El arte parto floreció en el corredor cultural euroasiático desde finales del siglo I a.C. hasta principios del I y II d.C. El Imperio parto (247 a.C. - 224 d.C.), que se extendía desde la India y China por el este hasta las costas mediterráneas por el oeste, se había apoderado del Imperio seléucida (312 - 63 a.C.), formado por muchos pueblos y culturas, por lo que sus influencias procedían de muchos lugares. Tomando inspiración de oriente y occidente, la suya fue una amalgama fácilmente identificable como parta: no solo crearon su propia indumentaria, casi extravagante, sino que sus motivos frontales y circulares en el arte y la arquitectura y su uso de diseños geométricos y floreales para la decoración de paredes han influido en patrones artísticos que aún resuenan en Oriente Próximo.
Influencias culturales
Procedentes de la estepa de Asia Central, al este del mar Caspio, los partos habrían traído al principio influencias culturales de sus primos escitas. Desde sus inicios, parece que conservaron influencias musicales comunes a Escitia y Asia en su conjunto. En su interacción con los griegos seléucidas, al principio adoptaron la vestimenta griega, pero luego terminaron volviendo a la ropa de sus orígenes: pantalones y túnica.
Algunos académicos han conjeturado que el alejamiento de Partia de las influencias helenísticas se debió a su competencia con Roma. En cualquier caso, a diferencia de los griegos seléucidas, los partos desarrollaron sus propios estilos artísticos y arquitectónicos. Sin embargo, en última instancia, debido a la ubicación de su imperio y a su origen en Asia Central, tuvieron una amplia gama de influencias en lo que respecta al arte y la arquitectura, como describe Daryoosh Akbarzadeh:
Las pruebas arqueológicas atestiguan la grandeza de la cultura y el arte de la época parta. El patrimonio cultural asociado a esta época se ha descubierto en una extensión vasta, desde las fronteras de China y Asia Central hasta Mesopotamia y Siria en el oeste. (76)
Artesanía y artesanos
Dion Casio (164 - 229/235 d.C.) dice que la razón principal por la que Craso (115-53 a.C.) atacó Partia fue que eran «excesivamente ricos» (40.12). El motor de esa prosperidad procedía principalmente de su conquista de Mesopotamia: el control de la lucrativa Ruta de la Seda, de este a oeste, a través de la zona de los ríos Éufrates y Tigris, traía a los partos productos de gran demanda procedentes de oriente, como seda, especias, nardo y raíces de plantas medicinales, que se comerciaban y vendían con sobreprecio. La acumulación de tal riqueza creó una demanda de artículos de lujo.
Para los antiguos, el oro no tenía prácticamente ningún uso industrial, por lo que era el artículo de lujo por excelencia y se lo usaba para crear objetos de belleza. Los partos disponían de abundante oro procedente de varias de sus provincias. Por consiguiente, además de la cama de oro, el trono y la armadura personal del rey y su corcel en tiempos de guerra, el uso estético del oro por parte de los nobles era muy común. Utilizado como regalo del rey a los dignatarios y para las cortinas y tapices de palacio, el paño de oro formaba parte habitual de los vestidos y tocados nobiliarios. También se llevaban sombreros puntiagudos de paño de oro y cintas de oro sujetas a gorros. Aún más comunes eran los brazaletes, pulseras, collares, anillos y pendientes de oro. Al parecer, el oro era bastante abundante, incluso las riendas de algunos caballos de guerra estaban tachonadas de oro. Igual de codiciado, y otra razón por la que Roma quería derrotar a Partia, era el cristal de roca de la India y el cristal de fluorita fluorescente de Irán. Los artículos de lujo hechos de cristal eran muy codiciados y se convertían en atractivos vasos, copas, joyas y tarros de maquillaje.
