Karnak es el nombre actual del antiguo enclave del Templo de Amón en Tebas, Egipto. Los egipcios lo llamaban Nesut-Towi, "Trono de las dos Tierras", Ipet-Iset, "La mejor de las sedes", así como Ipt-Swt, "el lugar seleccionado", o también Ipetsut, "El más selectos de los lugares".
El nombre original tiene que ver con la creencia egipcia de que Tebas era la primera ciudad fundada en el montículo primigenio que surgió de las aguas del caos en el principio del mundo. En ese momento, el dios creador Atum (a veces Ptah o Ra) se alzó sobre el montículo para comenzar la obra de creación. El enclave del templo se creía que era el lugar original y el templo se levantó en ese mismo lugar por ese motivo. Se cree que Karnak había sido un antiguo observatorio además de un lugar de adoración donde el dios Amón interactuaba con la gente de la tierra.
Enfoque histórico
El templo de Amón es el edificio religioso más grande del mundo (aunque hay quienes dicen que es Angkor Wat en Camboya) y está dedicado no solo a Amón sino también a otros dioses tales como Osiris, Montu, Isis, Ptah y los gobernantes egipcios que deseaban ser recordados por sus contribuciones al lugar. Se fue construyendo gradualmente a lo largo de los siglos, con las adiciones consecutivas de cada gobernante, desde principios del Imperio Medio (2040 - 1782 a.C.), pasando por el Imperio Nuevo (1570 - 1069 a.C.) y durante la Dinastía ptolemaica (323 - 30 a.C.).
Se ha sugerido que los gobernantes del Imperio Antiguo (en torno a 2613 - 2181 a.C.) fueron los primeros en construir allí a juzgar por el estilo de algunas de las ruinas y por la lista de monarcas del Imperio Antiguo de Tutmosis III (1458 - 1425 a.C.) del Imperio Nuevo en su Salón del festival. Su elección de reyes sugiere que puede que quitara sus monumentos para construir su salón, pero que aun así quisiera que se los recordara. Las estructuras del templo se fueron eliminando, renovando o expandiendo regularmente a lo largo de su extendida historia. El complejo siguió creciendo con cada gobernante y hoy en día las ruinas abarcan más de 200 acres de tierra. Se ha estimado que ya solo el templo principal podía albergar tres estructuras del tamaño de la catedral de Notre Dame.
El templo de Amón estuvo constantemente en uso, con un crecimiento perpetuo, durante más de 2.000 años y se consideraba uno de los lugares más sagrados de Egipto. Los sacerdotes de Amón que supervisaban la administración del templo se habrían ido haciendo cada vez más ricos y poderosos, hasta el punto de que lograron tomar el control del gobierno de Tebas hacia finales del Imperio Nuevo cuando el gobierno del país se dividió entre su sede en Tebas en el Alto Egipto y la del faraón en la ciudad de Pi-Ramsés en el Bajo Egipto.
El ascenso al poder de los sacerdotes, y la resultante debilidad de la posición del faraón, está considerado como uno de los principales factores que contribuyeron al declive del Imperio Nuevo y el comienzo del Tercer Período Intermedio (1069 - 525 a.C.). El complejo del templo quedó dañado tras la invasión asiria de 666 a.C. y de nuevo con la invasión persa de 525 a.C., pero ambas veces se reparó y se renovó.
Para el siglo IV d.C., Egipto ya formaba parte del Imperio romano y el cristianismo se había promulgado como la única fe verdadera. El emperador Constancio II (que reinó de 337 - 361 d.C.) ordenó clausurar los templos paganos en 336 d.C. y el templo de Amón quedó desierto. Los cristianos coptos usaron el edificio para celebrar misas, tal y como indican tanto el arte cristiano como las inscripciones en las paredes, pero después el lugar se abandonó.
