Catón el Joven

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Donald L. Wasson
por , traducido por Luis Mario Caso González
Publicado el 27 julio 2023
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, portugués
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Cato the Younger (by Carole Raddato, CC BY-SA)
Catón el Joven
Carole Raddato (CC BY-SA)

Marco Porcio Catón (95-46 a.C.) mejor conocido como Catón el joven o Catón de Útica fue un influyente político de la República romana. Como bisnieto de Catón el viejo y por su apasionado estudio del estoicismo creía en los valores tradicionales romanos. Durante la conjuración de Catilina apoyó la ejecución de los conspiradores, lo cual causaría una enemistad con Julio César (100-44 a.C.) que duraría toda su vida.

Aunque habían sido enemigos políticos en el pasado, Catón se alió con Pompeyo (106-48 a.C.) durante la guerra civil entre César y Pompeyo. Tras la muerte de Pompeyo y la victoria de César en la batalla de Tapso, se suicidó en Útica.

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Familia

Catón el joven nació en 95 a.C. Su bisabuelo fue Catón el Viejo (234-149 a.C.), el censor. Josiah Osgood en su Uncommon Wrath (Ira insólita) escribió que "Catón el Viejo fue el campeón de los valores tradicionales romanos que ensalzaban el trabajo duro, la austeridad y la voluntad de cualquier sacrificio por el bien público" (23). Fue Catón el Viejo quien dijo durante las guerras púnicas: "Carthago delenda est!" o "¡Cartago debe ser destruida!". Fue un modelo de conducta perfecto para el joven Catón. Dado que su padre y su madre murieron prematuramente, Catón, su hermano Cepio y su hermana Porcia se mudaron con el hermano de su madre, Livio Druso, en el monte Palatino. Aunque se sabe poco de sus primeros años de vida, según las Vidas de Plutarco, se le consideraba un estudiante aburrido, de comprensión lenta pero con una memoria notable.

Estoicismo

CATÓN CARECIA DE SENTIDO DEL HUMOR Y TENÍA UN RÍGIDO COMPROMISO CON LA JUSTICIA.

Luego de su asociación con Antípatro de Tiro, Catón se convirtió en un estudiante aplicado del estoicismo y se rigió por sus doctrinas morales y políticas en busca de una vida virtuosa. Plutarco escribió que era resuelto en propósitos y que desde la infancia mostró un "temperamento inflexible, indiferente a la pasión y firme en todo" (838). Plutarco añadió: "Era rudo y cruel con quienes lo adulaban, y aún más implacable con quienes lo amenazaban" (838).

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Catón se volvió un experto en el arte de debatir y hablar y, según quienes lo escucharon hablar en el foro romano o en el Senado, tenía una voz que resonaba por toda la sala. Igualmente, carecía de sentido del humor y tenía un rígido compromiso con la justicia. En La muerte de César, Barry Strauss escribió que Catón era “defensor de la anticuada noción de un Estado libre guiado por una élite sabia y rica” (21). Strauss sostenía que Catón era un elitista que menospreciaba a las masas. Como era típico entre los estoicos despreciaba la moda y el lujo e incluso era común verle descalzo y vestido con una toga sucia.

Tribuno militar

La carrera política de Catón lo vería servir como tribuno militar, cuestor, tribuno de la plebe, pretor y, por último, comandante militar. A lo largo de su vida adulta, luchó contra las irregularidades, tanto en Roma como fuera de ella. Nunca rehuyó la confrontación con aquellos que en su opinión actuaban injustamente. Al igual que el orador y estadista Cicerón (106-43 a.C.), fue un ferviente defensor de los viejos valores republicanos y un defensor idealista de la República romana. Strauss afirmó que Catón era "brillante, elocuente, ambicioso, patriótico, mas defendía la libertad de expresión, los procedimientos constitucionales, el deber y el servicio cívicos" (22). Aunque nunca estuvo claramente definida, en la época de Catón la política romana se centraba en dos facciones: los optimates, que abrazaban los ideales de los ricos y defendían el poder del Senado romano; y los populares, que eran "hombres del pueblo" y apoyaban las asambleas populares.