Lo que define a un artículo de lujo es su atractivo visual y estético, pero incluso los artículos de uso cotidiano suelen ser estilizados: en nuestro mundo actual, la función principal de un coche es llevarnos del punto A al punto B, pero el estilo exterior y el diseño interior se han convertido en esenciales para las ventas y la fabricación. Lo mismo ocurre con los muebles: más allá de la función, la estética es elemental, y los antiguos no eran diferentes en este sentido. Los muebles partos eran más que funcionales; por sus monedas, vemos lo que podría ser un diseño de silla popular, sobre todo entre los nobles. En más de una emisión, el rey aparece sentado en lo que parece ser una silla a ras de suelo con un interesante diseño de esferas apiladas para las patas, el asiento y el respaldo de la silla.
Mientras la clase gobernante disfrutaba de un elevado nivel de lujo, lo que generaba demanda de artistas y artesanos, los partos también invertían en la mejora de las infraestructuras existentes y en la construcción de otras nuevas. Tal expansión supondría una demanda de arquitectos, constructores y albañiles. Los partos llevaron a cabo una importante construcción en Ctesifonte, cerca de Seleucia en el Tigris, donde erigieron muchos edificios públicos y promovieron las artes y oficios y otras actividades comerciales «rentables para sus amos». (Estrabón, Geografía 16.1.28) El elevado estatus de la clase comercial habría creado su propia demanda de artículos de lujo, y el arte sería omnipresente, incluso entre las clases comerciales.
El arte en la arquitectura
Partia también benefició a sus súbditos y a sí misma con una gran prosperidad y un desarrollo de la infraestructura existente con una arquitectura que mostraba sus propios gustos artísticos únicos. Aparte de sus fortificaciones, algunos de los proyectos más estéticos de Partia fueron la remodelación de Ecbatana. Polibio describe Ecbatana como «superior a otras ciudades en riqueza y esplendor». Un palacio cerca de la ciudadela de la ciudad era gigantesco y de gran belleza. «Las vigas, columnas, calados y techos del palacio estaban cubiertos de oro y plata, mientras que las baldosas del suelo eran de plata» (Polibio 10.27). Aunque para la época parta gran parte del oro y la plata ya habían desaparecido de Ecbatana, una vez que esta se convirtió en la residencia de verano del rey es probable que los partos comenzaran a devolver a la ciudad su antigua gloria, al igual que hicieron con sus mejoras en Ctesifonte.
En Siria, Partia adornó la ciudad de Dura Europos, su centro administrativo provincial, con un palacio, un bazar y, típico de su inclinación multicultural, una sinagoga judía. Otros proyectos incluyeron el rejuvenecimiento de ciudades antiguas como Assur, Uruk y Nimrud, donde se erigieron fabulosas casas y templos con bóvedas de cañón, mientras que se incorporó la innovación arquitectónica parta de entradas abiertas abovedadas llamadas iwanes. La influencia de los iwanes partos en el diseño arquitectónico de Oriente Próximo perdura hasta nuestros días.
Además del iwan, su arquitectura empleaba interesantes motivos circulares. Arquitectónicamente, los partos dejaron en su lugar las estructuras seléucidas existentes que, naturalmente, copiaban el trazado rectangular de estilo helenístico con columnatas y elementos triangulares. Sin embargo, allí donde podían, buscaban ser diferentes: a la entrada de un templo griego, se pasa por un pórtico de columnas; pero al entrar en el templo parto de Hatra, se pasa bajo la mirada de gráciles iwanes. La mezcla de columnas de estilo griego, capiteles partos y frontones triangulares con múltiples arcos partos en Hatra confiere al templo un atractivo único. En la Assur parta, el uso de arcos partos vuelve a ocupar un lugar destacado.
