Antigua cerámica griega

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Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Jimena Pallarols
Publicado el 16 marzo 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, alemán
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Hydria (by Trustees of the British Museum, CC BY-NC-SA)
Hidria
Trustees of the British Museum (CC BY-NC-SA)

Existen cuatro tipos principales de cerámica griega: cerámica geométrica, corintia, ática de figuras negras y ática de figuras rojas. Las vasijas de cerámica se hacían para el uso cotidiano, como el ánfora de dos asas para almacenamiento, el quílice o cílica de un solo pie para beber vino y la hidria de tres asas para contener agua. La cerámica griega solía estar decorada con diseños geométricos o imágenes de la mitología griega.

La cerámica de la Grecia antigua, desde alrededor del 1000 hasta aproximadamente el 4000 a.C., proporciona no solo algunas de las formas de vasijas más distintivas de la antigüedad sino también algunas de las más antiguas y diversas representaciones de las creencias y prácticas culturales de los antiguos griegos. Además, la cerámica, debido a su durabilidad (incluso si está rota) y la falta de interés de los cazadores de tesoros en ella, es uno de los grandes sobrevivientes arqueológicos y es, por lo tanto, una herramienta muy valiosa para los arqueólogos e historiadores para determinar la cronología de la Grecia antigua. Independientemente del valor artístico o histórico que puedan tener, la gran mayoría de las vasijas griegas estaban pensadas para el uso cotidiano y, aunque actualmente solo son polvorientas piezas de museo, vale la pena recordar, parafraseando a Arthur Lane, que de pie y empapadas de agua en el pavimento rocoso, alguna vez deben haber resplandecido bajo el sol Mediterráneo.

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Materiales y producción

La arcilla (keramos) para producir cerámica (kerameikos) se podía conseguir fácilmente en toda Grecia, aunque la más fina era la arcilla ática, por su alto contenido de hierro que le proporcionaba un color rojo-anaranjado con un ligero lustre al ser cocida y el pálido brillo corintio. La arcilla, generalmente, se preparaba y se refinaba en tanques de sedimentación donde se podían obtener diferentes consistencias del material, dependiendo del tipo de vasijas que se fueran a elaborar.

La cerámica griega siempre se realizaba en el torno de alfarería y generalmente se hacía en piezas horizontales separadas: el pie, el cuerpo inferior y el superior, el cuello, y finalmente las asas, si eran necesarias. Estas piezas se unían con un «engobe» de arcilla cuando ya estaban secas y en muchos casos es posible ver las huellas digitales del alfarero impresas en la parte interna de la vasija. Luego, la pieza volvía al torno donde se emparejaban las marcas de las uniones y donde se le daba el acabado final. Por lo tanto, cada vasija era única y las pequeñas variaciones de tamaño revelan el uso de herramientas simples y que la utilización de moldes prediseñados no era lo habitual.

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Las vasijas se cocían varias veces (en el mismo horno) para lograr la terminación y el color necesarios.

Luego, se decoraba la vasija. Este proceso dependía del estilo decorativo de moda en ese momento, pero los métodos más comunes eran pintar una parte o toda la vasija con una fina capa de pintura adhesiva negra que se pasaba con un pincel, cuyas pinceladas, en muchos casos, aún se encuentran visibles. Esta pintura negra era una mezcla de álcali o sodio, arcilla con silicio y óxido de hierro ferroso negro. La pintura se adhería a la vasija utilizando un fijador de orina o vinagre que se quemaba con el calor del horno y fijaba la pintura a la arcilla. Otra técnica, menos usada, era cubrir la vasija con una pintura de arcilla blanca. A veces, solo se añadían líneas o figuras negras utilizando una versión más espesa de la pintura negra antes mencionada, que se aplicaba con un pincel más rígido o con una pluma; como consecuencia, se lograba un efecto de ligero relieve. Generalmente, se añadían detalles menores con una pintura negra menos espesa que otorgaba un color marrón amarillento, un color crema y el rojo oscuro del ocre y el manganeso. Los últimos dos colores solían descascararse con el paso del tiempo.

