Zheng Yi Sao (también conocida como Ching Shih, Cheng I Sao, Ching Yih Saou o sra. Cheng, fallecida en 1844) era la jefa de una gran confederación pirata que saqueó el mar de la China Meridional (también mar del Sur de China) a principios del siglo XIX. Heredó el rol de su difunto marido, Zheng Yi (1765-1807), expandió la flota pirata y derrotó tres flotillas chinas en el proceso.
Las armadas imperiales chinas, británicas y portuguesas no lograron formalizar a Zheng Yi Sao ante la justicia, solo cuando ella aceptó el indulto, la gran confederación pirata se disolvió. Durante tres años, derrotó a todos sus contrincantes, pero también, sembró terror en la costa del sur de China, donde miles de civiles fueron saqueados, asesinados y vendidos como esclavos.
También conocido como Ching I, Zheng Yi, líder de una gran confederación pirata, causó gran terror en el mar de la China Meridional. En un período de solo dos años, Zheng aumentó su ejército a unos 600 barcos y 40.000 hombres. Se dividieron en seis secciones, cada una liderada por un comandante que operaba de manera independiente en una acordada área del mar del Sur de China. Era fácil de identificar a cada una de las seis flotas, ya que los barcos llevaban una bandera de un color específico. El mismo Zheng Yi capitaneaba la más grande de ellas, la flota de la bandera roja de 200 barcos. Los piratas atacaban barcos desde Hong Kong hasta Vietnam, incluidos barcos extranjeros y grandes embarcaciones comerciantes que transportaban mercancías de gran valor desde y hacia China y Malasia. Uno de los lugares más transitados por los piratas era Cantón (actual Guangzhou) y las islas del delta del río de las Perlas. Los marineros europeos llamaron este lugar, y a los piratas que los acechaban, Ladrones.
No era raro que las mujeres chinas fueran marinas, capitanes o que participaran en la piratería.
Entre los cargamentos capturados había bienes de gran valor como el oro, la plata, seda, especias, porcelana china, té y algodón. Estos bienes se vendían a los comerciantes en la costa. En el caso de barcos extranjeros, normalmente se paga un rescate por los marineros capturados. Las ciudades costeras también se atacaban, ya fuera para saquearlas o para incitar el pago de dinero por protección, una estrategia que también se aplicaba a los capitanes de los barcos mercantes que debían comprar un salvoconducto o arriesgarse a ser atacados por cualquier barco de la confederación. En ocasiones, incluso las fortificaciones costeras caían ante los piratas. Zheng Yi tuvo un extraordinario éxito y ni siquiera las redadas por las autoridades chinas tuvieron un gran impacto en sus operaciones. Entonces, en noviembre de 1807, un desastre ocurrió y el jefe de los piratas muió en un combate o en un tifón. Los otros cinco capitanes designaron un sucesor y escogieron a la viuda de Zheng Yi, Zheng Yi Sao. Aunque a partir de aquí sabemos mucho de sus hazañas, no hay descripciones fiables de su carácter o apariencia física. A Zheng Yi Sao solo se la puede juzgar por sus hechos.
Zheng Yi Sao trabajó como prostituta en Cantón antes de contraer matrimonio en 1801. No era raro que las mujeres chinas fueran marinas, capitanes o que participaran en piratería y sin duda sus rivales piratas debieron pensar que era muy capaz. Tenía un importante rival o aliado, según resultaran las cosas. Chang Pao (también conocido como Cheung Po Tsai, ca. 1786-1822) fue un capitán de uno de los barcos de bandera roja y uno de los discípulos de Zheng Yi. Los dos hombres también habían sido amantes, algo común entre piratas chinos de rango superior y menor. Chang Pao se convirtió en el amante y mano derecha de Zheng Yi Sao, lo cual lo llevó a estar al mando de la Flota de la Bandera Roja. Al igual que otros capitanes durante la Edad de Oro de la piratería en el Caribe, Chang Pao era aficionado a la moda y le gustaba marcar tendencia, y era famoso por lucir un turbante negro y una larga capa morada.
La confederación de Zheng Yi Sao puede que contara con más de 70.000 hombres.
El azote del mar de China Meridional
En el último año al mando de Zheng Yi, la flota pirata creció con cada nueva redada y su viuda continuó con el mismo método, por lo que las seis flotas combinadas hacían un total de 800 grandes buques en 1807. Una gran cantidad de estos barcos eran juncos, que durante siglos fueron el pilar de las aguas chinas. Podían transportar hasta 800 toneladas de carga y 40 cañones. Al no disponer de una quilla y contar con un timón retráctil, los juncos podían entrar en aguas poco profundas y sorprender a un buque objetivo. Los juncos podían cargar pequeños botes y estos, con 20 hombres y varios cañones giratorios, podían utilizarse para acercarse a un barco sin ser detectados. El número de piratas también aumentó y se cree que la confederación de Zheng Yi Sao puede que llegara a contar con más de 70.000 hombres.
