Cinisca de Esparta

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Philip Mathew
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 21 julio 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, alemán, polaco, portugués
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Ancient Chariot Race (by Ubisoft Entertainment SA, Copyright, fair use)
Antigua carrera de cuadrigas
Ubisoft Entertainment SA (Copyright, fair use)

Cinisca de Esparta (nacida alrededor del 440 a.C.) fue una princesa espartana y la primera mujer en convertirse en campeona olímpica. Desafiando los roles tradicionales de las mujeres en la antigua Grecia, compitió junto a los hombres en los Juegos Olímpicos y ganó. Su triunfo en el atletismo griego se convirtió en un símbolo de inspiración para las mujeres de las generaciones futuras, y su legado sigue siendo recordado hasta el día de hoy.

La situación de la mujer en Esparta y otras ciudades-estado griegas

En la antigua Grecia, se consideraba que el lugar de la mujer era el hogar. Sus tareas consistían en «atender el hogar y supervisar las actividades domésticas, mientras los hombres se concentraban en los asuntos más importantes como la política, el teatro, el atletismo y similares» (Miller, 150). En general, la sociedad griega consideraba a las mujeres inferiores. El filósofo griego Aristóteles afirmó que «podía demostrar científicamente que los cuerpos y las mentes de las mujeres eran categóricamente, naturalmente e inalterablemente inferiores a los de los hombres» (Cartledge, 166) y también que «las hembras son machos deformes» y que intelectualmente carecían de la capacidad de razonar (Cartledge, 166-167).

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Las mujeres de Esparta gozaban de mayor libertad que en cualquier otra ciudad de la antigua Grecia.

A pesar de ello, las mujeres espartanas demostraron ser fuertes y refutaron al famoso filósofo. Las mujeres de Esparta disfrutaban de mayor libertad que en cualquier otra ciudad de la antigua Grecia: por ejemplo, tenían derecho a administrar y poseer bienes por derecho propio, sin necesidad de un representante masculino. Mientras que en Atenas las mujeres eran meros vehículos para producir herederos varones que heredaran los hogares, en Esparta podían heredar por derecho propio. También se les concedían ciertas libertades que en otras ciudades-estado se consideraban laxas, como la libertad de mantener relaciones extramatrimoniales sin violar ninguna ley de adulterio, ya que en Esparta no existían tales leyes (a diferencia del resto de Grecia). Tampoco tenían que cocinar o preparar la comida, realizar las tareas domésticas o confeccionar la ropa, e incluso se cree que no tenían la obligación de amamantar a los niños. Todas estas tareas eran realizadas por las mujeres ilotas (sirvientas).

Educación física de las mujeres espartanas

Hay más evidencias textuales y arqueológicas de las mujeres espartanas en el atletismo que en cualquier otro aspecto de sus vidas. De hecho, hay más pruebas del atletismo femenino en Esparta que de las mujeres del resto del mundo griego juntas. Este aspecto llamó la atención de muchos escritores griegos, que consideraron que las mujeres espartanas en el atletismo eran muy singulares. Jenofonte (430 - 354 a.C.) relata que Licurgo (siglo IX a.C.) instituyó el agogé, el programa educativo espartano, que incluía «entrenamiento físico para las mujeres igual que para los hombres, con competiciones de carreras y pruebas de fuerza» (Pomeroy, 12-13). El dramaturgo Eurípides (484 - 407 a.C.) menciona la lucha y las carreras, mientras que Plutarco (45/50 - 120/125 d.C.) ofrece un relato más explícito sobre el plan de estudios y cuenta a la lucha, la carrera, el lanzamiento de jabalina y el lanzamiento de disco como disciplinas. Si bien se trataba de habilidades útiles para un soldado, las mujeres espartanas participaban en estas actividades. Para las mujeres, estas actividades físicas eran menos arduas en comparación con la versión masculina, pero casi similares.

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Spartan Woman Bronze Statue
Estatua de bronce de una mujer espartana
Wikipedia User: Putinovac (Public Domain)

Sarah Pomeroy afirma que «a las mujeres espartanas no se las entrenaba para el combate real» (16). No está claro si participaban en atletismo mixto con los hombres, pero Pomeroy argumenta que si lo hacían, habrían estado mejor preparadas. Filósofos como Aristóteles y Platón sostenían que no eran diferentes de otras mujeres griegas. Cuando Epaminondas invadió Esparta con su ejército tebano en el 369 a.C., las mujeres huyeron aterrorizadas. Plutarco sostenía que el propósito de su educación física era defenderse a sí mismas, a sus hijos y a su país.

