Donatello (hacia 1386-1466), cuyo nombre completo es Donato di Niccolò di Betto Bardi, fue un artista italiano del Renacimiento mejor conocido por sus estatuas, tales como la espectacular figura de bronce de David que ahora se encuentra en el Museo del Bargello, en su ciudad natal de Florencia. Donatello fue influyente al popularizar el estilo clasicista, que era el estilo al cual los artistas del Renacimiento recurrían para encontrar inspiración en las obras existentes de la Antigüedad. El escultor se interesó particularmente en darle a su arte una sensación de perspectiva. Otras obras de Donatello que influyeron en otros artistas posteriores incluyen su san Marcos de mármol, hecho para la iglesia Orsanmichele en Florencia; los paneles en bajorrelieve, hechos unos para el baptisterio de Siena y los otros para el altar de la basílica de Sant’Antonio en Padua; y la estatua ecuestre de Gattamelata en Padua.
Juventud
Donatello nació alrededor de 1386 en Florencia; su padre fue un cardador de lana. No se sabe mucho sobre su juventud, excepto que estuvo involucrado en una pelea con un alemán a quien le dio un garrotazo en la cabeza. Este comienzo deshonroso tuvo lugar en Pistoia, en 1401. De sus asuntos privados durante el resto de su vida se sabe muy poco y, como suele suceder con muchos otros artistas importantes del Renacimiento, deberemos llegar a conocer al hombre a través de sus obras.
Se sabe que el joven artista estudió los ejemplos sobrevivientes de las esculturas de la Antigua Grecia y de Roma, es decir, las figuras de cuerpo entero y los paneles en relieve, tales como aquellos que se solían esculpir sobre los sarcófagos romanos. Entre 1404 y 1407, Donatello aparece por primera vez en el registro artístico del Renacimiento como aprendiz de Lorenzo Ghiberti (1378-1455), quien como es bien sabido, produjo las puertas de bronce del baptisterio de Florencia.
Poco después, Donatello ya trabajaba por derecho propio y se le encargó que creara las esculturas que estaban destinadas para el exterior de la catedral de Florencia. Para este propósito se le asignó un espacio para su taller en una de las capillas del Duomo [nombre con el que se conoce la catedral de santa Maria del Fiore]. Las figuras que se esculpieron para este proyecto, que continuó intermitentemente durante más de 15 años, incluyen la de Jeremías y la de un «profeta innominado»; ambas fueron representadas con tanto realismo que en períodos posteriores fueron consideradas como retratos propiamente dichos. Otra de estas figuras representaba a san Juan el Evangelista (1408); entretanto, siempre deseoso de explorar nuevos materiales y nuevas técnicas, alrededor de 1412, el escultor hizo una estatua gigante en terracota de san Josué para la catedral, pero desafortunadamente ahora está perdida.
Por otro lado, la celebrada figura de mármol de san Marcos fue esculpida entre 1408 y 1413 para el vestíbulo de la iglesia Orsanmichele, en Florencia. A la figura, que es más grande que la del tamaño natural, se le dio una sensación de movimiento al hacer que el torso girara en sentido contrario a la parte inferior del cuerpo (contrapposto), mientras que los pliegues del ropaje sobre la pierna derecha de san Marcos fueron esculpidos en líneas perpendiculares tan rectas que nos recuerdan una columna clásica. Otra obra de este período es la estatua de san Jorge hecha de mármol, que fue terminada alrededor de 1415 (ver más adelante). Después siguieron otras cuatro estatuas de mármol de profetas que serían destinadas para ser situadas en el campanario y luego, una figura dorada de san Luis de Tolosa, hecha de bronce, para el refectorio de la iglesia de Santa Croce (santa Cruz), en Florencia (1422-1425). Quizás el grosor de la capa de dorado aplicado a esta última fue hecho de manera que la figura diera la impresión de haber sido fundida con oro macizo.
Para entonces, Donatello ya estaba bien establecido como uno de los principales escultores en Italia y en 1418 se le encargó que produjera una escultura en arenisca que representara al león florentino, conocido como el Marzocco, destinado para las escaleras de los apartamentos del pontífice en el monasterio de santa Maria Novella. Otro proyecto de prestigio fue el grupo de estatuillas de bronce para la fachada de la catedral de Siena. Entre 1425 y 1429, el baptisterio de esta misma ciudad recibió un panel de bronce en relieve, el Festín de Herodes, así como varias estatuillas de ángeles.
