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Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 07 marzo 2016
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Set (by Elizaveta Gubanova, CC BY-NC-SA)
Set
Elizaveta Gubanova (CC BY-NC-SA)

Set, también llamado Seth o Suetekh, era el dios egipcio de la guerra, el caos y las tormentas, hermano de Osiris, Isis y Horus el Mayor, tío de Horus el Menor y hermano-esposo de Neftis. Su otra consorte era Tawaret, una deidad con cabeza de hipopótamo que presidía sobre la fertilidad y el parto.

Es una de las cinco primeras deidades nacidas de la unión de Geb (la tierra) y Nut (el cielo) tras la creación del mundo. Su nombre se suele traducir como "el que instiga la confusión" y "destructor", y estaba asociado al desorden, las tierras extranjeras y sus gentes, y el color rojo.

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En ocasiones se lo representa como una bestia de pelo rojo con una cola partida y pezuñas, o una bestia roja parecida a un perro conocida como sha (o, entre los eruditos modernos, el animal Set), que algunos estudiosos dicen que se basó en la raza saluki mientras que otros dicen que era una criatura puramente mitológica imaginada específicamente para representar a Set cuyos otros símbolos eran el grifo, el hipopótamo, el cocodrilo y la tortuga (aunque se asociaba principalmente con la serpiente). Entre sus epítetos se cuentan "Señor del desierto" y "Gobernante del sur", ya que originalmente era un dios del Alto Egipto (el sur del país) y las tierras baldías más allá de las fronteras de Egipto.

En el Período arcaico de Egipto (en torno a 3150 - alrededor de 2613 a.C.) era un dios importante y benevolente del Alto Egipto cuyo nombre se invocaba para los hechizos de amor y se inscribía en amuletos que servían como talismanes de amor. También era la deidad que salvaba al dios sol Ra de la serpiente Apofis, una criatura maligna que intentaba detener el viaje del sol por el cielo nocturno hacia el amanecer. El egiptólogo Richard H. Wilkinson comenta lo siguiente sobre el mito del papel de Set como un héroe:

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Se decía que todas las noches Apofis hipnotizaba a Ra y su séquito, que viajaba con él, excepto al dios Set, que lograba resistir la mirada mortal de la serpiente y la repelía con una gran lanza. (221)

Al hacerlo, Set garantizaba que el sol volviera a salir a la mañana siguiente. Set también era un benefactor que ayudaba a la gente en vida y le proveía lo necesario tras la muerte, pero para la época del Imperio Nuevo (en torno a 1570 - en torno a 1069 a.C.) se hizo más conocido como el primer asesino, que había matado a Osiris, su hermano mayor, para reinar sobre el mundo entero, y que después intentó asesinar a su sobrino, Horus.

Para los griegos estaba asociado con Tifón, el dios y monstruo que retó al poderoso Zeus y fue arrojado al Tártaro. No se sabe la razón concreta por la que los atributos y la imagen de Set cambiaron de ser un dios heroico a ser el enemigo del orden y la justicia, pero para cuando el mito de Osiris se hizo popular durante el Imperio Nuevo, su transformación era completa. A pesar de ello, tanto la gente común como los faraones lo invocaban para pedirle ayuda y su nombre es evidente en gobernantes como Seti I, Setnajte o Seti II.

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Aunque su esposa era su hermana Neftis, se lo asoció con deidades extranjeras como la diosa guerrera Anat, de Ugarit, en Siria, y con Astarté, la reina de los cielos, de Fenicia. Se cree que representaba las tierras desiertas y estériles, así como los territorios distantes más allá de Egipto, en contraste con Osiris y Horus que simbolizaban la fertilidad del valle del Nilo.

Orígenes míticos y el asesinato de Osiris

Los primeros cinco dioses de Egipto nacieron de la unión de los dioses hermanos Geb, la tierra, y Nut (el cielo) tras la creación del mundo de Atum. Osiris fue el primero en nacer, seguido de Isis, Set, Neftis y Horus (conocido como Horus el Mayor). Como primogénito, Osiris fue elevado a la categoría de gobernante del mundo, que, para los egipcios, quería decir la tierra de Egipto. Osiris pensó que la gente recién creada era barbárica y poco civilizada, así que les dio la cultura, les enseñó la agricultura, les dio leyes y les enseñó a adorar a los dioses adecuadamente. Osiris tomó a su hermana Isis por esposa, y esta les entregó a los seres humanos los dones de la compasión y la igualdad para todos. El mundo era un paraíso en el que todos, hombres y mujeres, eran iguales bajo el reinado de la pareja real, la comida era abundante y nadie sufría de ninguna necesidad.