Fue redescubierto en el siglo VII durante la invasión árabe de Egipto, en una época en que se conocía como "Ka-ranak", que significa "villa fortificada" por la enorme cantidad de edificaciones reunidas en una sola área. Cuando los exploradores europeos empezaron a viajar a Egipto en el siglo XVII, les dijeron que las grandiosas ruinas de Tebas eran las de Karnak, y el templo ha seguido usando ese nombre desde entonces.
Amón y el templo primitivo
Amón, o también Amón-Ra era una deidad tebana menor que, después de que Mentuhotep II unificara Egipto en torno a 2040 a.C., cobró importancia. El poder de dos dioses anteriores, Atum y Ra (el dios creador y el dios sol respectivamente) se combinaron en Amón, lo que lo convirtió en el rey supremo de los dioses, tanto creador como conservador de la vida. Puede que el área de Karnak ya estuviera dedicada a Amón antes de que se construyera ninguna estructura, o puede que estuviera dedicada a Atum u Osiris, a quienes también se adoraba en Tebas.
El lugar ya se había reservado como tierra sagrada, porque no se ha encontrado ninguna evidencia de hogares o mercados en el área, tan solo edificios religiosos u apartamentos reales construidos mucho después de que se edificara el primer templo. Como no había separación entre las creencias religiosas y la vida cotidiana en el antiguo Egipto, se podría pensar que resulta difícil distinguir un edificio puramente seglar de uno religioso, pero no es así, o al menos, no siempre. En Karnak, las inscripciones que han quedado en las columnas y los muros, así como el arte, identifican el lugar claramente como un enclave de naturaleza religiosa desde la primera época.
El primer monumento que se cree que se erigió en el lugar es el de Wahankh Intef II (en torno a 2112 - 2063 a.C.), que erigió una columna en honor a Amón-Ra. Algunos estudiosos han rebatido esta afirmación indicando que la lista de reyes de Tutmosis III en su Salón del festival afirma que el lugar se desarrolló con fines religiosos en el Imperio Antiguo. A veces también señalan los estilos del Imperio Antiguo en la arquitectura de algunas de las ruinas.
No obstante, el vínculo arquitectónico carece de importancia, porque el estilo del Imperio Antiguo (la época de los grandes constructores de pirámides) se imitó asiduamente en épocas posteriores para invocar la grandiosidad del pasado. Si alguno de los gobernantes del Imperio Antiguo construyó allí sus monumentos, los reyes posteriores los eliminaron, y es a esto a lo que algunos eruditos dicen que se refiere la lista de reyes de Tutmosis III.
Wahankh Intef II fue uno de los gobernantes tebanos que libró la guerra contra un gobierno central inefectivo en Heracleópolis y que estableció el camino para que Mentuhotep II (en torno a 2061-2010 a.C.) derrocara a los reyes del norte y reunificara Egipto bajo el gobierno tebano. Cuando Mentuhotep II subió al poder, construyó un complejo funerario directamente al otro lado del río desde Karnak, en Deir el-Bahri, y algunos estudiosos han sugerido que ya existía un templo importante dedicado a Amón en aquel lugar, no solo el monumento de Wahankh Intef II.
Puede que Mentuhotep II construyera el templo en ese lugar para honrar a Amón por ayudarle a lograr la victoria y que después construyera su complejo frente a él, pero esto es una especulación y no hay ninguna evidencia que sugiera que fue así. Lo más probable es que eligiera el emplazamiento de su complejo funerario por su proximidad al lugar sagrado en la otra orilla del río; no habría hecho falta que hubiera un templo en el lugar para motivarlo.
El primer constructor conocido de Karnak es el rey Senusret I (que reinó de en torno a 1971-1926 a.C.) del Imperio Medio que construyó un templo en honor a Amón con un patio, que puede que estuviera pensado para honrar, y reflejar, el complejo mortuorio de Mentuhotep II al otro lado del río. Por tanto, Senusret I habría sido el arquitecto original de Karnak en respuesta a la tumba del gran héroe Mentuhotep II. Sin embargo, estas afirmaciones también son especulaciones y todo lo que se sabe con certeza es que el área ya se consideraba sagrada antes de que se construyera cualquier templo.
