La dinastía Tang (618-907 d.C.) fue una de las más importantes de la historia imperial china: fue una época dorada en lo que refiere reformas y avances culturales, y sentó las bases de varias políticas que aún hoy se observan en China. El segundo emperador de la dinastía, Taizong (que reinó del 626 al 649), fue un gobernante ejemplar que reformó el gobierno, la estructura social, el ejército, la educación y las prácticas religiosas.
Bajo el sucesor de Taizong, Gaozong (que reinó del 649 al 683), el país experimentó nuevas reformas cuando la esposa de Gaozong, Wu Zetian (que reinó del 624 al 705), asumió el control del gobierno. Wu Zetian es la única mujer gobernante de China y, aunque todavía hoy se la considera una figura muy controvertida, sus reformas sentaron las bases del éxito posterior del gran emperador Xuanzong (que reinó del 712 al 756). Bajo el reinado de Xuanzong, China se convirtió en el país más próspero del mundo.
Muchos de los inventos y avances más impresionantes de la historia china (la pólvora, el aire acondicionado, la estufa de gas, la imprenta, y avances en medicina, ciencia, tecnología, arquitectura y literatura) proceden de la dinastía Tang. Los emperadores Taizong, Wu Zetian y Xuanzong fueron los que hicieron grande esta época, y aunque la dinastía se mantuvo en el poder, la edad de oro terminó con la decadencia de Xuanzong, lo que sumió al país en el caos. A los Tang les sucedió la dinastía Sung (960-1234 d.C.), que devolvió el orden a China.
Ascenso al poder de la dinastía Tang
Tras la caída de la dinastía Han (202 a.C.- 220 d.C.), el país atravesó un periodo de cambios de gobierno en el que se sucedieron las dinastías Wei, Jin y Wu Hu. La dinastía Wu Hu fue sustituida por la dinastía Sui (589-618 d.C.), que empezó bien e hizo muchos avances pero, como tantas otras dinastías en la historia de China, acabó mal con un tirano en el trono que se preocupaba de sí mismo y sus lujos que del bien del pueblo.
La dinastía Sui fue responsable de la optimización de la burocracia y de un creciente interés por las artes. De esta época data una de las versiones más conocidas de la leyenda de Mulán, la muchacha que ocupó el lugar de su padre en el ejército y se convirtió en una heroína de guerra. Sin embargo, cuanto más cómodos y poderosos se sentían los Sui en su reinado, más poder y lujo deseaban.
Los dos últimos reyes, Wen y Yang, dedicaron todos sus esfuerzos a la expansión militar en la península coreana y a la construcción de enormes monumentos en honor a sus nombres. Yang heredó de su padre un gobierno en bancarrota, pero continuó con sus políticas y endeudó cada vez más al país. Finalmente fue asesinado por su canciller, Yuwen Huaji, y un popular general del ejército, Li-Yuan, duque de Tang, se rebeló y tomó el control. Li-Yuan se convirtió entonces en el emperador Gaozu (que reinó del 618 al 626) y fundó la dinastía Tang.
Gaozu y Taizong
Gaozu fue un monarca eficaz que reformó las políticas que habían dado lugar a abusos bajo la dinastía Sui. Fue él quien implantó las prácticas burocráticas que aún hoy se utilizan en China. Aunque gobernó bien, su hijo, Li-Shimin, vio margen de mejora: Li-Shimin había luchado junto a su padre para establecer la dinastía Tang y creía que debía desempeñar un papel más importante en la formulación de políticas. Fue recompensado con el cargo de duque de Qin (y pasó a ser conocido como Qin Wang), pero sentía que merecía más.
No obstante, Gaozu mantuvo su poder y creó el Código Legal Tang en el año 624, que sería utilizado por futuras dinastías e incluso copiado por otras naciones como Japón, Corea y Vietnam. También reformó la aristocracia para evitar la imposición excesiva de impuestos a los campesinos y redistribuyó las parcelas de tierra.
Por aquel entonces, nombró heredero a su hijo Li-Jiancheng, y este decreto fue más de lo que Li-Shimin pudo tolerar, ya que había esperado ser nombrado por sus esfuerzos en sofocar las rebeliones Sui. Como respuesta, Li-Shimin dio un golpe de estado y asesinó a sus hermanos, incluido Li-Jiancheng, y luego obligó a Gaozu a abdicar y darle el poder a él. Una vez emperador, adoptó el nombre de Taizong, mandó ejecutar a sus oponentes y utilizó el concepto del culto a los antepasados en su beneficio y declaró que todos los que habían sido asesinados eran ahora sus consejeros celestiales.