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Cato of Utica
Catón de Útica
Jastrow (Public Domain)

Su primera experiencia al servicio del estado ocurrió al ofrecerse como voluntario para unirse a su hermano durante el Levantamiento de Espartaco. Osgood cuenta que abrazó los rigores de la vida en el campamento y mostró disciplina y valentía. Tras ser elegido tribuno militar, Catón fue enviado a Macedonia, donde hizo gala de su estoicismo al vestirse, vivir y marchar como un legionario romano corriente. Se lo consideraba un excelente comandante, que pensaba en el ejército romano primero y luego en si mismo, por lo que se ganó el respeto de sus subordinados. Plutarco dijo: "... en carácter, propósitos y sabiduría, superó con creces a todos los que tenían la fama y el título de comandante" (843). Al concluir su año, viajó por toda Asia Menor para examinar la situación en varios lugares donde se habían producido disturbios recientemente y, por supuesto, andaba descalzo, a diferencia de otros de su séquito. Desafortunadamente, su hermano murió repentinamente de una enfermedad mientras cumplía una misión en Asia. Catón llegó demasiado tarde para estar a su lado.

Cuestor

En el año 69 a.C., Catón dio su primer paso en la escalera del cursus honorum: la cuestura, donde fungió como guardián del tesoro. Catón se preparó para asumir el puesto y entendió sus deberes en él. Así, exigió ver las cuentas. Inmediatamente halló errores, deudas no cobradas y documentos falsificados. Los escribas declarados culpables de mala conducta fueron despedidos o amenazados con ser procesados. Exigió que las personas que se habían beneficiado de las listas de proscripción de Sila devolvieran el dinero de la recompensa. Se celebraron juicios presididos por Julio César y se sentenció a todos aquellos que habían cometido delitos. El pueblo quedó impresionado por los tenaces esfuerzos de Catón, pero para muchos resultó obvio que ambos personajes estaban destinados a enfrentarse. Osgood escribió que Catón veía a César como "complaciente con el pueblo, mientras que César veía a Catón ciego ante las dificultades que enfrentaban los ciudadanos romanos" (27).

La conjuración de Catilina

Uno de los acontecimientos más desafiantes de la carrera política de Catón fue la conspiración de Catilina. Lucio Sergio Catilina era un político ambicioso mas al borde de la bancarrota. Tenía un objetivo en mente: el consulado que posiblemente podría aliviar sus problemas monetarios. En el momento de las elecciones del 64 a.C. (para el año de servicio 63 a.C.), Roma sufría una crisis financiera que afectaba a los pobres de las zonas urbanas y a los agricultores rurales. Catilina vio esta crisis como una herramienta para ganar las elecciones, por lo que pidió durante un encendido discurso ante el Senado la eliminación de las deudas de los pobres. Su discurso hizo a muchos desconfiar de sus verdaderas intenciones. Catilina contaba con el respaldo de granjeros y campesinos provinciales cuyas granjas y hogares fueron destruidos durante las guerras civiles de los años 80 a.C., además del apoyo de muchos senadores como César y Marco Licinio Craso.

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Aunque las elecciones se retrasaron, Catilina finalmente perdió. Al quedarse sin alternativas concibió un complot diabólico: asesinar a los principales funcionarios del gobierno romano e incendiar la ciudad. En medio del caos resultante, él asumiría el liderazgo. Sin embargo, el complot fue descubierto por Cicerón lo cual conllevó al juicio de cinco de los conspiradores. Catilina no estaba entre los cinco porque ya había abandonado la ciudad luego de ser declarado enemigo público.

Cicero Denounces Catiline
«Cicerón denuncia a Catilina» fresco de C. Maccari
Cesare Macari (Public Domain)

El 5 de diciembre del 63 a.C. se celebró una audiencia ante el Senado en el Templo de la Concordia. Los conspiradores no negaron su culpabilidad, por lo que la cuestión no era probar la culpabilidad o la inocencia sino decidir el castigo. Hablando de manera clara y tranquila, César, quien se había distanciado rápidamente de Catilina, se dirigió al Senado y pidió prisión: toda una vida en cadenas. César expresó que la ley y la tradición romanas debían respetarse: la muerte era algo dictado por los dioses, no como un castigo sino como un fin natural. Declaró que si bien no simpatizaba con los conspiradores el Senado no debía actuar apresuradamente.