En Nisa, su capital original, los partos volvieron a elegir la circularidad como característica arquitectónica destacada. Allí, construyeron una cúpula que dominaba la silueta de la ciudad. A diferencia de las cúpulas romanas, que se asentaban sobre estructuras de soporte, los muros de la cúpula de Nisa llegaban hasta el suelo, y un edificio cuadrado circundante contenía el empuje exterior de los muros de la cúpula. La influencia centroasiática podría proceder de la región de Corasmia. Antonio Invernizzi compara las estructuras circulares de los mausoleos de la necrópolis corasmia de Tagisken con la Sala Redonda de Nisa:
Las estructuras mencionadas comparten con la Sala Redonda la disposición de la estructura interior (un círculo en un perímetro cuadrado) y la técnica constructiva basada en elementos céntricos. Con dimensiones comparables, la orientación de los edificios es aproximadamente similar y, por último, la función de los edificios es comparable en un sentido más general: funeraria en Tagisken, conmemorativa de los antepasados en Nisa. (86-87)
Motivos artísticos únicos
Mientras que la arquitectura parta incorporaba de forma única elementos de circularidad, su arte incluía el motivo de la frontalidad. En comparación, mientras que las figuras egipcias y persas hacen declaraciones de poder, las esculturas griegas y romanas miran hacia otro lado, hacia alguien o algo. Las figuras de piedra partas, un rasgo estilístico que los bizantinos adoptarían más tarde, miran de frente, estableciendo conexiones personales entre ellas y el espectador.
Otra distinción es que los partos suelen abandonar los rasgos faciales o semblantes más sobrios de griegos y romanos. Profundizando en la relación directa entre sujeto y espectador, algunas figuras parecen casi amistosas. Por otra parte, además de la fabricación de joyas de metales preciosos y estatuas de bronce, terracota y mármol, las paredes interiores decoradas son de nuevo un testimonio de la elección artística y la creatividad de los partos: las superficies de las paredes de Assur estaban bellamente adornadas con estuco labrado con motivos geométricos y florales que son un notable precursor de los diseños adoptados por los artistas musulmanes. Estas decoraciones habrían dado vida a cualquier habitación gracias a la aplicación de colores complementarios y contrastados.
Música y danza
Aunque podamos pensar en los partos como gobernantes serios y deseosos de conquistar y competir comercialmente, los momentos de frivolidad y ocio eran igualmente importantes. La música y la danza forman parte del ADN cultural de la humanidad, y los partos no eran diferentes. Cuando el general Surena orquestó un triunfo por las calles de Seleucia, cantantes, bailarines y músicos desempeñaron un papel importante. En las fiestas partas, la flauta y los tambores se acompañaban de los sonidos eróticos de un instrumento de cuerda llamado sambuca. El clímax de las celebraciones, en armonía y sintonía con la música, terminaba con una coreografía de danza.
Aunque tenemos pocos testimonios escritos del amor de Partia por la música, podemos recurrir a sus primos culturales, los escitas, para conocer la sofisticación de su pasión. De los kurganes (túmulos funerarios) escitas procede una cantidad de artefactos que representan la vida cotidiana. Parte de ese descubrimiento revela su amor por la música: en el kurgán de Sachnovka se encontró una diadema de oro con un hombre tocando la lira. En el kurgán 5 de Skatovka se encontraron flautas de pan hechas con huesos de ave. En varias tumbas de Pazyryk se desenterraron tambores de cuerno de buey, pero en el kurgán 2, un hallazgo asombroso, se descubrió un instrumento parecido a un arpa que tenía al menos cuatro cuerdas. Barry Cunliffe lo describe como «fabricado a partir de un único resonador de madera ahuecado. La parte central del cuerpo estaba cubierta por una caja de resonancia de madera, mientras que sobre la parte abierta del cuerpo se extendían membranas sonoras» (226-27). Los tonos emitidos por este instrumento por un músico experto debían de ser realmente notables.
Vestimenta parta
Si bien los partos eran en cierto modo liberales en el uso variado de estilos artísticos y arquitectónicos, en lo que respecta a la vestimenta, la norma era una mayor uniformidad, al menos entre la clase dirigente. Coincidiendo con el apogeo del poder del imperio, a finales del siglo I a.C., la túnica con cinturón y el traje túnica-pantalón se popularizaron en todo el imperio. Las prendas holgadas con múltiples pliegues horizontales, a veces de forma exagerada, se convirtieron en el furor de ambos sexos. Para destacar aún más, los pantalones plisados de los hombres a veces se hacían parecer enormes alrededor de las piernas. En un caso, para conseguir un volumen aún mayor, los pliegues parecen estar rellenos y acolchados. Los nobles partos lucían largos bigotes, a menudo con barbas muy cuidadas, y un peinado abullonado de longitud moderada sujeto con una cinta. Pero, sobre todo, el plisado horizontal era universal entre los nobles partos.
