El lago Titicaca se ubica entre Bolivia y Perú y, a una altitud de 3800 metros (12.500 pies), es el lago navegable más alto del mundo. La llanura de tundra conocida como el altiplano se extiende al sur y era donde se encontraba Tiwanaku, la capital de una de las culturas andinas más importantes durante el primero milenio d.C. El lago también era considerado el centro del cosmos y el origen del sol, la luna, las estrellas y la humanidad y, consecuentemente, era uno de los asentamientos más sagrados de la civilización inca.
En la mitología
Durante mucho tiempo, la población local y luego los incas, consideraron el lago Titicaca como el origen y el centro del cosmos. En sus mitos de la creación, Viracocha o Wiraqocha Pachayachachic, el dios creador, pobló el mundo con una raza de gigantes de piedra. Estos demostraron ser ingobernables, por lo que Viracocha creó a los humanos pero, no impresionado con su codicia y arrogancia, el dios envió una gran inundación sobre la tierra. Todos fueron destruidos, excepto tres humanos, de los que volvió a brotar la raza humana. El mundo aún estaba en tinieblas, a pesar de todo, por lo que Viracocha hizo el sol, la luna y las estrellas de las islas en el centro del lago Titicaca. Como detalle interesante, el sol se volvió celoso de la brillantez de la luna y arrojó cenizas en su rostro, así que ahora su luz está atenuada.
Asentamiento temprano
El área circundante al lago fue poblada por primera vez hacia mediados del siglo II a.C. Los artefactos en cerámica más antiguos se encontraron en Chiripa, en la costa sur. Como en otras culturas posteriores, la llama, vicuña, y alpaca fueron una fuente de lana, transporte, y, si era necesario, de comida. El lago proveía pescado y cañas de totora que se usaban para hacer botes, techos y esteras (una tradición que continúa hoy en día). También se cultivaban patatas, quinoa y coca (el maíz no podía crecer en la altitud del altiplano) y se extraían metales como oro, cobre, y estaño de las montañas cercanas. Sin embargo, el clima helado y la ausencia de árboles eran limitaciones en el desarrollo, factores que eventualmente, exigirían movimiento de población hacia el más cálido y fértil sur.
Pucará y Tiwanaku
La primera cultura importante e independiente estuvo al noroeste del lago en Pucará (400 a.C. - 100 d.C.) pero muy poco sobrevive del asentamiento, además de losas cimentadas de arenisca roja y muros de piedra bien trazados. Se han excavado esculturas de piedra y vasijas de cerámica, y estas últimas presentan una decoración pintada e incisa de formas geométricas, felinos y formas humanas curvas distintivas, normalmente pintadas en rojo, marrón o crema.
Incluso más significativo es el sitio de Tiwanaku (o Tiahuanaco) que floreció desde el 200 a.C. al 1000 d.C. en las costas meridionales del lago y que llegó a ser la capital de un extenso imperio. Las dos culturas eran paralelas pero aparentemente independientes, a pesar de que tienen características comunes tales como cortes hundidas y algunas similitudes en sus estilos artísticos. La cultura en Tiwanaku puede también haber sido influenciada por el sitio cercano de Chiripa, la cual precede a aquella.
La arquitectura monumental apareció primero en Tiwanaku desde el 200 d.C. con grandes canchas amuralladas, pirámides ceremoniales, estatuas masivas de piedra, y la celebrada Puerta del Sol. Campos elevados regeneraban la tierra pantanosa desde la orilla y canales de irrigación traían agua desde el lago, lo que incrementaba producción agrícola. También se creó un foso para rodear el recinto sagrado por tres lados, con el cuarto lado siendo la orilla misma del lago. La ciudad se extendía sobre 10 kilómetros cuadrados y la población máxima en Tiwanaku podría haber sido de hasta 70.000 personas.
La razón para el colapso de Tiwanaku no está clara y podría haberse debido a una combinación de sobrextensión del imperio, rebelión y cambio climático. Una serie de sequías al cambio de milenio causaron el descenso en el nivel del lago, eventualmente, lo que fue devastador para los cultivos dependientes de la irrigación y redujeron enormemente el nivel del agua, creando campos secos incapaces de sustentar la agricultura. El área nunca pudo volver a recuperar su properidad anterior y, solo cuando un clima más húmedo llegó en el siglo XV, así llegaron también los incas, ávidos de conquista.
Expansión inca
Una vez más, el lago Titicaca llegó a convertirse en una importante localidad con el ascenso del Imperio inca durante los siglos XV y XVI. Los incas fueron inmediatamente atraídos por el altiplano como posible área de expansión, pero les tomó algo de tiempo conquistar la cuenca del Titicaca y sus culturas locales, los Lupaqa, Qolla y Ayaviris. La primera expansión en el área ocurrió en el reindado de Viracocha Inka en el 1425 y luego otra vez bajo Pachacuti Inca Yupanqui (1438-1471). Sin embargo, la victoria decisiva fue en el río Desaguadero que corre del lago en el lado sur, que aseguró finalmente el control inca y trajo despiadadas represalias en los jefes locales: sus cabezas fueron exhibidas en postes y las pieles de sus cuerpos se usaron para tambores. Según se informa, el líder Qolla fue llevado al Cuzco y, en una gran ceremonia, decapitado por sus problemas.
Los Lupaqa, Qolla, y Ayaviris probablemente no habían avanzado al nivel de organización estatal para el tiempo de la llegada de los incas y, para el 1532, una serie de alianzas entre los locales y los señores incas se había establecido en 13 provincias alrededor del lago. La subyugación de culturas que circundaban el Titicaca fue completada por reasentamiento y trabajo forzado en cualquier lugar del imperio y por la prohibición de asentamiento en cimas fortificadas. La arquitectura lupaqa y las prácticas mortuorias, en particular, vinieron a mostrar los rasgos familiares en la arquitectura inca: de planta rectangular y con un trabajo de cantería bien hecho.
Los incas incorporaron los mitos locales concernientes al lago en su propia historia y lo adoptaron como un lugar sagrado con templos al sol (Inti) y la luna (Coati) construidos en las islas del lago, el edificio de un santuario en el promontorio de Copacabana, el desplazamiento de tierra para el dios del sol Inti en las orillas al norte, y la veneración de las antiguas ruinas de Tiwanaku en la orilla sur. Los líderes incas fundadores, que incluyen a Manco Cápac y a su hermana (o esposa) Mama Ocllo, se pensaba que habían venido del área del lago y los gobernadores inca sucesivos harían también peregrinajes anuales a estos sitios sagrados.
Restos arqueológicos
En Chucaripupataon, en la Isla del Sol, en el lago, se han excavado artefactos de cobre, plata y oro que incluyen una máscara de oro. Fue aquí también que la roca sagrada de Titikala fue localizada. Los restos de varias construcciones han sido excavadas en las dos islas sagradas. Una de estas estructuras es un edificio residencial de dos plantas conocido como Pilco Kayma y otro, conocido, bastante grandioso, como el "Palacio de las Vírgenes del Sol", es tradicionalmente fechado hacia el reino de Tupac Inca Yupanqui (último cuarto del siglo XV). El complejo de dos plantas tiene seis apartamentos simétricamente organizados, un patio, y una gran terraza abierta de 40 metros de largo en el piso de arriba. El edificio tiene las típicas características de la arquitectura inca: formas trapezoidales, mampostería adecuada cerrada y bien cortada, y murallas con nichos.