Coloso de Rodas

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Mark Cartwright
por , traducido por Recaredo Castillo
Publicado el 25 julio 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, alemán
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Ancient Rhodes by Frantisek Kupka (by Tony Hisgett, CC BY-NC-SA)
Rodas en la Antigüedad, por Frantisek Kupka
Tony Hisgett (CC BY-NC-SA)

El Coloso de Rodas era una gigantesca estatua de bronce de Helios, el dios del sol. Medía 33 metros de altura y estaba ubicada en el puerto de esa ciudad desde alrededor de 280 a.C. Rodas era uno de los principales puertos comerciales del antiguo Mediterráneo y la estatua estaba considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

Realizada por el escultor local Cares, usando láminas de bronce, la estatua pronto apareció en las listas de lo que valía la pena ver en los escritos de los viajeros de la época. Desafortunadamente el gigantesco Helios no duró mucho. Derribado por un terremoto, no se sabe si en 228 o 226 a.C., sus restos descomunales quedaron abandonados en los muelles de Rodas durante un milenio antes de ser fundidos como chatarra a mediados del siglo VII d.C.

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Helios y Rodas

Helios era el dios del Sol, hijo de los titanes Hiperión y Tea. Aunque su culto no estaba generalizado en Grecia, Platón nos informa en su Simposio y otras obras, de que muchas personas, incluido Sócrates, saludaban al Sol y le dirigían sus oraciones cada día. Un lugar en el que se adoraba especialmente a Helios era Rodas, la más grande de las islas del Dodecaneso en el Mediterráneo oriental. Allí era la divinidad más importante, el dios patrón, y era honrado en el festival de Halieya, el más importante en el calendario religioso de la isla, y en los Juegos Panelénicos, muy similares a los antiguos Juegos Olímpicos. De hecho, según la mitología de la fundación de la ciudad, su nombre deriva del de la ninfa Rodo, que le dio siete hijos a Helios. Durante el período Helenístico (entre los siglos IV y I a.C.), Helios y el dios Apolo llegaron a ser prácticamente sinónimos.

La enorme estatua del dios Helios, patrón de Rodas, celebraba la libertad de la isla, lograda con gran esfuerzo.

La ubicación en la isla de la ciudad de Rodas, con sus cinco puertos, era una posición ideal para prosperar gracias al comercio durante la dominación helenística del Mediterráneo bajo los sucesores de Alejandro Magno, especialmente cuando se establecieron más y más ciudades en el este. La riqueza de la isla y su posición estratégica sobre las rutas comerciales no pasó desapercibida para los ambiciosos soberanos extranjeros. Antígono I (en torno a 382-301 a.C.), uno de los sucesores de Alejandro que controlaba Macedonia y el norte de Grecia, era uno de esos soberanos, y envió a su hijo Demetrio I de Macedonia (en torno a 336 - en torno a 282 a.C.) a atacar Rodas en los años 305-4 a.C. La reciente alianza de la isla con el rival de Antígono, Ptolomeo I (en torno a 366-282 a.C.) de Egipto, fue otra razón para atacar Rodas y tratar de neutralizar su poderosa flota.

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Helios Relief, Troy
Relieve de Helios, Troya
Carole Raddato (CC BY-SA)

Después de un sitio de 12 meses, los rodios y sus formidables fortificaciones se mantuvieron firmes, por lo que Demetrio negoció una tregua y abandonó el bloqueo. El príncipe macedonio se ganó el apodo de “el sitiador de ciudades” pero nada más que eso. Demetrio dejó tras de sí tanto material de asedio, incluida una torre de 36,5 metros (120 pies) de altura, que los rodios pudieron venderlo con un beneficio sustancial. La polis o ciudad-estado poseía una buena cantidad de dinero proveniente de su lucrativo control del comercio, y pareció una buena idea gastar el fruto de su reciente prosperidad en una enorme estatua en honor de su dios patrón, a modo de celebración de la libertad de la isla, ganada con tanto esfuerzo, y que a lo mejor también perpetuaría la prosperidad que estaba disfrutando la isla en el siglo IV a.C.

