Píndaro

Definición

Donald L. Wasson
por , traducido por Diego Villa Caballero
Publicado el 06 enero 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
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Pindar (by Stas Kozlovsky, CC BY-NC-SA)
Píndaro
Stas Kozlovsky (CC BY-NC-SA)

Píndaro (518 - 448/7 a. C. aproximadamente) fue un poeta lírico griego antiguo, probablemente el más grande de su tiempo. Sus obras se han dividido en 17 libros de diferentes tipos de poesía, pero solo se conservan intactos los que contienen 44 canciones corales de victoria compuestas para las celebraciones formales de los cuatro festivales panhelénicos; los demás solo sobreviven en fragmentos. Sus obras a menudo contenían referencias a la historia contemporánea, la religión y la mitología griega, lo que reflejaba su erudición y su origen aristocrático, y son conocidas por ser difíciles de leer y traducir.

Vida

Aunque es más conocido como hijo adoptivo de la ciudad peloponesia de Tebas, Píndaro en realidad era de la ciudad de Cinoscéfalas, en la ciudad-estado de Beocia. Nació en una familia aristocrática alrededor del año 518 a. C.; sus padres fueron Dalfanto y Cleódice. Aunque hay indicios de que viajó a Atenas para ampliar su formación, se sabe que en el año 497 a.C. ganó el primer premio en el concurso ditirámbico de la Dionisia. No se sabe si esta victoria fue o no el detonante de su futura carrera; sin embargo, a la temprana edad de 20 años, una familia gobernante de la ciudad-estado griega de Tesalia le encargó que escribiera una oda celebrando la victoria atlética de un joven llamado Hipocleas. Este canto a la victoria se llama simplemente Pítica 10, por los Juegos Píticos. En la primera línea de la oda menciona a Lacedemonia, capital de la ciudad-estado de Laconia y otro nombre de Esparta, adversaria de la amada Tebas de Píndaro.

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¡Bendita Lacedemonia,
venturosa Tesalia! Retoños de un mismo padre en ambas reina
la estirpe de Heracles, el mejor en la lucha.
¿Qué? ¿Es que alabo lo grande a destiempo? Sí, Pitia y el alcázar de Pelinna animan a seguir
y los hijos de Alevas que en honor de Hipocles
desean para el desfile de fiesta traer la voz loadora de los varones.

Pítica X (498)

Con el tiempo, el poeta celebraría victorias en todos los festivales más importantes de Grecia: los Juegos Olímpicos, los Juegos Nemeos, los Juegos Píticos y los Juegos Ístmicos. Sus encargos llegaban de todo el mundo griego: de Macedonia y Tracia en el norte a Cirene en el sur, de Sicilia e Italia en el occidente, y de Asia Menor en el oriente. Estas odas no sólo tratan del vencedor, su victoria y los dioses, sino también de las opiniones del poeta sobre la vida.

A PESAR DE SU FUERTE SENTIDO DE LOS VALORES, PÍNDARO FUE ACUSADO A MENUDO DE VENDERSE AL MEJOR POSTOR, INDEPENDIENTEMENTE DE LA POSTURA MORAL O POLÍTICA QUE ESTE TUVIERA.

Píndaro vivió en una época difícil de la historia de Tebas. Era la época de las guerras médicas y la invasión bajo Darío I el Grande (492 a.C.), las aristocracias de la ciudad y la de Beocia optaron por seguir una política a favor de los persas mientras que Atenas y Esparta se resistían. Aunque Píndaro era leal a su amada Tebas, apreciaba la resistencia ateniense y, a pesar de su lealtad a Tebas, elogiaba a Atenas. La postura de Tebas a favor de Persia no se perdonaría ni se olvidaría pronto, y la asociación de Píndaro con la ciudad mancharía su reputación. Sin embargo, debido a su asociación con los tiranos sicilianos Terón de Acragante y Hierón de Siracusa, que apreciaban sus obras (estuvo en Sicilia en 476 - 474 a.C.), su reputación creció y aumentó la demanda de su talento. A pesar de ello y de su fuerte sentido de los valores, a menudo se le acusó de venderse al mejor postor, independientemente de su postura moral o política que este tuviera.

