Vulcano o Volcanus era el dios romano del fuego y la forja, equivalente a Hefesto en la mitología griega. Hijo de Júpiter y Juno, era el patrón especial de los herreros y artesanos. Como dios de la forja y del fuego devastador tanto del entorno como de la naturaleza (volcanes), Vulcano probablemente era uno de los dioses más temidos.
Al igual que otros dioses, Vulcano tenía un festival, los Vulcanalia (equivalente a las Hefestias), que se celebraba el 23 de agosto y un templo ubicado fuera de Roma, en el Campo de Marte. Por temor al fuego (y por seguridad), la mayoría de sus templos se encontraban fuera de la ciudad.
Aunque ella no correspondía a sus afectos, en un principio Vulcano sentía un afecto profundo por su madre, Juno. A menudo la consolaba después de sus frecuentes discusiones con Júpiter. En una historia presente tanto en la mitología griega como en la romana, Juno confrontó a Júpiter en otro acceso de celos. Enojado, Júpiter la suspendió en las nubes mediante una cadena de oro. Vulcano intentó rescatarla, pero no lo logró. Furioso por la interferencia de su hijo, Júpiter lo arrojó del cielo. Vulcano cayó a la tierra durante un día y una noche completos, y aterrizó en la isla de Lemnos. La gravedad de la caída lo dejó cojo y deformado, pero su madre nunca se preocupó por su bienestar. Según el relato romano, Vulcano se retiró al monte Etna, donde estableció una gran forja y colaboró con los cíclopes Brontes, Estéropes y Piremón.
la fealdad y deformidad de vulcano le impidieron encontrar la felicidad en el matrimonio.
Una variación de esta caída proviene de la mitología griega.Hera era bien consciente de las infidelidades de Zeus y deseaba darle un hijo de gran fuerza y poder, pero al nacer Hefesto, Hera lo encontró pequeño, moreno y feo. Asqueada, lo arrojó por la ladera de la montaña, y este desapareció en el mar. Fue rescatado por ninfas del mar (una de las cuales era la madre de Aquiles, Tetis), quienes lo criaron en una cueva donde aprendió a forjar metales. En la Teogonía de Hesíodo, "... Hera, enojada, discutió con su pareja y dio a luz, sin el acto de amor, a un hijo, Hefesto, famoso por su destreza en el trabajo..." (53).
La fealdad y deformidad de Vulcano le impidieron encontrar la felicidad en el matrimonio. En primer lugar, fue rechazado (como muchos otros) por Minerva (Atenea), quien juró no casarse nunca. Luego, como castigo a Venus por su orgullo y rechazo de todos los pretendientes, Júpiter casó a la diosa de la belleza con el "desfavorecido" Vulcano, obligándola a ella y a sus acompañantes, las Gracias, a vivir con él en su cueva en el monte Etna. Por supuesto, el matrimonio no perduró, y ella lo abandonó en busca del afecto de otros, entre ellos su hermano Marte. Por último, Vulcano se casó con una de las Gracias, pero, al igual que las anteriores, lo abandonó. Sin embargo, tuvo hijos (considerados todos ellos monstruos): entre ellos estaban Caco (muerto por Hércules), Perifetes (asesinado por Teseo) y el luchador Cerción (posiblemente también muerto por Teseo). Supuestamente, pudo haber sido el padre de Servio Tulio, el sexto rey de Roma.
