Heimdal es una deidad misteriosa de la mitología nórdica cuyo atributo principal consiste en guardar el reino de los dioses, Asgard, desde su alta fortaleza llamada Himinbjörg, ubicada en el Bifröst, el puente arcoíris. Tiene el poder del mar y la tierra, una vista muy aguda, siempre está vigilando en caso de peligro, y cuando se acercan intrusos toca el Gjallarhorn, su cuerno. Este cuerno será el que anuncie el comienzo del Ragnarök, el apocalipsis en el que Heimdal luchará contra Loki, uno de los líderes de los gigantes. Además, algunos fragmentos de la poesía nórdica describen a Heimdal como padre de toda la humanidad.
Fuentes
Según Snorri Sturluson, el estudioso y escritor islandés del siglo XIII autor del libro de texto mitológico la Edda prosaica, Heimdal pertenece a la familia de los Aesir por ser hijo de Odín, y se lo conoce como el dios blanco, ya que, en el antiguo nórdico la blancura estaba relacionada con la belleza y la integridad. Tiene un caballo llamado Gulltopp y un cuerno llamado Gjallar. Duerme menos que un pájaro y puede ver a grandes distancias; puede oír crecer la hierba y la lana de las ovejas. También se lo conoce como Gullintanni ("el de dientes de oro") y Hallinskidi ("el de los cuernos laterales", lo que indica un vínculo poco claro con los carneros).
Snorri también cita un poema llamado Heimdalargaldr, que probablemente mencione uno de los detalles más curiosos sobre Heimdal, que es que es hijo de nueve madres, nueve hermanas (Snorri, 26). Este detalle está corroborado en varios versos del poema Völuspá in skamma, o en la Völuspá corta de hecho hay varias estrofas de otro poema, el Hyndluljoth (antiguo nórdico: Hyndluljóð), y una estrofa que cita Snorri. En un principio Hyndluljoth estaba incluido en una recopilación llamada Flateyjarbók, pero después se incluyó en la Edda poética, la colección de poemas mitológicos escritos en el siglo XIII en Islandia pero que ya existían en torno a 900.
En el poema, la mujer Hyndla rastrea el origen de algunas genealogías de los héroes de las sagas. La Völuspá corta que se incluye resulta algo confusa y apresurada, y tiene poco valor informativo. Sin embargo, habría que mencionar que las madres gigantes de Heimdal se mencionan por nombre propio, que se podrían traducir como Llorona, Aulladora, Babeante, Derramadora de arena, Loba, Crepúsculo, Furia, Oleada de pena y Espada de hierro. No podemos más que especular sobre el nacimiento de Heimdal; puede que estas madres crearan sus diferentes partes o energías más abstractas. O, teniendo en cuenta los nombres de sus madres, puede que naciera de las olas del mar, las hijas del dios del mar Aegir. Otra cuestión sería si sus madres podrían estar conectadas de alguna manera con los nueve mundos que menciona la vidente a la que consulta Odín en el primer poema de la Edda poética, Völuspá (la profecía de la mujer sabia) al principio de los tiempos (Hildebrand, 13).
Otro fragmento de información sobre Heimdal que también proviene de la misma fuente es la estrofa 27, en la que la profetisa dice que sabe del cuerno del dios (hljōþ), que está escondido bajo el árbol sagrado, Yggdrasil. Sobre él se vierte un chorro que parece provenir del ojo de Odín, aquel que sacrificó a cambio de la sabiduría del espíritu Mimir. Por tanto, ¿el cuerno está enterrado hasta que Heimdal anuncia Ragnarök? ¿O puede que se refiera más bien al sentido de oír o no oír un objeto? Puede que Heimdal pusiera ahí su oreja igual que hiciera Odín con su ojo, lo que implica una conexión con el Árbol del Mundo, es decir, con el orden cósmico.