Como regla general, el plisado puede requerir dos tercios más de tela que la longitud deseada. La afición de los partos por los pliegues horizontales de arriba abajo suponía un uso exorbitante de tela. Además, las apariencias holgadas representadas en algunas estatuas parecen corresponder a la seda, más cara y codiciada. Algunas estatuas también muestran abundantes cantidades de bordados intrincados de hojas y flores. En contraste con los pliegues horizontales, las hileras de botones de latón, plata u oro podían correr verticalmente, con líneas sencillas de «monedas» llevadas hasta la punta del zapato de los nobles.
Este despliegue exagerado de moda permitió a los partos conseguir varias cosas. En primer lugar, los diferenciaba. Las características universales de la moda que compartían les hacían fácilmente identificables como partos. Dondequiera que fueran, se esperaba un protocolo de comportamiento. Además, saber quiénes eran los gobernantes por su atuendo habría sido esencial en un reino vasto de culturas variadas. La diversidad de culturas dentro de su reino acentuaba la necesidad de uniformidad en la vestimenta. Por último, el uso abundante de tejidos caros, bordados que requerían mucho tiempo y adornos engalanados también denotaban una gran riqueza. Aunque eran conocidos por su diplomacia y apertura de miras hacia las diferentes culturas de su reino, su extrema riqueza se ganaba y mantenía gracias al poderío militar. Por ello, la riqueza de su vestimenta era también una muestra del poderío de los partos.
Legado
Como atestiguan recientes descubrimientos, el origen de los pantalones fue un invento práctico de un pueblo de Asia Central que montaba a caballo hace unos 3000 años. De las propias culturas ecuestres, los escitas y los partos también los llevaban, pero fueron los partos quienes llevaron el traje túnica-pantalón a lo más alto del estilo como moda única e identificable de la clase dirigente. Mientras que los sasánidas, sucesores de los partos, continuaron con su versión del traje túnica-pantalón, serían los turcos otomanos quienes retomarían más ampliamente la túnica alargada y el pantalón abombado de tipo parto llamado sarouel. El sarouel, en diferentes formas, goza de popularidad incluso hoy en día.
Artísticamente, los motivos de frontalidad y amabilidad de sus pinturas y esculturas también han sido influyentes. Mientras que la mirada directa del sujeto al espectador es un tema utilizado por los artistas actuales, los artistas bizantinos también la incorporaron, aunque con semblantes siempre sobrios. Por el contrario, y tal vez de forma exclusiva de los partos, parece que pocos artesanos han intentado una comunicación tan directa y amistosa. Un tema recurrente son las manos alzadas que sostienen regalos de hospitalidad; otro es aquel en el que el sujeto saluda con la mano al espectador. Curiosamente, la imaginería parta también puede indicar la forma en que gobernaban: con una actitud diplomática, amistosa y complaciente hacia los pueblos que gobernaban, aunque recuerda la disposición de Partia para la guerra en caso de necesidad.
Por último, desde el punto de vista arquitectónico, las similitudes con la arquitectura moderna de Oriente Próximo son notables si se compara la aparición en Partia de la entrada de tipo iwán y los nichos arqueados de dos pisos para la estética de los muros exteriores. Además, aunque el intento de Partia de amalgamar la circularidad oriental con elementos arquitectónicos rectangulares y triangulares occidentales es evidente en Hatra, su uso de la decoración mural geométrica y con flores también ha tenido una amplia influencia. Como afirma Parvaneh Pourshariati:
En el arte, la arquitectura e incluso las tradiciones de gobierno, la contribución parta a la cultura iraní posterior y a las tradiciones culturales de las regiones en su conjunto se está estableciendo de forma gradual y creciente. (23-24)