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Tenía una esposa, Megacleia, y tres hijos (dos hijas y un hijo): Protómaca, Eumentis y Daifanto. A su muerte en Argos, hacia el 448/7 a.C., a la edad de 80 años, fue reconocido como uno de los autores más destacados de la poesía lírica. Casi dos siglos después, en el 335 a.C., Alejandro Magno (r. 336-323 a.C.) se negó a destruir la casa del poeta en Tebas por respeto a él, mientras sus macedonios saqueaban la ciudad.

Estilo

La clasicista Edith Hamilton afirma en su libro The Greek Way (La manera griega) que Píndaro fue el más difícil de leer de todos los poetas griegos y «de todos los poetas que han existido» el más imposible de traducir. Añade, sin embargo, que está «sentado entre los inmortales». Era, en sus palabras, el «artesano consumado» y un artista en el «más pleno dominio de la técnica de su arte» (69). Norman F. Cantor, en su libro Antiquity (Antigüedad), nombra a Píndaro «el más grande de los poetas que escribieron obras corales» (127). A pesar de su popularidad, Píndaro fue también un hombre que nunca olvidó su noble cuna y, como expresa Hamilton, «el último portavoz de la aristocracia griega» (69).

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La vieja sociedad aristocrática y los valores que representaba lo significaban todo para él, y sus ideales moribundos eran claramente visibles en sus poemas. Su actitud y su conciencia de clase pueden verse en una simple frase. Escribió: «Un Estado es más fuerte cuando está gobernado por los consejos de ancianos y el espíritu de lucha de los jóvenes» (Stavropoulos, 169). Obviamente, temía la desaparición de la aristocracia, pero a diferencia de otros aristócratas, creía que los grandes debían utilizar su poder en beneficio de los demás y que la «nobleza de nacimiento debe ir acompañada de la nobleza de conducta» (Hamilton, 69). Los privilegiados deben proteger a los no privilegiados.

Head of Pindar Illustration
Ilustración de un busto de Píndaro
The Trustees of the British Museum (Copyright)

Aunque se le haya acusado de asociarse con tiranos, venderse y ser un mercenario, sus versos siguen reflejando a un hombre que no cambió sus creencias. Una vez dijo: «Incluso la sabiduría tiene que ceder al interés propio» (Stavropoulos, 119). Si Píndaro es un poeta difícil de entender y traducir, esto hace complicado ver su papel en la historia. Hamilton sostenía que «el grupo de sus verdaderos admiradores es y siempre ha sido pequeño» (65). Sin embargo, es cierto que poetas como el romano del siglo I a.C. Quinto Horacio Flaco (Horacio) lo copiaron y homenajearon. Hamilton citó parte de una oda escrita por Horacio, quien dijo: «El torrente de canciones de Píndaro se extiende sin resistencia, con una voz profunda, tremenda» (65).

Obras

Los editores alejandrinos han dividido las obras de Píndaro en 17 libros: himnos, peanes, dos libros de ditirambos, dos libros de prosodía (cantos profesionales), tres libros de partheneia (cantos de doncellas), dos libros de hyporchemata (cantos de danza), encomia (cantos de alabanza), threoi (cantos fúnebres) y, por último, cuatro libros de epinicia (cantos de victoria). De ellas, los únicos que han sobrevivido intactos son los 44 cantos de victoria corales compuestos para los festivales panhelénicos. Muchos los consideran sus obras maestras. De los demás libros sólo quedan fragmentos y citas de otros autores.

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SUS ODAS O CANTOS CONTIENEN A MENUDO ALUSIONES A LA HISTORIA, LA RELIGIÓN Y LA MITOLOGÍA DEL MOMENTO.

Sus odas o canciones contienen a menudo alusiones a la historia, la religión y la mitología del momento. Normalmente elegía un mito o un héroe asociado a la ciudad del vencedor. Ponía al vencedor en relación directa con un dios o una diosa en particular. En la Pítica 10, escribe: «Vencedor en Olimpia dos veces con la armadura guerrera de Ares». Más adelante, Píndaro hace referencia al héroe griego Perseo: «...el hijo de Dánae llegó aquel día, insuflando fuerza en su corazón, y Atenea lo guió a encontrarse con aquellos hombres benditos. Y mató a la Gorgona» (244-245).

