En la mitología romana, Rómulo y su hermano gemelo Remo fueron los fundadores de la ciudad de Roma. Eran hijos de Rea Silvia y Marte (en otras versiones, del semidiós Hércules) y su historia ha sido documentada por muchos autores, incluido Virgilio, quien explica que su nacimiento y aventuras estaban destinados a ocurrir para que Roma fuera fundada.
Nacimiento y linaje de Rómulo y Remo
Rómulo y Remo fueron descendientes directos de Eneas, protagonista de la Eneida de Virgilio, que narra sus aventuras conducidas por el destino hasta el descubrimiento de Italia. Rómulo y Remo eran descendientes de Eneas por parte del padre de su madre, Numitor. Numitor era el rey de Alba Longa, una antigua ciudad del Lacio, en la Italia central, y el padre de Rea Silvia. Antes del nacimiento de Rómulo y Remo, el reino de Numitor fue usurpado por su hermano menor, Amulio. Amulio heredó el control sobre el tesoro de Alba Longa, con lo cual fue capaz de destronar a Numitor y convertirse en rey. Con el deseo de evitar un conflicto de poder, Amulio asesinó a los herederos masculinos de Numitor y obligó a Rea Silvia a convertirse en una virgen vestal. Las vírgenes vestales eran sacerdotisas de Vesta, diosa del hogar, y su deber era cuidar el fuego sagrado para que nunca se extinguiera; además, debían realizar un voto de castidad.
Existen discusiones y distintas versiones sobre la identidad del padre de Rómulo y Remo. Según algunos mitos, Marte se le apareció a Rea Silvia y yació con ella; otros aseguran que su pareja fue el semidiós Hércules. Sin embargo, Livio dice que un hombre desconocido violó a Rea Silvia y luego ella adjudicó su embarazo a la concepción divina. En todo caso, el embarazo de Rea Silvia fue descubierto y ella finalmente dio a luz a sus hijos. Según la costumbre, las vírgenes vestales que incumplían su voto de castidad eran castigadas con la muerte, generalmente siendo sepultadas vivas. Sin embargo, el rey Amulio, por temor a la furia del dios padre (Marte o Hércules), no quiso mancharse las manos de manera directa con la sangre de sus hijos y de la madre de estos. Por eso, encarceló a Rea Silvia y ordenó que los gemelos fueran sepultados en vida, arrojados al río Tíber o abandonados a su suerte, pensando que, si los gemelos no morían por la espada sino por las inclemencias de la naturaleza, él y su ciudad se librarían del castigo de los dioses. Ordenó a un sirviente que ejecutara la sentencia, pero todas las versiones del mito narran que el sirviente se apiadó de los gemelos y les perdonó la vida. El sirviente entonces colocó a los gemelos en una canasta y la dejó en el río Tíber, y el río los llevó a un lugar seguro.
El descubrimiento de Rómulo y Remo
El dios del río, Tiberino, aplacó el río para protegerlos e hizo que la canasta quedara atascada en las raíces de una higuera. El árbol estaba en la base del monte Palatino, en el pantano del Velabrum. Los gemelos fueron encontrados por una loba (lupa), quien los amamantó, y fueron alimentados por un pájaro carpintero (picus). Luego, los encontraron un pastor y su mujer, Fáustulo y Aca Larentia, quienes los criaron. Los muchachos crecieron y se convirtieron en pastores, como su padre adoptivo. Un día, mientras pastoreaban sus ovejas, se encontraron con un grupo de pastores del rey Amulio. Estos pastores iniciaron una pelea con Rómulo y Remo en la que Remo fue capturado y llevado ante el rey Amulio. Rómulo reunió un grupo de pastores locales y los incitó a que se le unieran para rescatar a su hermano. El rey Amulio creía que los hijos de Rea Silvia estaban muertos, por lo que no reconoció a Rómulo y Remo. Rómulo liberó a su hermano y dio muerte al rey Amulio en el proceso.
