El arte de los antiguos fenicios, que floreció entre los siglos XIX y IV a.C., se exportó a toda Mesopotamia y al Mediterráneo antiguo. Los artistas fenicios, que eran más conocidos por su trabajo en pequeños objetos decorativos, combinaron hábilmente influencias de las culturas vecinas para producir un patrimonio artístico único que solo recientemente ha salido de la sombra de una historia artística siria más amplia. Paneles de marfil de tallas complejas, exquisitos cuencos de metal y fina cristalería de colores son sólo algunas de las piezas de arte sobrevivientes de una de las culturas más olvidadas y descuidadas de la historia.
Influencias artísticas
El arte fenicio estuvo influido por el de sus vecinos (Egipto, Mesopotamia, Anatolia y las islas del Egeo) con quienes mantuvo un contacto frecuente a través del comercio. La influencia se puede apreciar mejor en materiales específicos; por ejemplo, la influencia egea se observa con mayor frecuencia en la cerámica fenicia, mientras que la mesopotámica y ugarita en los trabajos en metal, y la egipcia en los trabajos en marfil. La iconografía, la vestimenta de las figuras y los motivos de palmas, lotos y pilares dyed, por ejemplo, fueron tomados de estas culturas contemporáneas.
Otra característica por destacar es que los artistas fenicios, a diferencia de sus contemporáneos de otros lugares, continuaron con las tradiciones de la Edad de Bronce hasta bien entrada la Edad de Hierro, un hecho que puede hacer que la datación precisa de ciertas obras de arte sea extremadamente difícil. Los artistas fenicios parecen haber trabajado principalmente con objetos ornamentales, especialmente placas de marfil, sellos, joyas, cristalería y cuencos de metal. Estos objetos eran exportados o incluso fabricados por artesanos fenicios residentes en ciudades y colonias extranjeras; tal era el aprecio por sus habilidades y por el producto una vez finalizado.
Escultura fenicia
PALMETAS DECORATIVAS, ESFINGES, LEONES, DISCOS SOLARES ALADOS Y MOTIVOS DE COLUMNAS SE UTILIZABAN CON FRECUENCIA EN EL ARTE FENICIO.
Son pocos los ejemplos sobrevivientes de esculturas fenicias a gran escala en piedra, probablemente porque cualquier piedra digna de ser usada para la escultura debía importarse, por lo tanto, esta forma de arte no era tan popular como en otras culturas. Una pieza notable es el torso de Sarafand (Sarepta), que data del siglo VI a.C. y representa a un hombre con falda plisada y cinturón, luciendo un colgante de luna creciente. Los relieves de piedra incluyen el importante edículo (pequeño santuario) de Sidón, que representa un tipo de monumento muy copiado por escultores cartagineses posteriores. Tiene dos columnas que crean un espacio central en el que se asientan dos esfinges y está rematado por un disco solar alado. Este y otros tipos de lápidas y estelas eran populares entre los escultores fenicios. En este tipo de esculturas en relieve fenicio se utilizan con frecuencia palmetas decorativas, esfinges, discos solares alados y motivos de columnas. Las esculturas de piedra se pintaban originalmente con colores brillantes, pero generalmente con moderación, para resaltar características y detalles específicos.
La estela de Amrit, del siglo IX-VI a.C., es un ejemplo interesante de la mezcla de influencias presentes en un artista fenicio: la figura masculina lleva una falda y un tocado egipcios, mientras que el león que camina sobre las piedras que representan una montaña, es una característica común del arte asirio. El hombre es típico de la mayoría de las figuras fenicias en todas las formas de arte: visto de lado, ambos pies están apoyados en el suelo, los brazos cuelgan a los lados o un brazo está doblado para sostener un objeto y el rostro mira impasible hacia adelante.
Por último, quizá la pieza más destacada que sobrevive de la escultura fenicia es el sarcófago de piedra del rey Ahiram de Biblos, de los siglos XIII-XII a.C., aproximadamente. El ataúd rectangular está rodeado por un friso de capullos de loto y flores, tiene leones agachados que sobresalen de cada esquina de la base y tiene escenas en relieve de una procesión y una figura sentada, tal vez el propio Ahiram, y unas mujeres de luto.
Se han conservado en mucho mejores condiciones algunas figurillas de bronce de hasta 20 cm de altura que obras de mayor tamaño, pero a menudo es difícil distinguirlas de las producidas por otras culturas sirias. Su ejecución suele ser rudimentaria, pero tienen características individuales. Varias de ellas proceden de Alepo y datan de los siglos IX y VIII a.C. Las figuras femeninas son más comunes y suelen llevar una túnica larga. Las figuras masculinas suelen tener un brazo levantado y llevan un sombrero cónico. Algunas estatuillas, como las que se encontraron en el templo de los obeliscos de Biblos, estaban recubiertas de pan de oro.
Marfiles fenicios
Se han encontrado placas de marfil fenicio en ciudades mesopotámicas (especialmente en Nimrud), las islas griegas y el centro de Italia. Solo se han descubierto unas pocas en yacimientos fenicios, pero las que se exportaban se identifican por la incisión de letras fenicias y terminaron en su lugar de destino porque los fenicios las comercializaban, las entregaban como tributo (o eran botín de guerra en el caso de Asiria) o las producían en talleres locales. Las placas se utilizaban para la decoración de paredes, altares, incensarios y muebles. Las más antiguas datan del siglo IX a.C. y la mayoría son rectangulares, talladas en alto relieve, a veces con huecos tallados a través de la pieza. Leones, esfinges, una diosa alada y una mujer en una ventana son los temas más comunes. Al igual que en las esculturas en relieve en piedra, las placas muestran influencias tanto de Egipto como de Asiria.
