio 2019
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, malayo
Muromachi Samurai (by Unknown Artist, Public Domain)
Samurái Muromachi
Unknown Artist (Public Domain)

El período Muromachi (Muromachi Jidai, 1333-1573) refiere al período de la historia medieval japonesa de cuando la capital del shogún Ashikaga estaba ubicada en la zona Muromachi de Heiankyo (Kioto). Al reemplazar al shogunato Kamakura (1192-1333), el shogunato Ashikaga o Muromachi (1338-1573) vería llegar un período de la historia depresivamente belicoso, rebelde y brutal, con incesantes rivalidades entre los señores de la guerra y con bandidos descontrolados asolando el campo. Hubo unos pocos hechos destacables como la construcción de los templos Kinkakuji y Ginkakuji, como también progresos en el comercio, las artes y la arquitectura de los castillos. El período terminó cuando el señor de la guerra Oda Nobunaga tomó el poder en 1568 y decidió exiliar al último shogún Ashikaga en 1573.

El período Kamakura

El período Kamakura se extendió desde 1185 a 1333 y comenzó cuando el líder militar Minamoto no Yoritomo tomó el control de Japón. En 1192 Yoritomo eligió Kamakura como la nueva capital del shogunato Kamakura con la corte imperial residiendo en Heinakyo (Kioto). Los shogunes (dictadores militares) procederían a redistribuir las tierras entre sus seguidores leales, pero también impulsaron reformas que mejoraron el comercio y la agricultura. Otra característica del período Kamakura fue el desarrollo del budismo Zen en Japón.

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Alrededor de 1333 Kamakura fue saqueada por Nitta Yoshisada y la capital volvió a unirse con la corte imperial de Heiankyo.

En este período los emperadores hicieron algunos intentos por recuperar algo del poder que habían perdido frente a los shogunes que en la práctica gobernaban Japón. El emperador Go-Daigo (que reinó de 1318 a 1339) incitó a una rebelión, como había tratado de hacerlo infructuosamente en 1324 y 1331, y usó a sus aliados, los señores de la guerra rebeldes Nitta Yoshisada (1301-1337) y Ashikaga Takauji para derribar a los shogunes Kamakura. El shogunato Kamakura había sido debilitado seriamente por las invasiones mongolas de Kublai Khan (que reinó de 1260 a 1294) en 1274 y 1281. Ambas invasiones fallaron, en gran medida gracias a dos tifones que destruyeron las flotas invasoras. Sin embargo, los conflictos y los preparativos entre las dos invasiones (incluida la espera de un previsto tercer ataque que nunca llegó) casi llevaron al estado a la bancarrota. El malestar de los samuráis impagos y la completa falta de control en las provincias, que llevaron a un bandidaje generalizado, implicó que los shogunes Kamakura quedaran muy vulnerables.

Emperor Go-Daigo
Emperador Go-Daigo
Unknown Artist (Public Domain)

La restauración Kenmu

Alrededor del 1333 Kamakura fue saqueada por Nitta Yoshisada, y la capital volvió a unirse con la corte imperial de Heiankyo. Al establecerse el gobierno en el distrito Muromachi de la ciudad, le dio el nombre al siguiente período de la historia japonesa: el período Muromachi. Fue entonces cuando sucedió el incidente conocido como Restauración Kenmu (1333-1336). El shogunato Kamakura había enviado a Ashinaga Takauji a tratar con Go-Daigo, pero tentado por el poder que le daba su ejército, unió fuerzas con el emperador y atacó Heiankyo. Takauji quería nada menos que ser el nuevo shogun, pero Go-Daigo rehusó darle el título porque no quería volver a estar en una posición subordinada. Entonces Takauji derrotó a Yoshisada, el principal aliado de Go-Daigo, en la batalla de Minatogawa cerca de Kobe en julio de 1336 y capturó Heiankyo. El caos y las luchas de la década de 1330 fueron registrados de manera irónica por un pintor de carteles anónimo en Heiankyo:

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Asaltos nocturnos, robos a mano armada, documentos falsificados, mujeres fáciles…
cabezas cortadas, monjes que abandonaban
el sacerdocio y laicos afeitándose la cabeza.
(Huffman, 43)