Los Juegos Olímpicos

Las reglas para participar en los Juegos Olímpicos eran muy estrictas y, en general, no favorecían a las mujeres. Se consideraba un ámbito exclusivo de los hombres y a las mujeres por lo general se las veía participando en actividades domésticas en el hogar. No obstante, los estereotipos sobre la mujer y su lugar en el atletismo no son tan claros como parecen, ya que nuestros datos al respecto son muy fragmentarios y escasos en comparación con la información relativa al atletismo masculino. Lo que sí está claro es que las mujeres también participaban en el atletismo y «eran una parte importante del panorama atlético, incluso si sus competiciones nunca llegaron a tener la misma importancia social que las de los hombres» (Miller, 152-153). Cinisca es un ejemplo perfecto de ello.

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Según Pausanias (aprox. 510 - 465 a.C.), las parthenoi, o mujeres vírgenes/solteras, podían asistir los juegos, pero las mujeres casadas lo tenían prohibido. Sin embargo, esto podría ser poco probable si era necesario que las jóvenes fueran acompañadas, y es posible que los padres acompañaran a sus hijas a los juegos. Sarah Pomeroy afirma que Pausanias puede estar pensando en las parthenoi que estaban presentes «no porque fueran espectadoras, sino porque participaban en las carreras de la ciudad de Elis» (Pomeroy, 22). Se concedía una excepción a las sacerdotisas de Deméter, que se sentaban en el altar de la diosa durante los juegos.

Greek Chariot Racers
Las cuadrigas griegas
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Lo ecuestre era un ámbito de excelencia en Esparta. «Tanto las mujeres como los hombres se ocupaban activamente de los caballos, montando, conduciendo vehículos tirados por caballos y participando en competiciones ecuestres» (Pomeroy, 19). Las mujeres parecían entender bien a los caballos. En las Jacintias (festividades religiosas), las muchachas espartanas «conducían carros costosamente decorados, y tenían la oportunidad de exhibir sus habilidades ecuestres ante toda la comunidad. Algunas corrían en carros tirados por una yunta de caballos» (Pomeroy, 20). Esta habilidad de las mujeres espartanas convertía a Cinisca en la candidata perfecta para participar en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, es importante señalar que no fue idea suya competir en la carrera de cuadrigas, sino de su hermano, Agesilao. Según Paul Cartledge, el objetivo de Agesilao era «demostrar que las victorias obtenidas en esta disciplina se obtenían debido a la riqueza, a diferencia de las victorias en otros eventos y esferas (sobre todo la batalla) donde lo que contaba decisivamente era la virtud viril» (Cartledge, 215).

Cinisca

El nombre de Cinisca significa literalmente «cachorrita» y puede sonar a apodo infantil, tal vez sinónimo de marimacho. Su abuelo paterno fue el rey Zeuxidamas, que fue conocido también por el apodo Cinisco. Cinisca era hermana del rey espartano Agesilao II e hija del rey Arquidamo II y Eupolia, nacida alrededor del año 440 a.C. Se la consideraba una princesa real espartana y no una chica cualquiera.

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Cinisca presentó sus caballos lo antes posible y ganó en dos ediciones sucesivas de los juegos: en 396 y 392 a.C.

Según Plutarco, el rey Agesilao se dio cuenta de que «algunos ciudadanos griegos se enorgullecían de criar caballos de carreras y se daban grandes aires debido a ello, por lo que persuadió a su hermana Cinisca para que inscribiera un equipo de cuadrigas en los Juegos Olímpicos» (Plutarco, 58). Cinisca lo hizo y terminó ganando en dos ediciones sucesivas: en 396 y 392 a.C. Según Pausanias, Cinisca anhelaba triunfar en los Juegos Olímpicos y se convirtió en la primera mujer no solo en ganar en los Juegos Olímpicos, sino también en poseer caballos de carrera. Su cuadriga (carro de cuatro caballos) era un testimonio de gran riqueza, similar a la de sus contemporáneos que también fueron considerados vencedores, incluidos los tiranos de Sicilia. «Del mismo modo, los monumentos conmemorativos de Cinisca fueron ejemplos de consumo conspicuo igual a los de los hombres» (Pomeroy, 22). Cinisca, al igual que los ricos propietarios masculinos de caballos de carreras, no los conducía ella misma, sino que empleaba a un jinete y, como a las mujeres no se les permitía asistir a los juegos, no estuvo presente en el evento triunfal.

