Ampurias, en latín Emporiae o Emporion, era una colonia griega primero y después romana en la costa noreste de España. Floreció como un centro comercial local y mediterráneo, con un periodo de prosperidad entre los siglos VI AEC y II EC. En varias ocasiones los romanos usaron este puerto para desembarcar con sus ejércitos e invadir y saquear Iberia, y establecieron un campamento militar en el lugar, que se acabó convirtiendo en una pequeña ciudad, embellecida con la colección habitual de elementos arquitectónicos romanos. Hoy en día este emplazamiento ofrece extensas ruinas al visitante, en especial una gran parte de las murallas de la ciudad, un criptopórtico, un foro y grandes casas privadas.
Enfoque histórico
Ampurias fue creada por colonos provenientes de Massalia (Marsella) en el siglo VI AEC, que fundaron el puerto de Palaiápolis en una isla en la desembocadura del río Fluviá. Los colonos prosperaron gracias al comercio y después se extendieron hasta la ciudad griega conocida como Neápolis, cerca de la costa, que abarca unas 4 hectáreas. Las dos áreas se conocían como Emporion, lo que indica su dependencia del comercio, en el que se intercambiaban vino, cerámica y aceite de oliva, junto con productos de Massalia y de origen etrusco, por metales y alimentos de las tribus locales a las que se llegaba mediante el rio Fluviá y el cercano río Ter.
Los romanos usaron el puerto durante la segunda Guerra Púnica contra Cartago, durante la cual Escipión el africano desembarcó allí con varias expediciones en 218 y 211 AEC, y otra vez en 195 AEC, cuando Marco Porcio Catón lideró un ejército para aplastar la revuelta ibérica que había surgido en respuesta a las demandas tributarias de Roma. A partir de 100 AEC, para poder crear una base más permanente desde la que explotar Iberia y proteger la ruta comercial desde Italia, se construyó una ciudad romana a partir del campamento militar original. Situada en la costa opuesta a la ciudad griega, que para entonces había cubierto la isla entera, la ciudad romana fue diseñada en bloques de ángulos rectos, y con el tiempo llegó a abarcar unas 22,5 hectáreas. La ciudad tuvo otro impulso cuando Julio César estableció a los veteranos de sus legiones allí en el 45 AEC.
Durante el mandato de Augusto (27 AEC – 14 EC) se combinaron las dos ciudades que todavía estaban separadas, además de un asentamiento indígena ibérico cercano (Indika), y recibieron el estado de municipium, con el nombre colectivo de Emporiae. La ciudad tenía su propio foro, un ágora, un anfiteatro pequeño, un gimnasio y murallas, y continuó acuñando su propia moneda (cosa que comenzó en el siglo V AEC) con un diseño característico de Pegaso. También había templos dedicados al dios griego de la medicina, Asclepio, y a Serapis, un dios helenístico-egipcio. Ampurias fue perdiendo importancia por razones desconocidas a partir del siglo II EC, pero siguió siendo un asentamiento amurallado más modesto hasta bien entrado el periodo cristiano temprano.
Aspectos arquitectónicos destacados
El enclave de asentamiento indígena de Indika todavía no se ha localizado, pero algunos descubrimientos de alfarería sugieren que el área estuvo habitada por primera vez en el siglo IX AEC, y hay grandes silos de grano que demuestran el comercio que tuvo lugar con los vecinos griegos y romanos. La mayoría de los restos arquitectónicos en el barrio griego de Ampurias (la zona de Neápolis) pertenecen al periodo helenístico y datan de los siglos I y II AEC, aunque todavía quedan algunas partes inferiores de las fortificaciones del siglo IV AEC. La mayoría de los restos de la ciudad romana están sin excavar y las estructuras que se pueden ver hoy datan de entre el siglo I AEC y el siglo I EC.
