El gobierno de la antigua Persia se basaba en una burocracia eficiente que combinaba la centralización del poder y la descentralización de la administración. A veces se afirma que el Imperio aqueménida (hacia 550-330 a.C.), fundado por Ciro el Grande (que reinó entre alrededor de 550 y 530 a.C.) inventó esta forma de gobierno, pero, en realidad, se basaba en modelos más antiguos de gobierno acadio y asirio.
El modelo aqueménida lo seguirían tres imperios sucesivos en la región: el Imperio seléucida (312-63 a.C.), Partia (247 a.C.-224 d.C.) y el Imperio sasánida (224-651 d.C.), con pocas modificaciones porque era muy eficaz. El gobierno era una jerarquía con el emperador en la cima, los funcionarios administrativos y asesores debajo de él y los secretarios debajo de estos. El imperio estaba dividido en provincias (satrapías) administradas por un gobernador persa (sátrapa), el cual era responsable solo de los asuntos civiles; los asuntos militares en una satrapía estaban manejados por un general. Este sistema impedía que los sátrapas iniciaran una rebelión porque no tenían acceso al ejército y desalentaba lo mismo en los líderes militares porque carecían de fondos privados para incitar a las tropas a rebelarse.
Esta forma de gobierno permaneció vigente desde alrededor de 550 a.C. hasta 651 d.C., de nuevo con pocas modificaciones, hasta que el Imperio sasánida cayó ante los árabes musulmanes en el siglo VII d.C. Fue el modelo de gobierno más eficaz en el mundo antiguo, que influyó en la forma de gobierno adoptada por el Imperio romano y su modelo básico se sigue utilizando en la actualidad.
Primeros modelos
SARGÓN DE ACADia DESARROLLÓ EL CONCEPTO DE UN PODER CENTRALIZADO ADMINISTRADO A TRAVÉS DE FUNCIONARIOS DE CONFIANZA DESPUÉS DE ESTABLECER EL PRIMER IMPERIO MULTICULTURAL DEL MUNDO.
Sargón de Acadia (que reinó de 2334 a 2279 a.C.) desarrolló el concepto de un poder centralizado administrado a través de funcionarios de confianza después de establecer el Imperio acadio (2334-2083 a.C.), el primer imperio multicultural del mundo. Sargón seleccionó a los administradores en los que sentía que podía confiar (conocidos como "Ciudadanos de Acadia") y les otorgó el poder de gobernar en las más de 65 ciudades que conformaban su imperio.
También hizo uso del poder de la religión y colocó a su hija, Enheduanna (2285-2250 a.C.), como suma sacerdotisa de Ur en Sumeria para fomentar la devoción y lealtad hacia el orden establecido. Aunque Enheduanna es el único ejemplo conocido de esto, es probable que Sargón hiciera lo mismo en los templos de otras ciudades.
Los gobernadores de cada ciudad estaban bajo la supervisión de los agentes de Sargón, que hacían visitas sorpresa para garantizar su lealtad y el uso eficiente de los recursos. Las iniciativas de Sargón crearon un entorno estable, que permitió el desarrollo de una infraestructura sólida de caminos, mejoras a las ciudades y un sistema postal.
Sargón y sus sucesores se volvieron legendarios en Mesopotamia mucho después de que su imperio cayera y el rey asirio Tiglat-Pileser III (que reinó de 745-727 a.C.), del Imperio neoasirio, reformó el modelo acadio. Tiglat-Pileser III (nombre real: Pulu) era el gobernador provincial de la ciudad de Kahlu (también conocida como Nimrud) bajo el reinado de Ashur Nirari V (que reinó de 755 a 745 a.C.). Los gobernadores provinciales eran responsables de administrar los decretos del monarca, pero empezaron a actuar gradualmente de forma más autónoma en beneficio propio, y Ashur Nirari V no hizo nada para detener esto. Para 746 a.C., el descontento por la negligencia de Ashur Nirari V desembocó en una guerra civil (posiblemente iniciada por Pulu, aunque esto no está claro) y enfrentó a las facciones de los gobernadores provinciales contra el gobierno. Pulu mató a Ashur Nirari V y a su familia en un golpe de estado y tomó el poder y el trono como Tiglat-Pileser III.