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El Coloso

El hombre a quien se encargó la hercúlea tarea de esculpir el gigante Helios fue Cares de Lindos, una ciudad de la isla de Rodas. El proyecto no se terminaría hasta alrededor 280 a.C., y, tal y como apunta el escritor romano del siglo I d.C. Plinio el Viejo, costó 300 talentos y tomó al menos 12 años completar la figura de bronce que medía unos 70 cúbitos, es decir 33 metros de altura. Al parecer estaba formada por láminas de bronce, ensambladas en el sitio y sostenidas por puntales de hierro, con algunas piezas lastradas con piedras para aumentar la estabilidad de la figura.

Según Estrabón, el Coloso se partió por las rodillas y quedó abandonado DURANTE siglos en el puerto de Rodas.

Aunque a Helios se lo imaginaba y representaba en el arte como un auriga con un halo de rayos solares, que cruzaba el cielo y arrastraba el sol detrás de él, los rodios quizás optaron por una representación más escultural para su colosal figura. Sin embargo, a diferencia de muchas otras esculturas muy famosas de la antigüedad, no hay representaciones sobrevivientes o modelos a escala en otras formas del arte antiguo para ayudarnos a reconstruir en detalle cómo pudo haber sido el Coloso. Si nos guiamos por las representaciones de Helios en las monedas de plata helenísticas de Rodas, podemos especular que la estatua pudo haber mostrado al dios con su habitual corona de puntiagudos rayos de sol. Un relieve de Helios en una piedra de un templo en Rodas muestra al dios protegiéndose los ojos con una mano, pero se desconoce si eso replicaba o no la postura del Coloso. Por otra parte, la creencia popular de que la estatua sostenía una antorcha como la Estatua de la Libertad de los EE. UU. se basa en la mala lectura de un poema rodio posterior, confundiendo así una luz real con la metáfora de una, según la inscripción en la base original de la estatua.

La base de la estatua tenía la siguiente inscripción, conservada en una antigua antología poética, la Antología Palatina (VI.171):

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A ti, Helios, sí a ti, el pueblo de la doria Rodas levantó este coloso hasta el cielo, después de haber calmado la ola de bronce de la guerra, y coronado su país con el botín ganado al enemigo. No solo sobre el mar, sino también sobre la tierra, establecieron la brillante luz de la libertad sin restricciones. (citado en Romer, 40)

La ubicación exacta de la estatua se desconoce, puesto que ningún escritor antiguo se molestó en decir dónde estaba, pero el lugar más probable es el lado oriental del puerto. Ciertamente, las estatuas posteriores en los puertos romanos, como Ostia, estaban ubicadas cerca de sus puertos tal vez imitando el gran ejemplo de Rodas. La fortaleza medieval de San Nicolás, construida en el sitio de una iglesia anterior dedicada al mismo santo, se encuentra todavía en el malecón del puerto de Mandraki. Los cristianos solían usar los sitios con monumentos paganos como un potente símbolo del nuevo orden, y había una tradición en los tiempos medievales que decía que los pies rotos del Coloso estuvieron allí alguna vez. Una evidencia más concreta, en piedra arenisca, es un gran círculo de bloques cortados que podría haber servido como estructura para la base de la estatua. Además, hay bloques de mármol finos y ligeramente curvados usados en las paredes de las fortalezas que datan del siglo III a.C., así como unas piedras de formas extrañas que pueden haber sido parte de los pesos usados en el interior de la estatua.

Colossus of Rhodes
Coloso de Rodas
Sidney Barclay (Public Domain)

Una segunda ubicación posible está en el centro alto de la ciudad, donde había un santuario dedicado a Helios si se puede confiar en las inscripciones y las piezas de mampostería que servirían como testimonio. Los griegos solían ubicar sus estatuas de divinidades dentro o al lado del santuario que les estaba dedicado, pero, a pesar de extensas investigaciones arqueológicas, no se han encontrado rastros de la estatua allí. Por último, se formó una tradición, perpetuada por dibujos medievales frecuentemente reimpresos, de que la figura gigante estaba de pie a horcajadas sobre la entrada del puerto militar, pero las dimensiones requeridas para una figura en tal posición, que permitiera que los barcos pasaran por debajo, lo hacen muy improbable y contradice todas las fuentes antiguas sobre las dimensiones de la estatua.