Hablando de Ragnarök, Snorri habla de la enemistad entre Heimdal y Loki, que se enfrentarán en la gran batalla, pero probablemente había más historias con estos dos personajes que se han perdido. El poema Húsdrápa, citado en la Edda prosaica, da a entender que estos dos lucharon una vez en forma de focas por Brisingamen, el collar de la diosa Freyja, Además, el poema Lokasenna, en el que Loki insulta a todos los dioses también hace referencia a su hostilidad. En la estrofa 48 Loki hace callar a Heimdal después de que este le eche la bronca por estar loco y borracho diciéndole que tiene que enfrentarse al desastroso destino de tener siempre la espalda cuadrada. Se podría interpretar que lo está insultando por su función de vigilante de los dioses, que supone que no se pueda mover con libertad.
Otro fragmento del mito proviene del poema Thrymskvitha (antiguo nórdico: Þrymskviða), que trata de la desaparición del martillo de Thor, y Heimdal aparece en la estrofa 14 como "el más blanco de los dioses," con el sentido de que es el más guapo. En su sabiduría, le sugiere a Thor que se disfrace con el velo de novia para engañar al gigante que ha escondido el arma. Ese mismo fragmento también ofrece otro detalle interesante: dice que puede predecir el futuro, como los Vanir, la otra familia de dioses del panteón nórdico que en general simboliza la prosperidad. No obstante, puede que el término vanir aquí se use simplemente para que la estrofa rime. Por último, en el capítulo Skálskaparmál de la Edda prosaica, en el que Snorri enseña a los poetas a usar metáforas (kenningar), dice que se puede hablar de una espada como la cabeza de Heimdal porque lo golpearon con la cabeza de un hombre. Esta historia se ha perdido. En la misma fuente, se lo identifica como hijo de Odín.
Heimdal el creador
La fuente literaria principal sobre el papel de Heimdal como antepasado en la mitología nórdica es el poema Rigsthula (antiguo nórdico: Rígsþula). Hoy en día este poema pertenece a la Edda poética, pero no se encuentra en los manuscritos principales en los que se conserva. En vez de eso, se ha preservado en la última página de un manuscrito de la Edda prosaica, la versión de Snorri Sturluson de los mitos nórdicos. Por desgracia, al manuscrito, llamado Codex Wormianus, le falta el final del poema. A grandes rasgos, el poema trata de explicar el origen de las tres categorías principales de la sociedad nórdica: los siervos, los plebeyos y los nobles. De este último grupo procede el que se convertirá en rey. Islandia no tenía reyes, por lo que lo más probable es que el poema se escribiera en el continente, probablemente para un rey en particular, pero el manuscrito se interrumpe en el momento en el que se podría haber hecho la conexión entre el rey mítico y el real.
El uso del nombre Rig ("rey" en irlandés antiguo), entre otras palabras de origen celta, reflejan el contacto frecuente entre los nórdicos y los habitantes de las islas occidentales como las Órcadas. Puede que el poeta vagabundeara durante un tiempo en territorios de influencia celta y después compusiera el poema para un rey danés o noruego. La persona que añadió el pasaje introductorio en prosa del poema en el siglo XIII o XIV identificó a Rig con el dios Heimdal, aunque esta idea parece bastante dudosa. Este Rig, el antepasado de la humanidad descrito como alguien viejo y sabio, fuerte y poderoso, recuerda a Odín más que a ninguna otra persona. También nos recuerda el hecho de que la mitología nórdica es mucho más complicada y desordenada de lo que nos gustaría pensar. Aparte de esta introducción, no hay nada en el poema que confirme la equivalencia entre Rig y Heimdal. A pesar de todo, hay alguna otra referencia tenue en otros poemas: en Völuspá en skamma / Hyndluljoth en la estrofa 40 se le llama "el pariente de los hombres" y puede que la estrofa 13 de Grímnismál sugiera que Heimdal "gobierna sobre los hombres". Völuspá, el poema de creación y profecía sobre el final del mundo, hace referencia a las clases de los hombres, a las que se refiere como "los hijos mayores y menores de Heimdal" en la primera estrofa (Hildebrand, 12).
