Guardia varega

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Mark Cartwright
por , traducido por Antonio Elduque
Publicado el 10 noviembre 2017
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, griego, serbio
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The Varangian Guard (by Unknown Artist, Public Domain)
La guardia varega
Unknown Artist (Public Domain)

La Guardia varega era un cuerpo de élite mercenario del ejército bizantino y guardia personal de los emperadores a partir de Basilio II (ca. 988). La unidad vikinga era famosa por la estatura de sus miembros y su comportamiento sanguinario en las batallas, en las que usaban sus terribles hachas de doble hoja, de efectos devastadores. Entre sus miembros destacaron Harald Hardrada, que llegó a ser rey de Noruega, y el héroe islandés Bolli Bollason. Más tarde, especialmente tras la batalla de Hastings (1066) en Inglaterra, pasaron a ser en gran parte una unidad anglosajona. La unidad siguió hasta principios del siglo XIV y, durante varios siglos, los varegos fueron una visión tan impactante para los enemigos de los bizantinos como los tanques lo serían para la infantería en la Primera Guerra Mundial.

Basilio II

Basilio II fue emperador desde el 976 al 1025, y a pesar del enorme éxito de su carrera militar, en la que el Imperio bizantino casi duplicó su territorio, comenzó de la peor manera posible, cuando su ejército fue aniquilado en una emboscada por Samuel de Bulgaria, en un paso de montaña conocido como Puerta de Trajano. La derrota provocó una rebelión interna, cuando dos veteranos revolucionarios intentaron hacerse con el trono de Basilio. Uno de ellos, Bardas Focas, incluso se declaró emperador en el 987. Basilio pudo pedir ayuda a Vladimiro I de Kiev (r. 980-1015) quien, providencialmente, envió una fuerza de 6.000 vikingos de Rus en ayuda del joven emperador. Ellos marcarían la diferencia en los ambiciosos planes de Basilio de forjar un Imperio bizantino aún mayor que lo todo lo visto hasta entonces.

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En agradecimiento por sus 6.000 hombres nórdicos y como muestra de su aprecio, Basilio II ofreció la mano de su hermana a Vladimiro I.

En agradecimiento por sus 6.000 hombres nórdicos y como muestra de su aprecio, Basilio II ofreció la mano de su hermana a Vladimiro I – una acción sin precedentes el que un emperador ofreciera una persona de la realeza a un líder bárbaro – con la condición de que se convirtiera al cristianismo. Vladimiro lo aceptó, y de hecho fue mucho más allá y por su defensa decidida de la fe durante su reinado llegó a ser canonizado.

La expedición vikinga llegó a Constantinopla por mar, ofreciendo una visión terrible con sus largas y pesadas espadas y sus tremendas hachas de doble filo. Basilio, tras esperar pacientemente durante un año bloqueando a los rebeldes, pudo finalmente atacar el campamento del usurpador. El historiador J.J. Norwich prosigue la historia,

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A finales de diciembre del 988 los vigías del Mar Negro divisaron en el horizonte, hacia el norte, los primeros barcos de una gran flota vikinga; a inicios del 989 el grueso de la flota estaba atracado en el Cuerno de Oro y habían desembarcado 6.000 fornidos gigantes. Pocas semanas después, los nórdicos, liderados por el propio Basilio, cruzaron el estrecho en la oscuridad y tomaron posiciones a unos cientos de metros del campamento rebelde. Atacaron al amanecer, mientras un escuadrón de arqueros imperiales disparaban sus flechas incendiarias, con ‘fuego griego’ contra la orilla. Los hombres de Focas, despertados de su sueño, resultaron impotentes; sus atacantes blandieron sus espadas y hachas de batalla sin compasión hasta convertir el campo de batalla en un baño de sangre. Muy pocas de las víctimas lograron escapar con vida. (209)

Byzantine Empire, 1025 CE
Imperio bizantino, 1025 d.C.
Necropotame (CC BY-SA)

Basilio restauró el orden en el 989; quedó tan impresionado por las hazañas de su nueva unidad vikinga que la convirtió, primero en la tropa de choque de élite de su ejército, y luego en su guardia personal. El cuerpo vikingo pasó a ser conocido como la Guardia varega (“hombres de compromiso”) y, además de ser una unidad de gran utilidad en el campo de batalla, protegió de la muerte a muchos emperadores subsiguientes, de manera análoga a como lo había hecho con los emperadores romanos la Guardia pretoriana. Los Varegos permanecieron acuartelados en el Gran Palacio de Constantinopla, como un elemento habitual y distintivo del mismo. El historiador Miguel Psellos (s. XI) describe así sus armas:

Estos hombres, sin excepción, van armados con un escudo y la rhomphaia, una pesada espada de hierro, de un filo, que llevan colgada del hombro derecho. (359)

Los varegos fueron realmente efectivos en el cumplimiento de su responsabilidad de proteger el trono bizantino, quienquiera que fuera su ocupante, pero su servicio no fue barato. El historiador L. Brownworth describe una tradición peculiar de recompensa por los servicios prestados:

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En la noche siguiente a la muerte del soberano, tenían el curioso derecho de acceder al tesoro imperial y tomar todo el oro que fueran capaces de transportar. Esta costumbre permitió a la mayoría de varegos retirarse como hombres ricos y aseguró un aporte permanente de reclutas nórdicos y anglosajones. (212)

Varegos famosos

Uno de los más famosos guerreros y líderes varegos fue Harald Hardrada, que pasó una década al servicio de su emperador. Aparte de muchas otras aventuras, él y sus compañeros varegos lucharon junto al gran general bizantino Jorge Maniaces en Sicilia en 1038, conquistando Mesina y Siracusa. Exiliado en 1042 bajo sospecha de conspiración y sublevación, Harald marchó a Kiev y después volvió a Noruega, donde reinó como Harald III entre 1046 y 1066. Harald luchó y murió defendiendo su candidatura al trono de Inglaterra, en la batalla de Stamford Bridge en 1066, contra su tocayo, el rey inglés Harold Godwinson.

Harald Hardrada, Battle of Fulford Gate
Harald Hardrada, en la batalla de Fulford Gate
Mathew Paris (Public Domain)

Otro miembro famoso de la Guardia varega fue Bolli Bollason (s. XI). Según la Saga de Laxdœla, igual que sus compañeros varegos, Bolli fue pagado generosamente por sus esfuerzos y regresó a Irlanda vestido con un ropaje púrpura tan finamente bordado en oro que recibió el sobrenombre de “Bolli el Elegante”.

Tras la derrota de los anglosajones en la batalla de Hastings en 1066, muchos soldados viajaron a Constantinopla en busca de mejor fortuna, así como otros mercenarios nórdicos procedentes de Islandia, Noruega y otras partes de Escandinavia, atraídos por las hazañas de gente como Harald y Bolli. Los emperadores bizantinos estuvieron contentos de incorporarlos a la Guardia varega aunque, en el siglo XIII, la mayoría de sus miembros eran ingleses y la Guardia usaba su propio idioma para aclamar a su gobernante.

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Decadencia

Puede que los varegos gozaran de una terrible reputación, pero no eran infalibles. Por ejemplo, en 1081, cuando Alejo I Comneno defendía Dirraquio, en Dalmacia, situó a las tropas varegas en la vanguardia de sus líneas, pero fueron casi aniquiladas por una carga de la caballería enemiga. Tampoco resultaron de demasiada utilidad en 1204, cuando los caballeros de la Cuarta Cruzada atacaron Constantinopla, aunque el motivo de su huida de la escena bien pudo ser la falta de pago. Esas derrotas, al ir evolucionando las guerras y la tecnología, pueden ser la explicación de que, a partir de mediados del siglo XIII, los varegos se convirtieron en meros guardias del palacio y la prisión.

En el trabajo del cronista Adán de Usk, en 1404, todavía se hace referencia a los guardias con hachas del palacio bizantino, aunque después los varegos desaparecen del registro histórico. Un efecto duradero de su presencia en el Imperio bizantino fue la influencia de esa cultura en sus países de origen, porque a su regreso llevaron consigo no sólo las riquezas sino también sus ideas de arte y arquitectura. Finalmente, a lo largo y ancho de Escandinavia hay todavía muchas runas de piedra construidas y esculpidas para conmemorar las grandes dotes marciales de los ilustres miembros de la Guardia varega.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Antonio Elduque
Soy doctor en Química y trabajo en el sector biomédico. También licenciado en Humanidades, especialmente aficionado a la Historia. Me gusta traducir porque obliga a una lectura lenta y cuidadosa, buscando el sentido del texto más que el significado de las palabras.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2017, noviembre 10). Guardia varega [Varangian Guard]. (A. Elduque, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-16515/guardia-varega/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Guardia varega." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. Última modificación noviembre 10, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-16515/guardia-varega/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Guardia varega." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 nov 2017. Web. 24 dic 2024.

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