La discusión entre Rómulo y Remo
Tras la muerte de Amulio, los hermanos rechazaron la propuesta de los ciudadanos de convertirse en reyes de Alba Longa y en su lugar reinstauraron a Numitor en el trono. Abandonaron Alba Longa para fundar su propia ciudad, y emprendieron la búsqueda del sitio adecuado. Discutieron sobre la ubicación de la nueva ciudad: Rómulo quería fundarla en el Monte Palatino, mientras que Remo quería que estuviera en el Monte Aventino. Para resolver su desacuerdo, decidieron consultar los augurios, un tipo de profecía en el que se observaba y examinaba el vuelo de los pájaros para determinar qué acciones y personas eran favorecidas por los dioses. Cada hermano preparó un lugar sagrado en su monte y se puso a la espera de la aparición de los pájaros. Remo dijo haber visto seis pájaros, mientras que Rómulo afirmó haber visto doce. Rómulo aseguró que él era el claro ganador por la diferencia de seis pájaros, pero Remo argumentó que él había ganado, puesto que él había visto los pájaros antes que su hermano. Los hermanos siguieron discutiendo hasta que Rómulo comenzó a cavar fosos y construir muros alrededor de su monte, el Palatino.
Muerte de Remo y fundación de Roma
En respuesta a la construcción de Rómulo, Remo se burló persistentemente de los muros y de la ciudad de su hermano. Incluso tuvo la osadía de saltar sobre el muro de Rómulo a modo de broma. En respuesta a las burlas de Remo y por haber saltado por encima de su muro, Rómulo se enfureció con su hermano y le dio muerte. Hay muchas versiones acerca del modo en el que Remo fue asesinado el día en que Roma fue fundada. Según la versión de Livio, Remo murió al saltar por encima del muro de Rómulo, lo que fue visto como un indicio divino del destino y el poder de Roma. San Jerónimo afirma que uno de los seguidores de Rómulo, Fabio o Celer, fue quien asesinó a Remo golpeándole la cabeza con una pala por sus constantes burlas. Luego, Rómulo, apenado, le dio sepelio a su hermano y le confirió todos los honores fúnebres. Sin embargo, la mayoría de las fuentes aseguran que Rómulo fue quien asesinó a Remo. Livio fecha la fuerte de Remo y la fundación de Roma en el 21 de abril del año 753 AEC.
Los inicios de Roma: la guerra y la paz
Rómulo le puso su propio nombre a la ciudad. Tras la fundación, instauró un sistema de gobierno basado en la presencia de senadores y patricios. A medida que crecía la popularidad de la ciudad y de su sistema de gobierno, también crecía la población. Al principio, esta estaba conformada principalmente por fugitivos, exiliados, esclavos fugados, delincuentes y desposeídos de todo tipo. Debido al predominio desproporcionado de la población masculina, Roma era incapaz de producir generaciones propias. Como resultado de la baja proporción de población femenina, los ciudadanos de la joven ciudad decidieron raptar a las mujeres de una ciudad vecina. Invitaron a los sabinos y los latinos a un festival de Crono en el Circo Máximo y, mientras los hombres de estas ciudades estaban distraídos, los romanos tomaron a sus mujeres y las llevaron a Roma. Se persuadió a muchas de estas mujeres para que se casaran, pero los hombres sabinos y latinos declararon la guerra contra Roma a causa del rapto. Rómulo salió victorioso de esta guerra y su victoria se convirtió en el primer triunfo de Roma.
