Hafez de Shiraz (también llamado Hafiz, 1315-1390) se considera el más grande de los poetas persas y se encuentra entre los escritores más famosos y admirados de la literatura mundial. En la actualidad es uno de los poetas más traducidos y su obra continúa resonando con las audiencias modernas.
Su nombre completo es Khwaja Shams-ud-Din Muhammed Hafez-e Shiraz, pero se lo conoció como Hafez (que significa “memorizador”) debido a que memorizó el Corán a una edad temprana y más tarde memorizó las obras de otros poetas persas como Sanai (1080 - en torno a 1131), Attar (1145 - en torno a 1220), Rumi (1207-1273), Saadi (1210-en torno a 1291) y Nizami (en torno a 1141-1209), todos los cuales influyeron en su propia obra.
Se sabe poco de su vida personal excepto que nació en Shiraz (actual Irán), y que sus padres eran de Fars. Hafez era culto y posiblemente tenía conexiones con la casa gobernante, ya que pasó su vida como poeta de la corte de los monarcas de la región. Era musulmán suní y devoto del enfoque místico del islam conocido como sufismo que fundamenta su poesía junto a la literatura coránica, las leyendas persas, el mito de Shahnameh y otras tantas fuentes. A diferencia de otros poetas (como por ejemplo Rumi), no existe una colección definitiva de sus obras. Se recopiló su diván (colección de piezas cortas), pero los eruditos no se ponen de acuerdo en cuándo ni en quién lo hizo.
HAFEZ FUE EL POETA MÁS POPULAR DE SU EPOCA Y EN LA ACTUALIDAD SE MANTIENE SU REPUTACIÓN POR HORADAR EN LA VISIÓN MÍSTICA Y POR LA BELLEZA DE SUS COMPOSICIONES.
La poesía de Hafez se centra en el poder del amor transcendente y en los efectos transformadores de entregarse a toda experiencia a través de abrazar lo que significa ser un ser humano en su sentido completo que, para Hafez, incluye una relación íntima con Dios. Muchos eruditos describen su obra como antinomia, que significa un rechazo a las reglas, las regulaciones y la censura, y esta etiqueta es adecuada ya que Hafez consideraba la vida demasiado amplia para que pequeñas etiquetas y mandamientos estrechos la abarcaran o dirigieran. Dan fe de ello sus muchas alusiones al vino, a la embriaguez, a las tabernas y al abandono al deseo sensual; no obstante, como señalan muchos eruditos, la poesía de Hafez se puede leer a muchos niveles y estas alusiones también se pueden entender como referencias alegóricas de la experiencia del amor divino.
Hafez se convirtió en el poeta más popular y respetado de su época y en la actualidad se mantiene su reputación por horadar en la visión mística y por la belleza de sus composiciones. Su mausoleo en Shiraz, rodeado de jardines y pequeñas cascadas, atrae a admiradores de todo el mundo que no solo continúan respondiendo a sus obras escritas, sino que también afirman tener una comunión mística con el poeta en sus vidas diarias.