Todos los gobernantes del Imperio Medio posteriores a Senusret I añadieron su propio toque al templo y expandieron el lugar, pero los gobernantes del Imperio Nuevo transformarían el modesto recinto del templo y sus edificios en un complejo colosal de alcance y detalle inmensos. Nada de la talla de Karnak se había intentado construir desde que el rey Kufu (que reinó de alrededor de 2589-2566 a.C.) de la Dinastía IV construyera la Gran Pirámide de Guiza.
Las ampliaciones del Imperio Nuevo
Los faraones del Imperio Nuevo prodigaron atención al templo de Amón. Seti I (que reinó de 1290-1279 a.C.) y en especial su sucesor Ramsés II (el Grande, que reinó de 1279-1213 a.C.), añadieron decoraciones y columnas al salón hipóstilo de gigantescas proporciones que se había construido anteriormente durante el Imperio Nuevo. Lo hicieron tanto para honrar al dios como para garantizarle un lugar al faraón en la memoria eterna del pueblo. La experta Corinna Rossi escribe una cita de la egiptóloga Elizabeth Blyth:
La importancia de Karnak estaba en su papel de punto de contacto entre Amón, el gobernante supremo del universo, y el faraón, el gobernante supremo de la tierra que representaba a todo el pueblo egipcio. Por tanto, especialmente del Imperio Nuevo en adelante, todos los reyes que querían ser recordados para siempre se veían prácticamente obligados a contribuir al esplendor del más importante de los templos. (41)
Todos los faraones del Imperio Nuevo, antes y después de Seti I y Ramsés II, contribuyeron en Karnak. El trabajo en sí lo realizaban trabajadores forzados de la Gran prisión de Tebas, particulares que realizaban servicios a la comunidad, u obreros asalariados, albañiles y artistas. El Imperio Nuevo comenzó con el reinado de Ahmose I (que reinó de alrededor de 1570 - 1544 a.C.), que unificó Egipto tras expulsar a los gobernantes extranjeros conocidos como hicsos. Ahmose I, un príncipe tebano, contribuyó al templo de Karnak a modo de agradecimiento al dios Amón por la victoria. Amenhotep III (que reinó de 1386 a 1353 a.C.), que tuvo uno de los reinados más exuberantes de la historia de Egipto, y cuyos muchos proyectos arquitectónicos garantizaron que sería recordado, también se aseguró de contribuir al templo de Amón en Tebas.
Su sucesor, Akenatón (que reinó de 1353 - 1336 a.C.), prohibió el culto de Amón y de los demás dioses de Egipto, clausuró todos los templos y elevó a su dios personal, Atón, al nivel de dios supremo del universo. Aun así, contribuyó en Karnak, aunque su templo estaba dedicado a Atón, no a Amón, y fue destruido posteriormente por el faraón Horemheb (que reinó de 1320 - 1295 a.C.) cuando restauró los dioses de Egipto e intentó borrar de la historia el recuerdo del reinado de Akenatón. El resultado de estas adiciones, renovaciones y desarrollos a lo largo del Imperio Nuevo fue un complejo en constante crecimiento que alcanzó unas dimensiones inmensas. La historiadora Margaret Bunson escribe:
Karnak sigue siendo el complejo religioso más impresionante construido sobre la tierra. Sus 250 acres de templos, capillas, obeliscos, columnas y estatuas construidos a lo largo de más de 2.000 años incorporan los mejores aspectos de la arquitectura y el arte egipcios en un gran monumento histórico de piedra. Se diseñó en tres secciones. La primera se extendía de noroeste a suroeste, y la segunda parte formaba un ángulo recto con el santuario original. La tercera sección fue añadida por reyes posteriores. El plano del templo de Amón, evidente incluso en ruinas, contiene una serie de estructuras bien coordinadas e innovaciones arquitectónicas, todas ellas diseñadas para maximizar la fuerza de la piedra y los aspectos monumentales del complejo. Karnak, al igual que todos los demás templos importantes de Egipto, contaba con una rampa y un canal que conducía al Nilo, y también tenía hileras de esfinges con cabeza de carnero a la entrada. En algún tiempo estas esfinges unían Karnak con otro templo del dios en Luxor, al sur. (133)
Este enorme complejo, dedicado a Amón y a varios otros dioses y diosas honorarios, tenía en el centro el sagrario de la casa del dios, que estaba perfectamente alineado con el ocaso en el solsticio de verano. De hecho, todo Karnak está alineado con eventos celestes que habrían interpretado los sacerdotes para entender la voluntad del dios y sus deseos para la humanidad.