Proto-geometric Amphora
Ánfora protogeométrica
Trustees of the British Museum (Copyright)

Una vez terminada, la vasija estaba lista para ser puesta en el horno y cocida a una temperatura, relativamente baja, de alrededor de 960 °C, lo que explica lo «blando» de la cerámica griega (en comparación, por ejemplo, con la porcelana china). Las vasijas se cocían varias veces (en el mismo horno) para lograr la terminación y coloración necesarias. Primero, la vasija se cocía con un fuego oxidante, en un horno con gran ventilación, lo que aseguraba que el rojo/anaranjado de la arcilla se hiciera visible. Luego se cocía nuevamente en un horno sin oxígeno (proceso de reducción) añadiendo agua o madera húmeda dentro del horno. Esto aseguraba que los colores pintados, especialmente el negro, se oscurecieran. Una tercera cocción, otra vez con gran ventilación, enrojecía la arcilla de la vasija mientras que las zonas pintadas, protegidas por un ligero baño, mantenían su color original. Este complicado proceso, obviamente, requería de una excelente habilidad del alfarero para no arruinar la vasija con una coloración inapropiada.

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Alfareros y pintores griegos

El pintor y el alfarero (kerameus) generalmente, aunque no siempre, eran diferentes especialistas. Sin embargo, existían colaboraciones duraderas como la del alfarero Ergótimos con el pintor Clitias. Muchos alfareros, y una menor cantidad de pintores, se han podido identificar con exactitud mediante sus firmas (más comúnmente por la leyenda «hecho por…») aunque la mayoría de los jarrones griegos no estaban firmados. Sin embargo, el profesor J. D. Beazley, durante el siglo XX de nuestra era, identificó más de 500 artistas que aunque no firmaban se podían distinguir por su estilo particular. La catalogación amplia y sistemática de la cerámica griega realizada por Beazley permitió estudiar la evolución de sus técnicas, diseños y decoración.

Una buena vasija griega probablemnte costaba solo el salario de un día de trabajo.

Los pintores solían trabajar en talleres colectivos, en general bajo la supervisión de un «maestro» alfarero (lo que sugiere que para los griegos en realidad la forma era más importante que la decoración). Aunque los artistas no estaban controlados o restringidos por la política centralizada, sin duda la demanda del mercado los motivaba a seguir ciertos estilos, temas y modas particulares. Muchos alfareros y artistas tenían una producción prolífica y en algunos casos se le pueden atribuir más de 200 vasijas a un solo artista. La mayoría de los alfareros deben haber ganado lo mismo que cualquier otro trabajador manual y una buena vasija probablemente costaba solo el salario de un día de trabajo. Aunque, sin duda, algunos artistas debieron de haber tenido una gran demanda y sus mercancías se vendían no solo localmente sino a todo lo largo y lo ancho del Mediterráneo. Los alfareros a veces se mudaban a otras ciudades, en especial a colonias, llevando con ellos su estilo regional. También existía cierta rivalidad entre los artistas, como se evidncia en un comentario firmado en una vasija que dice «mejor que lo que Eufronio podría haber hecho nunca».

Las formas de la cerámica griega

Aunque la cerámica griega nos proporciona una gran variedad de formas desde copas y platos hasta enormes ánforas, muchas de estas formas permanecieron relativamente constantes a lo largo de los siglos. Esto es principalmente porque los alfareros griegos producían mercancías de uso práctico, como contener el vino, el agua, el aceite y los perfumes, y una vez que se logró la forma óptima, esta se copió y se mantuvo. Sin embargo, a pesar de las restricciones de la forma, los pintores y alfareros griegos podían expresar su versatilidad en la decoración de la vasija.