Primeros años e influencias
Hafez nació en Shiraz de padres musulmanes suníes de los que no se conoce nada. Su padre podría haber sido imán (líder religioso) ya que se dice que Hafez memorizó el Corán escuchando a su padre recitarlo constantemente, una de las responsabilidades de un imán. Shiraz era un centro cultural refinado y cosmopolita, que el famoso escritor de viajes, Ibn Battuta (1304 - 1368/9) alabó por su belleza y poder inspirador, que animaba los avances artísticos, intelectuales y religiosos. El erudito Leonard Lewisohn comenta:
Esta ciudad de santos y poetas… era especialmente famosa por sus universidades y seminarios, sus centros sufíes y mezquitas, muchas de las cuales tenían jardines que las acompañaban y poseían propiedades adjuntas en su suelo de legado caritativo. La presencia de estas instituciones… prestaba a la ciudad un ambiente sagrado peculiar en la imaginación popular. (3)
La época en la que vivió Hafez fue turbulenta en Irán. Los mongoles habían invadido la región cien años antes de que Hafez naciera, estableciendo casas dinásticas que no siempre fueron populares, los conflictos entre muchas casas gobernantes, o dentro de ellas, continuaban. El sufismo, con su énfasis en la liberación individual sin considerar las circunstancias externas, tuvo un gran atractivo en ese momento. El sufismo no es una secta del islam, sino una experiencia mística basada en una cosmovisión islámica, que persigue trascender a cualquier constricción artificial percibida. Los eruditos John Heath-Stubbs y Peter Avery comentan:
La tendencia del sufismo es panteísta. Cada alma humana es una partícula del absoluto divino, y la mística aspira a una unión completa con lo divino. Esta unión se adquiere con el conocimiento de que es la persona en sí misma esa última realidad que persigue. Pero el yo individual se aniquila por completo en este yo superior, como la polilla atraída a la llama de la vela. En aras del conocimiento esotérico, el sufí debe abandonarlo todo, en particular las restricciones legalistas de la religión convencional. (5)
Se desconoce cómo se introdujo Hafez en el sufismo, pero Shiraz en esa época era un centro sufí por lo que pudo fácilmente absorber los conceptos sin ningún esfuerzo (no obstante, se dice que más tarde estudió con el maestro sufí Zayn Attar, fallecido en 1403). Posiblemente trabajó como pañero cuando era joven antes de ser empleado como chico de los recados en una panadería. En uno de sus recados, se dice que vio a Shakh-e Nabat, una bella mujer de clase alta y, con el conocimiento de que nunca podría tener una relación verdadera con ella, intentó una unión espiritual a través de la meditación.
Se dice que mientras meditaba sobre su deseo de amor y de tener una relación con esta mujer, tuvo su primera experiencia mística en forma de un ser de luz, que se interpreta normalmente como un ángel que animó a Hafez a buscar una relación duradera con Dios. No obstante, no existe una repercusión inmediata de esta experiencia, se asume que Hafez continuó con sus meditaciones en lo divino y que lo que llegó a entender finalmente influyó en su poesía.
Sin embargo, el sufismo no fue solamente la mayor influencia en la obra de Hafez, ya que también se moldeó y tomó forma por su posición como poeta de la corte, primero bajo la dinastía Inju (1335-1357), y después bajo la dinastía muzafárida (1314 - en torno a 1393). La dinastía Inju se encontraba entre las que fundaron los mongoles y posiblemente Hafez trabajó como poeta de la corte por primera vez para la casa gobernante bajo Saraf-al-Din-Mahmud en torno a 1339. Definitivamente Hafez era un poeta destacado en la época del reinado de Jamal al-Din Abu Ishaq (en torno a 1343-1357) para el que escribió varios versos.