La estructura y el funcionamiento del lugar
Karnak está compuesto de una serie de pilones (entradas monumentales que se estrechan hacia arriba, terminadas en cornisas) que conducían a patios, salones y templos. El primer pilón da paso a un patio amplio que invita al visitante a continuar. El segundo pilón da paso a la Sala hipóstila, que mide 103 metros (337 pies) por 52 metros (170 pies). El salón está soportado por 134 columnas de 22 metros (72 pies) de alto y 3,5 metros (11 pies) de diámetro.
El dios al que estaba dedicado el suelo originalmente puede que fuera Montu, un dios tebano, y hubo un recinto dedicado a él incluso después de la ascensión del culto a Amón. Sin embargo, a medida que el templo fue creciendo, se dividió en las tres secciones que mencionaba Bunson, que se dedicaron a Amón, su consorte Mut que simbolizaba los rayos del sol, portadores de vida, y su hijo Jonsu, el dios luna. Estos tres dioses pasaron a conocerse como la tríada tebana y serían los dioses más populares hasta que fueron desplazados por el culto de Osiris y la tríada compuesta por Osiris, Isis y Horus (que más tarde se convertiría en el culto de Isis, el más popular de la historia de Egipto).
El complejo del templo fue aumentando, desde el templo original de Amón en el Imperio Medio hasta convertirse en un lugar honorario para muchos dioses, incluidos Osiris, Ptah, Horus, Hathor, Isis y cualquier otra deidad importante a la que los faraones del Imperio Nuevo sintieran que le debían gratitud. Los sacerdotes de los dioses administraban el lugar, recolectaban diezmos y ofrendas, dispensaban comida y consejos e interpretaban la voluntad de los dioses para el pueblo. Para finales del Imperio Nuevo había más de 80.000 sacerdotes empleados en Karnak y los sumos sacerdotes eran más ricos que el faraón.
El culto de Amón causó problemas para los monarcas del Imperio Nuevo desde el reinado de Amenhotep III en adelante, o puede que incluso antes. Sin embargo, a excepción de los intentos poco entusiastas de Amenhotep III y la dramática reforma de Akenatón, ningún gobernante intentó siquiera hacer nada para reducir de manera significativa el poder de los sacerdotes y, como ya se ha dicho, todos los reyes contribuyeron al templo de Amón y a la riqueza de los sacerdotes tebanos sin pausa.
Incluso durante la desunión del Tercer Período Intermedio (en torno a 1069 - 525 a.C.), Karnak siguió infundiendo respeto y todos los gobernantes de Egipto siguieron añadiendo lo que pudieron. Hacia finales del Tercer Período Intermedio, Egipto fue invadido primero por los asirios en 671 a.C. con Asarhaddón y después en 666 a.C. por Asurbanipal y Tebas fue destruida, pero no así el templo de Amón en Karnak. Este paradigma se repitió en 525 a.C. cuando los persas invadieron el país. De hecho, los asirios estaban tan impresionados con Tebas y su gran templo que les ordenaron a los egipcios reconstruir la ciudad tras haberla destruido.