Asociación con Michelozzo
Alrededor de 1430, Donatello se trasladó a Roma y pasó los dos años siguientes estudiando más ejemplos de esculturas antiguas. Esto no quiere decir que dejó de lado sus proyectos artísticos en otros lugares; desde 1425 hasta 1434, Donatello compartió un taller con el arquitecto, escultor y orfebre Michelozzo di Bartolomeo (1396-1472) en Pisa y en Florencia. Al compartir dos barcos y una mula para transportar mármol, los dos artistas ahorraron fondos. A pesar de su talento, Donatello indicó (al menos en su declaración de impuestos) que no tenía mucho dinero en efectivo, que debía compartir una casa y además, mantener a su madre que era una anciana, a su hermana que estaba divorciada y a su sobrino, un discapacitado. El artista sostenía no ser propietario de nada excepto de las herramientas y de los materiales necesarios para esculpir. Con frecuencia, Donatello y Michelozzo trabajaron juntos en ciertas obras; cabe mencionar, en particular, la tumba del antipapa Juan XXIII, Baldassare Cossa. Este memorial dorado y hecho de mármol fue creado entre 1421 y 1428; este se encuentra en el baptisterio de Florencia. En términos de quién hizo qué, es difícil atribuir con certeza las obras de estos dos artistas, pero se ponen en duda las sugerencias de que Michelozzo era un simple contador en la asociación; esto se debe a que en los registros que han sobrevivido, con frecuencia se hace referencia a su mala gestión de las deudas y a los numerosos casos judiciales relacionados que fueron presentados contra él.
Las esculturas influyentes
A principios de la década de 1440 (según algunos historiadores del arte), a Donatello se le encargó la producción de una estatua del héroe bíblico David, el asesino del gigante; el encargo fue hecho por la familia Médicis, en Florencia. Ahora, esta estatua es considerada una de sus obras más importantes (ver más adelante).
Alrededor de 1443, el escultor se mudó a Padua y allí produjo una estatua ecuestre impresionante, conocida como la Gattamelata (que significa gata melosa), el título con el cual se conocía al líder mercenario (condottiere) Erasmo de Nardi (1370-1443). La estatua de bronce tiene 3,4 metros (11 ft) de alto y es el primer ejemplo conocido de este tipo que fuera producido desde la Antigüedad. Decididamente, la pieza nos recuerda la estatua ecuestre de Marco Aurelio que se encuentra en la colina del Campidoglio o colina capitolina de Roma. Como solía ser la práctica común entre los artistas que estaban trabajando en la creación de esculturas monumentales en metal, Donatello tenía un equipo de expertos para que hiciera el moldeado inicial de terracota o de piezas del modelo de madera. La obra fue terminada alrededor de 1453, pero el trabajo tuvo que ser interrumpido varias veces por disputas en lo que concierne al pago final del artista; y esto sucedió a pesar de que Erasmo de Nardi había dejado en su testamento una suma para que se hiciera este proyecto conmemorativo. La estatua de Gattamelata está erigida en la Piazza di Sant’Antonio de Padua, el pueblo al cual Erasmo sirvió mientras que estuvo bajo el control de Venecia.
Donatello permaneció en Padua hasta 1453 y durante este período produjo un retablo esculpido (que ahora está desmantelado), compuesto de varios santos alrededor de la Virgen y el Niño. Esta obra, que tomó diez años para ser completada, estaba compuesta de figuras independientes de bronce y fueron realizadas casi del tamaño natural, todas bajo un solo dosel arquitectónico y llegó a ser conocida como la Sacra Conversazione (la Sagrada Conversación). Algunas de las mejores obras de este artista, en las que empleó la precisión de la perspectiva usando solamente la técnica del bajorrelieve, fueron producidas en sus paneles plateados y dorados para el presbiterio de la basílica de san Antonio en Padua. El Milagro de la mula, por ejemplo, fue creado entre 1446 y 1453 y muestra una multitud frente a un altar y al fondo aparecen tres arcos escorzados que le dan a la escena una impresión de profundidad real. Este es uno entre el grupo de paneles que Donatello creó para el altar; mide 123 x 57 centímetros (48 x 22 in) y cuenta la historia de una mula que había reconocido que de hecho Cristo estaba presente en una ostia consagrada (lo que se refiere a la doctrina de la transubstanciación).