Go-Daigo fue exiliado por segunda vez, pero de cualquier manera estableció su propia corte en Yoshino, a 95 kilómetros al sur de Heiankyo. Ashikaga Takauji encontró un emperador más complaciente, Komyo (que reinó de 1336 a 1348), para que actuara como aparente cabeza del estado y se convirtió en shogún en 1338, inaugurando así el shogunato Ashikaga (o shogunato Muromachi) que gobernaría Japón hasta 1573. Un cabo suelto era Go-Daigo, ya que ahora había en Japón dos emperadores, un sistema conocido como “Cortes duales” o “Cortes del Norte y del Sur” (divididas por las mayores o menores líneas imperiales más que por la simple geografía), caso que no se resolvió hasta 1392 cuando la corte del sur dejó de existir debido a que se hizo una promesa que luego se rompió, de alternar emperadores entre las dos líneas.

Ashikaga Takauji
Ashikaga Takauji
Unknown Artist (Public Domain)

El shogunato Ashikaga

El shogunato Ashikaga tuvo un mal comienzo y marcó la pauta durante gran parte del período cuando estalló la rivalidad entre Ashikaga Takauji y su hermano Tadayoshi en una guerra que duró desde 1350 hasta 1352. Takauji salió victorioso y Tadayoshi fue envenenado, un destino probablemente arreglado por su hermano.

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El sistema de gobierno del shogunato Ashikaga siguió las mismas líneas que el shogunato Kamakura con algunos cambios. Se creó el puesto de shogun adjunto (kanrei) como enlace entre el shogun y los gobernadores regionales. Se consideró aconsejable una especial supervisión de Kamakura para asegurarse de que la familia Hojo no regresara, y esta tarea se puso en manos del adjunto de Kanto. Otras regiones también fueron consideradas un riesgo para el gobierno central, por lo que hubo un adjunto similar para supervisar las regiones del noroeste de Honshu y Kyushu.

El shogunato mantuvo el control sobre la parte central de Japón, pero las provincias periféricas fueron dejadas como semi-independientes con los señores locales gobernando sus propias tierras.

Tal vez irónicamente para un período conocido por su anarquía general, los shogunes Ashikaga hicieron unas cuantas adiciones a los códigos legales establecidos. Ashikaga Takuiji agregó 17 artículos relacionados principalmente con el comportamiento que se esperaba de los samuráis. Los artículos estaban basados en gran medida en los famosos principios expresados por el príncipe Shotoku (regente del Japón de 594 al 622) en su constitución de 17 artículos. Otra nueva formulación fue la idea que no solo debían ser castigados los criminales convictos sino también sus familias y aún más, las comunidades en que vivían. Esta idea de la responsabilidad colectiva fue llamada renza (o enza) y algunas veces llevó a que las personas relacionadas con el criminal recibieran el mismo castigo. Se discute hasta qué punto el sistema redujo los delitos, pero hizo que las comunidades trataran de resolver los casos por sí mismas antes de que llegaran a llamar la atención de las autoridades centrales.

EL shogunato mantuvo el control sobre la parte central de Japón, y la burocracia en la capital era relativamente eficiente, pero las provincias periféricas fueron dejadas semindependientes ya que los señores locales (daimyo) gobernaban sus propias tierras como mejor les parecía. A los oficiales locales y los administradores de los señoríos, como los jito, les resultaba difícil garantizar el cobro de los impuestos que el estado debía recibir de los señores, quienes no temían para nada las represalias del gobierno. El estado estaba obligado a buscar otros medios para llenar sus arcas y esas estrategias a menudo impulsaron la economía ya que los propietarios y los templos probaron hacer préstamos de dinero, lo que hizo que aumentara la cantidad de pequeñas empresas (mayormente cervecerías y destilerías) y el gobierno recibiera su parte en forma de impuestos. Otra manera de hacer circular el dinero fue el establecer peajes en los caminos y cuotas a los templos. El comercio internacional también resultó bien cuando Japón se adhirió al sistema tributario de la Dinastía Ming de China desde el 1401. A su vez, el emperador de China reconoció al shogún como “rey de Japón” y se intercambiaron mercancías entre los dos estados. Eran populares la porcelana Ming, la seda y el bronce, mientras que las espadas finamente elaboradas, el mineral de cobre y la madera viajaban en dirección opuesta.

