Caracalla

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Patrick Hurley
por , traducido por Martin Guzman
Publicado el 02 octubre 2011
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Caracalla, Capitoline Museums (by Mary Harrsch (Photographed at the Capotoline Museum, Rome), CC BY-NC-SA)
Caracalla, Museos Capitolinos
Mary Harrsch (Photographed at the Capotoline Museum, Rome) (CC BY-NC-SA)

Caracalla fue emperador romano desde el 211 al 217 d.C. Nacido como Lucio Septimio Basiano, hijo de Septimio Severo y Julia Domna, se convirtió en co-gobernante con su padre en el 198 d.C., y gobernante único después de la muerte de su padre en el 211 d.C. y de su hermano más tarde ese mismo año. En su Edicto del 212 d.C., la Constitutio Antoniniana, otorgó la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del imperio. Esto funcionó bien como propaganda pero también aumentó los ingresos fiscales para el Estado. Siguiendo el consejo de su padre, buscó el apoyo del ejército sobre todo lo demás, compartiendo las penurias con sus soldados en campaña. Sus campañas en la parte occidental del Imperio romano aseguraron las fronteras y lo hicieron popular entre el ejército, pero su campaña contra Partia en el este fue menos exitosa. Fue asesinado por su prefecto del pretorio, Macrino (r. 217 - 218 d.C.).

Vida Temprana

Caracalla nació como Lucio Septimio Basiano el 4 de abril del 188 d.C. en Lugdunum (Lyon) donde su padre, Septimio Severo (r. 193 - 211 d.C.), servía como gobernador de la Galia Lugdunense durante los últimos años del emperador Cómodo (r. 180 - 192 d.C.). Cuando Caracalla tenía siete años, su nombre fue cambiado a Marco Aurelio Antonino. Esto fue hecho por el deseo de su padre, ahora emperador, para vincular la nueva dinastía Severa con la anterior Antonina. El nombre "Caracalla" se consideró un apodo y se refería a un tipo de capa que el emperador usaba (el apodo se usó originalmente de manera peyorativa y nunca fue un nombre oficial para el emperador). En el momento en que su nombre fue cambiado, Caracalla se convirtió en el heredero oficial de su padre y, en el 198 EC a la edad de diez años, fue designado como co-gobernante con Severo.

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En campaña con su padre reveló un lado más oscuro de la personalidad de caracalla y, según dion, intentó asesinar a su padre para poder convertirse en emperador.

Desde temprana edad, Caracalla estuvo constantemente en conflicto con su hermano Geta, que era solo 11 meses menor que él. A la edad de 14, Caracalla se casó con la hija de Plauciano (el amigo íntimo de Severo), Fulvia Plautila, pero este matrimonio arreglado no fue uno feliz, y Caracalla despreciaba a su nueva esposa (Dion Casio 77.3.1 afirma que ella era una "desvergonzada creatura"). Si bien el matrimonio produjo una única hija, este llegó a su abrupto final cuando, en el 205 d.C., Plauciano fue acusado y condenado por traición y ejecutado. Plautila fue exiliada y después ejecutada a la ascensión de Caracalla (Dion 77.5.3).

En el año 208 d.C., Septimio Severo, al enterarse de los problemas en Britania, pensó que era buena oportunidad no solo de hacer campaña allá, sino también llevarse a sus dos hijos con él ya que llevaban una vida de libertinaje en la ciudad de Roma. Al hacer campaña, pensó Severo, les daría a ambos jóvenes exposición a las realidades del gobierno, brindándoles así experiencia que podrían usar al sucederle. Mientras estuvieron en Britania, Geta supuestamente estuvo a cargo de la administración civil, mientras que Caracalla y su padre estaban en campaña en Escocia. A pesar de que Caracalla adquirió una valiosa experiencia en asuntos militares, parece haber revelado un lado aún más oscuro de su personalidad y, de acuerdo a Dion, intentó en al menos una ocasión matar a su padre para que pudiera convertirse en emperador. Aunque no tuvo éxito, Severo amonestó a su hijo, dejando una espada al alcance de él retándolo a terminar el trabajo en el que había fallado (Dion 77.14.1-7). Caracalla retrocedió pero, según Herodiano, estaba tratando de convencer constantemente a los médicos de Severo que apresuraran la muerte del emperador moribundo (3.15.2). De cualquier forma, el emperador murió en Eboracum (actual York) en febrero del 211 d.C. El último consejo de Severo para Caracalla y Geta fue: "sean buenos el uno con el otro, enriquezcan a los soldados y maldigan al resto" (Dion 77.15.2).