El poeta de la corte se consideraba esencial para el funcionamiento del gobierno como consejero y confidente, así como músico, compositor y animador de todo tipo. El objetivo final del poeta era inmortalizar al monarca por medio del verso, y esto se conseguía, con el tiempo, a través de los poemas que alababan al rey por diferentes aspectos de su reinado, su misericordia, piedad, poder militar o belleza física. El erudito Sassan Tabatabai comenta:
Tradicionalmente, el poeta de la corte, cuya función iba más allá del simple entretenimiento, era una parte integral de la corte persa. Ardacher Babakan, el fundador de la dinastía sasánida en el siglo tercero, consideraba al poeta “una parte del gobierno y el medio de fortalecer la gobernación”. (3)
Se suponía que el poeta de la corte era capaz de componer improvisadamente y de acompañarse con un instrumento musical. Se recitaba un verso o copla y después el poeta tocaba un interludio musical breve (aparentemente mientras componía el verso siguiente) y luego continuaba. Estos poemas eran pródigos en alabanzas al rey al que a menudo se trataba y describía en términos y representaciones igualmente aplicables a lo divino o amado. Heath-Stubbs y Avery escriben:
El número de los encantos del amado y las quejas de su crueldad, que también describían la belleza divina, o la pena del alma al separarse de ella, se entienden más como elogios a la gloria del patrón principesco, o como reproches respetuosos por su tardanza en recompensar los servicios de su poeta… Se debe recordar que los príncipes que, junto a sus ministros, eran los temas del verso de Hafez, eran soberanos absolutos. Podían proclamar, de alguna manera, que eran los lugartenientes de Dios en la tierra, y el esplendor de sus propias cortes era una imagen de la gloria que está en lo alto. (10)
Alrededor de 1357-8, los Inju cayeron frente a los muzafáridas liderados por Mubariz al-Din Mohammaed, cuya crueldad animó a su hijo, Shah Shuja Muzaffar (que reinó de 1358-1384), a derrocarlo, cegarlo y encarcelarlo. Hafez continuó como poeta bajo Shah Shuja, para el que escribió la mayoría de los versos que actualmente se interpretan como dirigidos a Dios.
La religión del amor y las obras de Hafez
Estos poemas, con sus altísimos elogios del amado y sus gracias, contribuyen a lo que a menudo los eruditos contemporáneos se refieren como la religión del amor que Hafez abrazó y predicó. La religión del amor no conoce reglas ni sigue pautas, más que los mandatos del corazón. El poema 38 de Hafez dice en una parte [traducido de la versión inglesa de Gertrude Bell]:
No cejaré hasta alcanzar mi deseo; permite que mi boca obtenga
la boca carmesí de mi amor, o deja que mi alma expire,
exhalada por los labios que en vano buscaron los suyos.
Otros quizás encuentren otro amor más justo;
Sobre su umbral reposé mi cabeza,
El polvo me cubrirá mientras sigo allí tendido,
Cuando la vida y el amor hayan abandonado mi cuerpo…
¡Ah, ven, mi amor! Porque los prados esperan tu llegada,
Y el espino tiene flores en lugar de espinas, el ciprés fruta, y el desolado y duro
invierno de antes ha huido de tus pasos. (La poesía de Hafez de Shiraz, 5)
Este poema, como muchos otros, se interpreta actualmente a menudo como un “poema de amor” en el que un amante se dirige a su amor mortal, pero, como señalan Heath-Stubbs y Avery, “De hecho, casi todos los poemas de Hafez se pueden leer al menos con tres niveles de significado” (9). El orador en esta traducción se está dirigiendo a una mujer, pero en el original podría estar dirigiéndose al patrón del poeta, un hombre joven, o a Dios. El simbolismo erótico se usa con frecuencia para expresar el deseo espiritual, al igual que el uso de Hafez de la imagen del vino o de la experiencia de la embriaguez significa la naturaleza embriagadora de la relación con Dios. Heath-Stubbs y Avery escriben:
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Las imágenes de la poesía de Hafez se deben tomar como correspondientes a las experiencias de la mística universal. Lo amado se convierte en el amante divino; la separación de Él, en sus diferentes grados, es la noche oscura del alma, la unión con él la absorción extática del místico en el absoluto. (9)
Al mismo tiempo, se puede entender el poema a nivel literario como una expresión del amor romántico y del deseo sexual. La poesía persa se dirigía con frecuencia a los hombres jóvenes, al menos en un nivel superficial, como personificando la belleza divina debido a que los hombres jóvenes se encontraban en la corte con mucha más frecuencia que las mujeres, quienes estaban recluidas según la tradición islámica. Aunque los eruditos han interpretado los versos de varios poetas persas en la línea homoerótica, las obras se entienden mejor como expresiones de lo que Platón denominó la “forma de belleza”, un absoluto divino que se refleja en algo o alguien en el plano físico. Por lo tanto, un poema de un hombre a otro hombre, no significa necesariamente una atracción romántica o sexual del uno por el otro. El poeta sencillamente está reconociendo la naturaleza de la belleza en una forma física; la forma en particular carece de importancia.
