El Imperio gupta se extendía por el norte, centro y sur de la India hacia la época comprendida entre el 320 y el 550 a.C. El período destaca por los logros alcanzados en las artes, la arquitectura, las ciencias, la religión y la filosofía. Chandragupta I, a la cabeza del territorio entre el 320 y el 335 a.C., inició una rápida expansión del Imperio gupta y pronto se estableció como su primer soberano. El surgimiento del reino marcó la terminación de 500 años de dominio de los poderes provinciales, el cese de la intranquilidad que se produjo a la caída de los Maurya, y más importante aún, el comienzo de un prolongado período de prosperidad y crecimiento generales de dos siglos y medio de duración, calificado como la “Edad de Oro” de la historia de la India. Sin embargo, las semillas del imperio habían sido sembradas al menos dos generaciones antes por Srigupta, quien alrededor del 240 a.C., como modesto monarca regional, dio inicio a los días de gloria de esta poderosa dinastía.
El período gupta: de los primeros días a su apogeo
Poco se conoce sobre los primeros tiempos de la dinastía gupta. Los diarios de viaje y los escritos de los monjes budistas que frecuentaban esa parte del mundo constituyen las fuentes más confiables de información acerca de la época. A tal respecto, los relatos de las jornadas de Fa Hien (Faxian, alrededor del 337-422 d.C.), Hiuen Tsang (Xuanzang, 602-664 d.C.) y Yijing (I Tsing, 635-713 d.C.) resultan de un valor inestimable. Durante la monarquía de Srigupta, que transcurrió de alrededor de 240 al 280 d.C., el Imperio gupta solo comprendía a Magadha y es probable que una parte de Bengala. Al igual que los Maurya y otros reyes de Magadha que le precedieron, Srigupta gobernaba desde Pataliputra, cercana a la actual Patna, y lo sucedió en el trono su hijo Ghatotkacha (en torno a 280 - 319 d.C.).
las cabezas GOBERNANTES DE varias partes de la india no pudieron enfrentar la superioridad de las fuerzas armadas de chandragupta i y tuvieron que rendirse ante él.
Chandragupta I
Los reyes gupta aprendieron de los kushanos las ventajas de disponer de una caballería, y Chandragupta I, hijo de Ghatotkacha, hizo uso efectivo de su robusto ejército. A causa de su casamiento con Kumaradevi, princesa de los licchavi, Chandragupta I pasó a controlar las riquezas de las minas de mineral de hierro adyacentes a su reino. Para entonces la metalurgia ya había alcanzado un elevado desarrollo y el hierro forjado no solo se empleaba con el propósito de satisfacer las demandas internas, sino que además se había convertido en una valiosa mercancía. Los líderes territoriales que dominaban varias partes de la India no pudieron hacer frente a las superiores fuerzas armadas de Chandragupta I, y tuvieron que rendirse ante él. Se especula que al término de su reino las fronteras del Imperio gupta se extendían hasta Allahabad.
Samudragupta
Samudragupta (alrededor de 335-375 d.C.), hijo de Chandragupta I y sucesor del trono, fue un genio militar que continuó con la expansión del reino. Tras conquistar el resto de la India septentrional, Samudragupta enfocó su interés en los territorios del sur, de los cuales al término de su campaña por esas regiones añadió una porción a su imperio. Por lo general se acepta que durante la época en que reinó, el Imperio gupta se extendía desde los Himalayas, por el norte, hasta la desembocadura de los ríos Krishna y Godaravi, por el sur; y desde Balkh, Afganistán, por su límite occidental, hasta el río Brahmaputra, por el este.
Samudragupta prestaba gran atención al rajdharma, los deberes del rey, y tuvo especial cuidado en apegarse a las recomendaciones del Arthashastra, de Kautilya (350-275 a.C.), un tratado político, económico y social que establece claras instrucciones acerca de la manera en que una monarquía debe gobernar. Donó grandes sumas de dinero a proyectos filantrópicos entre los que se incluían el fomento de la educación. Además del coraje y capacidad que desplegó como rey, era un consumado poeta y músico. Su talento multifacético queda demostrado por la gran cantidad de monedas de oro que puso en circulación. Un memorial conocido con el nombre de Pilar de Allahabad, cuya construcción es probable que se haya debido a los reyes gupta que le sucedieron, constituye un elocuente reconocimiento a sus cualidades humanas. Samudragupta también promovía la buena voluntad entre las distintas comunidades religiosas. Ejemplo de ello es el permiso y apoyo que concedió al rey de Sri Lanka, Meghavarna, para que construyera un monasterio en Bodh Gaya.