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Golden Pavilion, Kinkaku-ji
Pabellón Dorado, Kinkaku-ji
James Blake Wiener (CC BY-NC-SA)

A pesar de los trastornos causados por las guerras y las hambrunas ocasionales debidas a las variaciones en el clima que afectaron al período, la agricultura continuó prosperando en el largo plazo debido a las innovaciones como el doble cultivo y el uso de fertilizantes que habían comenzado en el período Kamakura. Las aldeas crecieron en número y tamaño en la medida que muchos agricultores buscaban seguridad y trabajaban en conjunto para producir más y beneficiarse de proyectos comunales tales como la excavación de canales de riego y la construcción de norias. A falta de cualquier autoridad del gobierno central, las aldeas se gobernaban a sí mismas. Se formaron pequeños consejos, llamados so, que tomaban decisiones respecto de las leyes y los castigos, organizaban festivales comunales y decidían las reglas que regían la comunidad. Algunas aldeas se unían para formar ligas o ikki para beneficio mutuo.

A los granjeros les fue bien en el período, en general, y la esclavitud casi desapareció, pero las mujeres tenían menos derechos que bajo Kamakura a causa, por ejemplo, de una convención que estableció que las novias debían integrarse a la casa de sus maridos a quienes estaban obligadas a obedecer, además de a su suegra. Aunque las mujeres aún podían heredar propiedades, se volvió a la convención de que el varón de mayor edad heredaba la propiedad familiar para reducir la fragmentación de la tierra en parcelas demasiado pequeñas para ser útiles a los diferentes hermanos.

El militarismo fracturó Japón entre mediados del siglo XV y mediados del siglo XVI, cuando los señores de la guerra lucharon entre sí sin que ninguno en particular lograra la supremacía.

En 1543 ocurrió el primer contacto de los europeos con Japón cuando tres mercaderes portugueses vieron como una tormenta empujaba su junco chino hasta sus costas. Al desembarcar en la isla de Tanegashima, al sur de Kyushu, traían consigo armas de fuego, que los japoneses adoptaron. Les siguieron más europeos, entre ellos misioneros cristianos, siendo el más famoso Francisco Javier, un jesuita español quien llegó a Kagoshima en 1549. La nueva religión fue adoptada con entusiasmo por los daimyo ya que a menudo resultaba ser un respaldo para aumentar las relaciones con los europeos que navegaban por los mares del Este asiático.

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La Guerra Onin

La Guerra Onin (1467-1477) fue una guerra civil cuyo nombre deriva del período del año. El período que duró la guerra y sus largas secuelas a menudo se denomina período Sengoku o período de los Reinos Combatientes (1467-1568). Como sugiere el nombre del período, fue una época de rivalidades amargas, luchas y traiciones entre los señores de la guerra y los samuráis rivales de Japón, lo que trajo penurias, robos y brutalidad a la vida de muchas personas comunes. Japón parecía estar en guerra consigo mismo y sus gobernantes empeñados en su destrucción. Un poema anónimo, compuesto alrededor del 1500, captura el estado de ánimo general de la época:

Un pájaro
con un solo cuerpo
pero con dos picos,
se picotea a sí mismo
hasta la muerte.
(Henshall, 243)

La causa de la guerra Onin, que duró diez años, fue inicialmente la amarga rivalidad entre los grupos familiares Hosokawa y Yamana, pero al final absorbió a los clanes más influyentes y destruyó la mayor parte de Heiankyo. El conflicto giraba en torno al respaldo que cada lado daba a diferentes candidatos a la posición de shogún – una pelea sin sentido puesto que hacía tiempo que los shogunes no tenían poder en realidad. Los historiadores ven esta guerra como el resultado de la agresividad de los señores de la guerra japoneses, los daimyo más poderosos, quienes buscaban dar trabajo a sus samuráis, fuera para bien o para mal. Para cuando la guerra terminó en 1477, no hubo un vencedor ni se logró una solución para el militarismo inherente que fracturó Japón durante el siglo siguiente, cuando los señores de la guerra pelearon unos contra otros sin que ninguno consiguiera la dominancia.

Silver Pavilion, Ginkaku-ji
Pabellón Plateado, Ginkaku-ji
Kalexander2010 (CC BY-NC-SA)

Logros arquitectónicos y culturales

Muchos edificios importantes se construyeron durante el período Muromachi. El Kinkakuji o “Templo del Pabellón Dorado” (llamado así por su brillante exterior dorado) se construyó en Heianko en 1397, seguido por su gemelo, el Ginkakuji o “Sereno Templo del Pabellón Plateado”, completado en 1483. Ambos eran, originalmente, una propiedad de retiro para exshogunes pero los dos se convirtieron en templos budistas. Otra propiedad privada convertida, también en Kioto, es Ryoanji (1473), que tiene el jardín de rocas zen más visitado de Japón.