De la misma manera son irrelevantes las normas humanas artificiales y los reglamentos que impidan la búsqueda de la belleza divina, del amor y de la realización espiritual. Hafez expresa su desprecio a la hipocresía religiosa y al dogma en su poema 31 traducido por Elizabeth Gray:
Predicadores que exhiben su piedad en la oración y en el púlpito
Se comportan en forma distinta cuando están solos.
Me desconcierta. Pregunta a los eruditos de la asamblea:
“¿Por qué aquellos que piden arrepentimiento hacen tan poco sobre ello?”
Es como si no creyeran en el día del juicio
Con todo este fraude y falsedad que realizan en Su nombre.
Yo soy el esclavo del amo de la taberna, cuyos derviches,
Al no necesitar nada, hacen que el tesoro parezca polvo.
Oh Señor, pon a los nuevos ricos de vuelta sobre sus asnos
porque alardean de sus mulas y esclavos turcos.
Oh ángel, recita alabanzas en la puerta de la taberna del amor,
Porque dentro fermentan la esencia de Adán.
Cada vez que su belleza infinita mata un amante
Otros brotarán, con amor, desde el mundo invisible.
Oh mendigo de la puerta del claustro, ven al monasterio de los Magos,
Porque el agua que dan hace ricos a los corazones.
Vacía tu casa, Oh corazón, para que pueda convertirse en hogar del
amado,
porque el corazón de los superficiales es un campamento militar.
Al amanecer llegó un clamor desde el trono del cielo.
La razón dijo, “parece que los ángeles están memorizando el verso de Hafez”.
(La poesía de Hafiz Shiraz, 7)
Este poema también se puede leer a diferentes niveles. A nivel literal, es una acusación contra la hipocresía religiosa y una llamada a abandonar las limitaciones de la religión hecha por el hombre por la libertad de la experiencia en la taberna y la exploración de los deseos del corazón. La imagen del “monasterio de los magos” es una referencia de una expresión coloquial de la época de Hafez en la que “mago” significaba vendedor de vino o proveedor de alcohol. Debido a que el islam prohibía la venta y el uso del alcohol, solo los judíos y los cristianos podían vender vino o trabajar en tabernas. Los magos eran la clase sacerdotal de la religión persa preislámica del zoroastrismo, que fomentaba el alcohol como parte de la experiencia espiritual, y por lo tanto, los vendedores de vino de la época de Hafez eran “magos de honor” y una taberna un “templo del mago” o “monasterio”.
No obstante, a otro nivel, el poema expresa el corazón del sufismo en el que el “amo de la taberna” es Dios que anima a aquellos que lo aman a ignorar la hipocresía y el engaño del clero convencional para buscar una relación honesta con lo divino por medio de sus propios esfuerzos. En cualquier lectura, el poeta se congratula de sus puntos de vista y proclama que incluso los ángeles aprueban y memorizan la poesía de Hafez exactamente igual que él memorizó una vez el Corán.
Veneración moderna e interpretación
Las obras de Hafez, como las de cualquier poeta, pierden algo vital al traducirlas; pero, en su caso, la pérdida es más significativa ya que el persa original posee muchos matices y una palabra puede tener muchos significados. Su poesía, en el original, puede ser interpretada de maneras diferentes por quienes la lean o escuchen según sus propias creencias. Esta libertad de interpretación contribuyó a la posición de Hafez como el poeta más popular de su época.
