Ahura Mazda (también conocido como Ahuramazda, Harzoo, Hormazd, Hourmazd, Hurmuz, Ohrmazd, "Señor" o "Espíritu") es el espíritu supremo adorado en el zoroastrismo, la antigua mitología meda y persa que se extendió por Asia antes del cristianismo. Ahura Mazda es el creador del universo y de todo lo que hay en él, y es a la vez sabio y bueno.
Nombre y características
Como todas las deidades supremas, Ahura Mazda tiene una larga lista de títulos y características. Es el ser supremo en Garothman (el cielo), el espíritu no creado. Más allá, aparte y sin él, nada existe. Él es inmutable, moviéndose todo sin ser movido por nadie, no tiene igual, y nadie puede quitarle los cielos. Favorece al hombre justo, defendiendo la verdad y la buena conducta. Ahura Mazda creó los espíritus gemelos, Angra Mainyu, el espíritu destructivo, y Spenta Meynu, el espíritu bueno.
Mazda, o la forma avéstica de Mazdā, refleja la palabra proto-iraní Mazdāh, que es un sustantivo femenino. Considerado el nombre propio del dios, también puede provenir de la palabra sánscrita medhās, que significa "inteligencia" o "sabiduría". Durante la época aqueménida, el nombre era Ahuramazda, durante el periodo parte se utilizó la forma de Hormazd y, finalmente, en el sasánida encontramos el nombre de Ohrmazd.
Ahura Mazda y Zaratustra
Ahura Mazda se revelo ante el profeta Zoroastro/Zaratustra a través de una visión que tuvo cuando tenía 30 años. Cuando Zoroastro tenía 15 años, según la costumbre local, se lo consideraba un adulto y asumió deberes de adulto. Debido a que nació en tiempos violentos, creció cuestionando el concepto de justicia y el conflicto del bien contra el mal. Como resultado, abandonó su hogar para vivir en soledad de los 20 y a los 30 años en una montaña. Cuando tenía 30 años participó en un festival de primavera como miembro de una familia sacerdotal y uno de sus deberes era sacar agua de la parte más profunda y pura del arroyo para la ceremonia de la mañana. Aquí, en el río Daytia, conoció al ángel Vohu Mana. La entidad le preguntó a Zoroastro quién era y qué era lo más importante en su vida, a lo que Zoroastro respondió que ante todo deseaba ser justo, puro y sabio. Por esta respuesta se le concedió una visión de Ahura Mazda y sus arcángeles, de quienes aprendió los principios que conducirían a la religión conocida más tarde como zoroastrismo.
Evolución histórica
Durante el Imperio aqueménida (en torno a 550 - 330 a.C.), el profeta Zoroastro/Zaratustra no se menciona en las inscripciones de los reyes aqueménidas, mientras que Ahura Mazda sí se menciona en oposición a los daeva. No existen vínculos sólidos entre las enseñanzas de Zoroastro y los reyes aqueménidas aparte del énfasis en el comportamiento moral.
Se hizo una inscripción en un acantilado en Naqsh-e Rustam, cerca de Persépolis, el palacio de verano de Darío I (que reinó de 522 a 486 a.C.). Aquí Ahura Mazda se nombra como creador del mundo, que ha creado la tierra, el cielo y el hombre, y ha hecho de Dario el rey. La mención más importante de Ahura Mazda de este período es la inscripción de Behistun escrita por Darío I en 516 a.C. Esta inscripción acompaña a un bajorrelieve que representa la victoria de Darío sobre el pretendiente Gaumata, donde el vencedor se yergue sobre los caídos y sobre ellos flota Ahura Mazda representado como un rey dentro de un disco solar alado. El texto de la inscripción menciona cómo Ahura Mazda ayudó al vencedor a derrotar a su enemigo y que él, Dario, fue elegido para liderar su reino por la "gracia de Ahura Mazda".
Imperio parto
En la época del Imperio parto (247 a.C. - 224 d.C.), los gobernantes adoptaron el zoroastrismo y se reconstruyeron muchos templos destruidos previamente durante las campañas de Alejandro Magno en 330 a.C. Además, los gobernantes partos eran más tolerantes; además del zoroastrismo, también estaban presentes religiones como el hinduismo, el budismo, los judíos y los cristianos. A Ahura Mazda se lo adoraba entre deidades como Mitra, un dios anterior convertido en arcángel en el zoroastrismo, y Anahita, una deidad femenina. Asimismo, hacia el final de la era de los partos, Ahura Mazda se representaba como una figura masculina de pie o a caballo, una imagen que dominaría la era siguiente.
Zurvanismo
Otra forma de zoroastrismo, conocida como zurvanismo, se formó durante el período sasánida (224-651 d.C.). Durante el reinado de Sapur I, el mensaje de Zoroastro fue descartado, Zurvan fue nombrado ser supremo y Ahura Mazda, ahora un espíritu creado, se convertiría en hijo de Zurvan junto a Angra Mainyu/Ahriman. Durante el reinado de Baram II, Ahura Mazda recibió el título que luego se convertiría en uno de sus nombres, Ohrmazd-mowbad.