El rey Tiglat-Pileser III
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)
La primera medida que tomó fue asegurarse de no sufrir un día el mismo tipo de golpe de estado. Redujo el tamaño de las provincias a la mitad y aumentó su número de 12 a 25 para que las regiones más pequeñas no pudieran levantarse en armas como antes. Luego redujo el poder de los gobernadores provinciales y colocó a dos hombres en el poder de cada provincia, cada uno de los cuales tenía que aceptar las decisiones políticas antes de promulgarlas. Más aún, castró a estos gobernadores para que no hubiera ninguna posibilidad de que uno intentara usurpar el poder y establecer una dinastía familiar.
Una vez instaurado este sistema, utilizó el modelo acadio y estableció una red de inteligencia mediante la cual sus administradores de confianza visitaban las provincias sin avisar para asegurarse de que todo estuviera funcionando como él quería. El modelo de Tiglat-Pileser sería muy útil para el Imperio neoasirio hasta su caída en 612 a.C. ante una coalición liderada por los medos y los babilonios.
Los medos se volvieron el poder dominante en la región hasta que fueron derrocados por Ciro el Grande en alrededor de 550 a.C. y fueron la primera civilización que había adoptado el sistema de la satrapía que utilizaron los asirios. Los medos mantuvieron el sistema más o menos intacto, y fue este modelo el que Ciro usó como base mientras modificaba el modelo de los asirios.Heródoto observa cómo “los persas adoptan más costumbres extranjeras que los demás pueblos” (I. 135), un hecho que ciertamente era verdadero de Ciro cuando formó su gobierno. Tanto el imperio acadio como asirio reinaron sobre diversos pueblos en vastas regiones y, aunque inicialmente tuvieron éxito, ambos habían caído. En un esfuerzo por impedir que le pasara lo mismo a su creación, Ciro tomó los mejores aspectos de los gobiernos anteriores e ignoró aquellos que causaron más problemas.
Una de las políticas más odiadas del Imperio asirio era la práctica de deportar y reubicar a poblaciones grandes. La decisión de los asirios de reubicar a las personas no se tomaba a las apuradas ni de forma injusta: las familias se mantenían juntas y se elegía a las personas por sus talentos y habilidades particulares; aún así, esto no era un consuelo para aquellos desarraigados de sus hogares y transportados a alguna región extranjera. Otras políticas asirias poco populares eran la nacionalización de los conquistados (que no vendieran como esclavos) en "asirios", como parte integral del imperio, y la proliferación de templos al dios supremo asirio Ashur en todas las regiones conquistadas. En 612 a.C., cuando la coalición medo-babilónica destruyó las ciudades de Asiria, les prestaron especial atención a los templos y las estatuas de los dioses y reyes que odiaban.
Ciro el Grande
Siamax (CC BY-SA)
Se ha argumentado que Ciro seguía la religión de Zoroastro, basada en la que se desarrolló en la región hacia 1500-1000 a.C. y las referencias al dios del zoroastrismoAhura Mazda asociado con Ciro. Sin embargo, Ahura Mazda ya era el dios supremo del antiguo panteón iranio mucho antes de que el profeta Zoroastro (Zaratustra) recibiera su visión. Cualquiera que fueran las creencias personales de Ciro, no se las impuso a nadie. Todos en el imperio eran libres de adorar a quienes quisieran y como quisieran.
Ciro es famoso por liberar a los judíos del llamado Cautiverio de Babilonia e incluso ayudó a financiar la reconstrucción de su templo en Jerusalén. Todos los pueblos conquistados tenían permitido quedarse donde siempre habían vivido y hacer lo que siempre habían hecho; lo único que pedía Ciro era que pagaran los impuestos, que proporcionaran hombres para los ejércitos y que todos debían intentar llevarse bien entre sí lo mejor que pudieran.
Su gobierno se basaba en su soberanía central suprema representada por las satrapías descentralizadas que, al igual que el sistema asirio, eran vigiladas por los funcionarios de Ciro, los ojos y oídos del rey. No se tiene constancia de ninguna revuelta durante el reinado de Ciro el Grande, y un testimonio de su éxito como constructor de imperios y soberano es el hecho de que el pueblo se refiriera a él como su padre.