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Caracalla se convierte en Emperador

En el 211 d.C., Caracalla se convirtió en emperador junto con su hermano menor Geta. La relación entre los dos no se parecía a la amorosa de Marco Aurelio y Lucio Vero 50 años antes, y parece que ambos hermanos conspiraban constantemente el uno contra el otro para poder convertirse en el único emperador. Cuando los dos intentaban tomar decisiones, discutían constantemente, en desacuerdo en todo, desde nombramientos políticos hasta decisiones legales. De hecho, según Herodiano, las cosas se pusieron tan mal entre los dos hermanos que no solo dividieron el palacio imperial entre ellos, sino que también intentaron convencer a los cocineros de que echaran veneno en la comida del otro. También se propuso que se dividiera el imperio entre los dos, en partes occidental y oriental. Según Herodiano, solo la intervención de la madre de ellos, Julia Domna, logró que este plan no se realizara.

Family of Septimius Severus
Familia de Septimio Severo
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Sin embargo, Caracalla decidió deshacerse de su hermano. Dion describe un intento fallido de asesinar a su hermano en las Saturnales, después del cual Caracalla organizó una reunión con su hermano y madre en las habitaciones imperiales, supuestamente para reconciliarse. En cambio, al aparecer en la habitación de su hermano con centuriones, Caracalla hizo que sus hombres asesinaran a Geta, quien trató de esconderse en los brazos de su madre. A pesar de su conmoción y dolor, Caracalla le prohibió a su madre de incluso derramar lágrimas por Geta. Para el año 212 d.C., Caracalla era el único emperador y, según Dion, el asesinato de su hermano fue seguido de una purga de los seguidores de Geta, resultando en aproximadamente 20,000 muertes, incluyendo la del antiguo prefecto del pretorio Cilón y la del jurista Papiniano. Caracalla, al explicar sus acciones en el Senado, afirmó que se estaba defendiendo de Geta y rechazó la idea del concepto de dos emperadores gobernando el Imperio romano pudiera funcionar, declarando que:

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...deben dejar a un lado sus diferencias de opinión en pensamiento y actitud y llevar sus vidas con seguridad, mirando a un solo emperador.
Júpiter, así como él es el único gobernante de los dioses, le da a un solo gobernante la responsabilidad exclusiva de la humanidad. (Herodiano 4.5)

El Senado romano no pude hacer nada más que temblar ante sus palabras. Geta fue condenado de la memoria (damnatio memoriae), y todas las referencias a él en público fueron borradas; se consideró un crimen mencionar su nombre.

Caracalla y el Ejército en Occidente

Si bien Caracalla no siguió el consejo de su padre de ser bueno con su hermano, ciertamente se tomó en serio que necesitaba mantener feliz al ejército romano. De hecho, Caracalla declaró a sus soldados que:

Yo soy uno de ustedes", él dijo, "y es solo por ustedes que me preocupo de vivir, para poder otorgarle muchos favores; porque todos los tesoros son suyos". Y añadió: "rezo para vivir con ustedes, de ser posible, pero si no, en cualquier caso morir con ustedes.
Porque no temo a la muerte en ninguna forma, y es mi deseo terminar mis días en la guerra. Ahí debe morir un hombre, o en ninguna parte". (Dion 78.3.2).