Donatello pasó el resto de su carrera trabajando, sea en Florencia o en Siena. Las obras que produjo incluyen a santa María Magdalena penitente, que es una figura de madera a la que luego se le aplicó yeso, pintura y dorado. La catedral de Siena recibió una figura de san Juan Bautista; por otro lado, una representación de bronce con dorado de Judith y Holofernes (aunque esta bien puede ser una obra anterior) en un tiempo estuvo erigida en la Piazza della Signoria, de Florencia, pero en la actualidad está en el Palazzo Vecchio. La escultura, hecha con el propósito de ser admirada desde cualquier ángulo, captura el momento en que Judith está a punto de decapitar al general asirio Holofernes con una cimitarra que luce espeluznante; y con esto se propone salvar al pueblo judío. Hubo un tiempo en que en el pedestal de esta estatua se podía leer la inscripción: «Los reinos caen por el lujo. Las ciudades se alzan por las virtudes.» Esto recuerda que a un mismo tiempo el arte tiene dos propósitos, uno político y el otro estético.
Para terminar, las últimas y mejores obras de Donatello, encargadas por Cosme de Médicis el Viejo, fueron un grupo de paneles de bronce en relieve para los dos púlpitos gemelos de la iglesia de san Lorenzo en Florencia. Los paneles aparecen sobre dos púlpitos que hacen juego y narran, entre otros, los episodios del Nuevo Testamento y la pasión de Cristo, pero a la muerte de Donatello en 1466, todavía no estaban terminados. En la escena general, las figuras parecen estar saliéndose de los paneles ya que colocó unas delante y otras detrás de las columnas arquitectónicas que tienen la función de servirle de marco a la obra. Los paneles son un indicador de que el gran escultor, incluso al final, seguía tratando de lograr efectos nuevos en su obra y reta al espectador a que decida dónde y cuándo una obra de arte comienza y termina en realidad.
Reputación y legado
Donatello se interesó particularmente en la escultura clásica y en la perspectiva lineal; ambos métodos influyeron en otros artistas florentinos en el siglo XV, durante la fase inicial del Renacimiento conocida como el Quattrocento. Siendo técnicamente consumada e innovadora, la obra de Donatello fue admirada sobre todo durante el curso de su vida. Sus paneles en relieve fueron motivo de elogio gracias al uso de la perspectiva, aun cuando estos había sido esculpidos en bajorrelieve, una técnica conocida como rilievo schiacciato, o sea relieve aplanado o aplastado. Además, al haber ejercido su actividad entre Roma, Florencia y Padua, Donatello difundió sus nuevas ideas sobre construcción en perspectiva, hasta llegar a los oídos de artistas y colegas, tales como Andrea Mantegna (hacia 1431-1506). Entretanto, las figuras esculpidas por Donatello se hicieron famosas gracias a su vivacidad y por la torsión de los cuerpos (figura serpentinata), lo que invita al espectador a que explore la obra desde distintos puntos de vista mientras le da la vuelta caminando a su alrededor. Otro punto fuerte del maestro escultor fue la expresividad de los rostros de sus estatuas. Estas características de la obra de Donatello y su pasión por reinventar la imaginería clásica influyeron en artistas posteriores de Renacimiento, entre ellos Miguel Ángel (1475-1564) y Rafael (1483-1520).
Obras maestras
San Jorge
La estatua de mármol de san Jorge hecha por Donatello le fue encargada por el gremio de los fabricantes de armaduras y de espadas para la iglesia de Orsanmichele, en Florencia; esta fue terminada alrededor de 1415. La figura, que parada mide 209 centímetros (82 in), lleva una capa y está agarrando un escudo grande que lleva apoyado a sus pies. La habilidad de Donatello ha asegurado que san Jorge parezca estar a punto de caminar fuera de la basa empujándose con su pierna trasera tensada; la figura tiene su puño derecho bien apretado (quizás en un momento empuñaba una espada); además ha hecho que parezca estar preparado para la batalla contra el dragón. Hoy día la obra se encuentra en el Museo del Bargello, en Florencia.
