Altamira

Definición

Lidia Pelayo Alonso
por , traducido por Paulina Sierra
Publicado el 13 diciembre 2015
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, griego, portugués, turco
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Cave Painting in the Altamira Cave (by Rameessos, Public Domain)
Pintura rupestre de la cueva de Altamira
Rameessos (Public Domain)

Altamira es una cueva paleolítica localizada en Santillana del Mar (Cantabria), al norte de España, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. La cueva estuvo habitada por milenios y, por lo tanto, contiene restos de las actividades diarias de sus habitantes. Hoy en día, la cueva tiene 270 metros de longitud y el sitio arqueológico puede encontrarse al interior de la cueva, cerca de la entrada; sin embargo, también hay restos en el exterior ya que la entrada original se derrumbó. La cueva se puede dividir en tres secciones: la entrada, una gran sala o sala de los polícromos, y la galería. Primero, la entrada es la zona en donde las personas habitaban; los arqueólogos encontraron ahí objetos como cuchillos, hachas y fragmentos de sílex, lo que indica actividad humana en esta parte de la cueva. Debido a que los arqueólogos han encontrado este tipo de restos localizados en distintas capas de sedimento, parece razonable deducir que la cueva estuvo habitada por largos periodos de tiempo. La llamada sala de los polícromos o gran sala, pintada en varios colores, se puede encontrar en la parte interna de la cueva, donde no hay luz natural. La entrada y la sala de los polícromos forman una gran sala, pero debido a que la cueva es una galería estrecha, hay poco sitio para espacios amplios, excepto por la cámara principal. El final de la cueva es una galería estrecha de acceso difícil, pero también contiene pinturas y grabados.

Historia de la cueva

La cueva fue descubierta en 1868 por un cazador, Modesto Cubillas, quien informó sobre ella a Marcelino Sanz de Sautola, un noble de la región. Sin embargo, Sanz de Sautola no visitó la cueva sino hasta 1875 y comenzó los primeros trabajos de excavación en el sitio en 1879, cuando encontró objetos hechos con sílex, huesos y cuernos, así como colorantes, fauna y conchas que permitieron datar las pinturas de la cueva. Estos trabajos solo tuvieron lugar en la entrada de la cueva. Sanz de Sautola publicó sus Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la provincia de Santander, un año después. Al tiempo del descubrimiento, la mayor investigación sobre Prehistoria se estaba llevando acabo en Francia. Los investigadores que la estaban realizando, no aceptaron la autenticidad de las pinturas ya que no mostraban los mismos patrones y características de las cuevas estudiadas en Francia. Por lo tanto, Sanz de Sautola fue considerado un mentiroso y Altamira, olvidada. En 1902, E. de Cartailach, un prehistoriador francés, publicó Les cavernes ornées de dessins. La grotte d'Altamira, Espagne. “Mea culpa” d'un sceptique (Las cavernas decoradas con dibujos. La caverna de Altamira, España. “Mea culpa” de un escéptico”) y, a partir de ese momento, la cueva ganó un papel clave en la investigación prehistórica internacional.

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La cueva, con ocho niveles, desde el Magdaleniense medio hasta el Gravetiense, estuvo habitada por milenios.

Después, en 1903, H. Alcalde del Río continuó las excavaciones y descubrió dos niveles consecutivos: uno del Solutrense superior y otro del Magdaleniense inferior, ambos pertenecientes al Paleolítico. Esta información se confirmó en las excavaciones hechas por Hugo Obermaier en 1924 y 1925, y J. González Echegaray y L. G. Freeman en 1980 y 1981, donde descubrieron una mayor complejidad del registro arqueológico. Los estudios y datación del C14-AMS realizados en 2006 mostraron las diferentes etapas de la ocupación humana de la cueva. Se distinguieron ocho niveles, desde el Magdaleniense medio (15,000-10,000 AEC) hasta el Gravetiense (25,000-20,000 AEC).

Pinturas

Con base en la investigación arqueológica, los expertos suponen que las pinturas y grabados de la cueva fueron hechos por personas que habitaron la cueva durante diferentes periodos. La mayoría de las pinturas y grabados de Altamira, que van desde animales hasta manos, se localizan en la sala de los polícromos. Las pinturas más antiguas se localizan a la derecha del techo e incluyen caballos, imágenes negativas y positivas de manos, y una serie de puntos; principalmente dibujados con carbón. También hay “máscaras” creadas mediante dibujos de ojos y boca en las protuberancias de las paredes, y han sido datadas en el periodo Magdaleniense inferior. Sin embargo, la mayoría de pinturas de este periodo representan venados.

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A la derecha del techo, podemos encontrar 25 imágenes a color de la cueva (principalmente en rojo y negro): grandes representaciones de caballos y bisontes, así como hembras de venado que miden más de dos metros. La técnica de dibujo empleada consistía en grabar la pared con un objeto de sílex y, después, dibujar una línea blanca utilizando carbón. Luego, se coloreaba con rojo o amarillo. Los detalles tales como el pelo, se hacían con lápiz de carbón, mientras que los elementos como ojos o cuernos, se grababan. Aunque podrían parecer figuras sencillas, las protuberancias y grietas del techo fueron utilizadas deliberadamente para dar volumen a los animales.

Paleolithic Cave Painting in Altamira Cave
Pintura rupestre paleolítica de la cueva de Altamira
Dario Lorenzetti (CC BY-NC-SA)

La galería estrecha contiene un conjunto especial de máscaras que representan caras de animales, por ejemplo, venados y bisontes. La técnica empleada es al mismo tiempo sencilla y extraordinaria. El artista aprovechó las protuberancias de las paredes y la perspectiva para crear una cara completa con elementos simples como líneas que representan la boca o la nariz.

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Altamira en la actualidad

Hoy en día, la cueva de Altamira está cerrada al público debido a problemas de conservación. Como ya se dijo anteriormente, la entrada se derrumbó y cubrió la cueva, creando un clima estable en el interior que aseguró la conservación de las pinturas, pero cuando se descubrió, el aire comenzó a entrar desde el exterior y causó cambios en la humedad y temperatura. Además, durante el siglo XX, se construyeron paredes y caminos dentro de la cueva para recibir cientos de miles de visitantes. Todos estos cambios, así como la presencia del hombre, afectaron las pinturas. Entre 1997 y 2001, se tomaron medidas para controlar el estado de la cueva. En 2002, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), comenzó un exhaustivo plan de conservación, y desde el 2011, un comité internacional de expertos estudia la viabilidad de permitir el acceso a un número restringido de visitantes sin que se afecte la conservación de las pinturas.

Aunque la cueva original no puede visitarse, los estudios y expertos arqueológicos han hecho posible una recreación de la cueva que se puede visitar, así como su museo, que contiene una colección permanente de objetos de Altamira y otras cuevas cercanas.

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Sobre el traductor

Paulina Sierra
Paulina es traductora oficial y escritora de historia, y actualmente vive en México. Sus intereses especiales incluyen la filosofía, la religión y la mitología de las civilizaciones prehistóricas y antiguas, así como la historia de Gran Bretaña y España.

Cita este trabajo

Estilo APA

Alonso, L. P. (2015, diciembre 13). Altamira [Altamira]. (P. Sierra, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11600/altamira/

Estilo Chicago

Alonso, Lidia Pelayo. "Altamira." Traducido por Paulina Sierra. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 13, 2015. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11600/altamira/.

Estilo MLA

Alonso, Lidia Pelayo. "Altamira." Traducido por Paulina Sierra. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 13 dic 2015. Web. 20 nov 2024.

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