Chandragupta II
Tras el reinado de Samudragupta parece haberse producido una breve lucha por el poder. Su hijo mayor, Ramagupta, pasó a ser el siguiente monarca gupta, hecho que recoge Banbhatta, autor de obras en sánscrito del siglo VII d.C., en su biografía Hasrhacharita. Los acontecimientos que se produjeron con posterioridad se describen en la obra dramática titulada Devi Chandra Guptam, escrita en sánscrito por el poeta y dramaturgo Visakh Dutta. La historia relata que no transcurrió mucho tiempo hasta que un rey escita de Mathura subyugara a Ramagupta. Pero el monarca de los escitas, además de su interés por el reino, deseaba a la reina Dhurvadevi, de reconocida sabiduría. Para mantener la paz, Ramagupta le cedió la reina Dhuravdevi a su oponente, lo cual trajo por consecuencia que el hermano menor de Ramagupta, Chandragupta II, acompañado de unos pocos de sus colaboradores más cercanos, acudiera disfrazado a encontrarse con el enemigo, rescatara Dhruvadevi, y asesinara al rey escita. Dhruvadevi condenó en público a su esposo por el comportamiento que había exhibido. Más adelante Chandragupta II eliminaría a Ramagupta y contraería matrimonio con Dhruvadevi.
Al igual que Samudragupta, Chandragupta II (alrededor de 380-414 d.C.) resultó ser un líder benévolo y capaz, a la par que un entendido administrador. Con la derrota del sátrapa de Saurashtra expandió su reino hasta la costa del Mar de Arabia. Sus audaces empeños le ganaron el título de Vikramaditya. Chandragupta II fundó una segunda capital en Ujjain con el propósito de gobernar el vasto imperio de forma más eficiente. También se dedicó a fortalecer la armada, lo cual tuvo por consecuencia que los puertos de mar de Tamralipta y Sopara se convirtieran en importantes centros de comercio marítimo. En adición, fue un gran patrocinador de las artes y la cultura, por lo que algunos de los estudiosos de mayor renombre de la época, entre ellos los navaratna, las nueve gemas, privilegiaron su corte. Numerosas instituciones de caridad, orfelinatos y hospitales recibieron el beneficio de su generosidad. Se establecieron casas de descanso para los viajeros a lo largo de los caminos. Durante esta época el Imperio gupta alcanzó su máximo esplendor, marcado por un progreso sin precedentes en todas las actividades de la vida.
Política y administración
El gobierno del extenso imperio se ejercía con gran tacto y previsión, y era bien conocida la eficiencia de su aparato militar. A causa de su tamaño el reino se dividió en provincias más pequeñas denominadas pradesha, a cargo de las cuales se designaban jefes administrativos. Los monarcas mantenían disciplina y transparencia en la ejecución de los procesos burocráticos. Las leyes penales eran moderadas, se desconocía la pena capital, y no se empleaba la tortura en los procesos jurídicos. Fa Hien calificó de pintorescas a las ciudades de Mathura y de Pataliputra, última que describió como una población cuajada de flores. Las gentes disfrutaban de libertad de movimiento. Reinaban la ley y el orden, y según Fa Hien, eran poco comunes los incidentes de robo y hurto.
Samadragupta adquirió muchos más territorios del sur de la India que los que le interesaba incorporar a su imperio, razón por la cual en varias ocasiones devolvió a los monarcas originales sus reinos sin exigirles más que el pago de tributos, proceder que demuestra la importancia que los reyes gupta atribuían a la prudencia. El monarca consideraba que la gran distancia que separaba a la capital de esas partes del país obstaculizaría el proceso de gobernarlos de forma satisfactoria.