Después de César, Catón se puso de pie y con su habitual ira y pasión abogó por la ejecución. Habían perdido sus derechos y, si bien la tradición romana pedía un juicio, éste era un estado de emergencia. Al atacar a César, dijo que sus ideas socavaban la estabilidad de la ciudad. Para Catón, las vidas de los senadores estaban en peligro. Tuvieron que afrontar el hecho de que el enemigo estaba dentro de las murallas de la ciudad. Los conspiradores habían confesado haber planeado los asesinatos y el incendio, por lo que el único curso de acción posible era la sentencia de muerte. El Senado aplaudió y votó a favor de la ejecución, y no perdió el tiempo. Cada conspirador fue llevado al Tullianum, un antiguo edificio en el Foro, donde los metieron a la fuerza en una habitación pequeña y lúgubre y un verdugo los estranguló con una soga.

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El ataque verbal contra César originó una intensa rivalidad que continuaría hasta el último aliento de Catón. Dos historiadores abordaron la actitud de Catón hacia César. Según Strauss, Catón creía que "a César sólo le importaban el poder y la gloria y que destruiría la libertad republicana para avanzar en su propia carrera" (22). Osgood escribió de manera similar que Catón creía que "César era corrupto y conspiraba constantemente para su propio beneficio en la vida pública" (98).

Tribuno de la plebe

En diciembre del 63 a.C., Catón comenzó a cumplir su año como tribuno de la plebe. De manera inusual, pudo conseguir la aprobación de un proyecto de ley que preveía subsidios a los cereales. Sin embargo, su principal preocupación en ese momento era Pompeyo, que recientemente había vencido en Oriente a Mitrídates VI (120-63 a.C.) y a los piratas en el antiguo Mediterráneo y regresaba a Roma. Los romanos, en particular el Senado, temían que utilizara su ejército para marchar sobre Roma y obtener un consulado.

Pompeyo había solicitado que se retrasaran las elecciones, no para él, sino para uno de sus oficiales. Como siempre, Catón se opuso. En un despacho, Pompeyo le aseguró al Senado que sus intenciones eran las mejores. Quería tierras para sus veteranos que pudieran pagarse con el dinero que su campaña en el Este había aportado al tesoro. Catón volvió a objetar: nunca dejó pasar la oportunidad de oponerse a Pompeyo. Afirmó que era una estratagema para poder postularse para cónsul. Muchos senadores estaban dispuestos a llegar a un acuerdo sobre la solicitud de tierras de Pompeyo, pero Catón se puso de pie y empezó a hablar; habló hasta el atardecer. Después de meses de retraso, el proyecto de ley murió. Al fracasar en el Senado, Pompeyo recurrió a la Asamblea de la Plebe, pero volvió a fracasar. Entonces, se dirigió a la única persona que podía ayudarlo.

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Pompey the Great Bust
Busto de Pompeyo el Grande
Carole Raddato (CC BY-SA)

César había estado en España como parte de su pretura. Regresaba a Roma y quería un consulado así que prometió ayudar a Pompeyo. A Catón le preocupaba menos el proyecto de ley agrario que el poder que podría otorgar a César y Pompeyo. César ganó el consulado y logró que la Asamblea de las Tribus aprobara el proyecto de ley de Pompeyo, aunque hubo que amenazar a Catón con arrestarlo. A finales de año, César fue a la Galia y Catón a la recién anexada Chipre.

En Chipre, tan tenaz como siempre, se enfrentó a la extravagancia del gobernante Ptolomeo (hermano de Ptolomeo XII de Egipto) y subastó el botín de lujo: copas, muebles, joyas y túnicas de púrpura. La idea de perder su reino llevó al joven Ptolomeo al suicidio. Cuando los cofres del tesoro fueron descargados en Roma y llevados al tesoro, la gente quedó asombrada. Plutarco escribió. "... cuando el dinero fue llevado por las calles, la gente se maravilló de la gran cantidad, y el Senado, reunido, le decretó en términos honorables una pretura extraordinaria" (858). Catón rechazó los honores.