Tal era el poder que poseían los piratas chinos que eran capaces de enfrentarse a pequeñas flotas europeas. Uno de los miembros de la armada naval británica comentó luego de que el HMS Phaeton y HMS Bellona intentaran ahuyentar a los piratas sin conseguirlo:
Cerca de 60 o 70 velas de Ladrones navegaron de la manera más descarada por dentro del radio de alcance del cañón... Decidido a sancionar la osadía de estos piratas... la fragata abrió fuego de manera intensa hacia ellos, que los Ladrones recibieron con gran frialdad e indiferencia sin devolver siquiera un disparo.
(citado en Cordingly & Falconer, 107).
Junco Chino de 1804
Unknown Artist (Public Domain)
Al igual que con la piratería en el Caribe, a aquellos marineros lo bastante sensatos como para rendirse sin luchar, los solían dejar tranquilos y solo tenían que ver cómo les robaban la mercancía. Aquellos que opusieran resistencia eran torturados o ejecutados. Los marineros europeos tenían un poco más de suerte, ya que se podía pedir un rescate por ellos, pero no era de inmediato así que muchos se pasaban meses detenidos y vivían en hacinamiento e insalubridad. Richard Glasspole, cuarto oficial del Marqués de Ely, describió cómo vivió de rehén cuatro meses en una bodega infestada de ratas en un barco de Zheng Yi Sao, en los cuales sobrevivió a base de arroz y orugas.
El oficial Glasspole también cuenta las operaciones de los piratas. A los chinos capturados se les daba la terrible opción de unirse a ellos o ser azotados hasta la muerte. Los marineros europeos capturados estaban obligados a participar en los ataques a las aldeas, donde los piratas chinos recogían las cabezas de sus víctimas, las ataban en pares del cabello y se las colgaban del cuello como macabros trofeos. Debido a las habilidades artilleras de Glasspole, Zheng Yi Sao hizo que operara los cañones. El inglés se convirtió en uno de los favoritos de la jefa de los piratas ya que, al creer que evitaría que sufriese ninguna herida, lo rociaba de agua de ajo antes de cada batalla.
Zheng Yi Sao mantuvo su enfoque en Cantón, que seguía siendo el mayor foco comercial de esa costa y que saqueó con éxito durante otros tres años. En dos ocasiones, julio de 1808 y julio de 1809, destruyó las flotas navales chinas que vigilaban el delta del río entre la Macao portuguesa y Cantón. La primera batalla duró 16 horas y después del desastre el almirante chino se suicidó. El segundo ataque requirió de más ingenio debido a que ambas flotas se encontraban inmóviles a causa de la falta de viento. Zheng Yi Sao ordenó a sus hombres que nadaran hasta los barcos chinos y los abordaran, y así lo hicieron. Las ciudades costeras fueron incendiadas, como había ocurrido en agosto en la localidad de Sanshan, donde 80 aldeanos fueron ejecutados y colgaron sus cabezas en un gran árbol en la costa como señal de advertencia para los demás. En septiembre, en la isla de Tao-chiao, 1.000 civiles fueron asesinados. En total, más de 10.000 civiles fueron asesinados, lo que permitió a los piratas ubicarse a solo 25 km (16 millas) de Cantón. Hasta los barcos europeos más poderosos fueron atacados, como fue el caso de dos navíos portugueses que protegían Macao en septiembre de 1809.
Piratas del mar de la China Meridional
triotriotrio (CC BY-SA)
Reglas y castigos
El éxito de Zheng Yi Sao se debió en parte a su habilidad para liderar. No solo logró una distribución equilibrada de los capitanes rivales e irascibles y tripulaciones piratas, sino que también llevó registros meticulosos e impuso una serie de reglas a los piratas de sus flotas, algunas de las cuales contaban con un enfoque distinto a las de su esposo, tales como:
Un pirata no puede desembarcar sin permiso. El primer castigo por saltarse esta norma era la mutilación de las orejas. El segudo era la ejecución.
Las mercancías capturadas deben ser registradas antes de su repartición.
Si un barco captura un cargamento, puede quedarse con la quinta parte y el resto debe añadirse al fondo general de premios de toda la flota.
No está permitido el abuso de mujeres, capturadas o no, sin el permiso del contramaestre. Un pirata puede comprar una mujer capturada como esposa por 40 dólares (si no se va a pedir un rescate por ella).