Respaldó sus palabras con acciones al aumentar la paga anual del ejército, según Herodiano, en un 50%. Para poder pagar este aumento, Caracalla envileció la moneda romana del contenido de plata de entre 58% al 50%. Caracalla también creó una nueva moneda conocida como el antoninianus que supuestamente valía 2 denarii para ayudar a pagar estos aumentos al ejército (aunque el contenido real de plata solo valía 1.5 denarii). Ha habido un gran debate a lo largo de los años sobre si el envilecimiento de la moneda condujo directamente a la inflación. La escuela más tradicionalista argumenta que el envilecimiento causó la inflación de precios que comenzó en la era de los Severos. Una escuela más "moderada" sostiene que las acciones de Severo y Caracalla no provocaron inflación; sin embargo, debido al precedente establecido por los Severos de envilecer la moneda, esto se convirtió en una práctica recurrente de los emperadores posteriores cuando necesitaban dinero, y esa inflación consecuentemente se estableció durante el reinado de Gordiano III (r. 238 - 244 d.C.).

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Una tercera escuela de pensamiento afirma que no hay evidencia de que la inflación ocurriera en absoluto en el siglo III d.C. como resultado del envilecimiento, ya que el imperio no estaba completamente monetizado, especialmente las zonas fronterizas, y este flujo de dinero extra fue simplemente absorbida por estas áreas no monetizadas. De hecho, mientras los que usan el dinero estén dispuestos a aceptar el valor nominal de la moneda, no habrá inflación causada por el envilecimiento. Cuando se producía la inflación, generalmente era como resultado de cada vez que un emperador, como Aureliano o Diocleciano, intentaba reformar la moneda y provocaba una pérdida temporal de la confianza en la moneda y ocasionaba que los precios fluctuaran enormemente en el corto plazo. Este debate ha sido continuo y no muestra signos de resolverse en un momento próximo.

Caracalla, Ny Carslberg Glyptotek
Caracalla, Gliptoteca Ny Carlsberg
Carole Raddato (CC BY-SA)

Además, intentó presentarse a sí mismo como un soldado más durante las campañas, participando en las labores del ejército, cargando personalmente estandartes legionarios e incluso moliendo su propia harina y horneando su propio pan, como hacían todos los soldados romanos. Estas acciones lo hicieron extremadamente popular en el ejército.

Durante este tiempo, la actividad militar en Britania comenzó a disminuir. Como la campaña ahí se había estancado al final del reinado de Severo, Caracalla pensó que era necesario emprender una maniobra para salvar la cara y terminar la campaña, pero no antes de crear un protectorado en el sur de Escocia para vigilar las actividades nativas. Esencialmente, esto no solo aseguró el legado de su padre como propagator imperii en la isla, sino que también justificaría la adopción de Caracalla del título Británico. Aun así, los nativos al norte del muro de Adriano y del "protectorado" probablemente habían sentido que la discreción era lo esencial, ya que crear problemas solo había invitado al ejército romano a sus tierras. Si este es el caso, las campañas de los Severos en Escocia mantuvieron esa zona en paz durante la mayor parte del siglo. También hay un cierto debate sobre si fue Severo o Caracalla quien haya dividido Britania en dos provincias para evitar que los gobernadores tuvieran acceso a un gran número de legiones, tentando así a una apuesta al trono imperial.

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En cambio, al salir de Roma en el 213 d.C., Caracalla (quien pasaría el resto de su reinado en las provincias) decidió hacer campaña en Recia y Germania Superior contra los alamanes. Aunque no está claro si estos enemigos estaban ocasionando problemas para el imperio, Caracalla se preparó muy a fondo para esta campaña y parece ser que fue un ataque preventivo o una oportunidad para que Caracalla obtuviera la gloria militar por derecho propio. Se ha argumentado que la amenaza planteada por los alamanes durante su existencia como federación era bastante mínima, aunque siempre fue exagerada por los emperadores romanos, quienes usaban esta amenaza como una excusa para hacer campaña contra cualquier enemigo como una forma para construir sus credenciales militares. Es decir, la frontera del Rin y las guerras contra los alamanes eran un campo de entrenamiento donde los emperadores podían mejorar sus habilidades militares para que supieran luchar cuando surgiera una campaña más importante. En cualquier caso, la campaña pudo haber brindado una buena oportunidad para el mantenimiento de esta frontera y no hubo ninguna actividad enemiga seria hasta dos décadas después, por lo que el emperador pudo haber tenido un reclamo legítimo para el título de Germánico que adoptó después de estas campañas. Southern escribe que la política fronteriza de Caracalla en esta región:

...parece haber sido una combinación de guerra abierta y demostraciones de fuerza, seguida de una organización de las fronteras mismas. Pudo haber pagado subsidios a las tribus después de sus campañas, y en otros casos incitó una tribu contra otra
para mantenerlas ocupadas y desviar sus atenciones de territorio romano (Southern 2001, 53).