Primero, Rig llega a la casa de Ai y Edda, bisabuelo y bisabuela. En esta visita, Rig recibe pan grueso y denso con un caldo de res, lo que indica la baja posición social de la familia. El dios duerme entre ellos durante tres noches y nueve meses más tarde Edda da a luz a un hijo llamado Thrall (esclavo) a quien rocían con agua, un hábito que por lo visto también estaba presente en la religión precristiana. Thrall tiene la piel arrugada, la cara fea y la espalda torcida, y envuelto en una tela sucia "hacía cuerda y llevaba cestas, todo el día llevaba leña a casa", (Hildebrand, 281). Un día, Thrall (esclavo) conoce a una mujer llamada Thrir (esclava), con piernas torcidas, la nariz plana y los brazos quemados por el sol. Tienen hijos cuyos nombres reflejan su baja posición social. Tosco, Limpiador de establos, Apestoso, Tábano, etc. En general se ocupan de los cerdos, cultivan cosechas y limpian estiércol.
Tras crear una raza de thralls, Rig/Heimdal sigue adelante y se cruza con la siguiente pareja, Afi y Ama, abuelo y abuela. Esta pareja tiene mejor apariencia, lo que indica una clase social más alta. El hombre lleva la barba bien arreglada y ropas que le sientan bien, mientras que la mujer lleva un tocado con broches y un collar. Sus actividades, tallar y tejer, también parecen más elevadas. En esta ocasión, vuelve a ocurrir lo mismo: Rig duerme entre ellos y nueve meses más tarde nace Karl (artesano, hombre libre). Cuando crece, Karl "doma bueyes, prepara arados, construye casas y graneros, hace carretas y se encarga de arar", (Hildebrand, 287). Después, Karl intercambia anillos con su futura esposa, Snör (nuera), vestida con pieles de cabra y encargada de las llaves de la casa. Los hijos que tienen también reflejan su posición social, como Fuerte, Guardián de las tierras, Artesano, Casero, o Granjero para los hombres y Digna, Orgullosa, Grácil o Hermosa para las mujeres.
Rig termina por llegar al tercer salón, que tiene un pórtico amplio y paja limpia en el suelo, como si estuvieran preparando una fiesta. Fathir, obviamente padre, está haciendo arcos por que el tiro con arco representa una actividad de la clase alta. La apariencia de la señora de la casa, Mothir, madre, refuerza esta imagen de alto rango: un vestido de tela de calidad, una bonita cofia, una capa azul, broches, cejas alegres, pechos hermosos y, lo que es más importante, un cuello blanco, signo de la nobleza porque significaba no tener que trabajar al aire libre y no quemarse con el sol. Cuando se sientan a comer, cubre la mesa con un mantel bordado y saca hogazas finas, carne bien cocinada en un servicio de plata y hermosas copas de vino. El hijo de la pareja, que nace después de que Rig yazca entre ellos, se llama Jarl (noble), envuelto en seda.
A medida que crece, el muchacho rubio e inteligente con ojos sombríos como los de una serpiente se dedica a la caza, el tiro con arco y la equitación. Rig/Heimdal acude a él porque tiene algo esencial que compartir con el que ha elegido: "Rig llegó dando zancadas / le enseñó las runas / le dio un nombre / lo llamó "hijo" / le dijo que reclamara tierras / que reclamara viejas aldeas" (Hildebrand, 293). Jarl sigue las enseñanzas de su maestro y va a la guerra, ensangrentando los campos y matando a muchos. Amasa una gran fortuna y ofrece brazaletes a sus seguidores para garantizar su lealtad. Sus mensajeros llegan al salón de Hersir, un nombre genérico para un cacique local, que era la autoridad más alta reconocida antes de establecerse el reino de Noruega, para proponerle matrimonio a su hija Erna ("la capaz"). Se casan y sus hijos reciben nombres muy genéricos como Chico, Retoño, Descendiente o Heredero. Juegan al ajedrez, nadan, doman bestias y agitan lanzas, pero el más sagaz parece ser Konr ungr, Kon el Joven, que al contraerlo forma konungr, rey. Aprende a usar las runas, a entender los cantos de los pájaros, a apagar fuegos y calmar las penas, y pronto se vuelve aún más astuto que Rig, con lo que se gana el derecho a adoptar su nombre.