A los aldeanos se les debe pagar por sus provisiones (no siempre se respetaba).
El historiador D. Cordingly hace un resumen de los castigos aplicados a piratas que no respetaban las reglas:
El castigo por desobedecer una orden o robar desde el fondo general de premiosera la muerte por decapitación. Por abandonar o ausentarse, era la mutilación de las orejas. Por ocultar o retener mercancía saqueada, el castigo eran latigazos. Si el autor volvía a infringir, se le condenaba a muerte. Las reglas eran igual de estrictas con las prisioneras. Violar a una prisionera se castigaba con la muerte. Si se descubría que la prisionera había accedido a tener relaciones sexuales con su captor, el pirata era decapitado y la prisionera arrojada al mar con un peso atado a las piernas. (76)
Perdón y últimos años
Zheng Yi Sao, se convirtió en víctima de su propio éxito. La piratería se extendió hasta tal punto por toda la zona y los problemas para el comercio regional eran tales que hasta las grandes ciudades se veían dificultadas para alimentar a su población. Finalmente, las autoridades chinas pusieron un gran esfuerzo en acabar a los piratas.
Fábricas portuarias europeas en Cantón
Unknown Artist (Public Domain)
También hubo dificultades para mantener unida la confederación pirata. El líder de los 100 barcos de la Flota de la Bandera Negra, Kuo P'o-Tai (también conocido como Kuo Hsueh-hsien), estaba celoso del cargo elevado que tenía Chang Pao. Puede haber estado incluso celoso de su afecto por Zheng Yi Sao. En noviembre de 1809, en una batalla de flotas chinas y portuguesas en Lantao (cerca de Hong Kong), Kuo P'o Tai se negó a ayudar a su rival y a la Flota de la Bandera Roja. En diciembre, a modo de venganza por su deslealtad, Chang Po atacó la flota de Kuo P'o-Tai. En enero de 1810, Kuo P'o-Tai ganó la batalla, pero consciente de sus últimos días en la confederación, se entregó a las autoridades y consiguió tanto un indulto como un empleo de cazador de piratas. En abril de 1810, con gran parte de su flota en ruinas, Zheng Yi Sao decidió darse por vencido.
El 18 de abril de 1810, Zheng Yi Sao abandonó la piratería y entró con toda su flota de 260 juncos con todas sus banderas izadas en el puerto de Cantón, donde se dirigió hacia las autoridades y exigió un indulto. Lo consiguió y además con términos favorables: los piratas podían conservar su botín, pero bajo la condición de entregar sus armas y barcos. A Chang Pao se le permitió conservar 20 juncos y ser nombrado naval mandarín. Muchas de las tripulaciones piratas fueron reclutadas por la armada imperial china, si así lo deseaban, donde se les ordenó acabar con la piratería de la región, un trabajo que contó con la ayuda de la Armada Real británica tras establecer una colonia británica en Hong Kong en 1841. El mar seguía siendo una tentación para algunos piratas como Chui-Apoo (fall. 1851) y Shap-ng-Tsai (activo entre las décadas de 1840 y 1850), quienes continuaron merodeando por los mares del Sur de China por mucho tiempo.
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Zheng Yi Sao se casó con Chang Pao, se asentaron en Cantón antes de mudarse a Fujian y tuvieron un hijo juntos. La exjefe de los piratas regresó a Cantón y pasó el resto de su carrera al mando de un gran y exitoso negocio de contrabando disimiulado como casa de juego. Murió en 1844 a los 69 años. El legado de Zheng Yi Sao continuó creciendo y fue la inspiración de muchos personajes de mujeres piratas de ficción. La más reciente es la dama Ching en la película de 2007, Piratas del Caribe: En el fin del mundo.
Licenciada en Lengua Inglesa y egresada de Traducción e Interpretación bilingüe. Mis intereses principales son los idiomas, la evolución de la traducción, el arte, el cine y la subtitulación. De Santiago, Chile.
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.
Cartwright, M. (2021, noviembre 15). Zheng Yi Sao [Zheng Yi Sao].
(C. Lucero, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20208/zheng-yi-sao/
Estilo Chicago
Cartwright, Mark. "Zheng Yi Sao."
Traducido por Catalina Lucero. World History Encyclopedia. Última modificación noviembre 15, 2021.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20208/zheng-yi-sao/.
Estilo MLA
Cartwright, Mark. "Zheng Yi Sao."
Traducido por Catalina Lucero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 15 nov 2021. Web. 15 feb 2025.
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Escrito por Mark Cartwright, publicado el 15 noviembre 2021. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.