SET, CELOSO DEL PODER DE OSIRIS, ESTABA MOLESTO POR SU ÉXITO Y DECIDIÓ DESHACERSE DE SU HERMANO.

Pero a Set le entraron celos del poder de Osiris y estaba molesto por su éxito. Este resentimiento empeoró aún más cuando Neftis, atraída por la belleza de Osiris, se hizo pasar por Isis y sedujo al gran rey, tras lo cual se quedó embarazada del dios Anubis.

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Set decidió deshacerse de su hermano e hizo construir un magnífico baúl, el cofre más hermoso jamás creado, con las medidas exactas de Osiris. Dio una gran fiesta, a la que invitó a Osiris, y después del banquete les dijo a los invitados que tenía una sorpresa especial. Descubrió el cofre y dijo que aquel que cupiera perfectamente dentro se lo podría quedar. Los invitados se fueron metiendo dentro uno a uno, pero no entraban bien, hasta que le llegó el turno a Osiris. Se tumbó en el cofre y descubrió, por supuesto, que encajaba perfectamente. Entonces, Set cerró la tapa rápidamente y arrojó el cofre al Nilo.

En algunas versiones de la historia, Set, junto a 72 cómplices, asesina a Osiris, mientras que en otras historias actúa por sí solo. En otra variante, se dice que Set asesina a Osiris dentro del féretro y después se deshace de él, mientras que en otras versiones Osiris se asfixia cuando lo arrojan al río o cuando el féretro se queda dentro del árbol en Biblos.

El féretro, con el cuerpo de Osiris dentro, flotó río abajo hasta llegar al mar y acabó en las costas de Biblos, en Fenicia, donde se quedó encajado en un tamarisco. El árbol creció alrededor del féretro rápidamente y lo atrapó dentro de sí, y el pueblo de Egipto perdió a Osiris. Al cabo de un tiempo, los reyes de Biblos llegaron a la costa y vieron la belleza del árbol y el dulce aroma que despedía y lo cortaron para fabricar el pilar central de su corte. Mientras tanto en Egipto Set se hizo con el trono y el equilibrio armonioso que habían mantenido Osiris e Isis se perdió. Set era un monarca caótico e impredecible que traía tormentas y sequías, y las gentes se volvieron unas contra otras en un esfuerzo por sobrevivir.

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Isis y el renacimiento de Osiris

Isis fue en busca de su marido desaparecido y acabó por llegar a Biblos, donde se hizo amiga del rey y la reina y se convirtió en la nodriza de sus hijos pequeños. Como siempre que Isis caminaba entre los seres humanos, se disfrazó de mujer mayor, y nadie de la corte supo que estaba tratando realmente con una diosa. Isis se encariñó especialmente del hijo menor, Dictis, y quiso hacerlo inmortal quemando su debilidad mortal en un fuego mágico. Una noche, cuando la reina interrumpió a Isis en mitad de la ceremonia, se quedó horrorizada y gritó, lo que hizo que Isis se asustara y se deshiciera de su disfraz, revelando así su verdadera identidad. El rey y la reina se asustaron y le prometieron lo que quisiera si los perdonaba. Isis les pidió el pilar de tamarisco, que no dudaron en entregarle.

Liberó a Osiris del árbol y lo llevó de vuelta a Egipto, donde escondió su cuerpo en las ciénagas del delta del Nilo mientras iba a buscar hierbas para revivirlo. Preocupada por que Set pudiera descubrir el cuerpo, le pidió a su hermana Neftis que lo vigilara. Mientras tanto, Set se enteró de que Osiris había regresado a Egipto y salió en su busca. Encontró a Neftis y la engañó para que le dijera dónde estaba escondido el cuerpo. Cuando lo encontró, Set lo despedazó y arrojó los trozos por todo el país y al río. Cuando Isis regresó con las hierbas, Neftis, entre lágrimas, le contó lo que había pasado y entre las dos se fueron a buscar los trozos para volver a montar el cuerpo.

