Alcibíades fue un estadista y general ateniense, talentoso y extravagante, cuyo cambio de bando durante la Guerra del Peloponeso en el siglo V a.C. le valió una reputación de astuto y traidor. Fue un hombre apuesto y adinerado, conocido por un estilo de vida extravagante y de moral relajada. Nunca careció de enemigos o admiradores, entre ellos Sócrates, y fue uno de los líderes más pintorescos de la historia de la Atenas clásica.
Primeros años de vida
Alcibíades nació entre el 451 y el 450 a.C., hijo del político ateniense Cleinias; su madre Dinómaca era de la antigua familia aristocrática Alcmeónida. Alcibíades también era sobrino del gran estadista ateniense Pericles, y pasó su infancia en la casa familiar de su famoso tío. De joven, fue alumno y amigo de Sócrates.
En el año 420 a.C. Alcibíades fue nombrado general o strategos (al cumplir la edad mínima de 30 años) y se convirtió en miembro del strategoi, el influyente consejo militar en Atenas, lo que le permitió proponer puntos para la agenda de la asamblea. Alcibíades no perdió tiempo en su nuevo cargo negociando diligentemente una alianza entre Atenas, Argos, Elis y Mantinea, la cual duraría 100 años. Alcibíades continuaría ocupando el cargo de strategos durante 15 años consecutivos.
La expedición siciliana
En el 415 a.C. Alcibíades pronunció un discurso para persuadir a los atenienses de que lanzaran una expedición militar a Sicilia. El pretexto para esta expedición ocurrió en el 416/415 a.C. cuando Segesta, una ciudad-estado en el oeste de Sicilia pidió ayuda a Atenas contra el rival local Selino, que estaba aliado con Siracusa. Además de la ambición imperialista, Alcibíades bien pudo haber estado tras la madera de Sicilia, un material inmensamente importante para la armada ateniense. Alcibíades argumentó que la población mestiza y la inestabilidad política en Sicilia harían poco probable una respuesta militar fuerte y unificada. Además, Alcibíades prometió que se podría persuadir a los persas para que ayudaran a Atenas si se hacían ciertos cambios constitucionales. Al final, Alcibíades ganó el voto de la asamblea a pesar de las dudas expresadas por su rival Nicias, y los dos generales, junto con Lamado, recibieron el equivalente al estatus de strategoi autokratores (poder ilimitado), y fueron enviados, junto con 6000 hombres y 60 buques, a proteger Segesta.
Poco antes de la salida de la expedición de Atenas, Alcibíades fue quizás víctima de una infame conspiración. Las hermai (estatuas con la cabeza del dios Hermes y un gran falo erecto) sufrieron daños en toda la ciudad. Los marineros de la flota ateniense, como todos los marineros de antes y después, eran muy supersticiosos, y como Hermes era el patrón de los viajeros, su confianza se vio gravemente afectada por los ataques. Además, según la opinión popular, los ataques a los hermai estaban relacionados de alguna manera con un ataque al sistema democrático de Atenas. Alcibíades, conocido como uno de los frívolos e impíos de la "juventud dorada" de la aristocracia, fue considerado el principal sospechoso junto con varios otros. Para empeorar las cosas, Alcibíades también enfrentó la acusación más grave de profanar los misterios eleusinos durante una fiesta o simposio. Quizás confiado en que probaría su inocencia, Alcibíades pidió un juicio inmediato, pero la ciudad lo postergó y lo enviaron a Sicilia de todos modos. Sin embargo, Alcibíades pronto fue llamado oficialmente a Atenas para enfrentar el veredicto de culpabilidad de la corte. Dado que el castigo era la sentencia de muerte, tal vez no sea sorprendente que Alcibíades en este momento huyera a Esparta en lugar de enfrentarse al destino en casa.
Consejos a Esparta
Alcibíades se hizo útil a sus nuevos anfitriones y según sus acusadores en Atenas, entregó libremente secretos de estado atenienses a los espartanos. También aconsejó a los espartanos que tomaran por la fuerza la fortaleza ateniense de Decelia (lo que hicieron en el 413 a.C.). Mientras tanto, la expedición ateniense en Sicilia fue un completo desastre con su derrota total en el 414 a.C. con la pérdida de Nicias y el dotado general Demóstenes. Según Jenofonte, Alcibíades había aconsejado a los espartanos que enviaran al general Gilipo para ayudar a los sitiados sicilianos.
Alcibíades pronto cayó en desgracia en Esparta, en particular con el rey Agis, por lo que se unió al gobernador persa, el sátrapa Tisafernes (Persia había estado ayudando a Esparta para que pudieran construir una flota para rivalizar con Atenas). Alcibíades animó a Persia a mantener una relación amistosa tanto con Atenas como con Esparta, y al mismo tiempo intentó convencer a la flota ateniense basada en Samos de que él era el hombre indicado para negociar una alianza ateniense-persa. Alcibíades sabía que esto solo sería posible si una oligarquía ganaba control político en Atenas. Con este fin, Pisandro fue enviado a Atenas, donde persuadió a los aristócratas descontentos para que intentaran un golpe de Estado. Esto tuvo éxito y la democracia dio paso a una oligarquía de 400. Alcibíades fue nombrado strategos por la armada en Samos (que en realidad eran prodemocracia) a pesar de que oligarquía de 400 fue reemplazada por una más amplia de 5000 en Atenas, él lideró la flota a la victoria sobre los espartanos en Cício en el Helesponto en 410 a.C. Otras victorias atenienses incluyeron la derrota del sátrapa persa Farnabazo en Abidos y la toma de Bizancio.
Retorno como héroe
En 407 a.C. Alcibíades regresó triunfante a Atenas, se retiraron los antiguos cargos en su contra, y como recompensa por sus esfuerzos fue nombrado strategos autokrater una vez más, pero esta vez por encima de todos los demás generales, el único caso de este tipo en la historia de Atenas. Como consecuencia, Alcibíades era ahora comandante en jefe de las fuerzas armadas atenienses. Sofocó una rebelión en Andros y luego emprendió una expedición para luchar contra las polis del norte de Jonia. Mientras estuvo ocupado allí, Alcibíades dejó a Antíoco a cargo de la flota en Samos. Desafortunadamente para Atenas, el comandante espartano Lisandro se aprovechó de la ausencia de Alcibíades y derrotó contundentemente a la armada ateniense en Notium en 406 a.C. Alcibíades fue acusado de negligencia al dejar solo un timonel a cargo de la flota principal y no fue reelegido strategos. Como consecuencia, se fue a vivir a Tracia, mientras que los espartanos finalmente ganaron la Guerra del Peloponeso en 404 a.C. con la victoria de Lisandro sobre la flota ateniense en Egospótasmos. En el mismo año, después de refugiarse definitivamente con el persa Farnabazo, Alcibíades fue asesinado en Frigia, posiblemente por la intervención de Lisandro y los Treinta Tiranos de Atenas.