Noé

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Rebecca Denova
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 30 agosto 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Covenant with Noah (by Fr Lawrence Lew, O. P., CC BY-NC-ND)
Alianza con Noé
Fr Lawrence Lew, O. P. (CC BY-NC-ND)

Noé es considerado uno de los patriarcas de las Escrituras judías o uno de los padres fundadores de lo que se convirtió en el judaísmo. Su historia comienza en Génesis 6 y consta de tres elementos: la maldad del mundo, la narración del diluvio, y los descendientes de Noé en la lista de las naciones. Noé era hijo de Lamec y vivió 500 años.

La maldad del mundo

Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse por toda la faz de la tierra, y les nacieron hijas, sucedió que los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas. Entonces tomaron mujeres para sí, las que escogieron de entre ellas. Y el Señor dijo: «No va a estar mi espíritu peleando siempre con el hombre, pues él no es más que carne. Vivirá hasta ciento veinte años.» En esos días había gigantes en la tierra, y también después de que los hijos de Dios se unieran a las hijas de los hombres y les engendraran hijos. Estos fueron los grandes héroes que desde la Antigüedad ganaron renombre.

(Génesis 6:1-4)

El uso de la palabra «gigantes» en este pasaje es una traducción del hebreo nefilim, un término difícil de traducir. De la raíz de esta palabra se puede interpretar el significado «los que hacen violencia», pero usualmente se ha traducido en versiones en español de la Biblia como «gigantes». Muchas culturas antiguas tenían relatos folclóricos acerca de gigantes en el pasado lejano. Las tradiciones judías posteriores afirmaron que los hijos de Dios eran ángeles y que cuando estos ángeles caídos se aparearon con mujeres, también enseñaron a los humanos el arte de la metalurgia, lo que condujo a dos males: la acuñación de monedas y las armas de guerra. En la literatura apocalíptica de las visiones de Enoc, se les llama Vigilantes. En este texto se afirma que Dios los castigó encadenándolos en las fosas más bajas de She'ol, un concepto judío primitivo del Infierno.

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Y viendo el Señor que la maldad del ser humano crecía sin medida y que todos sus pensamientos tendían constantemente al mal, le pesó haber creado al ser humano sobre la tierra. Entonces, con dolor de corazón, dijo: «voy a borrar de la superficie de la tierra al ser humano que he creado, y también a los animales, reptiles y aves del cielo. ¡Cómo me arrepiento de haberlos creado!» Pero el Señor se apiadó de Noé. (Génesis 6:5-8)

La historia de Noé no es única. Otras culturas contaban historias de un dios o dioses que castigaban a los humanos por su maldad.

Leemos que Noé era «un hombre justo y honrado entre sus contemporáneos que vivía de acuerdo con la voluntad de Dios. Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.» (Génesis 6:9-10). Dios dijo a Noé que iba a «poner fin a todos los seres vivos» (Génesis 6:13). Durante siglos, este pasaje se ha analizado en relación con la comprensión de la naturaleza de Dios. Si Dios es omnisciente (lo sabe todo), ¿no sabía que los humanos cometerían el mal? ¿Cómo podía Dios cambiar de opinión sobre su creación? Sin embargo, esta historia no es única. En otras culturas, un dios o los dioses castigaban a los humanos por su maldad. En la mitología egipcia, Ra, el dios del sol, envió a su hija Sejmet (la diosa leona) a masacrar a los humanos. Sim ebargo, tuvo que dar marcha atrás cuando parecía que todos los humanos iban a ser destruidos, así que la emborrachó con cerveza que parecía sangre para detener la matanza. En la mitología griega, el dios Zeus también quiso castigar a los humanos (véase más adelante).

El Arca

Pero tú, con madera resinosa constrúyete un arca, dividida en compartimentos, y recúbrela por dentro y por fuera con brea. Sus dimensiones serán: ciento cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto. La harás de tres pisos y pondrás una sobrecubierta medio metro por encima de la parte superior del arca. En uno de sus costados pondrás una puerta. Porque voy a enviar a la tierra un diluvio de agua que destruirá todo lo que tiene vida bajo el cielo. Todo cuanto existe en la tierra perecerá. Pero contigo estableceré mi alianza. Entrarás en el arca tú con tus tres hijos, tu mujer y tus nueras. Haz entrar también en el arca una pareja de cada especie de seres vivos, macho y hembra, para que sobrevivan contigo. De cada especie de aves, de ganados y de reptiles de la tierra, entrará contigo una pareja, para que puedan sobrevivir. Aprovisiónate además de toda clase de alimentos y almacénalos, para que tanto tú como ellos dispongan de comida (Génesis 6:14-21)

Con solo ver las dimensiones del bote (ciento cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto) uno se da cuenta de que era un bote gigantesco. La referencia a «una pareja de cada especie de seres vivos» es para que los animales pudieran repoblar la tierra después del diluvio. Es por eso que Noé y su familia trajeron consigo a sus esposas. Como en otros lugares de las Escrituras, tenemos dos relatos: este es el resultado de la edición posterior a partir de diferentes fuentes. En el segundo relato, Noé se lleva siete de los animales limpios e inmundos, lo que muy probablemente procede de una fuente sacerdotal, ya que los sacerdotes se ocupaban de cuestiones de pureza.