Taizong había demostrado ser un general tan eficaz bajo la administración de su padre que nadie le desafió una vez que tomó el control. La fe en él no fue en vano, y demostró ser un emperador aún más eficaz que su padre. A Taizong se le suele citar por sus numerosas reformas y su política de tolerancia religiosa, que permitió que diversas religiones, como el cristianismo y el budismo, se establecieran en China junto a las prácticas autóctonas del confucianismo y el taoísmo. Todo lo que su padre había logrado, Taizong lo mejoró y llegó a ser considerado cofundador de la dinastía Tang y un modelo de gobierno justo y eficiente.
Wu Zetian
Hacia el año 638, Taizong eligió como concubina a una hermosa joven de 14 años llamada Wu Zhao. Era tan encantadora que atrajo la atención de su hijo. Wu comenzó un romance con el hijo de Taizong, el príncipe Li Zhi, mientras seguía siendo una de las concubinas de Taizong. Cuando Taizong murió en el 649, Wu se sometió a la costumbre establecida y se afeitó la cabeza con el resto de concubinas de Taizong. Fue enviada a un templo para vivir el resto de su vida como monja, pero Li Zhi, que ahora era el emperador Gaozong, la hizo volver a la corte porque estaba enamorado de ella.
Wu se convirtió en la primera concubina de Gaozong, y su amor por ella disgustó a su esposa, la emperatriz Wang, y a la anterior primera concubina, Xiao. Para deshacerse de ellas y aumentar su poder, se dice que Wu asesinó a su propia hija bebé e inculpó a Wang por el crimen. Rápidamente se convirtió en el poder detrás del trono y, a la muerte de Gaozong en el 683, se autoproclamó emperatriz Wu Zetian («Gobernante del Cielo» emperatriz de 683 a 704) y cambió el nombre de la dinastía a Zhou para mostrar que había comenzado una nueva era.
Wu Zetian fue una de las goberantes más grandes de la antigua China, y mejoró la educación, los impuestos, la agricultura, además de reformar el gobierno y los excesos de la aristocracia china. Ha sido criticada por historiadores posteriores como una tirana que creó una policía secreta e inició una política de pago a espías para que le alertaran de posibles rebeliones en el país. En los últimos años, sin embargo, los historiadores han tendido a reevaluar estas afirmaciones y ahora se considera que las políticas de la emperatriz Wu ayudaron a estabilizar el país. Siguiendo el modelo de otros gobernantes de China, hacia el final de su reinado se interesó más por su propia comodidad y placer y se vio obligada a abdicar en favor de su hijo Zhongzong. Murió en el año 705.
Emperador Xuanzong
El emperador Zhongzong fue envenenado por su esposa, la emperatriz Wei, para que gobernara su hijo, pero Wei y su hijo fueron asesinados por la hija de Wu, la princesa Taiping, que puso en el trono a su hermano Ruizong. Ruizong abdicó tras ver un cometa, lo que interpretó como una señal de que no era apto para gobernar (interpretación sugerida por Taiping) y su hijo Xuanzong (que reinó del 712 al 756) se convirtió en emperador. Taiping esperaba que Xuanzong la elevara al poder y, cuando vio que no iba a ser así, se ahorcó.
Bajo el reinado de Xuanzong, la dinastía Tang inició su edad de oro: bajo Taizong y Wu Zetian, el budismo se había encumbrado como la religión más popular del país, pero Xuanzong consideraba que las enseñanzas budistas carecían de espiritualidad, por lo que promovió el taoísmo e incluso decretó que «en cada hogar se guardara una copia de la enseñanza del Tao» (Wintle, 148). El budismo había dado lugar a muchas escuelas de pensamiento diferentes, pero Xuanzong consideraba que el taoísmo era una creencia unificadora que promovería una mayor armonía. Según el académico Justin Wintle, sus reformas religiosas y políticas dieron como resultado la tranquilidad interna, lo que fomentó la productividad y el comercio exterior.