Es un testamento de su popularidad y habilidad con las palabras que incluso el despiadado conquistador Timur (más conocido como Tamerlán, que reinó de 1370-1405) leyó a Hafez e incluso lo reprendió por una de sus líneas. Según la historia, Hafez respondió tan inteligentemente a esta crítica que Timur le recompensó generosamente. Aunque Hafez desaprobaba enérgicamente la conquista de 1387 de Timur, las masacres indiscriminadas y la toma de Shiraz, y los dos hombres no tenían nada en común, incluso Timur encontró algo en la obra de Hafez a lo que reaccionar.
En la actualidad la gente continúa reaccionando ante la poesía de Hafez a nivel mundial, y este sigue siendo uno de los poetas más vendidos. Muchas de las llamadas “traducciones” de su obra en la actualidad no son traducciones en absoluto, sino una “canalización” moderna del espíritu del poeta para crear poemas inspirados en Hafez. El mejor ejemplo de ello es el poeta Daniel Ladinsky en El regalo: Poemas de Hafiz el gran maestro sufí, que son poemas que Ladinsky proclama que le llegaron en un sueño en el que Hafez “me cantaba cientos de líneas de su poesía en inglés, y me pedía que diera ese mensaje a mis artistas y buscadores” (Mansfield, 2).
Un poema popular que se puede encontrar por internet, como por ejemplo Now is the Time (Ahora es el momento), que se atribuye coherentemente a Hafez, debería por lo tanto ser atribuido apropiadamente a Ladinsky canalizando a Hafez. Ladinsky apenas es el primero en realizar tal reivindicación. Muchas personas que visitan el mausoleo de Hafez en Shiraz proclaman que reciben mensajes y guía del poeta y su asociación con lo divino anima a los adivinos al lugar para ofrecer sus servicios afirmando que el espíritu de Hafez los guía.
No obstante, la tradición de la poesía inspirada en Hafez va mucho más allá hasta el poeta alemán Goethe (1749-1832) y su West-Eastern Divan (El Diván este-oeste), una colección de poemas escritos con el espíritu de Hafez. La seudotraducción de las obras persas es más famosa a través de la obra del poeta inglés Edward Fitzgerald (1809-1883) cuyo Rubaiyat of Omar Khayyam (El Rubaiyat de Omar Khayyam) se convirtió en éxito de ventas en occidente a finales del siglo XIX y a lo largo del XX. Fitzgerald no “tradujo” la obra de Khayyam, más bien la “interpretó” según su propia sensibilidad. Eruditos como Coleman Barks en sus obras sobre Rumi continúan con esa tradición, pero ninguno de ellos fue tan lejos como Ladinsky al afirmar estar en comunión presente con Hafez.
No obstante, tuviera noticias Ladinsky u otros de Hafez, no molestaría al poeta que indudablemente aprobaría la alegría que sus “nuevas obras” llevan a la gente, así como los mensajes que estas afirman recibir en su tumba. Durante su vida, diferentes personas interpretaron su poesía según sus creencias y necesidades, y así ha sido desde su muerte. Se lo considera, junto a Ferdousí y Rumi, uno de los tres poetas fundamentales de Irán, pero ningún país puede contener a Hafez más que cualquier religión o idioma. La visión universal de Hafez de la amistad, la experiencia y la comunión con lo divino atraviesa todas las fronteras, ignora las divisiones y da la bienvenida a todo aquel que reaccione ante su religión de amor.
Debido a mi gran interés por aprender humanidades, soy traductora voluntaria para WHE, lo que me da la oportunidad de profundizar en las olas del tiempo.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, J. J. (2020, mayo 26). Hafez de Shiraz [Hafez Shiraz].
(R. M. Barquin, Traductor). World History Encyclopedia. Obtenido de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18957/hafez-de-shiraz/
Al estilo de Chicago
Mark, Joshua J.. "Hafez de Shiraz."
Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 26, 2020.
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Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Hafez de Shiraz."
Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 26 may 2020. Web. 21 nov 2024.
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Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 26 mayo 2020. El titular del copyright ha publicado este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Tenga en cuenta que los contenidos enlazados desde esta página pueden tener condiciones de licencia diferentes.