Catalina Zell

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Joshua J. Mark
por , traducido por Antonio Elduque
Publicado el 15 abril 2022
Disponible en otros idiomas: inglés
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House of the Zells (by Henri Armand-Delille, Public Domain)
La casa de la familia Zell
Henri Armand-Delille (Public Domain)

Catalina Zell (también conocida como Katharina Schütz o Katharina Schütz-Zell, 1497-1562), fue una reformista, teóloga y escritora prolífica de Estrasburgo, que ayudó a establecer las bases doctrinales de la Reforma protestante, sin fomentar interpretaciones sectarias. Es considerada la primera reformista ecuménica, porque aceptó y dio servicio religioso, de manera neutral, a personas de diferentes sectas.

Afirmaba haber sido llamada por Dios, a los 10 años de edad, para ser una "madre de la Iglesia", con el sentido de ocuparse de todos los miembros de la Iglesia, sin distinción de creencias. En 1523 se casó con el pastor Mateo Zell (1477-1548), en un momento en el que los matrimonios clericales eran muy controvertidos y asociados con las obras de Martín Lutero (1483-1546), consideradas heréticas por los que se oponían a sus opiniones. Zell y su marido fueron atacados por su matrimonio, inspirando su obra más conocida, escrita como respuesta, Defensa del matrimonio clerical por Catalina Zell (1524), una carta abierta que se convirtió en un panfleto de gran difusión.

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Continuó escribiendo el resto de su vida, manteniendo correspondencia con muchos reformistas de diferentes sectas, encontrándose con Lutero y Felipe Melanchton (1497-1560), Ulrico Zuinglio (1484-1531) y Juan Calvino (1509-1564), y haciendo amistad con Martín Bucero (1491-1551) y Wolfgang Capito (ca. 1478-1541). Ella y su marido abrieron las puertas de su casa a cualquiera que lo necesitara, independientemente de sus creencias, y aportaron un lugar seguro a los refugiados, así como un centro para el desarrollo intelectual y espiritual.

Tras la muerte de su marido, en 1548, este fue sucedido en el cargo de pastor por Ludwig Rabus (ca. 1524-1592), que había vivido con los Zell y trabajado como ayudante de Mateo Zell. Rabus denunció la famosa tolerancia del hogar de Zell y los escritos de Catalina, y ella respondió con Una carta de Catalina Zell a todos los ciudadanos de Estrasburgo (1558), defendiéndose a sí misma, la tolerancia religiosa, el derecho de la mujer a oficiar para otros, y contestando con elocuencia a cada una de las acusaciones de Rabus. Esta obra, como las demás suyas, fue un éxito de ventas y se encuentra entre sus últimos trabajos, antes de su muerte por causas naturales, en 1562. Actualmente es reconocida como una de las primeras reformistas más destacadas.

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Primeros años y conversión

Catalina Schütz nació el 15 de julio de 1497 (aunque algunas fuentes sugieren 1498) en Estrasburgo, y fue bautizada con el nombre de la escritora y mística Catalina de Siena (1347-1380). Su madre, Isabel Gester (fallecida en 1525), y su padre, Jacob Schütz, pertenecían a la clase de artesanos-comerciantes, y tenía nueve hermanos (cuatro mayores y cinco más pequeños), todos los cuales fueron a la escuela. La familia era acomodada y devota católica y, como la Iglesia desaconsejaba la escolarización de las niñas, Catalina fue educada en casa, hasta que llegó a la edad necesaria para ir a la escuela de niñas, abierta a las de clase alta como una especie de "escuela de formación complementaria", destinada a preparar a las chicas para el matrimonio, donde parece que aprendió un latín rudimentario. Nunca llegó a saber latín con fluidez, y tampoco griego, pero leía mucho en su alemán nativo y estaba interesada especialmente en la historia de la Iglesia.

Comulgando con el pan y el vino, los Zell hacían pública, junto con su matrimonio, su apuesta por una visión reformada del cristianismo.

Más adelante, dijo no haber tenido ningún interés en el matrimonio o en tomar los votos de una orden religiosa, sino que, a los diez años de edad, se dedicó al servicio de Dios, con la idea de mantenerse como tejedora de tapices. Acudía a los servicios religiosos en la catedral de San Lorenzo en Estrasburgo que, igual que todos los centros de culto de la época, era católica. En 1518, llegó el sacerdote Mateo Zell, que empezó a predicar el mensaje de la Reforma, según la visión de Lutero. Estrasburgo era una ciudad abierta y tolerante, que aceptaba la diversidad de creencias, de forma que los sermones de Zell fueron bien recibidos.

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Catalina pronto se convirtió a la visión luterana y se convenció de que la voluntad de Dios era que se casara con Mateo Zell "como una expresión de su fe en Dios y su amor a los demás" (Stjerna, 112, citando a McKee). El matrimonio clerical estaba prohibido por la Iglesia medieval, política que había sido condenada por Lutero en su Sermón acerca del estado matrimonial (1522), en el que afirmaba que el celibato era antinatural, nocivo y contrario a la Biblia. Aunque el propio Lutero aún no estaba casado, animaba al matrimonio clerical como un paso más para alejarse de lo que él veía como las enseñanzas, corruptas y contrarias a la Biblia, de la Iglesia católica.