Luego de la muerte de Ciro en 530 a.C., su hijo Cambises II (que reinó de 530-522 a.C.) extendió el imperio a Egipto y continuó las mismas políticas. Cambises II se suele representar como un monarca desequilibrado e ineficiente, pero probablemente era porque hizo muchos enemigos cultos entre los egipcios y griegos. Sin embargo, parece haber implementado políticas más estrictas que su padre o su sucesor Darío I el Grande (que reinó de 522 a 486 a.C.). Un ejemplo de esto es su reacción cuando el juez real Sisamnes aceptó un soborno. Heródoto escribió lo siguiente:
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Cambises mandó degollarlo y desollarlo de la cabeza a los pies. Cuando le hubieron arrancado la piel, ordenó que la cortaran en tiras y que, con ellas, forrasen el trono en el que Sisamnes tomaba asiento para impartir justicia. Luego, en sustitución de Sisamnes, a quien había hecho ajusticiar y luego desollar, designó para el cargo de juez al hijo de Sisamnes y le recomendó que, al emitir sus fallos, tuviera presente en qué trono se hallaba sentado. (V.25)
Cuando Darío el Grande subió al poder, instituyó un nuevo paradigma a través de su código legal conocido como la Ordenanza de las buenas regulaciones. Actualmente, esta obra solo existe en fragmentos y citas de autores posteriores, pero parece haberse basado en el Código de Hammurabi anterior (que reinó de 1792 a 1750 a.C.). Una de las estipulaciones de Darío I era que “nadie, ni siquiera el rey, puede ejecutar a alguien que ha sido acusado de un solo crimen... pero, si después de la debida consideración, resuelve que los crímenes cometidos superan en número y gravedad a los servicios prestados, entonces puede ceder a la ira” (Heródoto I.137).
Peso de piedra con una inscripción de Darío I
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)
Cuando un juez real llamado Sandoces fue hallado culpable de aceptar un soborno, Darío I ordenó que lo crucificaran. Sin embargo, tras considerar su propia ley, reconoció que las buenas acciones que Sandoces había hecho como juez superaban su único delito de aceptar un soborno y, así, fue absuelto, aunque, en lugar de regresar a su puesto anterior, lo hicieron gobernador provincial (Heródoto I.194).
la meseta irania: Partia, Aria, Bactria, Sogdiana, Corasmia y Drangiana,
las tierras fronterizas: Archosia, Sattagydia, Gandara, Sind y el este de Escitia,
las tierras bajas occidentales: Babilonia, Asiria, Arabia y Egipto,
la región noroccidental: Armenia, Cappadocia, Lidia, los escitas de ultramar, Skudra y los griegos que usaban petasos,
las regiones costeras del sur: Libia, Etiopía, Maka y Caria.
Cada una de estas regiones se subdividió en 20 satrapías. Para garantizar que los sátrapas realizaran sus tareas con honestidad, Darío I mantuvo el sistema anterior de Ciro el Grande y lo perfeccionó para las satrapías más pequeñas. Colocó a un ecretario real en cada provincia que ayudaría al sátrapa, pero le rendiría cuentas a Darío. También había un tesorero real que supervisaba los gastos del gobierno, aprobaba cualquier proyecto para el que el sátrapa necesitara dinero y también le rendía cuentas a Darío. La responsabilidad dual de sátrapa y comandante militar se mantuvo igual, y había un Comandante de guarnición a cargo de las fuerzas armadas de una provincia, pero que no tenía acceso al tesoro.
Darío también mantuvo la práctica de los "hombres de confianza" que aparecían sin avisar para supervisar cada provincia. Estos eran conocidos como inspectores reales y su responsabilidad principal era asegurarse de que los funcionarios del gobierno realizaran sus deberes honestamente; pero también había un comité de hombres de confianza que evaluaban los impuestos en la región y registraban a los ciudadanos para asegurarse de que los impuestos gravados por el sátrapa fueran justos y de que todos los impuestos se destinaran al lugar correcto.