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Las formas más comunes de la cerámica eran el ánfora para conservar el vino, las cráteras más grandes para mezclar vino con agua, las jarras (enócoes) para servir el vino, los quílices o copas de pie con asas horizontales para beber (útiles sobre todo para levantar la copa del piso cuando estaban reclinados en una hamaca para cenar), la hidria con tres asas para el agua, los esquifos o escifos, cuencos profundos, y los frascos lécitos para contener aceites y perfumes. Dado que estos objetos eran para uso práctico, las asas (cuando las tenían) solían ser robustas, aun así, el alfarero, utilizando formas cuidadosamente seleccionadas lograba que la vasija fuera completamente armoniosa y para esta tarea se ayudaba incorporando las decoraciones que realizaba el pintor.

Estilos decorativos: cerámica protogeométrica

La cerámica griega, especialmente en términos decorativos, evolucionó a lo largo de los siglos y puede ser categorizada en cuatro amplios grupos:

  • Cerámica protogeométrica
  • Cerámica geométrica
  • Cerámica de figuras negras
  • Cerámica de figuras rojas

Estos grupos o estilos, sin embargo, no se sucedieron uno tras otro abruptamente, sino que más bien, en algunos casos, fueron contemporáneos entre si durante décadas. También, en algunas ciudades estado y regiones se demoraron en seguir nuevos estilos o simplemente preferían el «antiguo» estilo de decoración mucho después de que ya no se produjera en otros lugares. Además, algunas ciudades y regiones eran un poco excéntricas en su hábito de decoración (principalmente Laconia-Esparta, Chipre, Creta y Beocia) y preferían seguir su propio camino artístico antes que imitar los estilos de los centros más dominantes como Atenas y Corinto.

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El primer estilo de cerámica griega distintivo apareció alrededor del 1000 a.C. o quizás incluso antes. Con una técnica que recuerda a las civilizaciones griegas anteriores, la minoica de Creta y la micénica continental, la decoración griega temprana utilizaba unas pocas formas simples. La cerámica protogeometrica, sin embargo, difiere de la minoica y de la micénica en su forma. El centro de gravedad de la vasija se movió hacia abajo (creando una vasija más estable) con el pie y el cuello más articulados.

Los diseños protogeométricos más populares eran precisamente círculos (pintados con múltiples pinceles aferrados a un compás), semicírculos, líneas negras horizontales y grandes áreas de la vasija pintadas solo en negro. Un motivo nuevo en la base de las vasijas fueron las puntas triangulares erguidas que durarían siglos y se convertirían en la característica principal del diseño posterior de cerámica de figuras negras.

Geometric Pottery Designs
Diseños de cerámica geométrica
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Cerámica geométrica

Desde alrededor del 900 a.C. apareció el estilo completamente geométrico que favorecía el espacio rectangular del cuerpo principal de la vasija que se encuentra entre las asas. En este espacio aparecieron diseños lineales llamativos (influidos, quizás, por el arte de la cestería contemporánea y los estilos del tejido) con decoraciones de líneas verticales a cada lado. En este período apareció por primera vez el diseño de Meandro (inspirado, quizás, por la práctica de envolver los bordes de los cuencos metálicos con hojas), que quedaría asociado para siempre con Grecia y que aun actualmente se utiliza con fuerza en muchos objetos, desde platos hasta toallas de playa. La parte inferior de las vasijas geométricas se solía pintar de negro y se separaba del resto de la vasija utilizando líneas horizontales. Una forma interesante del estilo geométrico que surgió fue la caja circular con una tapa plana, sobre la cual actuaban como asa de uno a cuatro caballos.

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Las figuras negras estilizadas comenzaron a grabarse con una precisión cada vez mayor, lo que les otorgo aún más detalles, gracia y vigor.

