Un centauro era una criatura de la mitología griega, mitad hombre mitad caballo. La cabeza, los brazos y el torso eran humanos y estaban unidos por la cintura al cuerpo y las patas de un caballo. Estas criaturas representaban la barbarie y el caos desenfrenado, y a menudo aparecían representadas en la escultura arquitectónica griega y la decoración de cerámica.
Sin embargo, a pesar de su reputación bestial y lujuriosa, no todos los centauros recibían esta representación poco favorecedora, a no ser que hubieran bebido. Así que puede ser que fueran una metáfora admonitoria de los peligros a los que nos enfrentamos si olvidáramos el civismo y perdiéramos el control de nuestras facultades.
El origen de los centauros
El padre de la raza de los centauros fue Centauro, que a su vez era hijo de Ixión, que le hizo el amor a Hera, o mejor dicho a una nube que se parecía a ella creada por un celoso Zeus. Se creía que los centauros vivían en los bosques de Tesalia, al margen de las leyes. Puede que estas criaturas míticas se hayan basado en la realidad, ya que había una tradición en Tesalia de cazar toros a caballo, y la misma palabra centauro puede que significara "matador de toros". Puede que los jinetes de Tesalia fueran tan hábiles que parecían ser uno con sus caballos y de ahí naciera el mito de una sola criatura.
El centauro Quirón
Puede que el centauro más famoso fuera Quirón (o Queirón), conocido por su gran sabiduría y por ser el tutor del dios de la medicina, Asclepio y de los héroes Hércules, Aquiles y Jasón (y su hijo Medeo). Es una figura oscura de la mitología y, dado que solo es un personaje menor de muchos mitos, escasean los detalles. Sabemos por Hesíodo que era hijo de Fílira (hija del titán Océano) y que estaba casado con la ninfa Cariclo; se puede ver una rara representación de esta en el arte en una placa de Corinto (c. 600 a.C.), en la que se ofrece su nombre. También se cree que Quirón vivía en los bosques del monte Pelión. Normalmente se lo representa con una túnica corta (chitoniskos) y una capa, y a menudo lleva una rama sobre el hombro de la que cuelgan los animales que ha cazado, como zorros o liebres. Quizás para mostrar su reputación como el centauro más civilizado, sus patas delanteras son a menudo humanas y en general tiene menos pelo tanto en las patas como en el torso que los demás centauros. En la mitología, Quirón fue el asesor de Peleo y a menudo se lo asocia con la boda del rey con Tetis, la nereida, ya que aparece en representaciones de este acontecimiento en el arte griego. El hijo de esta pareja, Aquiles, fue confiado a Quirón para que lo educara en la adolescencia. El gran héroe también heredó una formidable lanza hecha de fresno de Peliana, y que Quirón había entregado a Peleo. Esta lanza era tan grande y pesada que solo Aquiles era lo suficientemente fuerte y hábil como para manejarla, cosa que hace formidablemente en la descripción de Homero de la guerra de Troya en la Iliada, en la que la lanza se menciona dos veces específicamente como un regalo de Quirón.
El centauro Folo
Un segundo centauro famoso de la mitología es Folo, que acogió a Hércules mientras este estaba dando caza al jabalí gigante, uno de sus famosos trabajos al servicio de Euristeo. Folo le ofreció comida y su cueva como un lugar de reposo, y juntos bebieron tranquilamente de una gigantesca jarra pithos que pertenecía a todos los centauros y que había sido un regalo especial de Dioniso, el dios del vino. Sin embargo, atraídos por el olor del vino, los demás centauros irrumpieron en la fiesta y tras beber un rato empezaron a alborotarse y acabaron atacando a Hércules. Sin embargo los centauros no eran un reto para el gran héroe, así que obviamente la pelea estuvo bastante desequilibrada. Por desgracia, en la reyerta, Hércules mató a Quirón por accidente con una de sus flechas envenenadas (untada en la sangre de la hidra). Folo también murió en el incidente, tras dejarse caer una flecha envenenada en el pie. Puede que esta sea otra historia de advertencia de los peligros de la mala hospitalidad y el consumo excesivo de alcohol.
El centauro Neso
Un tercer centauro que se conoce por nombre es Neso, que también se metió tontamente en una pelea con Hércules. El héroe y su nueva esposa, Deyanira, intentaron cruzar el río Eveno de camino a Tirinto. Neso se ofreció a llevar a la mujer al otro lado del río, pero a mitad de camino intentó violarla. Hércules, con su tipica decisión, rápidamente le disparó una de sus flechas envenenadas al centauro (aunque en la mayoría de escenas en cerámica de este mito Hércules aparece con un garrote o una espada). Con su último aliento, Neso engañó a Deyanira diciéndole que recogiese su sangre, envenenada por la flecha, y la guardara en un tarro lejos del sol y la usara como una poción de amor si alguna vez menguara el afecto de Hércules. Mucho más tarde, al oir rumores de una aventura entre su marido e Iole, Deyanira, para recuperar el afecto de Hércules, untó una capa con la sangre de Neso. Sin embargo cuando el héroe se puso la capa se volvió loco por la agonía de sentir el veneno en la piel. Desesperada, Deyanira se suicidó y al no tener ninguna esperanza de encontrar una cura, Hércules se arrojó en una pira funeraria en el monte Oite. En un final feliz para esta tragedia, Hércules recibió un lugar inmortal en el monte Olimpo dode se casó con Hebe, la diosa de la juventud.
¿Cómo se representa a los centauros en el arte?
Una centauromaquia, es decir, una batalla entre centauros, dioses y héroes, era un tema popular en la escultura decorativa de los edificios de la antigua Grecia, especialmente en templos. El ejemplo más conocido sin duda es el del frontón occidental del templo de Zeus en Olimpia (c. 460 a.C.). Aquí los centauros, tras haber estado bebiendo otra vez, luchan con los lápitas (del norte de Tesalia) en la boda de su rey Pirítoo con Deidamia, e intentan secuestrar a la novia. Los protagonistas se presentan envueltos en una gran reyerta, entrelazados en posturas dramáticas. Apolo domina majestuosamente el centro de la pieza, de pie y con el brazo estirado; trae calma al caos provocado por los brutos centauros. Los centauros aquí representan la lucha entre la barbarie y la civilización y pueden ser específicamente una metáfora de la victoria de Grecia sobre Persia a principios del siglo V a.C.
Los centauros también están representados en varios metopas del Partenón, en el escudo de la Atenea de bronce de Fidias y en las sandalias de la estatua de culto de Atenea dentro del Partenón. Además, tanto el templo de Foce del Sele (en Sicilia) como el templo de Atenea en Aso están decorados con esculturas de la centauromaquia.
Los centauros eran un tema popular en la decoración de la alfarería griega. Hércules luchando con Neso aparece por primera vez en un ánfora de figuras negras del siglo VII y aparece en casi cien vasijas que todavía se conservan. Quirón en la boda de Tetis y Peleo, y Aquiles cuando es entregado al cuidado de Quirón, son temas frecuentes en la cerámica de figuras negras y rojas ática de entre los siglos V y VI a.C. Otras escenas igual de populares son las que representan a Hércules luchando con los centauros tras la cena con Folo, que empezaron a aparecer en vasijas corintias del siglo VI a.C. Los centauros también aparecen en compañía de Dioniso y en representaciones de los festivales asociados con él. Finalmente, también hay representaciones de Medusa como una centáuride, como por ejemplo en un ánfora de Beocia de alrededor de 660 a.C.
