El sánscrito está considerado como el lenguaje de la antigüedad del hinduismo, cuando los Dioses celestiales hindúes lo usaban como un medio de comunicación y de diálogo, y después fue usado por los indoarios. El sánscrito también se usa en general en el jainismo, el budismo y el sijismo. El término "sánscrito" deriva de la combinación del prefijo "sam", de "samyak", que indica la "totalidad" y de "krit" que indica algo "hecho". Así, este sustantivo transmite la idea de algo que está hecho o terminado perfectamente o en su totalidad en cuanto a la comunicación, la lectura, la escucha y el uso del vocabulario para trascender y expresar una emoción. Es un idioma extraordinariamente complicado con un vocabulario inmenso, que todavía se sigue usando hoy en día para leer los textos e himnos sagrados.
Origen y pureza del sánscrito
El idioma sánscrito recibió el nombre de Deva-Vani ("deva" son los dioses y "vani" es lengua), ya que se creía que había sido creado por el dios Brahma que se lo dio a los Rishis (los sabios) que vivían en las viviendas celestiales, quienes después se lo comunicaron a sus discípulos terrenales, de donde se expandió por la Tierra. El origen del idioma en su forma escrita se remonta al segundo milenio AECcuando se cree que se pusieron por escrito los Rig Veda, una colección de himnos sagrados, y tras haberse mantenido durante siglos mediante la tradición oral y la conservación del conocimiento verbal en la relación entre un gurú y su discípulo. La pureza de esta versión del sánscrito (periodo védico, 1500-500 AEC) queda sin duda reflejada en la extravagancia de las descripciones de las fuerzas de la naturaleza en los Rig Veda.
Sánscrito védico
El sánscrito, en cuanto a su asociación literaria, se clasifica en dos periodos diferentes: el védico y el clásico. El védico se encuentra en los textos sagrados Vedas especialmente en los Rig Veda, los Puranas, y los Upanisads, en los que se usó la forma más original del idioma. La composición de los Vedas se remonta al periodo entre 1000 y 500 AEC, ya que hasta entonces el sánscrito había tenido una robusta tradición oral, una forma de comunicación en la que se usaba continuamente. Este sánscrito temprano tiene un rico vocabulario, fonología, gramática y sintaxis, cuya pureza sigue estando intacta en la actualidad. Contiene 52 letras en total, 16 vocales y 36 consonantes. Estas 52 letras nunca se han alterado y se cree que han seguido constantes desde el principio, por lo que es el lenguaje más perfecto en la formación y pronunciación de palabras.
El sánscrito ha sido la forma de comunicación tradicional del hinduismo, el jainismo, el budismo y el sijismo. La literatura en sánscrito tiene el privilegio de usarse en poesía, teatro y ciencias ancestrales, además de en textos religiosos y filosóficos. Se cree que el idioma se inventó observando la progresión natural de los sonidos que crea la boca del ser humano, por lo que el sonido se considera como un elemento importante de la formación de esta lengua. Esta es una de las razones principales por las que el sánscrito ha tenido una rica tradición poética además de tener una cualidad expresiva que consigue expresar mejor el significado mediante sonidos perfectos que son agradables para el oído humano. El sánscrito védico también contiene sustantivos abstractos y términos filosóficos que no se encuentran en ningún otro idioma. Las consonantes y las vocales son lo suficientemente flexibles como para poder agruparlas para expresar ideas matizadas. En conjunto, este idioma es como un océano inabarcable debido a su alcance, su complejidad y sus cientos de palabras para expresar un solo significado u objeto.
El sánscrito clásico: AshtadhYayi
El sánscrito clásico tiene su origen al final del periodo védico, cuando se escribieron los últimos textos sagrados, los Upanisads, tras lo cual Panini, un descendiente de Pani y un investigador de gramática y lingüística, introdujo la versión refinada del idioma. La vida de Panini se supone alrededor del siglo IV AEC, cuando creó su obra “Ashtadhyayi”, que quiere decir “ocho capítulos” y que constituye el único texto analítico y básico de la gramática del sánscrito. Se considera como la única fuente actual de la gramática y el vocabulario sánscrito, porque todo lo que existía antes no se puso por escrito, excepto a través de lo que menciona Panini en su Ashtadhyayi.