Las gentes vivían con sencillez; los precios de las mercancías eran asequibles y la prosperidad imperante garantizaba que sus necesidades se satisficieran con facilidad. Se prefería el vegetarianismo y se evitaban las bebidas alcohólicas. La salud de la economía queda ilustrada por las grandes cantidades de monedas de oro y de plata acuñadas. Florecieron el comercio y los negocios en el interior del país y con el extranjero. Seda, algodón, especias, medicinas, valiosas gemas, perlas, metales preciosos y acero se exportaban por vía marítima. El elevado desarrollo alcanzado en la fundición de acero condujo a todos a creer que al hierro indio no le afectaba la corrosión, de lo cual presta testimonio el Pilar de Hierro que se yergue a una altura de 7 metros (23 pies) en el complejo de Qutub, Delhi, construido alrededor del 402 d.C. Las relaciones comerciales con el Oriente Medio mejoraron. El marfil, los caparazones de tortugas, y otros artículos procedentes de África, así como la seda y algunas plantas medicinales de China y el Lejano Oriente aparecían en lo alto de la lista de importaciones. En la lista de los principales artículos que se comerciaban con el interior se encontraban alimentos, especias, sal, piedras preciosas y lingotes de oro.
Religión
Los reyes gupta comprendían que el bienestar del imperio estaba vinculado al mantenimiento de relaciones cordiales entre las diversas comunidades. Eran devotos vaishnavas: rendían culto al supremo creador en la forma de Vishnú; sin embargo, esto no les impedía tolerar a los adeptos del budismo y el jainismo. Los monasterios budistas recibían generosas donaciones. Yijing comentaba que los soberanos gupta erigían casas de reposo y paradores para los monjes budistas y otros peregrinos. Bajo su patrocinio, Nalanda prosperó como preeminente sitio de educación e intercambio cultural. El jainismo se expandió por el norte de Bengala, Gorakhpur, Udayagiri y Gujarat. Por todo el imperio se levantaban instituciones jainistas y era común encontrar concilios jainistas.
El sánscrito recuperó el estatus de lengua franca y se elevó a niveles más altos que los que había logrado antes. El poeta y dramaturgo Kalidasa escribió obras épicas entre las que se cuentan Abhijnanasakuntalam, Malavikagnimitram, Raghuvansha y Kumarsambhaba. Harishena, un reconocido poeta, panegirista y flautista, compuso Allahabad Prasasti. Sudraka escribió Mricchakatika, Vishakhadatta creó la obra Mudrarakshasa y a través de la pluma de Vishnusharma fluyó el Panchatantra. Vararuchi, Baudhayana, Ishwar Krishna y Bhartrihari hicieron contribuciones a la lingüística, la filosofía y las ciencias, tanto en sánscrito como en prácrito.
De la mente de Varahamihira brotaron el Brihatsamhita, así como aportaciones a los campos de la astronomía y la astrología. Aryabhata, el genio matemático y astrónomo, escribió el compendio titulado Surya Siddhanta, que trataba cuestiones de geometría, trigonometría y cosmología. Shanku se dedicó a crear textos sobre geografía. Los descubrimientos de Dhanvantri se incorporaron al sistema médico indio ayurveda, que lo refinaron e hicieron más eficiente. Los médicos sobresalían por sus elevados conocimientos en la práctica de la cirugía y la inoculación contra enfermedades contagiosas. En la actualidad se celebra el aniversario del nacimiento de Dhanvantri en Dhanteras, dos días antes de Diwali. El desarrollo intelectual no quedó confinado a las cortes ni a los miembros de la nobleza. Se estimulaba a las gentes a que estudiaran las particularidades de la literatura sánscrita, la oratoria, el debate intelectual, la música y la pintura. Se fundaron diversas instituciones educativas, mientras las que existentes recibían un apoyo continuo.
Arte, arquitectura y cultura
Debe recordarse aquí lo que el filósofo e historiador Ananda Coomaraswamy expresó en Las artes y artesanías de la India y Ceilán, acerca de estas manifestaciones:
Los indios consideran que las concepciones religiosas, estéticas y científicas no se encuentran en obligatorio conflicto, y en todas sus elaboradas obras, sean del ámbito de la música, la literatura, o la plástica, definidos en la actualidad de manera tan rígida, están unidas de forma inseparable.