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Noah's Ark on the Mount Ararat
El arca de Noé en el monte Ararat
Simon de Myle (Public Domain)

El diluvio

Los cielos se abrieron y llovió durante 40 días y 40 noches. En el contexto, «cuarenta» suele referirse a una generación. En este relato, sin embargo, significa simplemente un tiempo muy largo. Las historias de inundaciones se encuentran en culturas antiguas de todo el mundo: cuando los arqueólogos empezaron a excavar en Oriente Próximo en la época victoriana, descubrieron tablillas cuneiformes y las descifraron. Se sorprendieron al encontrar la Epopeya de Gilgamesh, una antigua historia mesopotámica sobre una inundación situada en el Creciente Fértil, entre los ríos Tigris y Éufrates (estos ríos se desbordaban cada año y, al igual que el Nilo, depositaban limo fértil para la agricultura). Los detalles son tan parecidos que muchos académicos creen que esta fue la inspiración para la historia del diluvio en el Génesis.

Flood Tablet of the Epic of Gilgamesh
Tablilla sobre el diluvio de la Epopeya de Gilgamesh
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Los griegos tenían el mito de Deucalión, el hijo de Prometeo: en este mito, cuando Zeus decidió castigar a los humanos por su arrogancia y falta de respeto, Prometeo aconsejó a su hijo que construyera un barco y lo llenara de animales. De nuevo, con detalles similares en la historia de Noé, escritores judíos posteriores afirmaron que esto probaba la existencia de Noé. El zoroastrismo de la antigua Persia afirmaba que su dios supremo, Ahura Mazda, advirtió de una fuerte tormenta que contenía nieve derretida. En ese caso, debía construirse un recinto con únicamente los hombres y mujeres más aptos y dos de cada animal para repoblar la tierra.

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Cuando cesaron las lluvias, Noé envió aves a buscar tierra seca. Una paloma regresó con una rama de olivo en la boca (lo que se ha convertido en un símbolo icónico de la paz).

Más tarde, Noé construyó un altar para adorar a Dios. Tomó entonces algunos de los animales y aves de los que Dios acepta como ofrenda, y en su honor los quemó sobre el altar. Y cuando a Dios le llegó tan grato aroma, tomó la siguiente decisión: «Aunque todo hombre y mujer sólo están pensando en hacer lo malo desde su niñez, por ninguno de ellos volveré a maldecir ni destruir la tierra como esta vez. Mientras la tierra exista, nunca faltarán siembras y cosechas, calor y frío, invierno y verano, noches y días». (Génesis 8:20-22)

La alianza entre Dios y Noé

Las alianzas en el mundo antiguo eran esencialmente contratos entre dioses y humanos. Las alianzas contenían los criterios que debían seguir los humanos para obtener la protección de los dioses. Abraham tuvo la primera alianza con el Dios de Israel, y Noé tendrá la suya, con algunas estipulaciones añadidas:

Entonces Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra. Pongo bajo el dominio de ustedes a todos los animales de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles y a todos los peces del mar. Yo les entrego todo lo que tiene vida, y todas las plantas verdes, para que les sirvan de alimento. Pero no coman nunca carne que todavía tenga sangre, pues en la sangre está la vida. Si algún animal los mata a ustedes, ese animal también tendrá que morir; y si alguno de ustedes mata a otra persona, también tendrá que morir. Si alguien derrama la sangre de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque Dios creó al ser humano a su propia imagen. (...) nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra». (Génesis 9:1-11)

Aquí es cuando es importante comprender no solo las diferentes fuentes de las Escrituras judías, sino también el proceso de edición. Los libros tal y como los conocemos hoy se editaron varias veces a lo largo de los siglos. El último libro de Levítico explicaba cómo hacer sacrificios, las leyes rituales de pureza y enumeraba mandamientos adicionales. Fue entonces cuando la prohibición de comer «carne con sangre» (Levítico 19:26) se insertó probablemente en la historia de Noé para aumentar su credibilidad como emitida por Dios. La sangre, fuente de vida, pertenecía a Dios y, por tanto, era sagrada. Las comunidades judías tenían sus propios carniceros que drenaban la sangre de la carne, un proceso que aún se sigue hoy en día.