El Ashtadhyayi contiene 3959 reglas sistematizadas, sin abreviar, llenas de un maravilloso análisis, una explicación y una preferencia de uso del lenguaje y la formación de palabras. Este idioma es tan vasto que tiene más de 250 palabras para describir la lluvia, 67 palabras para describir el agua, y 65 palabras para describir la tierra, entre otras descripciones. Esto demuestra la inmensidad del sánscrito cuando se lo compara con los idiomas modernos actuales. Por muy diferentes que se consideren los dialectos de las diferentes castas del hinduismo, las razas, el credo o el rango, el sánscrito está considerado y aceptado por todos como el único idioma sagrado que presenta la única literatura sagrada, a pesar de que India tiene 5000 idiomas hablados. Panini es el responsable de la estandarización del lenguaje, que hoy en día se sigue usando de muchas formas. El sánscrito como idioma hablado es raro; se habla en algunas regiones de India, e incluso algunos llegan a reclamarlo como lengua materna, pero se presenta orgullosamente como uno de los 14 idiomas originales de India en su constitución. Se usa ampliamente en la música carnática en forma de bhajans, shlokas, stotras, y kirtanas, todas las cuales indican varios himnos a los dioses, y canciones y mantras de alabanza a dios.
Impacto en otros idiomas
El sánscrito ha tenido una influencia importante en otros idiomas indios, tales como el hindi, que es hoy en día una de las lenguas oficiales de India, y en idiomas indo-arios tales como el kannada o el malayalam. Ha influido en las lenguas sino-tibetanas con la influencia de los textos budistas en sánscrito y su traducción y distribución. El telugu como idioma se considera léxicamente parecido al sánscrito, del cual ha tomado prestadas muchas palabras. Ha influido en el chino, ya que China ha tomado muchas palabras específicas del sánscrito. Además, Tailandia y Sri Lanka también han tenido una gran influencia del sánscrito y tienen muchas palabras que suenan parecido. El idioma de Java es otro que ha tenido influencia del sánscrito, junto con el idioma moderno de Indonesia y la lengua tradicional del malayo hablado en Malasia. Filipinas tiene una influencia menor del sánscrito, pero aun así es más importante que la del español, por ejemplo. Finalmente, el inglés, el idioma internacional actual, también ha tenido influencia del sánscrito y ha tomado muchas palabras prestadas de este idioma ancestral. Por ejemplo, “primitive” (primitivo) de "prachin", que quiere decir histórico, “ambrosia” (ambrosía) de "amaruta", que quiere decir comida de los Dioses, “attack” (atacar) de "akramana" que quiere decir realizar una acción agresiva, “path” (camino) de "patha" que es camino o sendero, “man” (hombre) de "manu", que es un humano macho. “nirvana” de "nirvan" que quiere decir liberación divina o transcendencia, “door” (puerta) de "dwar" que es un portal entre dos espacios, “serpent” (serpiente) de "sarpa" que es una serpiente, etc., ya que ambas se consideran como lenguas indoeuropeas.
El sánscrito ha tenido una larga historia sagrada, que a menudo se remonta a los Dioses y la adoración de estos. Empezó como la lengua hablada de los Dioses, y bajó a la tierra donde su pureza se ha diluido porque hay pocos que hayan aceptado las interpretaciones variables, su gramática precisa y su complejidad, y muchos lo han evitado por su indiscutible amplitud y alcance. A pesar de su enorme vocabulario, y la riqueza de su gramática y su prosa, muchos textos y escrituras antiguos hoy en día se traducen del sánscrito, porque no hay nada mejor que el sánscrito para presentar una comprensión literaria lujosa del pasado cuando sirve como una herramienta perfecta para la expresión humana. Con la admiración que se merece, el conocido historiador y escritor William Cooke Taylor reconoce que “conseguir dominar esta lengua es casi la labor de toda una vida; su literatura resulta inagotable”.