Xuanzong abolió la pena de muerte, mejoró la economía mediante la seguridad en la Ruta de la Seda, el comercio marítimo y las reformas financieras, construyó templos y complejos administrativos, construyó carreteras e incrementó la industria. También reorganizó el ejército para que los campesinos dejaran de ser reclutados contra su voluntad y creó un ejército profesional de veteranos, más eficaz a la hora de vigilar las fronteras y reclamar tierras a las tribus nómadas.
Avances culturales
Xuanzong era un hombre culto, un poeta, que patrocinaba las artes y fomentaba la expresión creativa. Durante la dinastía Tang se produjeron más de 50.000 poemas, obras de teatro, cuentos y otras obras literarias, principalmente bajo el reinado de Xuanzong, además de completarse una enciclopedia. Se mejoró la impresión xilográfica, que comenzó a gran escala bajo el reinado de Taizong, y hubo más libros disponibles, lo que condujo a una mayor alfabetización y a mejores empleos para las clases bajas, ya que ahora podían presentarse a los exámenes de la función pública para obtener puestos en el gobierno.
Se construyeron bibliotecas públicas para recopilar todos los libros impresos y se pudieron imprimir calendarios para su distribución. Los avances en medicina, como el reconocimiento de los síntomas de una enfermedad y la forma de tratarla, ya estaban disponibles fuera de la profesión médica a través de libros que también sugerían hábitos preventivos y promovían la dieta como factor que contribuía a la salud de una persona.
Los avances tecnológicos condujeron a la creación de relojes, y el primer mecanismo de relojería del mundo fue inventado por el ingeniero Yi Xing en el año 725. Los conocimientos mecánicos también dieron lugar a la creación de autómatas, figuras motorizadas que se movían por sí solas. Aunque ya existían marionetas motorizadas en China desde la dinastía Qin (221-206 a.C.), los autómatas de la dinastía Tang eran más complejos y se basaban en los diseños de Herón de Alejandría (aprox. 10-70 d.C.), famoso por sus inventos en Egipto. Un ejemplo de los autómatas Tang era un monje motorizado que recogía donativos, y otro era un escanciador de vino automático con forma de montaña que utilizaba una bomba hidráulica.
La dinastía Tang también inventó la pólvora, la impermeabilización, la ignifugación, las estufas de gas y el aire acondicionado. Desarrollaron máquinas agrícolas para acelerar los procesos de siembra, riego y cosecha de los cultivos. Debido a esto, los pobres, que solían vestir principalmente pieles de animales, podían ahora permitirse el lino que vestía la clase media, aunque el material que podían comprar los pobres era más áspero. La calidad de vida del pueblo chino mejoró radicalmente y el aumento del comercio trajo nuevas ideas, inventos y productos en mayor número que nunca. La dinastía Tang estaba en su apogeo cuando Xuanzong inició su declive personal, que condujo a la caída de toda la dinastía y sumió al país en el caos.
La rebelión de An Lushan
El reinado de Xuanzong tuvo tanto éxito porque comprendió que un gobierno equilibrado fomentaba la equidad y la justicia, lo que mejoraba la vida de todos. Una de las reformas gubernamentales más importantes de Wu Zetian, que Xuanzong mantuvo, consistía en colocar a las personas en cargos altos en función de sus méritos y no de sus conexiones familiares: se contrataba a los profesores en función de su conocimiento y no porque fueran primos de otro funcionario, se ascendía a los administradores agrícolas por la misma razón, y así con otros nombramientos.
Esta política empezó a cambiar cuando Xuanzong se cansó de la vida pública hacia el año 734 y empezó a depender más de los consejos de su consorte, Wu Hui-fei, quien le sugirió que elevara a un amigo íntimo de su familia, Li-Linfu, a un puesto más prominente para que asumiera parte de la carga del gobierno. Li-Linfu fue nombrado canciller y esta decisión de Xuanzong destruiría la dinastía Tang más que cualquier otra. Li-Linfu era un hombre corrupto y hambriento de poder que solo se preocupaba de su propio beneficio. Mientras jugaba el papel de devoto servidor del emperador, maquinaba para hacerse con el poder y deponer a Xuanzong.