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Sign of Noah's Covenant
La señal del pacto con Noé
Fr Lawrence Lew, O. P. (CC BY-NC-ND)

Así como Abraham tuvo una señal de la alianza con el requisito de la circuncisión, Noé recibió su propia señal:

Y dijo Dios: «Esta será la señal de la alianza que establezco entre yo y ustedes, y todo ser viviente que está con ustedes, por generaciones, para siempre: he puesto mi arco iris en las nubes (...) Siempre que traiga nubes sobre la tierra y aparezca el arco iris en las nubes, me acordaré de la alianza entre yo y ustedes (...) Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio que destruya toda vida. Cada vez que aparezca el arco iris en las nubes, lo veré y recordaré la alianza eterna entre Dios y todos los seres vivientes de toda especie sobre la tierra.» (Génesis 9:12-16)

Noé, el viñedo y Cam

A Noé se le atribuye (o se le critica) la plantación del primer viñedo, pero se incluye en una historia un tanto difícil:

Noé, hombre de campo, plantó una viña. Un día bebió vino, se emborrachó y se quedó desnudo dentro de su tienda de campaña. Cuando Cam, padre de Canaán, vio desnudo a su padre, salió corriendo a contárselo a sus dos hermanos. Entonces Sem y Jafet tomaron una manta para cubrir a su padre. Para no verlo desnudo, caminaron de espaldas llevando la manta, y la dejaron caer sobre su padre. Cuando Noé despertó de su borrachera y supo lo que su hijo Cam le había hecho, dijo: «¡Maldito sea Canaán! ¡Será esclavo de los descendientes de Sem y Jafet!» (Génesis 9:20-25)

Esta historia ha sido comentada y debatida desde la Antigüedad. Quedan varias preguntas sin respuesta. ¿Cómo pecó precisamente Cam? Y si Cam pecó, ¿por qué se maldijo a Canaán? Se han sugerido muchas teorías, y la gama de opiniones a menudo se vio influida por un dictado posterior en el libro del Levítico, en el que se enumeran las normas sobre el incesto. Una de ellas, «No descubrirás la desnudez de tu padre» (Levítico 18:7), es un eufemismo de relación sexual. De ahí que muchos hayan considerado el pecado de Cam como violar a su padre estando borracho. Comentarios posteriores sugieren que fue en la deshonra, que Cam se burló de su padre al no cubrirlo adecuadamente (como hicieron sus hermanos).

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The Drunkenness of Noah, Sistine Chapel
La embriaguez de Noé, capilla Sixtina
Michelangelo (Public Domain)

Canaán era hijo de Cam. Después de la historia del diluvio, Génesis 10 tiene una lista de naciones, donde los descendientes de los hijos de Noé están coordinados con regiones geográficas. «Más tarde, los cananeos tomaron rumbos distintos, así que las fronteras de Canaán llegaron a extenderse desde Sidón hasta Gaza, en dirección de Guerar, y de allí hasta Lesa, en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboím.» (Génesis 10:18-19). Este relato refleja acontecimientos de la historia posterior de Israel. El libro de Josué relata la conquista de Canaán. Muchos de los nombres tribales componían la zona desde el Líbano (Fenicia) hasta Gaza. Existe consenso en que el relato de la maldición de Canaán se añadió posteriormente para justificar la opresión y conquista de los cananeos, donde Dios ordena su matanza.

En la dispersión de los hijos de Noé, se menciona que los descendientes de Cam fueron «Cus, Mizraim, Fut y Canaán» (Génesis 10:6) Cus y Fut pueden referirse a Etiopía y quizá a Somalia o a los centros comerciales que bordean el Mar Rojo. Los descendientes de Cam se asociaron con los pueblos de piel oscura de estas regiones. El segundo hijo de Noé, Jafet, y sus descendientes fueron asociados a las regiones mediterráneas y más tarde se les atribuyeron las artes de la civilización y la capacidad intelectual. En la Edad Media, Jafet fue considerado el antepasado de los europeos.

Cuando más tarde los colonos europeos se encontraron con pueblos africanos, la historia de la maldición de Cam se aplicó para justificar el comercio de esclavos. Los antiabolicionistas del sur de Estados Unidos afirmaban que la maldición de Cam hacía que los negros fueran racial, intelectual y conductualmente inferiores a los blancos. La mayoría de las denominaciones cristianas modernas ya no enseñan este concepto.

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La virtud de Noé

A lo largo de los siglos, los escritores han ido agregando más detalles sobre Noé: en el Libro de los Jubileos y el Libro de Enoc, encontramos afirmaciones de que los ángeles enseñaron a Noé el arte de la curación para que sus hijos pudieran hacerle frente al mal de los Vigilantes. En la Edad Media, se afirmaba que Noé tardó deliberadamente 120 años en construir el Arca para que hubiera más tiempo de que los humanos se arrepintieran. Además, se consideró que la creación de viñedos por parte de Noé deshizo el resultado del pecado de Adán, cuando la tierra solo producía espinos. En esta nueva versión, Noé inventó el arado.