Neápolis
Aquí se encuentran los restos de varios templos y santuarios, especialmente el dedicado a Asclepio, el dios griego de la medicina y la curación. Este templo data de entre los siglos IV y II AEC y su gran podio de piedra calcárea todavía se puede ver hoy. Aquí también hay un inusitado filtro de agua de cerámica dispuesto en el suelo y una gran cisterna, ambos del periodo helenístico, cuando el santuario fue remodelado. Los cimientos del ágora (50 x 40 metros) y la estoa (50 x 14 metros), en un principio con una fachada de 12 columnas, todavía se pueden ver, al igual que una sola cisterna pública, y tres más pequeñas, para hacernos una idea de los lugares en los que la gente de Ampurias se reunía y compraba. También están los cimientos de dos escaleras cortas de un templo del siglo I AEC dedicado a Isis y a Zeus Serapis. Hay restos de casas humildes de una y dos habitaciones, probablemente usadas por los comerciantes y los pequeños talleres (tabernae) de artesanos. Unas pocas casas más son residencias más grandes, con patios de columnas que incluyen alcantarillas y una residencia con un salón de simposios, como indica el griego ΗΔΘΚΟΙΤΟΣ ("qué bien se está tumbado") que aparece en un mosaico del suelo. Por último, cerca del ágora están los restos de la iglesia cristiana temprana del siglo IV EC con su cementerio con varios sarcófagos de piedra que han quedado in situ. El cementerio se siguió usando hasta el siglo IX EC y tenía más de 500 tumbas de todas las clases sociales.
El espacio del foro de la época de la República tenía un templo (principalmente dedicado a Júpiter, Juno y Minerva) con un pórtico frontal de cuatro columnas. El espacio abierto, pavimentado con losas de arenisca, estaba delimitado por tres lados por un edificio con una arcada de doble columna con un criptopórtico por debajo. Se ha reconstruido una parte del tejado de esta última estructura para dar una idea de su aspecto original. El foro fue renovado en el periodo Augusto, y el templo principal se delimitó con un muro bajo para restringir la zona sagrada. Por lo menos un templo nuevo estaba dedicado al culto imperial, y se construyó una basílica para los funcionarios de la ciudad.
Casa romana
Todavía se conservan partes del atrio de columnas de la casa nº1 (domus) de época de la república tardía, incluido un desagüe que recoge el agua en dos cisternas inferiores. Es una casa típica de las grandes construcciones romanas privadas, pero está construida en dos alturas, para compensar el desnivel. Entre las muchas habitaciones, patios y zonas ajardinadas se encuentra un pequeño complejo termal de tres habitaciones o balneum. La casa también tiene una serie de suelos impresionantes de mosaico blanco y negro bien conservados.
Puertas de la ciudad romana y muralla
Se conserva un importante tramo de las murallas romanas en la parte sur. Construidas a partir del siglo I AEC, probablemente en un principio como parte de un campamento romano fortificado, las murallas se construyeron con varias filas de grandes bloques poligonales y una sección superior de hormigón (opus caementicium). También han sobrevivido dos puertas de la ciudad, y en la porción de calzada de piedra bajo una de ellas todavía se puede ver el desgaste producido por el tráfico. A los lados de estas puertas hay un falo tallado en uno de los bloques de piedra como símbolo protector.
Hallazgos arqueológicos
Con tres asentamientos y muchos más cementerios, Ampurias tiene una gran oferta en arte y objetos cotidianos. El descubrimiento arqueológico más impresionante fue sin duda una imponente estatua de Asclepio. La figura, abandonada en una cisterna, combina mármol pentélico y de Paros, y data del siglo IV AEC. La estatua habría estado en un pequeño santuario dedicado al dios. Otros hallazgos interesantes, también expuestos en el museo del lugar, incluyen una carta comercial del siglo V AEC escrita en griego en una plancha de plomo; cerámica ibérica local con decoraciones geométricas; cerámica de esmalte negro etrusca; una estela de arenisca ibérica (del siglo VI AEC) tallada con una espiral para representar una lanza doblada; y un altar del peristilo de una villa romana decorado con escenas pintadas. Por último, también sobreviven varios emblemas de mosaicos de las villas grandes del emplazamiento, incluida una representación detallada del sacrificio de Ifigenia, de la mitología griega.