Una vez que Isis logró recomponer el cuerpo de Osiris, descubrió que estaba incompleto. El pez oxirrinco se había comido su pene, así que no podían recuperarlo. Isis pudo devolver a su esposo a la vida, pero Osiris estaba incompleto. Ya no podía reinar sobre los vivos y tendría que descender al inframundo. Isis se transformó en un milano (un halcón) y voló en torno a su cuerpo para extraer su semilla y quedarse embarazada del dios Horus (al que a veces llaman Horus el menor). Después, Osiris descendió al Inframundo, donde se convirtió en el Señor de los muertos y el juez de las almas.

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La disputa de Horus y Set

Un manuscrito egipcio de la Dinastía XX (1190-1077 a.C.) cuenta una historia mucho más antigua de la batalla por el control del mundo entre Horus, hijo de Osiris, y su tío Set. La historia, conocida como La disputa de Horus y Set, es el relato de la batalla legal frente a los dioses sobre quién era el rey legítimo de Egipto. Horus y Set ambos presentan sus versiones y después deben demostrar su valía en una serie de pruebas y batallas, todas las cuales las gana Horus a quien proclaman rey al final.

La disputa de Horus y Set no es más que una versión de lo que pasó después de que Horus naciera y Osiris descendiera al inframundo. Otros mitos describen cómo Isis escondió a su hijo de Set en las marismas del delta del Nilo mientras Set lo buscaba para matarlo. La popular historia de Isis y los Siete escorpiones transcurre en esa época y presenta a Isis cuando sale por la noche a las ciudades vecinas a pedir comida para su hijo y para sí misma. Hay otras historias y leyendas sobre la juventud de Horus y el cuidado de Isis, y cuando maduró retó a su tío por el trono.

En algunas versiones de la historia, Horus se enfrenta a Set, lo derrota y lo expulsa del país, mientras que en otras Set muere. La disputa de Horus y Set presenta estas batallas como retos ordenados por los dioses. La mayoría de los nueve dioses presidentes (conocidos como la Enéada), decidió que Horus era el rey legítimo, pero Ra, el dios sol, no estaba convencido, y la decisión tenía que ser unánime. Ra creía que Horus era demasiado joven y que había llevado una vida muy protegida como para gobernar eficazmente, mientras que Set tenía la experiencia necesaria, aunque no fuera el más amable. A pesar de que Horus ganó todas las pruebas contra su tío, Ra no estaba convencido. El juicio duró más de 80 años mientras el pueblo de Egipto sufría bajo el reino caótico de Set.

Set Defeated by Horus
Set derrotado por Horus
momo (CC BY)

Isis entendió que tendría que intervenir por el bien del pueblo, así que se transformó en una mujer joven y se sentó a la entrada del palacio de Set, donde tendría que pasar por su lado. Lloró y lloró hasta que tuvo los ojos rojos y las lágrimas marcaron sus mejillas. Entonces, Set al pasar la vio y le preguntó qué le pasaba.

Le contó que un hombre malvado, el hermano de su esposo, lo había matado y se había apropiado de sus tierras y sus rebaños. Después les arrebató la herencia a ella y a su hijo e incluso ahora estaba tratando de acabar con la vida de este. Set se quedó muy conmovido por la historia y se enfadó profundamente. Juró que él mismo destruiría al criminal y le devolvería la tierra a la mujer y a su hijo. Entonces, Isis reveló su identidad, así como la presencia de los dioses, que estaban escuchando. Ra por fin se convenció de que Horus debería gobernar, y Set fue expulsado del valle del Nilo a los desiertos.

En consecuencia, Horus se convirtió en el rey del mundo con Isis como su consorte y gobernó sabiamente, como lo hiciera su padre antes que él. El orden regresó a la tierra, y la igualdad del pueblo se renovó. El río Nilo volvió a desbordar su cauce, enviado por la gracia de Osiris, la tierra volvió a ser fértil y las cosechas volvieron a ser abundantes. Horus siguió el ejemplo de su padre en todos los aspectos y continuó con las prácticas del reinado y la administración del país que los reyes mortales de Egipto mantendrían como el estándar e incorporarían a sus valores.