La Constitutio Antoniniana

Uno de los actos más notables (y debatidos) del reinado de Caracalla es su Edicto del 212 d.C. (la Constitutio Antoniniana) la cual otorgó la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del imperio. Los motivos de esta acción son muchos. Propagandísticamente, este edicto le permitió a Caracalla presentarse a sí mismo como un emperador más igualitario que creía que todas las personas libres del imperio deberían ser ciudadanos, creando así un sentido más fuerte de identidad romana entre ellos.

la propaganda de igualdad era ilusoria, ya que en lugar de una jerarquía de ciudadanos y no ciudadanos, el edicto creó una nueva división de clases altas y bajas.

Sin embargo, de manera más práctica, este edicto significó que Caracalla podría ampliar la base desde la cual podría recaudar un mayor impuesto a la herencia. De hecho, Dion afirma que, como resultado del dinero que prodigaba en el ejército, se creó un déficit financiero y el emperador necesitaba recursos, por lo que necesitaba este edicto y el consecuente abaratamiento de la ciudadanía. Al discutir este edicto, Dion describe como Caracalla pudo crear una base de impuestos más grandes mientras que, al mismo tiempo, elevó los impuestos al 5% sobre la manumisión de esclavos y al 10% sobre las herencias. Además, la propaganda de igualdad era ilusoria, ya que en lugar de una jerarquía de ciudadanos y no ciudadanos en el imperio, el edicto creó una nueva división de clases altas y bajas (honestiores y humiliores) en la que los honestiores tenían mayores derechos y privilegios legales, mientras que los humiliores tenían menos protección legal y estaban sujetos a castigos más severos.

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Caracalla en el Este

Caracalla idolatraba a Alejandro Magno y trató de emularlo. En consecuencia, consideró oportuno hacer una campaña en el este como forma de lograr tal emulación. Es debatible si tales campañas eran necesarias o no, ya que en ese momento el principal rival de Roma, el Imperio parto, estaba involucrado en conflictos internos, y la casa real parta estaba luchando entre sí. Sin embargo, Caracalla vio esto como una excusa para organizar una campaña y obtener ganancias a expensas de los partos. Regresó a Roma después de sus actividades en Germania, convocó a Abgaro, el rey de Edesa, a la ciudad y lo encarceló con la esperanza de convertir a Edesa en una colonia y usarla como base desde la cual lanzar una invasión de Partia. Parece que trató de hacer lo mismo con el rey de Armenia, pero encontró resistencia por parte de la población de esa tierra.

Cuando llegó a Oriente en el 215 d.C., Caracalla tenía pocas razones para justificar una invasión de Partia, ya que el rey de ese imperio, Vologases V, se empeñó en evitar cualquier acción que pudiera interpretarse como una provocación. Dejando los preparativos para una campaña contra Partia a su general Teócrito, Caracalla visitó Alejandría, aparentemente para presentar sus respetos a Alejandro Magno en su tumba. Primero fue recibido por los alejandrinos, pero cuando se enteró que estaban bromeando sobre las razones que dio por el asesinato de su hermano Geta, se enfureció y masacró a un gran segmento de la población.

Baths of Caracalla
Termas de Caracalla
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Caracalla se trasladó luego al este hacia la frontera en el 216 d.C. y descubrió que la situación no era tan ventajosa para Roma como lo era anteriormente. El hermano de Vologases, Artabano V, lo sucedió y logró restablecer un cierto grado de estabilidad en Partia. La mejor opción de Caracalla en este caso habría sido una campaña rápida para demostrar la fuerza romana, pero en su lugar el emperador optó por ofrecer su propia mano en matrimonio a una de las hijas de Artabano. Este se negó, viendo esto como un intento bastante pobre de Caracalla para reclamar Partia. Según Herodiano, el comportamiento de Caracalla fue aún más reprensible: el emperador invitó a Artabano y su familia para discutir una paz permanente. Al reunirse con el rey parto y su séquito, que habían dejado a un lado sus armas como señal de buena voluntad, Caracalla ordenó a sus fuerzas que los masacraran. La mayoría de los partos presentes fueron asesinados, pero Artabano pudo escapar con algunos compañeros.

