La Horda Dorada fue la rama europea del Imperio mongol (1206-1368 d.C.). Comenzó seriamente con Batu Kan en 1227 y el territorio que acabaría convirtiéndose en la Horda Dorada llegó a abarcar partes de Asia Central, gran parte de Rusia y otras partes de Europa Oriental. Aunque posteriormente se convertiría al islam, la Horda Dorada aunó aspectos de las culturas de Europa, Asia y Oriente Medio mientras gobernaba Rusia durante dos siglos. En su apogeo, los saqueos mongoles de la Horda Dorada llegaron desde el Cáucaso hasta Hungría y Constantinopla, inspirando miedo por todo el mundo de los temibles jinetes mongoles, o, como los conocían ellos, los tártaros.
Vinieron del Este
Bajo el liderazgo de Gengis Kan (que reinó de 1206-1227), el Imperio mongol dio comienzo a la mayor máquina militar del mundo medieval. Con una extensión que abarcaba desde Corea hasta el Caspio durante el reinado de Gengis, sus hijos y nietos llevarían al Imperio mongol a su apogeo, creando el imperio más grande dentro del mismo continente jamás visto.
Según la tradición mongola, Gengis dividió el imperio en ramas para cada uno de sus cuatro hijos. El primer hijo de Gengis, Jochi, recibió las tierras más alejadas de Mongolia, en torno a los Urales y más allá. Sería responsabilidad del hijo de Jochi, Batu Kan (que reinó de 1227-1255). consolidar estas futuras conquistas y establecer lo que hoy en día se conoce como la Horda Dorada.
Ogodei Kan (que reinó de 1229-1241), hijo de Gengis y tío de Batu, ordenó una campaña masiva al otro lado de los Urales para conquistar Europa. En 1236, la horda mongola descendió al valle del Volga. Nada fue capaz de detener las tácticas de guerra mongolas cuando los búlgaros del Volga cayeron en 1237, seguidos de las principales ciudades rusas de Vladimir-Suzdal, Kiev y Halych entre 1238 y 1240. Tan solo la ciudad de Novgorod, en el norte, escapó de la matanza mongola.
Una vez conquistada Rusia, la horda mongola se dirigió al oeste. Un ataque a tres bandas liderado por Batu y el célebre general mongol Subotai devastó a los caballeros polacos y teutones en la batalla de Legnica en 1241, para que después el ejército principal aplastara al ejército húngaro en la batalla de Mohi (también llamada batalla del Sajó) un año más tarde. Europa estaba abierta frente a la horda mongola aparentemente invencible, pero la muerte de Ogodei en Mongolia hizo que se retiraran, dándole así a Europa un respiro. Las primeras incursiones llevaron a los europeos a nombrar tártaros a los mongoles, tanto por el nombre de un clan mongol, los Ta-ta, como por el hecho de que parecían provenir de las mismísimas profundidades del infierno, o Tártaro.
Los mongoles nunca volverían a aventurarse hasta el adriático, pero la Horda Dorada seguiría teniendo una presencia importante en Europa durante los siguientes dos siglos. Al adoptar el rol de "hacedor de reyes" tras la muerte de Guyuk Kan en 1248, Batu estableció la permanencia del gobierno de su familia sobre la parte de la Horda Dorada del Imperio mongol. Batu asentó la capital en Sarai, cerca del Volga, e introdujo un patrón tributario de los príncipes rusos que se convertiría en el sello distintivo de la Horda Dorada. De hecho, uno de los posibles orígenes del nombre "Horda Dorada" es que el color proviene de la espléndida tienda dorada de Batu. No obstante, el color dorado estaba asociado con la familia de Gengis (a la que llamaban la familia "dorada") y estaba asociado con el centro en el sistema mongol de colores para los puntos cardinales, así que estos aspectos también podrían ser el origen del nombre.
Con la vista al sur
Berke (que reinó de 1257-1266), el hermano de Batu, continuó con el precedente de liderazgo fuerte de Batu. Lideró campañas en Polonia, Lituania y Prusia, reforzando así el miedo europeo a los mongoles. Pero puede que el acontecimiento más importante del reinado de Berke fuera su conversión al islam.