El poema termina de manera abrupta cuando un cuervo le pide a Konr ungr que deje de dispararles flechas a los pájaros y que lo mejor es que luche con otros hombres, como por ejemplo los dos caciques ricos de la región. Sus nombres son Dan y Dano, lo que podría sugerir una conexión con los daneses.
Significados hipotéticos
Lindow nota algo interesante sobre el lugar que ocupa Heimdal en la mitología nórdica:
Parece que [Heimdal] tiene una cierta conexión con la periferia: nace al borde de la tierra, se encuentra a los seres humanos en la costa, está estacionado al final del cielo para vigilarlo contra los gigantes. Hasta cierto punto, todos estos lugares son fronteras: entre el mar y la tierra, entre el mundo de los dioses y el de los gigantes. Haber nacido en tiempos pasados también sitúa a Heimdal en una periferia temporal. La otra gran acción de Heimdal en la mitología tiene que ver no con una frontera espacial, sino temporal, cuando toca el Gjallarhorn al principio del Ragnarök. (Lindow 2002, 171).
Heimdal y la humanidad dan comienzo a su existencia en cierta manera en el borde. Al mismo tiempo, debido a su papel de guardián, se podría asumir que Heimdal se entendía como una especie de espíritu guardián del hogar. Parece que es importante en las fuentes literarias, o al menos eso se discierne de las que han sobrevivido, pero su nombre poco común no parece haberse preservado en nombres de lugares, a diferencia de los de otros dioses poco conocidos. Heim significa "mundo", pero dal sigue sin estar claro (no confundir con dalr, que significa valle), aunque la explicación de Jan de Vries, una especie de árbol frutal que en este caso solidificaría el vínculo entre el dios, la naturaleza y la humanidad, podría funcionar. La Edda poética nos cuenta que los primeros humanos eran trozos de madera y que después Heimdal llega y continúa con el acto de creación. Si se acepta esta etimología, entonces su nombre es sinónimo de Yggdrasil, el fresno que mantiene unido el universo. La idea de la figura de un árbol, un pilar que nos vigila y nos cuida también es bastante común en los mitos de las regiones circumpolares, por lo que hay quienes han sugerido una influencia finesa.
Es difícil sacar paralelismos con otros dioses, pero hay ciertas similitudes vagas con Mannus, el ser primordial creador de las tres tribus germanas principales mencionadas por Tácito (en torno a 56 - en torno a 118 d.C.); Agni, el dios del fuego de la mitología védica que también tiene descendientes humanos; los héroes civilizadores como el griego Prometeo o el finés Väinamöinen y el joven blanco que crea la raza humana en las leyendas yakut. Davidson también menciona las tradiciones irlandesas sobre un dios del mar, Manannán, que va de casa en casa. Heimdal tiene el poder de la tierra y el mar, tal y como se cuenta en la Völuspá más corta. Sus vínculos con Asgard, el Árbol del mundo, la humanidad, el mar, el principio y el final lo convierten en un dios complejo e intrigante. Aparte de las fuentes literarias, una cruz del siglo X de Cumbria, Inglaterra, representa en uno de sus paneles un personaje con un cuerno; lo más probable es que la cruz haga comparaciones entre los mitos nórdicos y cristianos. El caso inconcluso de Heimdal nos recuerda que las historias incoherentes y los aspectos contradictorios de las figuras mitológicas no eran más que una expresión de la gran diversidad de creencias.