El emperador no sospechaba nada y confiaba plenamente en Li-Linfu. En el año 737 murió la consorte Wu. Xuanzong se retiró aún más a sus propios placeres y dejó los asuntos de gobierno a Li-Linfu. El emperador hizo traer a más de cuatro mil de las mujeres más bellas del país al palacio para su propio placer y las mantuvo allí prisioneras para entretenerlo. Sin embargo, todas estas mujeres no fueron nada una vez que vio a la que sería su verdadero amor y la que ayudaría a acelerar el declive de la dinastía Tang tanto como cualquier plan que Li-Linfu pudiera haber ideado.
En 741 Xuanzong se enamoró de una mujer llamada Yang Guifei que estaba casada con uno de sus hijos. Yang abandonó a su marido y se trasladó al palacio imperial con Xuanzong, quien descuidó aún más sus deberes como emperador por esta aventura amorosa y accedía a todo lo que Yang le pedía. Empezó con pequeñas peticiones (que él le concedió) que se fueron convirtiendo en exigencias mayores hasta que consiguió que ascendiera a miembros de su familia a puestos importantes a pesar de que estas personas no estaban capacitadas para tales roles.
Todas las reformas importantes y los progresos que había realizado Xuanzong empezaron a deshacerse a medida que los miembros de la familia de Yang abusaban de sus cargos y descuidaban sus obligaciones. Durante todo este tiempo, Li-Linfu elaboraba sus propias políticas y ascendía a los miembros de la familia Yang a cualquier puesto por el que pudieran pagarle.
La política de utilizar extranjeros en el ejército (que había surgido de las reformas militares de Xuanzong) llevó al ascenso de algunos de estos hombres a puestos de mando muy altos y Li-Linfu se aprovechó de ello para colocar en el mando a sus propios hombres elegidos a dedo. Aunque algunos de estos hombres eran hábiles comandantes, muchos de ellos no lo eran y debían sus puestos a Li-Linfu. Cuando murió en el año 753, ya había condenado a la dinastía a la que pretendía servir. Los comandantes no cualificados del ejército y los burócratas incompetentes del gobierno solo pensaban en su propio poder y lujo, y el pueblo sufría por ello.
Un general mitad sogdiano y mitad turco llamado An Lushan vio en los abusos de la familia Yang una señal de que Xuanzong ya no era apto para gobernar. An Lushan era quien comandaba las mejores tropas del ejército chino y sintió que tenía el deber de actuar y liderar a estos hombres para restaurar un gobierno adecuado; así que organizó una rebelión contra la casa gobernante en el 755, dirigiendo su ejército de más de 180.000 hombres contra la capital. Derrocó a Xuanzong y se declaró emperador. Fue desafiado por las fuerzas Tang y su rebelión fue aplastada, pero había iniciado algo que no podía detenerse: entre 755 y 763, el país se vio desgarrado por guerras en las que murieron cerca de 36 millones de personas.
Xuanzong huyó de la capital en el 755 con la concubina Yang y la familia de ella. Los hombres de la escolta militar, que les acompañaban, culparon a Yang de los problemas y asesinaron a su familia en el camino. Xuanzong se dio cuenta de que se había dejado seducir y alejado de sus obligaciones y permitió que estrangularan a Yang. La historia de amor entre Xuanzong y Yang fue romantizada por el poeta Bai-Juji en el año 806 en su famosa obra La canción del dolor eterno (un poema que sigue siendo popular hoy en día). Tras la muerte de Yang, Xuanzong abdicó en favor de su hijo Li Heng, que se convirtió en el emperador Suzong (que reinó del 756 al 762). Suzong luchó contra las fuerzas rebeldes, pero no pudo derrotarlas por completo.
Tanto él como su padre se sintieron cada vez más deprimidos y frustrados a medida que fracasaban las estrategias de Suzong. Xuanzong murió de una enfermedad en el año 762, y Suzong murió de la misma enfermedad menos de dos semanas después. Le sucedió su hijo Li Yu, que se convirtió en el emperador Daizong (que reinó del 762 al 779). Daizong aplastó la rebelión de An Lushan en el 763, pero el país estaba en ruinas y el respeto tradicional hacia el emperador y la casa real se vio comprometido: caudillos militares independientes gobernaban ahora diferentes partes de China y Daizong no podía tener la autoridad que tuvo Xuanzong al principio de su reinado.