El trono dorado
Muchas de las historias y mitos que rodean a Vulcano se encuentran en los relatos sobre Hefesto. A menudo es difícil diferenciar entre los dos. Una de esas historias es la del trono dorado. Parcialmente en represalia por cómo lo había tratado, Vulcano creó un hermoso trono dorado para Juno, pero este contenía una serie de resortes ocultos. Si estaba desocupado, parecía inocente y bastante ordinario. Sin embargo, si alguien se sentaba en él, la silla se cerraba, y cualquier intento de escapar sería inútil. Juno quedó encantada con su belleza y delicada artesanía, pero al sentarse se encontró prisionera. Todos los intentos de los dioses por liberarla fallaron. Finalmente, Mercurio visitó a Vulcano en su cueva y le rogó que regresara a Olimpo y liberara a su madre. Vulcano había jurado no volver a Olimpo y se negó rotundamente. Finalmente, Baco (Dionisio), el dios del vino y la juerga, buscó la bondad de Vulcano con una botella de vino. Vulcano consintió y liberó a su madre. Después, regresó a su forja y construyó magníficos palacios para cada uno de los dioses.
En otro mito romano, Vulcano está asociado con el nacimiento de Minerva. Júpiter sufría un fuerte dolor de cabeza. Todos los intentos de los dioses por ayudar fracasaron; incluso Apolo, el dios de la medicina, no pudo aliviar el dolor. Finalmente, Júpiter recurrió a Vulcano para que le abriera la cabeza con un hacha. Vulcano accedió rápidamente, y Minerva surgió, completamente crecida y vestida con su armadura. Se convertiría en la diosa de la paz, la guerra defensiva y la sabiduría. En la versión griega del mito, fue idea de Prometeo que Hefesto usara el hacha. A regañadientes, el dios del cielo se arrodilló, y el dios del fuego, con un rápido golpe, le golpeó el centro del cráneo. Atenea (Minerva) apareció. Se decía que su madre era Metis.Homero escribió sobre su nacimiento en Los Himnos Homéricos (No. 28):
Fue el mismo Zeus lleno de destreza quien dio a luz desde su sagrada cabeza a Minerva ya vestida con su armadura de guerra, toda resplandeciente; cada inmortal quedó asombrado ante la vista. Pero rápidamente ella saltó de su cabeza inmortal para ponerse de pie.
Vulcano, no Hefesto, aparece tanto en las Metamorfosis de Ovidio (43 a.C. a 17 d.C.) como en la Eneida de Virgilio. El poema épico de Ovidio narra la historia de Roma desde sus antiguos comienzos hasta la muerte de Julio César (100-44 a.C.). Describe no solo la interacción de la humanidad con los dioses, sino también con héroes y heroínas. En el Libro IV del poema, Ovidio escribe sobre la celebración de un festival báquico cuando a todas las mujeres se les dispensaba de trabajar. Sin embargo, las hijas de Mínias decidieron no asistir al festival; en su lugar, eligieron quedarse en sus telares y contar historias entre ellas. Ovidio escribe:
...Lloran las mujeres tebanas; y realizan los ritos sagrados según lo ordena el sacerdote. Solo las hijas de Minias se quedan dentro, arruinando el festival, y fuera de tiempo realizan sus tareas domésticas, hilando lana, girando los hilos con el pulgar o permaneciendo cerca del telar." (65)
Después de un tiempo, una de las hijas dice, "…vamos a turnarnos contando historias, mientras todas las demás escuchan" (65). La primera hija narra la historia de los amantes desventurados, Píramo y Tisbe. Luego viene Leuconoé, quien cuenta una historia sobre Marte y la esposa infiel de Vulcano, Venus: "El Sol, con su luz central, guía a todas las estrellas... fue el primero en ver la vergüenza de Venus y Marte" (68). Le relata lo que había visto a Vulcano. "...La mente de Vulcano dio vueltas y la obra en la que estaba ocupado cayó de sus manos" (68). El dios de la forja fabricó una red muy fina con finos eslabones de bronce y la extendió sobre un lecho. "Entonces, cuando la diosa y su amante llegaron a este lugar, por el arte del esposo y por la red tan astutamente preparada, ambos fueron atrapados y quedaron firmemente unidos en los brazos del otro" (68). Vulcano abrió de par en par las puertas, mostrando a los dos amantes enlazados para deleite de los dioses.