En otra versión más de La disputa de Horus y Set, los dioses no consiguen ponerse de acuerdo y consultan con la diosa Neit. Neit era muy sabia y a menudo recurrían a su consejo para mediar en las disputas entre los dioses. Neit sugirió que Horus recibiera el gobierno de Egipto y que Set tuviera libertad en las regiones desiertas y las tierras extranjeras. Al reconocer que ninguna otra tierra podría igualar el esplendor de Egipto, también sugirió que la Enéada le concediera a Set las diosas extranjeras Anat y Astarté como consortes, a modo de consolación. Esta versión de la historia puede que anteceda a la otra en la que Isis resuelve la contienda, ya que Neit era una diosa antigua, muy popular en el período predinástico, cuyos atributos fueron absorbidos por Isis posteriormente.

La transformación de Set

A partir del Imperio Nuevo en adelante, Set se consideró como el villano según este mito (con diferentes variaciones), pero, como ya se ha dicho, no siempre fue así. En el Período arcaico, Peribsen, el sexto rey de la Dinastía II (en torno a 2890 - alrededor de 2670 a.C.) eligió a Set, en vez de a Horus, como su dios patrón. Osiris se entendía como el primer rey, pero, tras su muerte y resurrección, ya no era el señor de la tierra. Horus, su heredero legítimo, ostentaba ese título, por lo que los reyes egipcios del Período arcaico en adelante se identificaban con Horus y reclamaban la protección de Isis como representantes de su hijo en la tierra. Cuando el faraón moría, entonces se identificaba con Osiris en el reino de los muertos.

Por tanto, resulta interesante que Peribsen eligiera identificarse con Set en vez de con Horus. Aunque la historia del asesinato de Osiris a manos de Set no ganaría tanta importancia hasta más adelante, el nombre de Osiris y una versión primitiva de la historia aparecen en la Dinastía V (2498-2345 a.C.), y se cree que la historia es aún más antigua. Peribsen es el único rey del Período arcaico en separarse de Horus e identificarse con Set, y aunque se han propuesto muchas teorías al respecto, ninguna es totalmente satisfactoria.

Temple of Horus, Edfu
Templo de Horus, Edfu
Susan Elnadi (CC BY-NC-ND)

Como se sabe que Set era en un principio un dios-héroe, tiene sentido que un rey lo eligiera como su patrón, pero, para la época de Peribsen, Horus ya era el dios vinculado al monarca, no Set. El segundo rey de la Dinastía II, Raneb, fue el primer gobernante en vincular la monarquía de Egipto a los dioses al asociar su nombre con el del dios sol Ra, y Ra se asociaba con Horus. Sin embargo, Ra también estaba relacionado con Set, ya que en las primeras historias era Set el que protegía a Ra de Apofis cuando el dios viajaba por el cielo nocturno. Puede que esta historia fuese tan popular en la época de Peribsen que su vinculación con Set no fuera ningún misterio, pero sigue sin explicar la ruptura con la identificación con Horus.

Otra teoría propone que Peribsen fue el primer monoteísta en Egipto, siglos antes que Akenatón (que reinó de 1353-1336 a.C.), pero la evidencia de adoración de muchos dioses durante el reinado de Peribsen refuta esta teoría. La teoría más probable, aunque no es de ningún modo segura, es que Peribsen, del Alto Egipto, eligiera a Set como su protector personal para distanciarse de Horus, que parece que en aquella época se identificaba con el Bajo Egipto.

Todas las pruebas del reinado de Peribsen provienen del Alto Egipto, y no se lo menciona en las inscripciones del Bajo Egipto de la época. La Dinastía II es una de las más desconocidas, en gran medida a causa de la falta de documentación de la época y de la confusión prevalente en la que sí existe. Peribsen es el único rey que se identifica tan claramente con Set hasta la Dinastía XIX, con los faraones Seti I (que reinó de 1290-1279 a.C.) y su hijo Ramsés II (que reinó de 1279-1213 a.C.) quienes hicieron de Set un dios nacional y lo honraron con un templo en la capital, el Sepermeru, donde también se adoraba a su esposa Neftis.