La fase final de la dinastía Tang
En el año 780, Daizong fue sucedido por su hijo Dezong (que reinó del 780 al 805), que no pudo hacer nada para controlar el creciente poder de los caudillos regionales. Puso a eunucos de palacio al mando de su ejército, con la esperanza de que tuvieran más éxito, pero lo único que acabaron haciendo fue socavar la autoridad del emperador al hacer valer su propio poder militar. Dezong fue sucedido por su enfermizo hijo Shunzong en el 805, quien abdicó rápidamente en favor de su propio hijo Xianzong (que reinó del 806 al 820).
El emperador Xianzong es uno de los pocos buenos emperadores de la época final de la dinastía Tang: eliminó el control eunuco de su ejército y tomó el control personal de sus tropas; dirigió sus fuerzas contra los caudillos militares y los sometió, estabilizando el país; y restableció el sistema de méritos en los nombramientos imperiales que Wu Zetian había iniciado y que había sido un aspecto tan importante del exitoso reinado de Xuanzong. China empezó a recuperar lentamente parte de la prosperidad que había conocido bajo el gobierno inicial de Xuanzong a medida que éste restablecía el respeto por la autoridad del trono.
En el 813 comenzaron a estallar revueltas, probablemente instigadas por antiguos caudillos o sus parientes, y Xianzong volvió a dirigir personalmente a su ejército a la batalla, pero fue derrotado. Se reagrupó y obtuvo una victoria sobre el insurgente Li Shidao en el 817, lo que restableció el orden en el país. Poco después, el académico confuciano Han Yu declaró que estas revueltas y el declive de la dinastía se debían al budismo, que socavaba los valores tradicionales chinos al desviar la atención de las tradiciones importantes. La crítica de Han Yu se hizo ampliamente conocida y generó una reacción contra los budistas y las prácticas budistas.
Xianzong no hizo nada contra las persecuciones de los budistas porque para el año 819 se había obsesionado con su propia mortalidad y tomaba grandes cantidades de elixires que prometían una vida prolongada e incluso la inmortalidad. Estas pociones le volvieron irritable y errático, y fue asesinado por uno de sus eunucos en el 820. A Xianzong le sucedió su hijo Muzong (que reinó del 821 al 824), quien se dedicó a jugar al polo y a beber hasta que murió en un accidente durante un partido de polo.
Le sucedió su hijo Jinzong (que reinó del 824 al 826), que no hizo más que perder el tiempo bebiendo con sus concubinas hasta que fue asesinado por sus eunucos y sustituido por su hermano Wenzong (que reinó del 826 al 840). Wenzong se tomaba en serio sus responsabilidades, pero era indeciso y se dejaba influir fácilmente por los consejos de diferentes consejeros. Se le considera un buen emperador por sus esfuerzos por estabilizar el país y continuar la política de Xianzong.
A su muerte, en el año 840, le sucedió su hermano Wuzong (que reinó del 840 al 846), de 16 años, que se tomó en serio las críticas de Han Yu al budismo e inició una persecución gubernamental de todas las religiones que no fueran el taoísmo. Citó la afirmación de Han Yu de que los monasterios y templos budistas no eran más que tapaderas de líderes rebeldes y los hizo cerrar. Entre los años 842 y 845, monjas y sacerdotes budistas fueron asesinados u obligados a abandonar sus hogares en los monasterios, imágenes budistas fueron destruidas y muchas otras fueron fundidas para crear nuevas estatuas en honor al emperador.
Junto con el budismo, también sufrieron todas las demás religiones no chinas: el maniqueísmo, el zoroastrismo, el judaísmo y el cristianismo nestoriano (que había sido bien acogido por el segundo emperador Taizong) sufrieron igualmente persecuciones mediante la destrucción de sus propiedades y proscripciones legales. Wuzong murió en el 846 tras envenenarse con un elixir de la inmortalidad y fue sucedido por Li Chen, decimotercer hijo de Xianzong, que adoptó el nombre de Xuanzong en un esfuerzo por asociarse con la edad de oro de la dinastía Tang.
Xuanzong II puso fin a las persecuciones religiosas de los años anteriores, pero solo permitió la reapertura de templos y monasterios budistas. Las iglesias, sinagogas y templos del maniqueísmo y el zoroastrismo permanecieron cerrados y estas creencias se mantuvieron proscritas. Xuanzong II se inspiró tanto en el gran Taizong que, tras su muerte, se le llamó el «pequeño Taizong».
