La batalla de Gaugamela (1 de octubre de 331 a.C., también conocida como la batalla de Arbela) fue el encuentro final entre Alejandro Magno de Macedonia y el rey Darío III de Persia. Después de esta victoria, Alejandro fue, sin lugar a dudas, el rey de toda Asia. Gaugamela (que significa "la casa del camello") era un pueblo a orillas del río Bumodus. Se cree que el lugar de la batalla fue Tel Gomel (en hebreo, "monte de los camellos") en el norte de Irak.
La campaña de Alejandro
Tras el asesinato de Filipo II, su padre, en 336 a.C., Alejandro y su ejército abandonaron su hogar de Macedonia por última vez y se propusieron el objetivo de conquistar toda Persia. Después de cruzar el Helesponto, Alejandro viajó hacia el norte, donde se enfrentó y derrotó a los persas bajo el liderazgo del mercenario griego Memnón en la batalla del río Gránico. Como en futuros encuentros con Alejandro, Darío y sus generales subestimaron continuamente las habilidades del joven Alejandro. Muchos, incluso aquellos en Grecia, lo consideraban nada más que un advenedizo.
DARIO le ofreció A ALEJANDRO LA MITAD DE SU REINO; SIN EMBARGO, alejandro RECHAZÓ LA OFERTA diciendo sencillamente QUE NUNCA PODRÍA HABER DOS SOLES.
Desde el río Gránico, Alejandro avanzó hacia el sur a lo largo de la costa de Asia Menor hasta Halicarnaso, donde derrotó a Memnón por segunda vez. Finalmente, después de esperar más de un año, Alejandro y sus fuerzas se encontraron con Darío en Issos en noviembre de 333 a.C., donde, nuevamente, los persas sufrieron una derrota. Aún más vergonzoso para Darío fue que Alejandro capturó a su familia: su madre, su esposa y sus hijas. Deseando evitar más conflictos (y con la esperanza de recuperar a su familia), Darío le ofreció a Alejandro la mitad de su reino e incluso la mano de su hija en matrimonio; sin embargo, Alejandro rechazó la oferta diciendo simplemente que nunca podría haber dos soles: alteraría el orden mundial. Alejandro también desafió al rey persa a enfrentarlo nuevamente en batalla.
Desde Issos, Alejandro avanzó a lo largo de la costa mediterránea y capturó la ciudad isleña de Tiro en un asedio de siete meses. Mientras viajaba hacia el sur, fue bienvenido tanto en Jerusalén como en Egipto, porque habían sentido la ira del ejército persa y los dolores de la opresión religiosa. Después de trazar los planos para la futura ciudad de Alejandría y visitar el templo de Siwa, Alejandro se preparó para su próximo enfrentamiento con Darío.
Alejandro había planeado marchar directamente a Babilonia, pero cuando se enteró de la presencia de Darío en Gaugamela, giró hacia el norte para encontrarse con el rey persa, que lo esperaba. Se dio cuenta de que una victoria en Gaugamela significaba que toda Persia (Babilonia, Persépolis y Susa) sería suya.
No obstante, Darío había aprendido la lección en la batalla de Issos y había elegido cuidadosamente Gaugamela para su siguiente, y con suerte última, batalla contra Alejandro. Esta vez su ejército era bastante diferente, ya que había reunido a hombres de todo su imperio, incluso mercenarios indios; las estimaciones de su ejército varían de 50.000 a 100.000 y casi un millón. Junto con 15 elefantes (aunque nunca llegó a usarlos), tenía 200 carros falcados. Creó espadas y lanzas más largas y añadió más caballería. El terreno de Gaugamela también fue significativo; era mucho más ancho para poder hacer uso de sus carros y desplegar su caballería con mayor eficacia, algo que había sido imposible en Issos. Hizo nivelar el terreno, colocando obstáculos y trampas para impedir los avances de las fuerzas de Alejandro. A Darío le pareció que el tamaño de su ejército y el terreno le daban una ventaja significativa.
Alejandro acampó a varias millas de Darío; sus hombres (estimados en 40.000) sólo tomarían sus armas para luchar, nada más. Después de reunir un pequeño grupo de exploración, Alejandro miró hacia abajo desde una colina, sin ser observado por Darío, accediendo a los preparativos del rey. Afortunadamente, durante el viaje de exploración, se encontró con un grupo de avanzada enviado por Darío. Mientras algunos miembros del grupo huyeron, varios otros fueron capturados y más que voluntariamente les contaron sobre los números de Darío y la presencia de trampas y obstáculos en el campo.