Caracalla después hizo campaña en Media en el 217 d.C. y estaba planeando una nueva campaña cuando su comportamiento traicionero y temerario finalmente lo alcanzó. Parece ser que se divertía en ridiculizar a su prefecto del pretorio Marco Opelio Macrino, quien tenía una gran experiencia en derecho romano, pero casi nada en temas militares. Macrino empezó a resentir esto, a la vez que Caracalla comenzó a temer al hombre, especialmente después de escuchar una profecía de que Macrino se convertiría en emperador. Caracalla empezó a moverse contra su prefecto, pero Macrino se enteró de esto y, al darse cuenta de que estaba en gran peligro, conspiró para asesinar al emperador. Esto lo hizo camino a Carras cuando el emperador detuvo a las tropas al lado del camino para hacer sus necesidades. Evidentemente, mientras Caracalla estaba orinando, uno de los hombres de Macrino cayó sobre él, acabando con la vida del emperador. Caracalla tenía 29 años cuando murió. Cuando el grueso del ejército se enteró de su fin, se enfureció por el asesinato del emperador a quien amaban. De hecho, la incapacidad de Macrino para aplacar a los soldados ayudó a desempeñar un papel en su propia caída cuando sus enemigos ofrecieron al primo de Caracalla, Heliogábalo como emperador en el 218 d.C.

Conclusión

Caracalla fue uno de los individuos menos atractivos que jamás se haya convertido en emperador de Roma. Era cruel, caprichoso, asesino, deliberadamente grosero y carecía de cualquier tipo de lealtad filial, salvo la de su madre, Julia Domna, que murió poco después de su asesinato. Dion 79.23 menciona que Julia Domna, posiblemente sufriendo de cáncer de mama y desesperada por la muerte de su hijo, se quitó la vida. Esta es ciertamente la imagen que nos dio tanto Dion como Herodiano. Si bien parte de la información de estos relatos puede estar embellecida, aun así, arrojan a la luz la creciente tendencia de los emperadores a depender más del ejército, creyendo que podrían actuar de la manera en que quisieran con el resto de la población siempre y cuando mantuvieran contentos a los soldados.

Esto no es del todo culpa de Caracalla, ya que seguía el consejo de su padre y realmente quería ser visto como un soldado y conquistador a la línea de Alejandro Magno, en lugar del "rey filósofo" que Marco Aurelio (r. 161 - 180 d.C.) encarnaba. Aunque sus políticas militares en el imperio occidental pueden haber contribuido a la seguridad de esa región durante varios años, su política oriental fue autodestructiva e innecesaria. Si Caracalla hubiera seguido la fórmula de Augusto (r. 27 AEC - 14 d.C.) y mantenido un equilibrio entre mantener felices tanto al ejército como a las altas esferas de la sociedad romana, podría haber tenido más éxito. En cualquier caso, las siguientes décadas, el periodo conocido como la Crisis del Siglo III, serían testigos de muchos de los llamados emperadores de cuartel, que tomaron el tacto que tenía Caracalla y dependerían excesivamente del apoyo del ejército para su régimen bajo su propio riesgo.

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Sobre el traductor

Martin Guzman
Ingeniero en Tecnologías de la Información. Interesado en temas históricos pero especialmente en historia militar. Busca compartir el interés de estos temas y hacerlo llegar a una mayor cantidad de personas.

Cita este trabajo

Estilo APA

Hurley, P. (2011, octubre 02). Caracalla [Caracalla]. (M. Guzman, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10335/caracalla/

Estilo Chicago

Hurley, Patrick. "Caracalla." Traducido por Martin Guzman. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 02, 2011. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10335/caracalla/.

Estilo MLA

Hurley, Patrick. "Caracalla." Traducido por Martin Guzman. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 oct 2011. Web. 18 dic 2024.

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