1 Pedro describió el ritual del bautismo como la misma salvación para los humanos que se encontraba en el Arca de Noé. En otras palabras, la iglesia funcionaba como la nueva arca.

En los evangelios de Mateo y Lucas, Jesucristo comparó el diluvio de Noé con el día del Juicio Final: «Como en los días de Noé, así será en la venida del Hijo del Hombre» (Mateo 24:37). El «Hijo del Hombre» era un ser angelical preexistente que juzgaría a todos los humanos cuando el reino de Dios fuera instituido en la tierra. El cristianismo tomó al Jesús preexistente como este «Hijo del Hombre». La epístola de 1 Pedro describía el ritual del bautismo como la misma salvación para los humanos que se encontraba en el Arca de Noé. En otras palabras, la iglesia funcionaba como la nueva arca; fuera de la iglesia, todos estarían condenados. La importancia de Noé en el cristianismo primitivo queda demostrada en el arte de las catacumbas romanas: en una de las tumbas, Noé está representado con los brazos levantados en oración al regreso de la paloma.

El texto sagrado del Islam, el Corán, menciona a Noé 43 veces. Dentro del tema principal del profetismo en el Corán, Noé se convirtió en el modelo como uno de los primeros «mensajeros de Dios» (26:107). Al mismo tiempo, las narraciones proporcionaron el modelo del «profeta rechazado». Hay relatos de cómo la gente se burlaba de Noé y no le creía, pues era meramente humano. Ante su incredulidad, Noé decidió construir el Arca para salvar a suficientes personas para repoblar la Tierra.

La búsqueda del Arca de Noé

Al igual que el Arca de la Alianza, la gente ha estado buscando el Arca de Noé desde la Antigüedad hasta ahora. A lo largo de los siglos, muchas personas afirmaron haber encontrado restos del Arca, en particular trozos de madera que se convirtieron en reliquias en algunas comunidades. La búsqueda moderna comenzó en serio a finales del siglo XIX en la nueva disciplina de la arqueología. Muchas de estas excavaciones se iniciaron para intentar demostrar la historicidad de la Biblia, por lo que en esta época también se analizó detalladamente el relato bíblico: ¿Cómo pudieron cuatro hombres (Noé y sus hijos) construir un barco tan grande? La datación tradicional de la historia la sitúa hacia el año 4000 a. C. ¿Disponían de las herramientas y la tecnología necesarias para semejante tarea?

View of Mount Ararat from Armenia
Vista del monte Ararat desde Armenia
James Blake Wiener (CC BY-NC-SA)

Génesis 8:4 dice que desembarcó en los «montes de Ararat», pero incluso en la Antigüedad no había acuerdo sobre cuál. La búsqueda moderna se centra en el monte Ararat, situado en la frontera entre Turquía y Armenia. Diversas historias de exploración afirman que los guías locales son los que conocen la ubicación del Arca, pero todo esto han sido rumores. También hubo expediciones que afirmaron haber encontrado masas rocosas que parecían suficientemente grandes para el Arca, ahora como madera petrificada. Los resultados de las pruebas de datación por carbono siguen siendo contradictorios. El gobierno turco deniega el permiso para explorar la montaña, ya que la zona se encuentra en la confluencia de Armenia (donde se realizan ejercicios militares) e Irán.

La historia de Noé y su Arca sigue siendo popular en la cultura moderna: hay cientos de libros y juguetes infantiles (el barco y los animales), e incluso existe una réplica del Arca en un parque temático del norte de Kentucky. La última versión de Hollywood, Noé (2014), está protagonizada por Russell Crowe, con algunos detalles hollywoodenses añadidos. En esta versión, los Vigilantes son gente de roca (parecidos a los Transformers de ciencia ficción), que ayudan a Noé a construir el Arca como expiación por sus pecados.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Rebecca Denova
Rebecca I. Denova, Ph D. es catedrática emérita de Cristianismo Primitivo en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Pittsburgh. En julio de 2021 se publicó su libro de texto titulado «The Origins of Christianity and the New Testament» (Wiley-Blackwell).

Cita este trabajo

Estilo APA

Denova, R. (2021, agosto 30). Noé [Noah]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12739/noe/

Estilo Chicago

Denova, Rebecca. "Noé." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación agosto 30, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12739/noe/.

Estilo MLA

Denova, Rebecca. "Noé." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 30 ago 2021. Web. 21 dic 2024.

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