Triunvirato y guerra civil

La discordia que había surgido entre Catón y César (también Pompeyo) llevó a la formación de un Primer Triunvirato formado por César, Pompeyo y Craso. Sin embargo, con el tiempo, la alianza comenzaría a debilitarse. Después de una reunión en el 56 a.C., la alianza se renovó temporalmente y se amplió el mando de César en la Galia, mientras que Pompeyo y Craso se convirtieron en cónsules. Pero la muerte de la esposa de Pompeyo, hija de César, provocó una ruptura entre César y Pompeyo. La muerte de Craso en Partia en la batalla de Carras, 53 a.C., amplió la separación. Surgieron dos bandos: uno del lado de César y el otro del lado de Pompeyo. Fue el preludio de una guerra civil. David Gwynn llamó a esta división "una lucha por el poder, la gloria y la dignitas, los principios egoístas de la élite romana" (111).

Julius Caesar Reconstruction
Reconstrucción de Julio César
Panagiotis Constantinou (CC BY-NC-SA)

La estancia de César en la Galia estaba llegando a su fin. Osgood sostiene que Catón había estado exigiendo durante años que César fuera despojado de su mando, pero ahora ya era demasiado tarde. En oposición a los deseos del Senado, César se negó a ceder el mando de ocho legiones en la Galia y una en Rávena; 5.000 soldados de infantería y 300 de caballería en total. El Senado se puso nervioso al darse cuenta de que los hombres de César le eran leales a él, no a Roma. Pompeyo, que tenía dos legiones en Roma y siete en España, reconoció que se había vuelto demasiado arriesgado defender Roma y, al ver la amenaza que representaba César, se alió con Catón. La única alternativa era evacuar la ciudad. Catón dijo que la única opción que tenía el Senado era darle a Pompeyo el mando supremo. Cuando César se enteró de que Pompeyo había "aceptado la espada", envió órdenes para que más miembros de su ejército cruzaran los Alpes. Osgood escribió que "César no iba a dejarse intimidar" (208). No se pudo llegar a un acuerdo y era evidente que "el Senado le había declarado la guerra a César" (209). El 11 de enero del 49 a.C., César y una legión cruzaron el Rubicón. Plutarco escribió que "Pompeyo, al ver que no tenía fuerzas suficientes y que aquellos que podían reunirse no estaban decididos, abandonó la ciudad" (875).

Farsalia

La batalla de Farsalia fue el clímax de meses de jugar al gato y el ratón. Cuando César cruzó el Rubicón, Pompeyo huyó a Brundisium; César lo siguió, pero Pompeyo volvió a huir. César dirigió su atención a España para enfrentarse allí a las fuerzas romanas. Tras su victoria, regresó a Roma donde el Senado lo nombró dictador. Al salir de la ciudad, César navegó para encontrarse con Pompeyo en Dirraquio, donde Pompeyo estaba reuniendo un ejército. César, con refuerzos de Marco Antonio, inició el asedio, pero Pompeyo zarpó de la ciudad y obligó a César a retroceder. Pompeyo se fue persiguiendo a César. Finalmente, se encontraron en las llanuras de Farsalia, en el centro de Grecia, y entablaron batalla: Pompeyo con once legiones contra ocho de César.

AL ENTERARSE DE LA DERROTA DE POMPEYO, CATÓN DEJÓ DIRRAQUIO Y zarpó HACIA ÁFRICA y llegó FINALMENTE A UTICA, DONDE REFORZÓ LAS MURALLAS DE LA CIUDAD.