Revivió las políticas de principios de la dinastía Tang e inició reformas en el gobierno y el ejército. El patrimonio cultural chino se convirtió en el eje central de su reinado, en el que trató de recuperar la gloria de los primeros años de la dinastía Tang. Sin embargo, en el año 859, Xuanzong II se suicidó accidentalmente tras beber un elixir y fue sucedido por su hijo Yizong (que reinó del 859 al 873), que no se parecía en nada a su padre y aceleraría el declive de la dinastía.
Decadencia y caída de los Tang
Como se puede ver, la dinastía Tang continuó en el poder después del 763, pero nunca volvió a alcanzar su antiguo nivel de excelencia, excepto en emperadores individuales como Xianzong y Xuanzong II. Aunque Taizong, Wu Zetian y el primer Xuanzong habían creado políticas que cualquier gobernante podría mantener, sus reinados tuvieron éxito debido a sus personalidades individuales y a cómo implementaron las políticas y reformas que crearon. Justin Wintle escribe: «En retrospectiva, los Tang depositaron una fe demasiado grande en sus propios talentos como gobernantes imperiales» (139). En el caso de estos tres emperadores, sus talentos individuales no pudieron ser transferidos a un sucesor.
Tras la muerte del primer Xuanzong, la dinastía decayó y se desmoronó. Xuanzong, como muchos gobernantes antes y después de él, perdió de vista sus responsabilidades para con el pueblo y se entregó a sus propios placeres a su costa. La rebelión de An Lushan ejemplificó hasta qué punto había perdido el contacto con sus súbditos y que la revuelta solo era posible porque el gobierno había perdido el respeto y el control de sus súbditos. El historiador Harold M. Tanner comenta al respecto:
La dinastía Tang es famosa por su expansión territorial, sus grandes ciudades y palacios, su floreciente comercio exterior, su arte, literatura y vida religiosa, y por la lujosa vida de sus aristócratas. Este poder y gloria solo fueron posibles porque el gobierno imperial controlaba la producción de grano, la mano de obra y los ejércitos. Cuando el Estado Tang perdió el control de estas cosas, su poder declinó y fue menos capaz de hacer frente a las crisis internas y externas. (172)
El golpe final llegó con la Rebelión de Huang-Chao (874-884), liderada por un antiguo trabajador del gobierno llamado Huang-Chao. Huang-Chao era un contrabandista de sal que se presentó repetidamente a los exámenes del gobierno para convertirse en burócrata y fracasó. Frustrado por su incapacidad para progresar, así como por el estado del país bajo el emperador Yizong, se unió a las fuerzas rebeldes de Wang Xianzhi. Yizong era un gobernante que anteponía sus propios placeres a sus deberes para con el pueblo y pasaba más tiempo bebiendo con sus concubinas que atendiendo los asuntos de Estado.
Había una hambruna generalizada en China debido a la sequía y el gobierno no hacía nada para ayudar a alimentar a su pueblo (aunque Yizong y la corte imperial seguían disfrutando de la mejor comida y bebida). Cuando Yizong murió en el 873, su hijo Xizong (que reinó del 873 al 888) subió al trono y continuó con su política de gratificarse a costa del pueblo. Para entonces, Huang-Chao había ascendido en las filas de las fuerzas rebeldes y condujo a sus tropas a la batalla contra las fuerzas de los Tang. Esta rebelión costó más de 100.000 vidas y destruyó la capital, Changan.
Los emperadores de la dinastía Tang que siguieron a la rebelión de Huang-Zhao fueron ineficaces, y la dinastía terminó en el año 907. Zhaozong (que reinó del 888 al 904) tenía buenas intenciones e hizo todo lo que pudo, pero no pudo revertir el declive de la dinastía, que no había dejado de avanzar desde la rebelión de An Lushan. En el 904 , el poderoso caudillo Zhu Quanzhong (también conocido como Zhu Wen) hizo asesinar a Zhaozong y colocó al hijo de once años de Zhaozong, Ai, en el trono imperial como gobernante títere.
Ai fue el último de los emperadores Tang y ocupó el trono entre 904 y 907, cuando Zhu ordenó su asesinato a la edad de 15 años. Siguió el Periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos (907-960), en el que las familias y aliados de los caudillos que habían reclamado territorios tras la Rebelión de An Lushan reforzaron su control. China permaneció dividida entre estos reinos hasta el ascenso de la dinastía Sung (960-1234), que volvió a unir el país bajo un gobierno central.