Los gobiernos seléucida y parto
Los sucesores de Darío I continuaron estas políticas, aunque ninguno de los monarcas posteriores fue tan eficaz como él. Cuando el Imperio aqueménida cayó ante Alejandro Magno en 330 a.C., lo reemplazó el Imperio seléucida, fundado por uno de los generales de Alejandro, Seleuco I Nicátor (que reinó de 305 a 281 a.C.). Seleuco I conservó el modelo de gobierno aqueménida intacto, pero colocó a griegos en cargos de poder en todas las provincias. Esta política causó resentimiento y, tras la muerte de Seleuco, sus sucesores tuvieron que lidiar con muchas rebeliones.
LOS PARTOS FAVORECÍAN MANTENER a los REYES CLIENTEs EN sus TRONOs PARA PROMOVER LA CONTINUIDAD EN LAS PROVINCIAS.
Entre los pueblos que se rebelaron estaban los partos en 247 a.C. Su primer rey, Arsaces I de Partia (que reinó de 247 a 217 a.C.) también conservó el modelo aqueménida y estaba tan ocupado estableciendo su imperio a expensas de los seléucidas que casi no lo modificó. Sin embargo, sus sucesores harían cambios significativos. El imperio se dividió en la Partia superior (Partia y Armenia) y la Partia inferior (Babilonia, Persis, Elymais).
Estas cinco regiones se dividieron en provincias, pero no siempre estaban administradas por un funcionario parto. Los partos favorecían mantener a los reyes clientes en sus tronos para promover la continuidad en las provincias y la lealtad del monarca provincial hacia el imperio.
Sin embargo, esta política no siempre funcionaba bien, ya que los reyes cliente podían captar cualquier debilidad del gobierno central y ascender a través de alianzas con los enemigos del Estado que, en el caso de Partia, era cada vez más el Imperio romano. Sin embargo, no fue Roma la que derrocó al Imperio parto, sino el rey vasallo Ardacher I (que reinó de 224 a 240 a.C.) quien fundó el Imperio sasánida.
El gobierno sasánida
El sistema de gobierno parto era mucho menos estricto que el modelo aqueménida. Las cinco regiones, a veces gobernadas por reyes cliente y a veces por funcionarios elegidos por la corte, no formaban una entidad cohesiva y carecían del respaldo que Darío I había hecho integral para dirigir un imperio. Luego de que Ardacher I derrocara al último rey parto Artabano IV (que reinó de 213 a 224 a.C.), se embarcó en una serie de campañas militares para reforzar el control sobre las tierras partas y centralizar el gobierno.
Ardacher I era un devoto seguidor del zoroastrismo y basó su visión del gobierno en los cinco principios de la religión:
El dios supremo es Ahura Mazda.
Ahura Mazda es el bien absoluto.
Su oponente eterno, Arimán (también Angra Mainyu), es el mal absoluto.
La bondad se expresa mediante buenos pensamientos, buenas palabras y buenas obras.
Cada persona es libre de escoger entre el bien y el mal.
Luego de que Ardacher uniera al anterior Imperio parto bajo su gobierno (y lo expandiera), siguió el mismo ejemplo que sus predecesores y adoptó el modelo de gobierno aqueménida, solo que ahora se esperaba que los funcionarios del gobierno honraran las creencias y prácticas del zoroastrismo. Esto no quiere decir que el zoroastrismo nunca jugara un papel en el gobierno persa antes de los sasánidas.Jerjes I (486-465 a.C.) y otros reyes aqueménidas eran practicantes del zoroastrismo, pero nunca incluyeron la fe en su plataforma política.
El zoroastrismo le dio forma al gobierno sasánida y se convirtió en la religión estatal, pero esto no significa que se persiguiera o se excluyera del servicio público a los pueblos de otras creencias bajo Ardacher I o su hijo y sucesor, Sapor I (que reinó de 240 a 270 d.C.). Sapor I, de hecho, aceptaba todas las creencias en el imperio y permitió que los judíos y budistas construyeran templos y que los cristianos erigieran iglesias. Sapor I se veía como la personificación del rey guerrero sagrado que promovía la verdad del zoroastrismo contra las fuerzas de la oscuridad y el mal, representadas por el Imperio romano. Sapor I tuvo un éxito casi universal en sus ataques a Roma y se volvió un modelo para sus sucesores.