El 9 de agosto de 48 a.C., superado en número, César obtuvo la victoria. Dejó Farsalia y regresó a Roma. Pompeyo escapó a Egipto donde fue asesinado por Ptolomeo XIII, lo cual enfureció a César. Con una sola legión, Catón había permanecido en Dirraquio custodiando los suministros y las armas. Al enterarse de la derrota de Pompeyo, abandonó Dirraquio y navegó hacia África, llegando finalmente a Útica. Después de llegar a Útica, Catón acumuló armamento reforzó las murallas de la ciudad y construyó nuevas torres hasta hacer que la ciudad fuera inexpugnable. Osgood escribió que " el cielo se caería antes de que Catón se rindiera ante César" (233). Para entonces, César, quien había abandonado Roma, viajó a Sicilia y luego a Egipto. Al salir de Egipto, se enfrentó al hijo de Mitrídates en batalla y regresó a Roma. En diciembre del 47 a.C., navegó a Sicilia y luego a África, donde más tarde derrotó a los ejércitos de Metelo Escipión y al rey Juba I de Numidia. El 8 de agosto de 46 a.C., Catón se enteró de la ruta a seguir por César e hizo preparativos para la evacuación de la ciudad.

Suicidio

Catón finalmente se dio cuenta de que cualquier posibilidad de enfrentarse a César sería inútil. Al regresar a casa, se bañó y cenó. Discutió sobre estoicismo con algunos amigos Mientras tomaban vino. Relajándose en su dormitorio, leyó el Fedón, de Platón, donde Sócrates examinaba su propio suicidio. Las historias varían sobre lo que sucedió después, pero la mayoría está de acuerdo en lo básico. Habló de negocios, descansó y cuando despertó descubrió que le faltaba la espada. Tras exigir su devolución, se apuñaló a sí mismo, pero falló en alcanzar su corazón y sus entrañas quedaron expuestas. Su hijo y el médico entraron a su habitación e intentaron volver a colocar los intestinos, pero Catón los empujó, desgarró los intestinos expuestos y murió.

Death of Cato of Utica
Muerte de Catón de Útica
Jean-Paul Laurens (Public Domain)

Plutarco es quien mejor describe la escena:

... volvió a quedarse dormido. Finalmente, Butas [su sirviente] regresó y le dijo que todo estaba tranquilo en el puerto. Así, Catón se acostó como si fuera a dormir el resto de la noche... tomó su espada y se la clavó en el pecho... no murió inmediatamente a causa de la herida, sino que, luchando, se cayó de la cama... Inmediatamente su hijo y todos sus amigos entraron en la cámara... pero Catón... rechazó al médico... se sacó las entrañas y, abriendo la herida, inmediatamente expiró. (875)

Catón no quiso rendirse ni quiso ser perdonado. Anthony Everitt en su libro Nerón escribió sobre el suicidio que "una de las curiosidades de la vida de la élite romana era la propensión a suicidarse cuando se enfrentaba a circunstancias adversas" (41). El suicidio se consideraba respetable. Según Osgood, Catón quería demostrar que cualquier tiranía, por leve que fuera, era inaceptable para quien valoraba la libertad.

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Preguntas y respuestas

¿Por qué es famoso Catón el Joven?

Catón el Joven es famoso por ser un político conservador de la República romana que se opuso a Julio César.

¿Catón el Joven fue un estoico?

Catón el Joven fue un apasionado estudiante y seguidor del estoicismo.

Sobre el traductor

Luis Mario Caso González
Soy un joven graduado de inglés y ruso. Me encanta la historia, el arte y la filosofía. A través de la traducción puedo ayudar a acceder al conocimiento para entender mejor el mundo y tomar buenas decisiones.

Sobre el autor

Donald L. Wasson
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos, en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a estudiar sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le ilusióna transmitir conocimientos a sus alumnos.

Cita este trabajo

Estilo APA

Wasson, D. L. (2023, julio 27). Catón el Joven [Cato the Younger]. (L. M. C. González, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12690/caton-el-joven/

Estilo Chicago

Wasson, Donald L.. "Catón el Joven." Traducido por Luis Mario Caso González. World History Encyclopedia. Última modificación julio 27, 2023. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12690/caton-el-joven/.

Estilo MLA

Wasson, Donald L.. "Catón el Joven." Traducido por Luis Mario Caso González. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 27 jul 2023. Web. 20 nov 2024.

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