La flauta de Pan, zampoña o siringa (syrinx) era un instrumento musical de viento usado por primera vez por los antiguos griegos. Los pastores eran los que la interpretaban con mayor frecuencia, y se usó por primera vez en las islas Cícladas, en el tercer milenio a. C. Las representaciones de este instrumento aparecen a lo largo de toda la historia del arte griego.
Aunque en algunos relatos se atribuye la invención del instrumento a Cibeles o Hermes, la deidad más estrechamente vinculada con las zampoñas y a la que se atribuye ampliamente su invención era el dios de los pastores y rebaños: Pan. En la mitología griega, Pan, el patrono de los pastores, se enamoró de la ninfa Siringa, hija de Ladón, el dios del río. Siringa, huyendo de su acoso, le rogó a Zeus que la salvara y justo cuando Pan la capturó, Zeus transformó a la ninfa en cañas. Enfurecido, Pan rompió las cañas en pedazos, pero al reflexionar se sintió conmovido por el remordimiento, lloró y besó las cañas rotas, todo lo que quedaba de su amada. Cuando estaba besando las cañas descubrió que su aliento podía crear sonidos con ellas y así creó el instrumento musical que llevaría el nombre de la ninfa perdida.
Las zampoñas se creaban usando de cuatro a dieciocho tubos de caña (sin agujeros laterales) los cuales se sujetaban entre sí usando caña, lino o cera. Se tocaban sosteniendo el instrumento con ambas manos y soplando por el extremo superior de cada tubo. Aasí se producían diferentes notas con tubos de diferentes longitudes o con tubos de igual longitud bloqueados en diferentes puntos por medio de cera. El sonido producido era profundo e intenso.
El instrumento se representa tanto en la escultura (tales como las pequeñas estatuas cicládicas de mármol y las estatuillas de arcilla) como también en la cerámica, particularmente la alfarería de figuras rojas y negras del Ática. Las representaciones de Pan, Hermes, Atis o Attis, los sátiros y, más raramente, Eros (sólo en la antigüedad tardía, siglos II-III d. C.) a menudo los plasman tocando el instrumento.