El historiador Anthony Everitt cita una de las odas de Píndaro que demuestra esta relación entre lo humano y lo divino. No sólo celebra a un vencedor en la lucha masculina de los Juegos Nemeos, sino que también contiene una perspectiva moral:

Única es la raza, única
de hombres y dioses;
de una sola madre ambos respiramos
Pero una diferencia de poder en todo
nos mantiene separados;
porque uno es como la Nada, pero el cielo de bronce
permanece como una morada fija para siempre.
Sin embargo, podemos en lo más grande de la mente o de cuerpo ser como él, inmortales. (300)

Píndaro estaba muy orgulloso de su herencia aristocrática y a menudo fue acusado por sus contemporáneos de falta de delicadeza y tacto. Según Paul Cartledge en su libro Thebes (Tebas), el objetivo de Píndaro era conseguir fama y gloria imperecederas no sólo para el vencedor y el cliente, sino también para sí mismo. Añade que las odas a la victoria ayudaron a Píndaro a exhibir su gran saber. Curiosamente, sus odas a menudo elogiaban al vencedor pero no mencionaban ningún detalle de la victoria; había una fijación en el vencedor, no en el logro.

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Greek Athletes
Atletas griegos
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

En una de sus odas más notables, hace referencia al príncipe macedonio Alejandro I el Filoheleno, (antepasado de Alejandro Magno), que tuvo dificultades para clasificarse en una carrera a pie y un pentatlón en los Juegos Olímpicos. El joven príncipe, que había sido acosado por los griegos por ser un bárbaro, empató en el primer lugar. La oda de Píndaro desprecia las burlas de los demás competidores y honra a Alejandro y elogia su victoria:

Es justo que lo bueno sea cantado
con las más bellas canciones
Pues es el único tributo que se acerca a los honores
debidos a los dioses, pero todo acto muere, si se pasa por alto en silencio.

(citado en Cartledge, 11-12)

Las odas de Píndaro contienen algo más que elogios para un joven vencedor. Revelan, en palabras de Everitt, a un hombre con un profundo sentido de la tragedia de la vida y de la «gloria, por efímera que sea, de los logros humanos» (97). Cita una oda que demuestra este sentido trágico:

¡Criaturas de un día! ¿Qué es un hombre?
¿Qué no es? El sueño de una sombra
Es nuestro ser mortal. Pero cuando llega a los hombres
Un destello de esplendor dado del cielo
Entonces descansa sobre ellos una luz de gloria
Y benditos son sus días. (97)

Dado que la mayoría de sus obras se han perdido, los historiadores modernos pueden tener dificultades para situarlo en relación con los demás escritores de su época. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, las odas permiten asomarse a la vida cultural, social y política de aquellos aristócratas y familias gobernantes que le pagaban sus encargos.

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Sobre el traductor

Diego Villa Caballero
Profesional en lenguas con estudios literarios. Profesor de castellano, escritor, traductor y entusiasta de la historia. Áreas de interés: literatura, artefactos antiguos, la historia de las religiones, la astrología, la arquitectura, la historia militar y del arte.

Sobre el autor

Donald L. Wasson
Donald impartió clases de Historia de la Antigüedad, de la Edad Media y de los Estados Unidos en el Lincoln College (Normal, Illinois) y desde que comenzó a estudiar sobre Alejandro Magno, siempre ha sido y será un estudiante de historia. Le hace ilusión transmitir conocimientos a sus alumnos.

Cita este trabajo

Estilo APA

Wasson, D. L. (2021, enero 06). Píndaro [Pindar]. (D. V. Caballero, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19347/pindaro/

Estilo Chicago

Wasson, Donald L.. "Píndaro." Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. Última modificación enero 06, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19347/pindaro/.

Estilo MLA

Wasson, Donald L.. "Píndaro." Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 06 ene 2021. Web. 22 feb 2025.

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