Los persas fueron expulsados de Egipto por el faraón Amirteo (que reinó de 404 - 398 a.C.) y el gobierno egipcio se restauró, al igual que la construcción de Karnak. El faraón Nectanebo I (que reinó de 380 - 362 a.C.) añadió un obelisco y un pilón (sin terminar) al templo y construyó una muralla alrededor del lugar, puede que para protegerlo de cualquier invasión futura. Nectanebo I fue uno de los grandes constructores de monumentos del antiguo Egipto, que también fue el responsable del templo de Isis en File. Fue uno de los últimos reyes nativos egipcios del país. Cuando los persas regresaron en 343 a.C., Egipto perdió su autonomía.
Los Ptolomeos y la llegada de Roma
En 331 a.C. Alejandro Magno tomó Egipto de los persas y, tras su muerte, su general Ptolomeo reclamó el país como su parte del imperio de Alejandro. Ptolomeo I (que reinó de 323 - 283 a.C.) intentó mezclar las culturas griega y egipcia para crear un Estado multinacional armonioso, pero centró la mayor parte de su atención en Alejandría. Sin embargo, su posterior sucesor, Ptolomeo IV (que reinó de 221 - 204 a.C.) volvió la atención a Karnak y construyó un hipogeo, una cámara funeraria subterránea, dedicado al dios Osiris. La Dinastía ptolemaica entró en declive durante su reinado y ningún otro gobernante de este periodo añadió nada más a Karnak. La Dinastía Ptolemaica llegó a su fin con la muerte de la última reina, Cleopatra VII (69-30 a.C.), y la anexión de Egipto a Roma.
Los romanos también centraron su atención en torno a Alejandría e ignoraron Tebas y su templo. Saquearon Tebas en el siglo I d.C. durante la batalla con los nubios del sur, o justo después, y dejaron la ciudad en ruinas. Tras esa fecha, cada vez menos gente fue visitando la ciudad y el templo.
En el siglo IV d.C., el Imperio romano adoptó el cristianismo con Constantino el Grande (que reinó de 306 - 337 d.C.) y la nueva fe, que ya no estaba perseguida, empezó a ganar más poder y aceptación. El emperador Constancio II (que reinó de 337 - 361 d.C.) clausuró todos los templos paganos del imperio, que obviamente incluía el templo de Karnak, pero para entonces Tebas era una ciudad fantasma entre cuyas ruinas solo vivían unos pocos habitantes. Los cristianos coptos del área usaron el templo de Amón a modo de iglesia durante el siglo IV, pero después lo abandonaron. Finalmente, tanto la ciudad como el templo cayeron en el olvido y la ruina.
En el siglo VII los árabes invadieron Egipto y fueron los primeros en llamar a la gran estructura "Karnak", porque creyeron que era un pueblo fortificado ("el-Ka-ranak"). Este fue el nombre que los lugareños les ofrecieron a los primeros exploradores europeos del siglo XVII, y ha sido el nombre del lugar desde entonces. Hoy en día Karnak constituye un gran museo al aire libre y atrae a miles de visitantes de todo el mundo. Es una de las atracciones turísticas más populares de Egipto y se cuenta entre las ruinas más impresionantes del mundo.
Al igual que otros enclaves de la Antigüedad como Baalbek, Stonehenge, la Gran Pirámide, Nemrut Dag, Angkor Wat y otros, Karnak sigue fascinando a los visitantes por su tamaño, su alcance y las posibilidades de construcción de un templo levantado en una época sin grúas, sin camiones ni ninguna otra tecnología moderna que hoy en día se consideran esenciales. La historia de Egipto desde el Imperio Medio hasta el siglo IV d.C. se cuenta en los muros y las columnas de Karnak y, cuando la gente visita el templo hoy en día y ve las inscripciones, estas hacen realidad la esperanza de los monarcas del antiguo Egipto de vivir para siempre a través de sus grandes hazañas preservadas en sus contribuciones al templo de Amón en Tebas.