San Jorge y el dragón
San Jorge salva a la princesa (también conocido como San Jorge y el dragón) es un relieve de mármol producido por Donatello alrededor de 1415 y este es un excelente ejemplo de la maestría del artista en perspectiva científica. Originalmente situado en la basa debajo del santo que acabamos de tratar, el panel mide 120 x 39 centímetros (47 x 15 in). Al mostrar a san Jorge dándole una lanzada al dragón mientras que una princesa los está mirando, este es un ejemplo clásico en el que Donatello intenta lograr una perspectiva precisa sobre piedra o metal, como lo resume aquí la historiadora del arte Kim W. Woods:
Probablemente, este fue el primer emprendimiento de Donatello en lo que ha llegado a conocerse como rilievo schiacciato, en el cual para crear la ilusión de recesión espacial, se sirvió no tanto del contraste entre el relieve alto y bajo, sino que dependió del uso más complicado del tallado, de las texturas, de las líneas de incisión y de las variaciones limitadas de la profundidad para esculpir lo que esencialmente era un bajorrelieve extremadamente poco profundo. En vez de estar modeladas del modo convencional, las figuras principales aparecen aplanadas. Esto da una impresión sin precedentes de profundidad espacial, convirtiendo a un relieve en una especie de representación tallada. Esta forma de relieve tallado es probablemente la innovación técnica más celebrada de Donatello.
(Woods, Making Renaissance Art, pág. 116)
David
La escultura de bronce de David (o ¿podría ser de Hermes/Mercurio?) fue creada mientras que el artista estaba en Roma, en algún momento de la década de 1420 o 1440 (los historiadores del arte no se han puesto de acuerdo). La pieza le fue encargada por la poderosa familia Médicis para ser situada en el mero centro del patio del nuevo palacio en vía Larga, en Florencia. La celebrada figura de bronce hecha por Donatello, que mide 158 centímetros (62 in) de alto, tiene la apariencia de un joven griego (ephebe) característico de la escultura clásica, aunque la subjetividad erótica nos recuerda, también, a las figuras antiguas de Eros/Cupido. En cambio, la postura de David es completamente moderna; la desnudez se acentúa con la presencia de un sombrero extravagante decorado con guirnaldas y de unas botas altas que le llegan a la rodilla. Un segundo contraste es la postura lánguida que muestra David mientras que pisa despreocupadamente con un pie la cabeza que le ha cortado al gigante. Como arma de David, en vez de mostrar la acostumbrada honda, Donatello eligió una gran espada. Originalmente, la estatua tenía elementos dorados, el cabello por ejemplo; y estaba erguida sobre un pedestal que llevaba la siguiente inscripción en latín:
El victorioso es cualquiera que defiende la patria. El Dios todopoderoso vence al enemigo enfurecido. ¡Mirad! Un chico ha derrotado al gran tirano. ¡Conquistad, o ciudadanos!
(Woods, Making Renaissance Art, pág. 18)
En aquel entonces, la inscripción y el sujeto le recordaban al pueblo que como David que venció a Goliat, Florencia estaba luchando noblemente contra un enemigo más poderoso, en este caso Milán. La estatua se encuentra hoy día en el Museo del Bargello, en Florencia.
María Magdalena
La estatua de María Magdalena penitente, creada alrededor de 1456, muestra la figura de una anciana y refleja la preocupación que tenía Donatello en sus últimos años por capturar poses dinámicas, pero al mismo tiempo deja la escultura con un acabado rústico. Tallada en madera, cuyo interior sería vaciado por la parte de atrás, y pintada en colores tenues (ahora mayormente perdidos), la figura parece sorprendentemente moderna con su combinación del ademán de súplica y su cuerpo cubierto de andrajos. La obra, que mide 188 centímetros (74 in) de alto, reside hoy día en el Museo dell’Opera del Duomo, en Florencia; y es un testimonio permanente de las aspiraciones que en aquella época tenían Donatello y otros artistas virtuosos del Renacimiento, es decir, sacrificar la perfección técnica a fin de alcanzar un efecto artístico poderoso.