Cuencos de metales preciosos
Los artistas fenicios eran conocidos en la antigüedad por sus finos trabajos en metal; Aquiles presenta una hermosa crátera de plata de la Sidón fenicia como premio por los juegos funerarios de Patroclo en la Ilíada de Homero. Otro caso es el de Hiram de Tiro, quien fue contratado por Salomón para crear dos enormes columnas de bronce decoradas y una palangana de bronce de 4,5 metros de diámetro con grupos de bueyes como patas para adornar su templo en Jerusalén. En una escala más modesta, los artistas fenicios fabricaban cuencos de gran calidad hechos de bronce, plata y oro. Se han encontrado ejemplos supervivientes en lugares tan lejanos como Nimrud, Delfos y Salerno, en Italia, producidos durante los siglos VIII y VII a.C. Numerosos ejemplares llevan inscripciones fenicias, lo que ayuda en gran medida a identificar el origen de estos productos tan transportables.
La temática de los relieves de estos cuencos es típica de la tradición fenicia al mezclar influencias culturales de Mesopotamia, Grecia y Egipto en un solo objeto. En el interior es habitual la presencia de un medallón central y bandas concéntricas decorativas. Predominan los motivos geométricos y florales, pero también aparecen, una vez más, esfinges, animales y figuras humanas. Para describir sólo un ejemplo, un cuenco de bronce encontrado en Olimpia tiene una estrella de ocho puntas y rosetas en el medallón central. En el interior de dos bandas decorativas se extiende un friso con escenas en las que las figuras tocan música, realizan ceremonias religiosas y una figura mata a un grifo. Cada escena está dividida por una figura femenina desnuda de pie, probablemente una diosa. El cuenco es típico del arte fenicio con una mezcla de influencias, pero adaptado y muy decorativo.
Otras artes menores
Las ciudades fenicias fueron grandes exportadoras de cristalería, tanto que los antiguos les atribuyeron (erróneamente) su invención. Los fenicios en realidad aprendieron las técnicas de los egipcios, pero fueron capaces de mejorarlas para producir vidrio fino transparente. A pesar de ello, los artistas parecen haber preferido trabajar con vidrio coloreado opaco (que tiene apariencia de cerámica) para producir botellas, frascos y cuencos. La forma más común era la de alabastro y ánfora, pero en miniatura y utilizada para perfumes. La forma más común de decoración son las franjas de azules (de cobalto o cobre) y amarillos (de óxido de hierro), puntuadas en forma de zigzag.
Se producían figurillas de terracota (especialmente femeninas), de ejecución bastante primitiva, a menudo profusamente pintadas y se encontraban principalmente en contextos funerarios. Lamentablemente, la cerámica carecía de arcilla de buena calidad. Una forma común eran las jarras, que suelen tener bordes y las más finas están hechas con un acabado bruñido rojo. Pocas vasijas llevan algún tipo de decoración, y si la hay, ésta se consigue mediante la incisión de formas y líneas geométricas simples.
Los artistas fenicios tallaban sellos, especialmente sellos con forma de escarabajo, en piedras semipreciosas cuya base lleva grabados nombres y elementos decorativos. No sólo se utilizaban como sellos, sino que también se llevaban como amuletos y como anillos y colgantes. Una vez más, las esfinges, las deidades aladas y los discos solares son comunes. Por último, también se producían joyas, a menudo de oro o de cristal, y entre los hallazgos se incluyen collares, pulseras, pectorales, alfileres, pendientes y medallones. Algunos de los ejemplares de oro presentan una decoración repujada. También se utilizaban ágata, ónice y cristal para fabricar cuentas para joyería, mientras que pequeñas placas de vidrio circulares se perforaban para poder coserlas a la ropa.
Conclusión
El arte fenicio se extendió a sus colonias en todo el Mediterráneo a partir del siglo VIII a.C., y en ninguna fue más importante que en la extensión fenicia de mayor éxito: Cartago. Los artistas de allí estuvieron fuertemente influenciados por los estilos y temas fenicios y los perpetuaron hasta el siglo II a.C. Mientras tanto, con el ascenso de Grecia a partir del siglo V a.C., el arte fenicio, en su tierra natal, se fue helenizando cada vez más a medida que continuaba su camino ecléctico hacia formas mixtas, lo que condujo a rarezas como los sarcófagos antropoides egipcios con caras de aspecto muy griego talladas en sus exteriores. Los fenicios, famosos desde hace mucho tiempo como comerciantes y navegantes, están ganando poco a poco (a medida que se descubre cada vez más su arte y se les atribuyen correctamente piezas conocidas) un reconocimiento más amplio por haber sido capaces de producir piezas de arte tan bellas como sus contemporáneos en Egipto y Mesopotamia.
Profesional en lenguas con estudios literarios. Profesor de castellano, escritor, traductor y entusiasta de la historia. Áreas de interés: literatura, artefactos antiguos, la historia de las religiones, la astrología, la arquitectura, la historia militar y del arte.
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.
Cartwright, M. (2016, abril 21). Arte fenicio [Phoenician Art].
(D. V. Caballero, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-14701/arte-fenicio/
Estilo Chicago
Cartwright, Mark. "Arte fenicio."
Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. Última modificación abril 21, 2016.
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Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 21 abr 2016. Web. 20 nov 2024.
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Escrito por Mark Cartwright, publicado el 21 abril 2016. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.