Todo lo que se puede decir a ciencia cierta acerca del Coloso de Rodas es que era enorme y que esa cualidad era particular de la escultura helenística y su arte en general, como lo resume el historiador P. Jordan:

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El Coloso de Rodas, dios del Sol, era helenismo puro en cuanto a su ostentación, su gigantismo, su ambición, su demostración de éxito comercial e incluso, aunque aparentemente era un monumento religioso, en su engrandecimiento de una forma humana particular. (33)

Como la misma Edad Helenística, la vida de la estatua fue breve. Demasiado grande para su propio bien, la estatua, al igual que el Imperio de Alejandro, se rompería en pedazos y sería recogida por culturas posteriores. Si alguna vez hubo una obra de arte que fuera el reflejo de una cultura, esa es el Coloso de Rodas y su desafortunado destino.

Las siete maravillas

Algunos de los monumentos del mundo antiguo impresionaron tanto a los visitantes de todas partes con su belleza, su ambición artística y arquitectónica y su gran escala que se ganaron su reputación como lugares de visita obligada (themata) para los antiguos viajeros y peregrinos. Siete de estos monumentos se convirtieron en la 'lista de deseos' original cuando escritores antiguos como Heródoto, Calímaco de Cirene, Antípatro de Sidón y Filón de Bizancio compilaron listas breves de las vistas más maravillosas del mundo antiguo. El Coloso de Rodas llegó a la lista establecida de las Siete Maravillas debido a su atrevido tamaño. Anteriormente, los griegos habían aplicado el término 'coloso' a la estatuaria de cualquier tamaño, pero a partir de entonces, gracias a la figura gigante de Helios, el término se aplicaría solo a las esculturas de figuras muy grandes.

El Coloso, junto con muchas otras estructuras en Rodas, fue derribado por un terremoto en 228 o 226 a.C. Según el geógrafo y escritor griego Estrabón (en torno a 64 a.C. - 24 d.C.) en su Geografía (14.2.5), la estatua se rompió por las rodillas y luego quedó abandonada e intacta porque los lugareños creyeron en la predicción del gran oráculo de Delfos de que moverlo traería desgracia a la ciudad. Plinio el Viejo hizo las siguientes observaciones sobre el impresionante aspecto del Coloso, incluso en fragmentos:

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Esta estatua, cincuenta y seis años después de su levantamiento, fue derribada por un terremoto; pero incluso así como yace, se gana nuestro asombro y admiración. Pocos hombres pueden rodear el pulgar con sus brazos, y sus dedos son más grandes que la mayoría de las estatuas. Donde las extremidades se rompieron, el interior se abre como enormes cavernas. En su interior también se ven grandes masas de roca, con cuyo peso el artista la sostuvo mientras la erigía. (Historia Natural, 34.18.41)

Alrededor del 654 d.C., según el historiador bizantino Teófanes (en torno a 758 - en torno a 817 d.C.), cuando Rodas estaba ocupada por los musulmanes del califato omeya, un comerciante judío de la ciudad de Edesa en la alta Mesopotamia compró los restos de bronce del Coloso para fundirlo y reutilizar el metal, y lo transportó a Oriente en 900 camellos.

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Sobre el traductor

Recaredo Castillo
Una persona sin preparación académica especial, pero que gusta de la Historia y quiere aportar con la traducción de artículos de la Enciclopedia.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, julio 25). Coloso de Rodas [Colossus of Rhodes]. (R. Castillo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17170/coloso-de-rodas/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Coloso de Rodas." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación julio 25, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17170/coloso-de-rodas/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Coloso de Rodas." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 25 jul 2018. Web. 24 dic 2024.

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