La noche antes de la batalla, Alejandro celebró un consejo con sus generales; Parmenio, el comandante del flanco izquierdo de Alejandro, sugirió que el gran tamaño de las fuerzas de Darío exigía que atacaran de noche. Sin embargo, Alejandro no estuvo de acuerdo. El historiador Arriano hizo mención de este episodio en su Historia de Alejandro:
Se dice que Parmenio vino a él en su tienda y lo instó a atacar de noche a los persas, diciéndole que así caería sobre ellos desprevenidos y en estado de confusión... pero la respuesta que le dio... fue que significaría robar una victoria…
Más tarde, cuando Alejandro se dirigió a sus hombres, habló de la próxima batalla, asegurando a los típicamente supersticiosos macedonios que un eclipse de luna anterior era una señal de victoria.
Se dice que el día de la batalla, Alejandro se quedó dormido. Como había hecho anteriormente, se aseguró de que sus hombres estuvieran bien alimentados y descansados. Los hombres de Dario, por otro lado, habían estado despiertos toda la noche temiendo un ataque nocturno que nunca llegó. Mientras Alejandro miraba a través del campo de batalla hacia los persas, llamó a los soldados individualmente por su nombre, habló de su valentía en otras batallas y les pidió que lucharan nuevamente por Macedonia. Mientras hablaba, un águila (un animal favorito de Zeus) voló sobre su cabeza hacia Darío. Para Alejandro, éste fue otro presagio de victoria.
Como en cualquier otra batalla, Alejandro y la caballería que lo acompañaba tomaron posiciones en el flanco derecho mientras Parmenio, como de costumbre, ocupaba el flanco izquierdo. Estacionada en el medio estaba la bien entrenada falange macedonia con más infantería ligera y arqueros a cada lado. Alejandro también hizo algo diferente; optó por colocar la infantería en ángulos en los extremos de los flancos derecho e izquierdo, para protegerse contra una posible maniobra de flanqueo por parte de los persas. También colocó infantería griega adicional en la retaguardia del centro.
Cuando comenzó la batalla, Alejandro y sus compañeros inmediatamente se movieron hacia la derecha en un ángulo oblicuo. Siguiendo las órdenes de Darío, los persas, bajo el liderazgo de Beso, se movieron hacia la izquierda, contrarrestando a Alejandro en un intento de flanquearlo. A medida que los persas avanzaban cada vez más hacia su izquierda y hacia terreno que no había sido despejado, se creó una abertura o brecha. Según algunos historiadores, todo este movimiento de Alejandro había sido una finta. Al ver la abertura, Alejandro formó una cuña con sus hombres y rápidamente se movió hacia su izquierda y hacia el claro, cargando contra el sorprendido Darío.
Mientras Alejandro desafiaba a los persas de la derecha, Darío envió sus carros falcados hacia el centro macedonio, una medida que no tuvo el efecto que Darío esperaba. A medida que los carros se acercaban, la falange simplemente abrió filas, permitiendo que los carros pasaran. Los persas fueron inmediatamente atacados por la infantería y pronto se produjo un combate cuerpo a cuerpo. De vuelta a la derecha, Alejandro, al ver a Darío, aprovechó la oportunidad y arrojó una lanza al sorprendido rey (fallándolo por meros centímetros). Al igual que en Issos, Darío se dio cuenta de que la victoria era inútil y huyó.Plutarco, en su Vida de Alejandro, habló de la huida de Darío:
Darío ahora vio que todo estaba perdido, que los que estaban colocados delante de él estaban rotos y golpeados en frente suyo, que no podía girar ni desenganchar su carro sin gran dificultad, estando las ruedas atascadas y enredadas entre los cadáveres… se alegró de abandonar su carro y sus armas, y montando, se dice, sobre una yegua que había sido arrancada de su potro, se puso a huir.
Cuando los persas del flanco izquierdo vieron a su rey huir del campo de batalla, rápidamente abandonaron la lucha y pronto fueron derrotados.
Magíster en Historia Militar con más de 20 años de servicio militar, actualmente realizando trabajos de investigación sobre desarrollo tecnológico en buques y memoria histórica con veteranos.
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos, en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a estudiar sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le ilusióna transmitir conocimientos a sus alumnos.
Wasson, D. L. (2012, febrero 27). Batalla de Gaugamela [Battle of Gaugamela].
(R. Pedraza, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10563/batalla-de-gaugamela/
Estilo Chicago
Wasson, Donald L.. "Batalla de Gaugamela."
Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 27, 2012.
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Estilo MLA
Wasson, Donald L.. "Batalla de Gaugamela."
Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 27 feb 2012. Web. 20 nov 2024.
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Escrito por Donald L. Wasson, publicado el 27 febrero 2012. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.