Aunque a Virgilio (70-19 a.C.) no le complació su epopeya, el emperador romanoAugusto (que reinó de 27 a.C. a 14 d.C.), quien afirmaba ser descendiente de Eneas, estaba extasiado. El emperador creía que el poema demostraba el cumplimiento final del destino de Roma. La Eneida de Virgilio cuenta la historia del guerrero troyano Eneas, quien escapó de Troya en las últimas horas de la guerra de Troya. Al final llegó a Italia, donde sus descendientes Rómulo y Remo construirían un día la ciudad de Roma. En el Libro VIII del poema, Eneas y sus compañeros troyanos alcanzan el río Tíber y el reino de Lacio. Juno, aún enojada con Eneas, provoca la ira del rey de Lacio y obliga a los troyanos a una guerra que no deseaban. Venus está preocupada por la seguridad de su hijo Eneas y apela a su esposo Vulcano para que le fabrique armas y armaduras.
"Venus, con el corazón alarmado de su madre... habló a su esposo, Vulcano, mientras yacían en su cámara dorada. Infundiendo en las palabras todo su encanto divino... No te pido ayuda para mi desafortunado pueblo, no hago demandas a tu habilidad y recursos como forjador de armas." (190)
Ella le cuenta cuántos les debe a los hijos de Príamo. "Sin embargo, ahora estoy pidiendo a una deidad a la que reverencio por armas, apelando a ti en nombre de mi hijo." (190) Después de dormir, Vulcano regresa a su forja donde estaban trabajando los cíclopes en los rayos de Júpiter y el carro de Marte. Vulcano les dice:
"Dejen de lado todo ese trabajo, empaquen las tareas en las que están comprometidos... y dediquen su atención a esto, la creación de armas para un héroe de sangre caliente. Ahora hay necesidad de su fuerza, su trabajo más rápido y su maestría artesanal." (192)
Rápidamente se ponen a trabajar, y "Confeccionaron un escudo de tamaño heroico, capaz de resistir por sí mismo todos los proyectiles que los latinos puedan usar" (193). Eneas observaba cada pieza:
El formidable casco con plumas como fuentes de fuego, la espada que impartiría condena, la coraza de bronce duro... y la lanza, y la asombrosa obra de arte del escudo. (198)
Sin embargo, en el escudo de Eneas (al ser profético), retrató eventos futuros de la historia romana. Una de esas representaciones es su descripción de la batalla de Accio (31 a.C.) donde mostró a Cleopatra: "El dios del fuego la había representado, pálida con la sombra de su propia muerte" (201).
Conclusión
La mitología romana a menudo queda eclipsada por la literatura griega. Sin embargo, a diferencia de los griegos, los mitos romanos se escribieron en prosa, lo que proporciona un sentido de historia y constituye un cimiento de todo lo que era romano. No obstante, los romanos pueden encontrar cierta reconciliación en el hecho de que los planetas de nuestro sistema solar lleven el nombre de los dioses romanos, no los griegos, incluso el muy criticado Plutón. Lamentablemente, Vulcano no tiene ningún planeta que lleve su nombre, solo el proceso de endurecimiento del caucho: la vulcanización.
Jorge es profesor de inglés independiente, estudiante de gramática y etimología inglesa. Diplomado IDELT Bridge y Asesor de Gramática Inglesa de Bridge. Actualmente estudia traducción profesional inglés-español en la Escuela Americana de Traductores e Intérpretes.
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos, en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a estudiar sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le ilusióna transmitir conocimientos a sus alumnos.
Wasson, D. L. (2023, abril 19). Vulcano [Vulcan].
(J. A. Vergara, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11034/vulcano/
Estilo Chicago
Wasson, Donald L.. "Vulcano."
Traducido por Jorge A. Vergara. World History Encyclopedia. Última modificación abril 19, 2023.
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Wasson, Donald L.. "Vulcano."
Traducido por Jorge A. Vergara. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 19 abr 2023. Web. 20 nov 2024.
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Escrito por Donald L. Wasson, publicado el 19 abril 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.