El hecho de ser musulmán enfrentó a Berke con Hulegu Kan (que reinó de 1256-1265), el líder del Ilkanato, que había conquistado Irán e Irak y se había convertido en una de las cuatro potencias principales del Imperio mongol. Hulegu había saqueado la gran ciudad musulmana de Bagdad en 1258 y había asesinado al último califa abasí enrollándolo en una alfombra y pisoteándolo hasta matarlo. La Horda Dorada y el Ilkanato también hacían frontera una con otra en el Cáucaso, que se convirtió en un foco de tensión. En 1262, la guerra estalló entre las dos partes del Imperio mongol. Berke se alió con Baibars (que reinó de 1260-1277), el sultán mameluco de Egipto. El intento de invasión de la Horda Dorada por parte del Ilkanato acabó en derrota cuando el general Nogai, de la Horda Dorada, dirigió un ataque sorpresa en la batalla del Térek en 1262. Al mismo tiempo que se desarrollaba esta batalla entre Berke y Hulegu también se estaba desarrollando una guerra civil en Mongolia sobre quién sería el Gran Kan.
El Imperio mongol, aunque supuestamente seguía estando unido, en realidad se había fragmentado. Durante las siguientes décadas el kanato de Chagatai tomaría el resto de Transoxiana de la Horda Dorada y Berke moriría en una marcha contra el Ilkanato. A finales del siglo XIII, la Horda Dorada participaría en el conflicto entre Kublai Kan (que reinó de 1260-1294) y Kaidu, dirigente de la Casa de Ogodei, en favor del segundo. Las guerras intestinas con el Ilkanato también continuarían.
Mientras tanto, la Horda Dorada también se adentró en los Balcanes cuando un antiguo sultán selyúcida fue capturado por el Imperio bizantino. Nogai, con la ayuda de Bulgaria, estado vasallo de la Horda Dorada, invadió el Imperio bizantino en 1271 y obligó al emperador, Miguel VIII Paleólogo (que reinó de 1259-1281) a darle una de sus hijas en matrimonio. El kan Mengu-Timur (que reinó de 1266-1280) abrió la Horda Dorada al comercio, otorgando a genoveses y venecianos colonias comerciales en Azov y Caffa y ordenando a los rusos que permitieran la entrada de comerciantes alemanes a sus tierras.
Tras la muerte de Mengu-Timur, Nogai se convirtió en el gobernante de facto de la Horda Dorada. Saqueó Europa desde Lituania hasta Bulgaria y obligó a Serbia a aceptar el vasallaje. A pesar de que Nogai era un líder guerrero poderoso, su muerte en 1299 no supuso un gran revés para las campañas de la Horda Dorada.
El triunfo del islam
En el siglo XIV, la Horda Dorada experimentó muchos cambios. Para empezar, el islam llegó para quedarse. Aunque Berke había sido el primer príncipe mongol en convertirse al islam, otros gobernantes de la Horda, incluido Tokhta, continuaron con las creencias del tengrismo (las creencias paganas mongolas) o el budismo. Pero esto cambió cuando Uzbeg (que reinó de 1313-1341) proclamó el islam la religión oficial de la Horda Dorada. Siguiendo esta idea, Uzbeg continuó afianzando las relaciones con los mamelucos de Egipto, llegando incluso a casar a una princesa mongola con el sultán egipcio.
En vez de campañas militares activas, Uzbeg y sus sucesores mantuvieron a los príncipes rusos subyugados y divididos enfrentándolos unos contra otros. Los mongoles respaldaban principalmente a la ciudad de Tver, pero cuando su población asesinó a los residentes mongoles en 1327 , Uzbeg trasladó su apoyo a la ciudad de Moscú.
Con Uzbeg, la Horda Dorada permaneció en activo. Toqta (que reinó de 1291-1312) se casó con una princesa bizantina ilegítima, lo que fortaleció la alianza entre el Imperio bizantino y la Horda Dorada que había existido desde la época de Nogai. Sin embargo, con Uzbeg, los mongoles, aliados con su vasallo búlgaro, asaltaron el Imperio bizantino durante dos décadas. También enfrentaron a una Valaquia independiente contra Hungría. Mientras tanto, Uzbeg abrió las puertas de Crimea a los puestos comerciales de genoveses y venecianos. En la década de 1340 se produjeron las últimas incursiones mongolas en Polonia.
Uzbeg siguió activo contra el Ilkanato, al que invadió en varias ocasiones. Cuando el Ilkanato colapsó en 1335 algunos de sus nobles le ofrecieron a Uzbeg ascender al trono, pero este rechazó la oferta. Mientras tanto, la capital de la Horda Dorada, Sarai, fue creciendo por la demanda cultural musulmana de mezquitas y baños públicos que exigía una vida urbana más amplia. Durante lo que puede que fuera el apogeo del poder de la Horda Dorada, Janibeg (que reinó de 1342-1357) aceptó el vasallaje del rey polaco Casimiro II el Grande (que reinó de 1333-1370), del kanato de Chagatai, y de los yalayéridas de Irak, además de conquistar Tabriz, una ciudad que antes perteneció al Ilkanato.