La imagen de Cinisca llegó a estar en un santuario: Apelas de Megara diseñó una escultura en bronce de su carro, sus caballos y su auriga, así como una estatua de la propia Cinisca. Estas estatuas se erigieron en Olimpia. «Fueron los primeros monumentos dedicados a una mujer para conmemorar victorias en competiciones panhelénicas» (Pomeroy, 22).

Epigrama de Cinisca

El autor del epigrama de Cinisca sigue siendo desconocido. Según Sarah Pomeroy, «el poema es métricamente competente; directo en el estilo 'Lacónico'; y por supuesto escrito en el dialecto dórico» (Pomeroy, 22). Se representa a la propia Cinisca pronunciando las palabras:

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Mis antepasados y hermanos fueron reyes de Esparta.

Yo, Cinisca, victoriosa con un carro de caballos veloces, erigí esta estatua.

Declaro que soy la única mujer en toda Grecia que ha ganado esta corona. (Pomeroy, 22)

Legado

Las esculturas conmemorativas de Cinisca en Elis se situaron entre las estatuas de los varones lacedemonios y Troilo de Elis. Tras su muerte se le concedió un heroon, o santuario de heroína, y fue venerada religiosamente a partir de entonces, lo que complementó su monumento en vida erigido en Olimpia. El santuario estaba cerca de Platanistas, distrito de Esparta donde se celebraban las competiciones atléticas de los jóvenes espartanos. En Grecia, era común que los atletas fueran elevados a la categoría de héroes, y Cinisca se convirtió en la primera mujer en ser tratada como tal. Pomeroy señala: «Su santuario estaba cerca de los santuarios de los héroes míticos, incluidos los hijos de Hipocoonte. El heroon se habría construido después de su muerte y habría servido de inspiración a otras mujeres» (23).

Cynisca's Inscription
Inscripción de Cinisca
Dan Diffendale (CC BY-NC-SA)

Otras mujeres, sobre todo espartanas, siguieron su ejemplo, y Pausanias lo registra como una tendencia. Algunas consiguieron victorias olímpicas, pero ninguna fue más famosa que ella. Un ejemplo fue la espartana Eurileonis, que venció con un carro de dos caballos en Olimpia en el 368 a.C. Una estatua suya se erigió junto a las de otros triunfadores en las inmediaciones de una casa de bronce. Cinisca y Eurileonis son recordadas como las primeras mujeres que vencieron en las carreras de carros de Olimpia. Casi un siglo después les siguieron mujeres vinculadas a las cortes de los sucesores de Alejandro Magno.

Otras mujeres también obtuvieron victorias en las carreras de caballos. En el año 47 d.C., un hombre llamado Hermesianax hizo una dedicatoria en nombre de sus hijas en Delfos: Trifosa, que ganó en carreras a pie en los Juegos Píticos e Ístmicos; Hedea, que ganó en carreras de carros «con armadura en los Juegos Ístmicos»; y Dionisia, que ganó en los Juegos Ístmicos (Miller, 154). Los estudiosos han debatido si Hedea y Dionisia participaron en competiciones masculinas o en categorías especiales femeninas. Sin embargo, todos han tomado estos registros como anomalías de la época romana.

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Aunque nuestras fuentes son fragmentarias en cuanto a la participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos, está claro que destacaron en pruebas atléticas, especialmente en Esparta. En este sentido, las mujeres no siempre se vieron confinadas al ámbito doméstico y entraron en una esfera antaño estrictamente masculina. De hecho, el legado de Cinisca sirvió de ejemplo para las mujeres de las generaciones venideras. En una época en la que el atletismo se había considerado un ámbito predominantemente masculino, ella demostró que las mujeres también podían destacar en los Juegos Olímpicos.

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Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Philip Mathew
Ancient Historian and Professor

Cita este trabajo

Estilo APA

Mathew, P. (2021, julio 21). Cinisca de Esparta [Cynisca of Sparta]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19939/cinisca-de-esparta/

Estilo Chicago

Mathew, Philip. "Cinisca de Esparta." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación julio 21, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19939/cinisca-de-esparta/.

Estilo MLA

Mathew, Philip. "Cinisca de Esparta." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 21 jul 2021. Web. 25 dic 2024.

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