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Otro desarrollo del período fue el establecimiento de la sala de té y de la ceremonia del té japonesa. La ceremonia del té había sido introducida en Japón mucho antes por los monjes budistas zen, pero fue en este momento que se convirtió en la ceremonia sobria y precisa que hoy conocemos como chanoyu, gracias al esfuerzo combinado del monje Murato Shuko (1422-1502) y el shogún Ashikaga Yoshimasa (que reinó de 1449 a 1473). El entorno era fundamental y, por lo tanto, se agregaron salones de té sobriamente amueblados a las villas de los ricos para proporcionar un espacio tranquilo donde llevar a cabo la ceremonia.

Otras actividades culturales duraderas que surgieron durante el período incluyen las primeras formas de arreglos florales y el teatro Noh, que también tenían sus raíces en las ceremonias religiosas y las prácticas de los templos. La religión zen incluso tuvo una influencia significativa en la pintura, ejemplificada por el trabajo del sacerdote zen Sesshu (nombre real Toyo, 1420-1506) que se especializó en suiboku, técnica que usa solo tinta negra y agua en rollos de papel blanco, en un estilo que ha sido descrito como una forma austera de impresionismo con sus paisajes simples representados en monocromía. El trabajo de Sesshu es considerado en general entre los mejores jamás producidos por un pintor japonés de cualquier período.

Landscape by Sesshu
Paisaje, por Sesshu
Sesshu (Public Domain)

Finalmente, a causa de la constante amenaza de guerra y pillajes en el período Muromachi, se construyeron castillos con mayor frecuencia que antes en los pueblos, los pasos de montaña y las grandes propiedades. El último tipo, verdaderas mansiones fortificadas, se conocían como yashiki; Excelentes ejemplos de esta evolución fueron Ichijodani (base de la familia Asakura) y Tsutsujigasaki (de la familia Takeda) que contaba con fosos. Algunos castillos, como Omi-Hachiman cerca del lago Biwa, hicieron que luego surgiera un pueblo entero a su alrededor, el jokomachi. Aunque todavía no eran las grandes estructuras de piedra y de varios pisos de los siglos posteriores, los castillos de este período eran, sin embargo y con frecuencia, estructuras defensivas sofisticadas a pesar del uso predominante de la madera. Construidas sobre grandes bases de piedra, las superestructuras de madera contaban con muros, torres y puertas, y tenían ventanas angostas para los arqueros y desde las cuales colgaban rocas atadas a cuerdas, listas para ser arrojadas sobre cualquier atacante.

Decadencia y Oda Nobunaga

El final del período Muromachi llegó cuando el shogunato Ashikara fue liquidado por el señor de la guerra Oda Nobunaga (1534-1582). Oda Nobunaga había expandido gradualmente su territorio, entre los años 1550 y 60, a medida que derrotaba a los que les iba tocando. Finalmente tomó Heiankyo en 1568 y luego exilió al último shogún Ashikaga, Ashikaga Yoshiaki en 1573. Yoshiashi, quien de todos modos siempre fue un títere de Nobunaga, siguió siendo técnicamente el shogún hasta 1588, pero desprovisto de poder, puesto que los señores de la guerra dominaban y gobernaban el país. Nobunaga gobernaría sobre un Japón central mucho más unificado hasta su muerte en 1582. El proceso de unificación del país continuaría bajo sus sucesores inmediatos, Toyotomi Hideyoshi (1537-1598) y Tokugawa Ieyasu (1543-1616). Este nuevo período de la historia de Japón sería conocido como el período Azuchi-Momoyama (1568/73-1600).

This content was made possible with generous support from the Great Britain Sasakawa Foundation.

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Sobre el traductor

Recaredo Castillo
Una persona sin preparación académica especial, pero que gusta de la Historia y quiere aportar con la traducción de artículos de la Enciclopedia.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente por el arte, la arquitectura y por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2019, junio 21). El período Muromachi [Muromachi Period]. (R. Castillo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-16183/el-periodo-muromachi/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "El período Muromachi." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación junio 21, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-16183/el-periodo-muromachi/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "El período Muromachi." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 21 jun 2019. Web. 15 abr 2024.

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