Desde el siglo VIII a.C., la decoración de la cerámica geométrica comenzó a incluir figuras humanas estilizadas, aves y animales que cubrían casi toda la superficie de la vasija pintada con llamativas líneas y formas en marrón y negro. Hacia el final del período, en el siglo VII a.C., el estilo llamado orientalizante se hizo popular en Corinto. Debido a las conexiones con el este que trajo el comercio, la ciudad se apropió de las plantas estilizadas (por ejemplo, loto, palma y árbol de la vida), los frisos de animales (por ejemplo, leones) y las líneas curvas de la cerámica egipcia y asiria para producir su versión griega propia y singular. El resto de la Grecia oriental la imitó, prefiriendo en general el rojo sobre un fondo de engobe blanco. Atenas también siguió la nueva tendencia que se extendió, por ejemplo, a las islas Cícladas que también produjeron cerámica con este nuevo estilo libre, habitualmente en vasijas muy grandes y con más espacio para las decoraciones.

A finales del siglo VII a.C., la cerámica protocorintia alcanzó nuevos niveles de técnica y calidad y produjo la cerámica más fina nunca vista, tanto en su forma, como en su cocción y decoración. Las figuras negras estilizadas comenzaron a grabarse con una precisión cada vez mayor, lo que les otorgó aún más detalles, gracia y vigor. La célebre cerámica de figuras negras había nacido.

Theseus & the Minotaur
Teseo y el minotauro
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Cerámica de figuras negras

Aunque se produjo por primera vez en Corinto, con finos ejemplos de Laconia y del sur de Italia (fabricada por colonos procedentes de Eubea), serían los alfareros y pintores del Ática los que se destacarían sobre todos los demás en el estilo de figuras negras, y dominarían el mercado griego por los siguientes 150 años. No todas las figuras se pintaban en negro ya que se adoptaron ciertas convenciones con respecto al color, como el blanco para la piel femenina y el rojo púrpura para la ropa y los accesorios. El mayor interés en detalles sutiles como los músculos y el cabello, que se añadían a las figuras utilizando instrumentos afilados, es característico del estilo. Sin embargo, son las posturas de las figuras las que colocan a la cerámica de figuras negras en el cenit de la pintura de vasijas griegas. Las figuras más exquisitas están provistas de gracia y elegancia y solían representar los momentos previos al movimiento o el descanso luego del esfuerzo.

La famosa vasija de Exequias, con Áyax y Aquiles jugando un juego de mesa durante la guerra de Troya, es un excelente ejemplo de la suntuosidad y la energía que podía lograr la pintura de figuras negras. Además, las vasijas de figuras negras fueron las primeras en contar una historia. Quizás, el ejemplo más famoso sea el Vaso François, una gran crátera de volutas realizado por Ergótimos y pintado por Clitias (570-656 a.C.) que tiene 66 cm de altura (26 pulgadas) y está cubierto con 270 figuras humanas y de animales que ilustran una deslumbrante cantidad de escenas y personajes de la mitología griega. Otras vasijas típicas del estilo de figuras negras son ánforas, lécitos, quílices, copas simples, píxides (pequeñas cajas con tapa) y cuencos.

Cerámica de figuras rojas

La técnica de figuras negras fue reemplazada por la técnica de figuras rojas (figuras rojas que se creaban pintando su contorno sobre un fondo de engobe negro) alrededor del 530 a.C. y duraría por los siguientes 130 años, aproximadamente. Ambos estilos se realizaron de forma paralela durante algún tiempo e incluso hay ejemplos «bilingües» de vasijas pintadas con los dos estilos. Pero el de figuras rojas, con la ventaja de la pincelada sobre el grabado, podía lograr un retrato de la figura humana más realista y finalmente se convirtió en el estilo favorito de decoración de cerámica griega. Quizás, al estar influido por las técnicas contemporáneas de muralismo, los detalles anatómicos, las distintas expresiones faciales, el mayor detalle en la vestimenta (especialmente de los pliegos, que seguían la nueva moda del vestido quitón que era más liviano y que también fascinaba a los escultores contemporáneos), los mayores intentos para representar la perspectiva, la superposición de figuras y la ilustración de la vida cotidiana como las escenas sobre educación y deportes son todas características de este estilo.

