Las Furias (o Erinias, Erinia en singular) eran criaturas de la mitología griega que aplicaban el castigo divino a los culpables de malas acciones. Los crímenes que despertaban su ira especialmente eran los que se cometían contra la familia propia y cualquier cosa relacionada con los juramentos. Las Furias también eran responsables de llevar a cabo las maldiciones, y los castigos que imponían incluían enfermedades y locura. A partir del siglo V a.C. a veces se habla de ellas con el título eufemístico de "las benévolas" o Euménides.
Hesíodo y Homero
Las Furias se remontan a la época prehistórica en Grecia, ya que la palabra "Erinys" aparece en Lineal B y durante mucho tiempo se la identificó con Deméter, la diosa de la agricultura en Arcadia, y con Potnia, la ancestral diosa señora en Beocia. La primera mención de las Furias en la literatura se encuentra en las obras de Hesíodo y Homero.
En su Teogonía, Hesíodo describe su nacimiento, pero, al igual que muchas otras fuentes posteriores, no especifica cuántas son. Cuando la sangre de Urano cayó sobre la tierra tras ser castrado, surgieron las Furias. Por lo tanto, son hijas del Cielo y la Tierra. Así que inmediatamente surge la conexión con las disputas familiares, ya que Urano fue atacado por su hijo, el titán Cronos. En Los trabajos y los días de Hesíodo se dice que las Furias asistieron al nacimiento de Juramento, cuya madre era la Discordia.
En la Ilíada de Homero, las Furias pueden impedir que alguien use la razón, por lo que esa persona acaba realizando acciones extrañas o estúpidas. Aquí el ejemplo es Agamenón, que cometió una estupidez al robar el premio de Aquiles y tanto lo hizo enfadar que se acabó retirando de la Guerra de Troya. En el Libro 15 de la Ilíada, se recuerda al lector que están a favor del hermano mayor cuando Iris le recuerda a Poseidón la locura que es enfrentarse a su hermano mayor, Zeus. Homero también menciona que viven en Érebo, la oscuridad, y no tienen piedad en el alma. En la Odisea, Homero las describe como "Furias vengativas" y maldicen a Melampo, rey de Argos, con una locura temporal.
Asociaciones y propósito
Eran diosas de la venganza y castigaban a los malhechores en general; las Furias se consideraban protectoras de los derechos de los miembros más mayores de las familias, especialmente las madres, los padres y los hermanos mayores. Un ejemplo famoso es la persecución de Orestes cuando este mató a su madre, Clitemnestra. Las Furias repartían castigos de acuerdo con las maldiciones propuestas por tales miembros. Fuera de la familia, las Furias protegían a los marginados sociales como los mendigos. También servían como garantía de los juramentos y castigadoras de aquellos que juraban en falso. La naturaleza sombría de sus tareas hizo que se las relacionara estrechamente con el Hades, el Inframundo griego, donde acompañaban a los malvados hasta su tormento. El escritor griego de tragedia, Esquilo, por ejemplo, se refiere a las Furias como hijas de la Noche.
Las Furias en el arte
Las Furias aparecen en la decoración de la cerámica griega, normalmente con alas y bien llevando serpientes o con serpientes en el pelo. A menudo se las ve persiguiendo a Orestes y en otras ocasiones están en compañía de Hades o Hécate, la diosa lunar asociada con la brujería. Las Furias aparecen en las obras de los tres grandes dramaturgos griegos, Esquilo, Sófocles y Eurípides (véase especialmente Orestes). En las obras de Esquilo aparecían en escena vestidas completamente de negro y con serpientes en vez de pelo. Siguieron apareciendo en el arte etrusco y romano, donde pasaron a ser solo tres, recibieron los nombres propios de Alecto, Megera y Tisífone, y se las conoce en conjunto como Dirae.