Moneda de Sapor I
TruthBeethoven (CC BY-SA)
La tolerancia religiosa del Imperio sasánida continuó hasta el reinado de Sapor II (309-379 d.C.), que veía al cristianismo como una creencia romana que buscaba socavar la verdad del zoroastrismo. Bajo el reinado de Sapor II, se escribiría el Avesta(la obra sagrada del zoroastrismo), y se perseguiría a los cristianos en todo el imperio. La tolerancia religiosa continuó extendiéndose a aquellas creencias no asociadas con Roma y, así, las persecuciones de Sapor II se consideran motivadas más por la política que por la religión.
Las persecuciones se detuvieron luego de su reinado y el de su sucesor, Ardacher II (que reinó de 379 a 383 d.C.), y se reinstauró la política anterior de aceptación de todas las creencias. El mejor de los reyes sasánida fue Cosroes I (también conocido como Anushirvan el Justo, que reinó de 531 a 579 d.C.) quien regresó al Imperio sasánida a la visión anterior de Ardacher I y Sapor I pero con un mayor enfoque en la educación y la mejora cultural.
Conclusión
Los sucesores de Cosroes I mantuvieron el modelo de gobierno, aunque, en el siglo VII d.C., el imperio se fue descentralizando de forma periódica a medida que los nobles se reafirmaban en distintas regiones. El imperio sasánida cayó cuando fue conquistado por los árabes musulmanes invasores en 651 d.C. Estos también aplicaron los fundamentos básicos del gobierno aqueménida en sus territorios, es decir, un soberano (el sah) decretaba la ley y luego los sátrapas la implementaban. Sin embargo, bajo el gobierno musulmán, con el tiempo se requeriría que los no musulmanes pagaran un impuesto para vivir entre ellos, y la política de tolerancia religiosa se descartó a favor de la conversión.
El modelo de gobierno aqueménida persa se volvió la norma en Asia Central y en toda Mesopotamia desde alrededor de 550 a.C. hasta 651 d.C., lo que permitió el desarrollo de una de las culturas más ricas del mundo. Como se mencionó, el modelo persa influyó en el del Imperio romano, que luego influiría aún más en las culturas posteriores hasta llegar al ejemplo actual de los Estados Unidos de Norteamérica, cuyo paradigma gubernamental se basa en el de Roma.
El único defecto grave del modelo era que un soberano individual nunca tenía su puesto totalmente asegurado porque se creía que la realeza era otorgada por los dioses o un solo dios, Ahura Mazda. Un noble de la corte o sátrapa que organizara una revuelta exitosa se consideraba elegido por las fuerzas divinas para gobernar, mientras que los depuestos simplemente se merecían su destino.
Aun así, está claro que varios monarcas de cada uno de los distintos imperios parecen haber sido favorecidos genuinamente por la nobleza y la gente común, principalmente por los beneficios que recibían en la forma de impuestos reducidos. Este mismo paradigma se observa en la actualidad, a nivel mundial, en gobiernos en los que la gente favorece a un líder solo si los beneficia personalmente. La motivación humana básica no ha cambiado desde el comienzo de la historia, y ha habido muchas formas distintas de gobierno que intentaron administrarla y canalizarla de forma positiva. Entre estos, se encuentra el modelo persa, que fue muy útil para los imperios antiguos durante más de mil años y cuya influencia continúa sintiéndose en la era moderna.
Soy traductora pública, literaria y científico-técnica de inglés al español y me apasiona todo lo relacionado con la arqueología, la historia y la religión.
Joshua J. Mark no solo es cofundador de World History Encyclopedia, sino que también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, J. J. (2019, noviembre 14). Gobierno de la antigua Persia [Ancient Persian Government].
(E. Rua, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18564/gobierno-de-la-antigua-persia/
Estilo Chicago
Mark, Joshua J.. "Gobierno de la antigua Persia."
Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. Última modificación noviembre 14, 2019.
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Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Gobierno de la antigua Persia."
Traducido por Eliana Rua. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 14 nov 2019. Web. 03 mar 2025.
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Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 14 noviembre 2019. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.