Attic Red-Figure Dinos
Dino de figuras rojas ático
Trustees of the British Museum (Copyright)

Las formas de las vasijas de figuras rojas son en general las mismas que las de figuras negras. Una excepción es el quílice que comenzó a ser menos profundo y con un pie más corto que, casi, parecía una tercera asa. Asimismo, las historias contadas se leían rotando la copa en la mano. Otras modificaciones menores fueron en la hidria, que comenzó a ser un poco más gorda y en el ánfora con cuello más fino. Los lécitos de este período solían tener un fondo blanco al igual que las copas y las cajas (aunque en estas últimas era más raro).

Nuevos formatos

En el siglo IV a.C., quizás en un intento por copiar las innovaciones de la perspectiva del fresco contemporáneo, el estilo de figuras rojas dejaría en evidencia sus limitaciones y las vasijas comenzarían a contener escenas sobrecargadas con extrañas perspectivas flotantes. Notablemente, la pintura de cerámica dejaría de estar intrínsecamente ligada a la forma que decoraba y dejó de existir como una forma de arte en sí misma. Como consecuencia, la atención y la excelencia artísticas se alejaron del confinamiento de la cerámica hacia otros formatos más prometedores como el muralismo.

Conclusión

En conclusión, entonces, podríamos decir que la cerámica griega no solo nos ha dado algunas de las formas y diseños más distintivos, influyentes y hermosos de la antigüedad sino que también nos ha proporcionado una forma de ver la vida, las prácticas y las creencias de un pueblo que ha desaparecido hace mucho tiempo y del cual no hay un registro contemporáneo escrito. Estos objetos cotidianos, a diferencia de los restos arqueológicos literarios, escultóricos y arquitectónicos nos permiten sentirnos un poco más cerca de la gente común del mundo antiguo, de aquellos que no podían costear los objetos de bellas artes o las joyas preciosas, pero que se podían dar el gusto de tener un objeto finamente realizado como era una vasija griega.

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Preguntas y respuestas

¿Cuáles son los cuatro tipos principales de cerámica griega?

Hay cuatro tipos principales de cerámica griega: geométrica, corintia, ática de figuras negras y ática de figuras rojas.

¿Por qué es famosa la cerámica griega?

La cerámica griega es conocida por sus formas distintivas como el ánfora de dos asas, la copa de un solo pie (cílica) y diferentes tipos de jarras (enócoe). La cerámica griega se solía decorar con formas geométricas o figuras de la mitología griega. La cerámica griega se utilizaba para la vida cotidiana y se ha encontrado a lo largo de todo el mundo antiguo.

¿De qué está hecha la cerámica griega?

La cerámica griega está hecha de arcilla que luego se cuece en un horno a alta temperatura. La mejor arcilla estaba en Ática donde su alto contenido de hierro le otorgaba a la cerámica un intenso color rojo anaranjado.

¿Cuál es la diferencia entre la cerámica griega de figuras negras y la de figuras rojas?

En la cerámica griega, la de figuras negras (la más antigua) tenía figuras (seres humanos, dioses, animales) pintados en negro sobre un fondo rojizo. La cerámica de figuras rojas es su opuesto y tiene figuras rojas sobre un fondo negro o blanco.

Sobre el traductor

Jimena Pallarols
Jimena es traductora técnico-científica del inglés al español, con una especialización en traducción audiovisual. Estudio Letras en la Universidad de Buenos Aires, Arte Dramático y Canto Lírico. Es una apasionada del arte y las palabras.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente en el arte y la arquitectura, así como en descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, marzo 16). Antigua cerámica griega [Ancient Greek Pottery]. (J. Pallarols, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11677/antigua-ceramica-griega/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Antigua cerámica griega." Traducido por Jimena Pallarols. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 16, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11677/antigua-ceramica-griega/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Antigua cerámica griega." Traducido por Jimena Pallarols. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 16 mar 2018. Web. 13 sep 2024.

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