El chocolate fue uno de los más deseados alimentos en Mesoamérica y fue consumido por las civilizaciones olmeca, maya y mexica, entre otras. Su consumo incluso se extendió, por vías comerciales, a otras partes de América, incluyendo los chacos en Nuevo México. El primer uso conocido fue por los olmecas alrededor del año 1900 a.C. y, disfrutado como bebida, era bebido desde unos jarrones redondos especiales conocidos como tecomates. Los mayas usaban largos vasos precipitados para beber el chocolate, los cuales eran común que tuvieran texto en el borde indicando su uso. Los mexicas también tenían vasos largos, altamente decorados, reservado específicamente para bebidas de chocolate. Puede ser que tales vasos conspicuos hayan sido diseñados para impresionar a los curiosos que el bebedor tenía los recursos y estatus para disfrutar esa preciada bebida.
El chocolate es hecho a partir de los granos de las vainas de cacao del árbol Theobroma cacao (nativo de Sudamérica), el cual fue primeramente cultivado en extensos huertos cerca de las costas del Pacífico y el Golfo en Centroamérica, especialmente en la región de Xoconusco y en los valles de los ríos Sarstún, Polochic y Motagua (actualmente Guatemala y Belice), donde los árboles crecen en el clima cálido y húmedo. De hecho, habían cuatro variedades de granos de cacao o cacahuatl, como los mexicas los conocían, y la corrupción de esta palabra (o el término para la bebida de chocolate, xocolatl) sea probablemente el origen de la palabra chocolate.
Tan estimado era el chocolate que los granos eran comúnmente objetos de intercambio, frecuentemente demandados como tributo de tribus sujetas e incluso usado como moneda por los mexicas. De hecho, los granos de cacao eran tan valiosos que incluso se falsificaban para pasar como moneda o eran vaciados de su interiores y rellenados con substitutos como la arena. Como moneda, conocemos que en los mercados mexicas un grano de cacao podría comprar un solo tomate, 30 granos conseguían un conejo y, para el comprador más ambicioso, un pavo se podría obtener por 200 granos.
Tal cual era un lujo costoso, el chocolate era tomado principalmente por las clases superiores y consumido después de las comidas, típicamente acompañado de fumar tabaco. Pudo haber sido disfrutado mezclado con gachas de maíz por las clases más bajas en eventos importantes, como bodas, pero algunos eruditos mantienen que la bebida de chocolate pura era un estatus exclusivo de la nobleza. Curiosamente, podría ser incluso otorgado a las víctimas de sacrificio favorecidas como un premio final antes de dejar este mundo, por ejemplo, en el festival anual mexica de Panquetzaliztli realizado en honor a Huitzilopochtli.
Para preparar el chocolate, los granos de cacao son fermentados, curados y tostados. Luego, los granos son molidos en polvo y mezclados con agua caliente, ya que el chocolate era usualmente (pero no siempre) consumido como una caliente bebida espumosa, la espuma realizada por el batido vigoroso del líquido con un implemento de madera y vertiendo el líquido de una vasija a otra. De hecho, la espuma era considerada la mejor parte de la bebida. Amargo al gusto, podría ser sazonada agregando, por ejemplo, maíz, vainilla, flores, chiles, hierbas, miel o sabia de agave fermentado (octli). Aparte del sabor, otra ventaja del chocolate es que contiene cafeína y puede actuar como un estimulante.
Bernardino de Sahagún escribió un vívido testigo de cómo el chocolate era preparado por los mexicas y como diferenciar una bebida de buena calidad de una inferior:
La vendedora del chocolate fino es aquella que
muele, quien provee a la gente con la bebida,
con comida. Ella muele el cacao [granos]; ella
los aplasta, los rompe, los pulveriza. Ella los
escoge, los separa, los selecciona. Ella los
moja, los humedece, los empapa. Ella agrega agua
escasamente, conservativamente; lo aérea, lo filtra,
lo tensa, lo vierte una y otra vez, lo aérea; ella
lo hace formar una cabeza, lo hace espumar; ella
remueve la cabeza, lo hace formar una cabeza, lo
hace espumar... Ella vende [chocolate] bueno,
superior, potable: el privilegio, la bebida de
los nobles, de los gobernantes - finamente molido,
suave, espumoso, rojizo, amargo;[con] agua de
chile, con flores, con uei nacaztli, con teonacaztli,
con vainilla, con mecaxochitl, con miel de abeja
silvestre, con flores aromáticas en polvo. [El
chocolate inferior tiene] harina de maíz y agua;
agua con cal; [es] pálido; las burbujas [de la
espuma] estallan.(Townsend, 178)