Pandora es una figura de la mitología griega que no fue solamente la primera mujer, sino, como un instrumento de la ira de Zeus, se la responsabiliza por liberar los males de la humanidad por el mundo. Otra Pandora habría sido también una diosa de la tierra en el antiguo panteón griego.
Pandora – un Instrumento de Castigo
El nombre Pandora significa “dones” e “todos”. De acuerdo a (y talvez inclusive inventado por) Hesíodo en su Teogonía y en Los Trabajos y los Días, Zeus ordenó que Hefesto hiciera a Pandora, la primera mujer, de la tierra y del agua. La intención de Zeus fue utilizar la bella y adorable Pandora como un medio para castigar a Prometeo que había robado el fuego de los dioses y dado a la humanidad, que, a su vez, sería castigada. Zeus promete:
Hijo de Jápeto [Prometeo], sobre todos hábil en tus tramas, te alegras por haberme robado el fuego y engañado mi mente – una gran pena para ti mismo y para los hombres que vendrán. A ellos daré a cambio un mal con el que todos se complacerán, abrazando su propio mal. (Los Trabajos y los Días, 54-59)
Los divinos dones de Pandora
Antes de su partida, Pandora recibió una serie de dones de cada uno de los dioses olímpicos. Atenea le enseñó toda la bella artesanía y la vistió con mantos plateados, Afrodita le dio su gracia y los medios para provocar ardientes deseos, Hermes le dio “canina mentalidad y deshonesto carácter” y en su pecho “puso mentiras y fraudulentas palabras” (Los Trabajos y los Días, 67-68, 77-78). Como si eso no bastase, ella fue adornada con fina joyería por las Gracias, con magnífica corona dorada moldurada por Hefesto y con flores primaverales por las Horas. Finalmente, a Pandora se le dio un gran jarro para llevar para la tierra con la advertencia de que no lo abriese bajo ninguna circunstancia.
La Caja de Pandora: Los males del mundo
Pandora, llevada por Hermes, fue enviada a Epimeteo, el hermano de Prometeo. Olvidándose torpemente de la advertencia de su hermano de nunca aceptar un regalo de los dioses, Epimeteo acogió a la bella Pandora en su casa, los dos se casaron y tuvieron una hija, Pirra. Un día, y cumpliendo su destino, la curiosidad fue más fuerte que Pandora y ella levantó la tapa de la caja con lo que liberó todos los males en el mundo. Entre las desgracias se incluían enfermedades, vicios, laboriosa fatiga y la necesidad de trabajar para sustentarse.
Pandora, dándose cuenta de su error, rápidamente repuso la tapa, pero era demasiado tarde y solamente una cosa permaneció adentro, atrapada en el borde interior del jarro: la Esperanza (de manera que la humanidad pudiese de algún modo soportar su súbito y eterno infortunio).
“Esperanza” es la traducción más frecuente del griego, pero efectivamente puede ser mejor traducida por “anticipación”, que incluye una expectativa tanto de eventos buenos como de malos.
Pandora en el Arte
Un friso en bajorrelieve, en la base de la gigantesca estatua de Athena Parthenos, de Fidias, que se encontraba en el interior del Parthenon, mostraba el nacimiento de Pandora. De acuerdo a Plinio, la escena incluía 20 dioses que la miraban. Pandora aparece también en algunos vasos áticos en escenas probablemente inspiradas por la sátira Pandora, de Sófocles, hoy perdida.
En un vaso de figuras rojizas y fondo negro del siglo V AEC, ahora en el museo Ashmolean de Oxford, Pandora surge de la tierra simbolizando su origen del barro. La escena muestra a Epimeteo, o sátiros, cargando mazos, pero el significado de eso, infelizmente, se perdió y eso muestra más una vez la riqueza de la mitología griega que ultrapasa las fuentes literarias que han sobrevivido.