Los ejemplos más refinados de pintura, escultura y arquitectura del período pueden observarse en Ajanta, Ellora, Sarnath, Mathura Anuradhapura y Sigiriya. Los principios básicos de Shilpa Shasrta, un tratado de arte, se respetaban en todas partes, incluso en el planeamiento de ciudades. Las escaleras doradas enchapadas en piedra, los pilares de hierro, de los cuales el de Dhar posee el doble de tamaño que el Pilar de Hierro de Delhi, los intrincados diseños de las monedas de oro, las esculturas metálicas, y la joyería, constituyen profusa ilustración de las habilidades de los artesanos del metal. Además, proliferaban los marfiles tallados, las piezas de madera, los trabajos de laqueado, los brocados y las telas bordadas. La interpretación de la música oral y la danza, así como la ejecución de siete tipos distintos de instrumentos musicales entre los cuales se encontraba el nombrado veena, un instrumento indio de cuerdas, la flauta y el mridangam, o tambor, constituía la norma en vez de la excepción; la presentación de estas manifestaciones artísticas era habitual en los templos, como símbolo de devoción. En clásico estilo indio, se alentaba a los artistas y literatos a meditar en la imaginería que surgía en sus mentes y a capturar su esencia en sus creaciones. Como sugiere el Agni Purana: «O, tú Señor de todos los dioses, muéstrame en sueños cómo realizar toda la obra que llevo en mi mente».
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Decadencia del imperio
Kumaragupta I (alrededor del 415-455 d.C.) gobernó el vasto imperio con habilidad y destreza tras la muerte de su padre, Chandragupta II. Logró mantener la paz e incluso enfrentar fuertes desafíos provenientes de una tribu conocida con el nombre de pushyamitra. Recibió la ayuda de su capaz hijo Skandagupta (455-467 d.C.), último de los soberanos de la dinastía gupta. Además, logró rechazar la invasión de los hunos heftalitas. Skandagupta fue un sabio gobernante y gran estudioso. Realizó diversas obras de construcción para bienestar de los ciudadanos, entre las cuales se incluye la rehabilitación de la represa del lago Sudarshan, en Gujarat. Mas estos fueron los últimos de los gloriosos días del imperio.
La dinastía quedó envuelta en conflictos domésticos después del fallecimiento de Skandagupta. Los gobernantes carecían de las capacidades de los anteriores emperadores para dirigir un reino de tan grande extensión, y su ineptitud trajo consigo el deterioro de la ley y el orden. Se hallaban bajo el constante ataque de los hunos y de otras potencias foráneas, situación que melló el bienestar económico del imperio. En adición a lo anterior, los monarcas se ocupaban más en indulgencias que en prepararse para enfrentar los desafíos planteados por sus enemigos, ejemplo que siguieron sus incompetentes ministros y jefes administrativos. Resulta notorio que el rey gupta Baladitya, después de derrotar y capturar a Mihirakula, uno de los más importantes emperadores heftalitas de la época, decidiera liberarlo por recomendación de sus ministros. Más adelante los hunos regresaron y acosaron al imperio y por último, alrededor del 550 d.C., este ilustre reino tocó a su fin. Las siguientes estrofas del Mricchakatika (el pequeño carro de barro), escrito por el rey Sudraka, resumen con acierto el auge y pérdida de fortuna experimentado por la dinastía gupta.
El destino juega con nosotros, cual si fuéramos baldes de pozo, uno se llena, el otro es cuenco vacío, uno se eleva, el otro cae; y muestra que la vida es cambio: esta vez cielo, ahora infierno.
Interesado en el estudio de las migraciones, costumbres, las artes y religiones de distintas culturas; descubrimientos geográficos y científicos. Vive en La Habana. En la actualidad traduce y edita libros y artículos para la web.
Dola es escritora, artista y aficionada al arte y la historia, Ella usa sus destrezas para crear narraciones atractivas dedicadas al arte, arquitectura, cultura e historia para la revista en línea Lucky Compiler y su blog, del cual ella es co-propietaria.
RC, D. (2015, octubre 30). Imperio gupta [Gupta Empire].
(W. R. Arroyo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13763/imperio-gupta/
Estilo Chicago
RC, Dola. "Imperio gupta."
Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 30, 2015.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13763/imperio-gupta/.
Estilo MLA
RC, Dola. "Imperio gupta."
Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 30 oct 2015. Web. 20 nov 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Dola RC, publicado el 30 octubre 2015. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.