Taejo (que reinó de 918-943 d.C.), anteriormente conocido como Wang Geon o Wang Kon, fue el fundador y primer rey del reino Goryeo (Koryo) que unificó la antigua Corea bajo un único gobierno desde el 918 d.C. hasta el 1392 d.C. Wang Geon recibió el título póstumo de Taejo, que significa "Gran Fundador". Su dinastía supervisaría una prosperidad sin precedentes de la cultura coreana y es el origen del nombre moderno del país, Corea.
La caída de Silla
El Reino Unificado de Silla (668-935 d.C.) había dominado la península coreana durante tres siglos, pero el Estado había entrado en decadencia. Las rebeliones del campesinado y la aristocracia eran abundantes, y hubo un período de agitación política conocido como los Tres Reinos Tardíos (889-935). Gyeon Hwon, un líder de los campesinos, se aprovechó del descontento político de 892 y formó un resurgimiento del antiguo reino de Baekje en el suroeste de la península. Mientras tanto, un monje aristócrata budista, Gung Ye, declaró el nuevo estado de Goguryeo en el norte en 901, conocido posteriormente como Goguryeo tardío. Gung Ye contó con la ayuda de su primer ministro y general Wang Geon, hijo de un comerciante rico y jefe local en Gaeseong, en el reino de Silla.
Después se produjo una lucha de poder por el control de la península. Gyeon Hwon atacó, Gyeongju, la capital de Silla, en 927 d.C., mientras que la tiranía fanática e impopular de Gung Ye lo llevó a su muerte a manos de su pueblo. En 918 Wang Geon ascendió al poder, quien probablemente estuvo involucrado en el asesinato de su predecesor. Una vez en el poder, Wang atacó Baekje Tardío, que sufría de luchas internas de poder, y después Silla. El último rey de Silla, Gyeonsun, se rindió en 935 d.C. y dejó que Wang Geon volviera a unificar el país, pero con un nuevo nombre: Goryeo.
Una Corea unificada
Wang Geon estaba ansioso por reavivar la antigua gloria del reino de Goguryeo (Koguryo), que había prosperado en el período de los Tres Reinos (37 a.C. a 668 d.C.), de manera que nombró a su nuevo reino Goryeo en su honor, que significa "Alto y hermoso". Puede que por esa misma razón Wang eligiera la ciudad norteña de Songdo/Songdak (la actual Gaeseong) como su nueva capital. Wang Geon se autoproclamó rey, y por su contribución a crear el estado nuevo, recibió el título póstumo de rey Taejo, o "Gran fundador".
Wang conservó muchas de las instituciones gubernamentales de Silla y para garantizar la lealtad del reino conquistado de Silla y de la élite de Baekje distribuyó tierras y puestos importantes del gobierno de Goryeo entre Gyeongsun y otros aristócratas. Preocupado por la posibilidad de que algún día sería la víctima de un levantamiento al igual que su predecesor, Wang se sirvió del matrimonio para entrar a formar parte de varias familias y clanes de la élite, una estrategia que haría que el nuevo rey acabara contando con seis reinas y 23 consortes. Wang sería padre de 25 hijos y nueve hijas. También se le atribuye al rey la ampliación del acceso de la aristocracia a puestos gubernamentales más altos, la construcción de nuevas escuelas y la mejora de los rendimientos agrícolas al aliviar la carga impositiva sobre el campesinado.
Wang contribuyó en el apoyo del confucianismo, el budismo y el chamanismo como las tres religiones principales del Estado. Personalmente, era seguidor de esta última y creyente del pungsu, la práctica de elegir cuidadosamente los lugares geográficos para beneficiarse de las fuerzas naturales que se cree que emanan de los árboles, los ríos y las montañas. Wang tuvo muy en cuenta el pungsu a la hora de elegir la capital principal y las regionales.
El budismo siguió siendo la religión más importante y más practicada desde hacía siglos en Corea, y esto queda reflejado en el hecho de que Wang financiara la construcción de muchos templos, incluidos diez budistas nuevos en la capital. De hecho, Wang le atribuyó a su fe en el budismo el logro de crear el reino de Goryeo:
El éxito de tamaña empresa como es fundar una dinastía se debe enteramente a los poderes protectores de los muchos Budas. En consecuencia, tenemos que construir templos para las escuelas Son y Kyo y nombrar abades para que puedan realizar las ceremonias apropiadas y puedan cultivar el camino. (Portal, 81)
Política exterior
A pesar de todo, el reino de Taejo no era completamente seguro y las tribus kitán (Qidan) del norte demostraron una resistencia obstinada contra las políticas expansionistas de Goryeo de finales del siglo X y principios del XI. En aquella época, hubo refugiados que huyeron de Balhae (Parhae), el estado de Manchuria del norte, a Goryeo tras su colapso en 926 d.C. a manos de los kitanos. Estas tribus acabaron siendo subyugadas y contenidas mediante la construcción de una gran muralla a lo largo de la frontera norte de la península. Pyongyang también recibió una mayor importancia para actuar como elemento disuasorio de nuevas incursiones. El odio nunca desapareció, ya que, cuando los kitanos enviaron una embajada y un obsequio de 50 camellos en 942 d.C., Wang respondió exiliando a los embajadores a una isla y dejando que los camellos se murieran de hambre.
Wang también estaba ocupado en el sur, donde conquistó la isla de Tamna (Cheju). Las relaciones con China eran pacíficas: la Dinastía Tang tardía reconoció a Wang como gobernante de Korea en 932 d.C. y hubo un intercambio comercial y cultural continuo, especialmente con el ascenso de la dinastía Song durante el reinado de los sucesores inmediatos de Wang, empezando por su hijo Mu (el rey Hyejong) y después el hermano de este, Jeongjong.
Los Diez Mandatos
Justo antes de su muerte en 943 d.C., Wang produjo una célebre lista de instrucciones que quería que siguieran sus sucesores para llevar el Estado de Goryeo. Wang exigió que "deberían leerse por la mañana y por la noche y usarse siempre como un espejo de reflexión" (Seth, 99). Estas órdenes se conocen como los "Diez Mandatos" (Sip Hunyo), y mientras que algunos historiadores sugieren que puede que se escribieran en el siglo posterior a la muerte de Wang, de todas maneras, tuvieron una gran influencia en la política gubernamental durante mucho tiempo después de que fueran escritos. Pratt (466) los resume de la siguiente manera:
- El Estado se basa en el budismo: honra tanto las tradiciones Seon como las Kyo.
- No permitas más templos a no ser que sigan los principios pungsu de Doseon.
- El hijo mayor debe tomar el trono en sucesión. Si no es digno, elige al siguiente. Si él tampoco es digno, elige al siguiente y así sucesivamente.
- Siempre hemos seguido a la China Tang; no imites a los kitanos.
- El Estado se basa en un buen pungsu y el emplazamiento de Pyongyang es crucial. Visítala cada cuatro años durante 100 días.
- Preserva los festivales de Palgwan-hoe y Yongdung-hoe.
- Gobierna como los reyes clásicos, con justicia, aceptando consejo juiciosamente y no exijas de más al pueblo.
- Al sur del Paso de Cha y más allá del río Geum, la gente es tan difícil como el terreno. No les concedas puestos importantes ni dejes que entren en la familia real.
- No practiques ningún favoritismo, concede emolumentos justos y cuida siempre del ejército.
- Estudia a los reyes chinos de antaño y mantén el lema personal de "no sea autocomplaciente".
This content was made possible with generous support from the British Korean Society.