A pesar de haber sido derrotado, el rey sabino, Tito Tacio, intentó atacar Roma marchando sobre la ciudadela del Capitolino. La hija del comandante de la ciudadela prometió abrir las puertas y permitir el ingreso del ejército sabino si a cambio le daban ‘lo que llevaran en la mano izquierda’. La pobre muchacha esperaba cientos de brazaletes de oro, pero, cuando el ejército sabino pasó, en lugar de eso los soldados la aplastaron hasta la muerte con sus escudos. Los sabinos asediaron a los romanos y estuvieron a punto de derrotarlos, hasta que Rómulo oró para solicitar la ayuda de Júpiter. Júpiter respondió ayudando a los romanos a que obtuvieran la victoria definitiva. Finalmente, los romanos y los sabinos llegaron a una tregua y Tacio y Rómulo acordaron formar un reino unificado y convertirse en reyes en conjunto. Gobernaron juntos por cinco años y asimilaron las costumbres de ambos, incluidos el calendario, sus dioses e incluso las tácticas militares. Estos fueron tiempos de paz para Roma, pero esta armonía entre ciudades cesó debido a las acciones de Tacio. Luego de estos prósperos cinco años, se descubrió que Tacio estaba dando refugio a algunos de sus aliados, quienes habían asaltado a sus aliados de Lavinio y asesinado a algunos de sus embajadores. El senado decidió que Tacio debía ir a Lavinio y realizar un sacrificio para aplacar a sus ciudadanos y a los dioses por sus delitos. Tacio fue asesinado mientras estaba en Lavinio y Rómulo pasó a gobernar Roma en soledad. Durante los veinte años que siguieron, Rómulo buscó expandir el territorio de Roma mediante la guerra. Cuando Numitor murió, Rómulo incorporó Alba Longa al gobierno y territorio de Roma. El gobierno de Rómulo se fue volviendo más y más autocrático y el senado comenzó a resentirse de ello.
Muerte de Rómulo
La vida de Rómulo termina de diversas maneras dependiendo del mito y de su fuente. En un mito, Rómulo misteriosamente desaparece en una tormenta o torbellino. Se dice que Rómulo fue visto ascendiendo a los cielos para convertirse en dios. También existía la sospecha de que el senado había planeado la muerte de Rómulo para recuperar su poder. Livio narra estos eventos, mientras que Dion Casio afirma que Rómulo fue rodeado por senadores hostiles y vengativos que ‘despedazaron’ el edificio del senado, a lo que le siguieron un eclipse y una repentina tormenta (lo cual, según Dion Casio, fue el mismo fenómeno que ocurrió en su nacimiento). De acuerdo con Plutarco, Rómulo desapareció en el 717 AEC a la edad de 53 años, pero Dionisio de Halicarnaso afirma que murió a los 55 años.
¿Hombre o mito?
Aún se debate si Rómulo y Remo fueron personas reales o solo un mito, o acaso una combinación de ambas cosas. Mientras que la mayoría de los estudiosos del tema creen que Eneas, el catalizador de la fundación de Roma, puede haber existido en alguna leyenda popular, lo cierto es que su presencia en la mitología romana no se solidificó hasta que Virgilio escribió la épica Eneida a pedido de Augusto. Las hazañas y aventuras de Rómulo y Remo son demasiado inverosímiles para ser tenidas por ciertas en un sentido literal, pero algunos investigadores afirman que sus personajes podrían tener cierta base histórica. Los mitos fundacionales suelen poseer una mezcla de realidad y ficción. Mientras que es probable que nunca tengamos la certeza de si estos gemelos realmente existieron, lo que sí sabemos es que su historia fue tratada con respeto y estudiada por mucho tiempo por las personas de la antigüedad.
Representaciones en el arte
La mayoría de los retratos de Rómulo y Remo los muestran a los dos juntos y se encuentran principalmente en monedas. A menudo se los representa en el arte como niños siendo amamantados por la loba. De esta manera son representados también en la estatua de Rómulo y Remo en Siena, Italia. Según el mito, Siena fue fundada por el hijo de Remo, Senio. Son representados de la misma manera en un mosaico del 300 EC encontrado en Yorkshire, conocido como el Mosaico de la loba. Sin embargo, la representación artística más famosa es la Loba Capitolina. Se trata de una escultura etrusca de bronce de la loba hecha en el siglo V AEC, a la que se le añadieron las figuras de Rómulo y Remo en el siglo XV EC. La vida mitológica de Rómulo y Remo también inspiró a muchos artistas del Renacimiento, desde Berrettini a La Fosse, pasando por Cesari y Rubens.