El papel de Set

Para la época de Ramsés II, el mito de Osiris era muy conocido y Set había pasado de ser un dios de amor, un protector y héroe, a ser el villano que representaba todo lo que los egipcios temían y odiaban: el desorden, el caos, el derroche, las sequías, las hambrunas, la destrucción, el hambre y las influencias e invasiones extranjeras. Debía de seguir teniendo una asociación importante con su antiguo rol de dios protector como para que Ramsés II lo elevara a tal nivel, pero el culto de Osiris e Isis estaba tan extendido para entonces que resulta difícil entender cómo.

La adoración de Set y Horus se había desarrollado desde la época de Peribsen, de manera que, para la época de Ramsés II, Horus estaba asociado con el Bajo Egipto (al norte) y Set con el Alto Egipto (al sur). En consecuencia, en las inscripciones de la coronación del rey se puede ver a ambos, Set y Horus, oficiando la ceremonia regia. Sin embargo, con el tiempo Set se identificó tan estrechamente con el villano asesino y usurpador que se acabó sustituyendo en estas inscripciones por Thot, el dios de la escritura y la sabiduría.

La duradera popularidad de Set se debe muy probablemente a la apreciación egipcia por el equilibrio y la armonía. El concepto de ma'at (armonía) era crucial en los valores egipcios y aparecía incluso en su manera de entender la otra vida, donde el corazón del difunto se pesaba contra la pluma blanca de Ma'at. Osiris, como dios de la fertilidad y la vida, necesitaba de un contrapunto, en la forma de Set como dios de la destrucción y el caos. Incluso en este papel Set a veces se consideraba beneficioso, ya que contenía voluntariamente las fuerzas desérticas de los vientos secos y las sequías para que no llegaran a las tierras fértiles de Egipto. Las plegarias dirigidas a Set por la protección de él mismo, básicamente, sustituyeron a los amuletos anteriores relacionados con el amor.

Set and Horus Blessing Ramesses II
Set y Horus bendiciendo a Ramsés II
Dennis Jarvis (CC BY-SA)

A Set se lo adoraba principalmente en su centro de culto en la ciudad de Ombos desde al menos el período arcaico, pero tenía templos en su honor por todo el país. Al igual que con los demás dioses, los sacerdotes de Set cuidaban de su estatua, a la que nadie más podía acercarse, en el santuario interior del templo, y también eran responsables de los rituales diarios y el mantenimiento cotidiano del templo.

La gente que acudía a pedirle ayuda al dios solo podía acceder a los patios exteriores de los templos, nunca al santuario, y allí dejaban sus donativos o realizaban sus peticiones a los sacerdotes (que podían ir desde consejo matrimonial hasta médico o ayuda económica y, por supuesto, la celebración de funerales, bodas y festivales).

Al igual que muchos otros aspectos del mito de Osiris, Set se incorporó a la mitología primitiva del cristianismo como el diablo (también se ha sugerido la serpiente Apofis como una contribuyente al desarrollo de esta figura). La relación de Set con la oscuridad y la maldad, así como el color rojo y la imagen popular de él como una bestia de pelo rojo, todo ello se prestó a la creación de la iconografía del Satanás cristiano. Al igual que Satanás, provocó el fin del paraíso y fue expulsado de la tierra de los dioses por rebelarse contra el gobierno armonioso. Su asociación con la mentira, la astucia, la guerra y la destrucción, así como su estrecho vínculo con la serpiente también funcionó al dar forma al concepto cristiano del gran embaucador sobrenatural del ser humano que le había jurado enemistad eterna a Dios.

En los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, Satanás tienta a Jesús en el desierto, y la figura anterior de Set estaba fuertemente asociada con los desiertos y las tierras desconocidas más allá de las fronteras de Egipto (véase Mateo 4:1-11, Marcos 1:12-13, y Lucas 4:1-13). Set siguió jugando el papel que le había tocado en el mito de Osiris en un contexto y un sistema de creencias completamente nuevos: como el embustero y el adversario de los seres humanos, responsable de su sufrimiento en un mundo creado en un principio como un paraíso.

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Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2016, marzo 07). Set [Set (Egyptian God)]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-14437/set/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Set." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 07, 2016. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-14437/set/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Set." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 07 mar 2016. Web. 21 dic 2024.

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