Declive del siglo XIV
A pesar de todo, el éxito de Uzbeg y Janibeg pronto se vino abajo. La Peste Negra había causado estragos en la economía de la Horda Dorada. De 1359 a 1382 la Horda se vio sumida en guerras civiles. Durante esa época, el control mongol sobre Europa oriental también empezó a disminuir. De hecho, los mongoles se enfrentaron a sus primeras derrotas serias en Europa en esta época. Lituania derrotó a los mongoles en la batalla de las Aguas Azules en 1362 , tras la que continuaron hasta conquistar Kiev. Los principados rusos lograron su primera victoria sobre los mongoles en 1380 en la batalla de Kulikovo, que se considera un momento de inflexión en la historia rusa.
Renacimiento bajo Tokhtamish
El declive de la Horda Dorada se detuvo brevemente gracias a Tokhtamish, un protegido de Tamerlán (que reinó de 1380-1395). Tokhtamish asedió Moscú en 1382 y, ignorando la promesa de no atacar la ciudad, masacró a sus habitantes cuando la ciudad abrió las puertas. Al año siguiente Tokhtamish vengó la derrota de la batalla de las Aguas Azules derrotando a los lituanos en la batalla de Poltava. Tanto los rusos como los lituanos volvían a estar bajo el yugo mongol y obligados a pagar tributo.
Pero los logros de Tokhtamish hizo que se excediera. Su siguiente decisión fue volverse contra su mentor, Tamerlán. La campaña de venganza de Tamerlán saqueó Sarai, quemó las tierras de la Horda Dorada, destruyó su ejército y forzó a Tokhtamish a huir. Tokhtamish huyó a Lituania y después intentó retomar la Horda Dorada, sin lograrlo. Mientras tanto, Tamerlán había devastado las rutas comerciales de la Horda Dorada hasta tal punto que el estado nunca conseguiría recuperarse económicamente.
Resurgimiento de Rusia
Tras la destrucción de Tamerlán y las guerras civiles que le siguieron, la Horda Dorada se vio cada vez más limitada a las orillas del Volga. Al final se acabó dividiendo en varios kanatos: el kanato de Kazán, el kanato de astracán, el kanato de Crimea, el kanato de Siberia, la Horda de Nogai y el kanato kazajo. El último kan importante de la Horda Dorada, Ahmed (que reinó de 1465-1481), dirigió una campaña contra Lituania y Moldavia que acabó en derrota.
Algo que puede que fuera aún más importante para la historia fue que Ahmed también lideró a los mongoles durante la batalla del Ugra en 1480 Iván III de Moscú derrotó por completo a las fuerzas de la Horda Dorada y desde entonces se ha reconocido esta batalla como el fin de la dominación mongola de Rusia.
Un larguísimo resplandor
No hay respuesta para cuándo la Horda Dorada tocó a su fin. Incluso una década después de la batalla del Urgra, hubo un asalto en Polonia de la Horda Dorada. Los kanatos rusos que se habían escindido sobrevivieron durante décadas y, en el caso del kanato de Crimea, siglos. La mayoría de los sucesores de la Horda Dorada fueron víctimas de Iván el Terrible (que reinó de 1547-1584). Kazán cayó en 1552 , Astrakán en 1556 y Siberia en 1582 Puede que el verdadero sucesor de la Horda Dorada fuera el kanato de Crimea, que en 1502 saqueó Sarai. Y a pesar de ello, Crimea fue un vasallo del Imperio otomano desde 1475 El kanato de Crimea sobrevivió hasta su anexión a Rusia en 1783.
Independientemente de cuándo llegara a su fin oficialmente la Horda Dorada, sus siglos de existencia dejaron una marca innegable en Rusia y en la historia de Europa Oriental. En la encrucijada entre Asia Central, Europa y Oriente Medio, la Horda Dorada influyó en los acontecimientos desde Polonia hasta el Imperio bizantino y desde Egipto hasta Asia Central. En su versión tártara, los mongoles de la Horda Dorada jugaron un papel clave en la historia del Imperio mongol y en el legado de ese imperio en Europa y en la imaginación popular.