Matthew Zell
Mateo Zell
Tobias Stimmer (Public Domain)

El matrimonio dentro del clero era considerado herético en la época, como también lo era el de un clérigo con una laica. El matrimonio de Martín Lutero con Catalina von Bora (1499-1552), una antigua monja, no tendría lugar hasta 1525, con lo que el de Catalina con Mateo Zell fue uno de los primeros de ese género. Incluso aunque Estrasburgo era una ciudad de ideas liberales, no era todavía tan tolerante como para que un acontecimiento así pasara desapercibido sin ser censurado. Catalina se casó con Mateo Zell el 3 de diciembre de 1523, a las seis de la mañana (tal como indica Stjerna, para evitar la aglomeración de gente). La ceremonia fue oficiada por su amigo Martín Bucero y posteriormente la pareja celebró la eucaristía comulgando ambos con el pan y el vino, una práctica conocida como utraquismo (del latín "bajo las dos especies"), que estaba prohibida por la Iglesia; el vino era solamente para el clero, el pan para los laicos. Tomando ambos, los Zell hacían pública, junto con su matrimonio, su apuesta por la visión reformada del cristianismo.

Defensa del matrimonio clerical

Aunque Mateo Zell mantuvo su cargo, el matrimonio fue criticado como herético y escandaloso. Estrasburgo era un centro de edición lucrativo, y las obras religiosas, especialmente desde los inicios del movimiento reformista, eran de lectura popular. Se publicaban las obras de cualquiera que fuera capaz de escribir, y los panfletos de denuncia del matrimonio de los Zell empezaron a circular. En respuesta, Catalina escribió y publicó su Defensa del matrimonio clerical, cuyo título completo puede traducirse como Apología de Catalina Schütz para el maestro Mateo Zell, su marido, pastor y servidor de la palabra de Dios en Estrasburgo, debido a las grandes mentiras inventadas sobre él. Su carta abierta, publicada como un panfleto, se convirtió en un éxito de ventas.

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Title Page of Defending Clerical Marriage
Portada de Defensa del matrimonio clerical
Katharina Zell (Public Domain)

La obra comienza poniendo de manifiesto la política de la Iglesia contra el matrimonio clerical, contraria a la Biblia, y explicando su verdadero motivo: que la Iglesia perdería dinero si a los clérigos se les permitiera casarse porque, prohibiendo el matrimonio, podía imponerles un impuesto por mantener prostitutas y concubinas, como muchos hacían. El sacerdocio, señalaba, no era un celibato, sino que estaba mantenido en un estado de cautiverio por la Iglesia, que obtenía unas tasas anuales por las mujeres que mantenían los sacerdotes y que, según Zell, hacían circular entre ellos. Ella defendía los matrimonios honestos, con validez legal reconocida, que acabarían con la práctica corrupta del impuesto y permitirían un compromiso más sincero del clero con la predicación del evangelio. Escribe:

Si los sacerdotes pudieran casarse honorablemente, podrían predicar desde el púlpito contra el adulterio con más eficacia. De lo contrario, ¿cómo pueden condenar aquello en lo que ellos mismos están atrapados? Mírame a mí, y yo te miraré a ti. Si, por el contrario, un sacerdote tuviera una esposa, si hiciera algo malo, la gente sabría cómo castigarle… Porque la prohibición del matrimonio viene solamente del diablo, pero el matrimonio viene de Dios, tal como explica el Espíritu Santo en la carta a Timoteo. (Brady, 22)

La obra de Zell fue mayoritariamente ignorada o condenada, aunque fuera leída ampliamente y recibiera la aprobación de Lutero, pero la reacción negativa no impidió que ella siguiera publicando. Continuaría escribiendo el resto de su vida, aunque sólo cinco de sus obras fueron publicadas, la mayoría correspondencia personal. Ella veía la escritura como otro aspecto de su llamada a la atención religiosa a la gente, independientemente de sus opiniones religiosas o en qué medida estaban alineadas con las suyas.

Sacerdocio de puertas abiertas

Mateo y Catalina mantuvieron una política de puertas abiertas en su casa, dando la bienvenida a refugiados que huían de la persecución religiosa en cualquier lugar, así como a reformistas que visitaban la ciudad, a pobres y necesitados, y a los desplazados por la Guerra de los campesinos alemanes (1524-1525). La pareja también visitaba a las facciones enfrentadas, intercediendo por la paz. La académica Rebecca VanDoodewaard comenta:

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Durante la Guerra de los campesinos, Catalina acompañó a su marido y a otros sacerdotes a visitar los campamentos militares para suplicar a la gente que detuviera la violencia; su consejo fue ignorado, y tres mil refugiados más inundaron Estrasburgo, que tenía una población de solamente unas veinticinco mil personas. Catalina estaba ocupada continuamente en el cuidado de esos refugiados. Cuando ella no podía ayudar, reclutaba a otros… Catalina también fue una visitante regular de la prisión local; las opiniones religiosas de los internos eran diversas, pero ella habló con muchos que pasaron tiempo allí. Su compasión por los hombres le llevaba a encontrar tiempo para esas visitas, a pesar de su horario apretado, que las podría haber reducido fácilmente. (19)

Al igual que Catalina von Bora, Anna Reinhart (ca. 1484-1538, la esposa de Zuinglio), y otras, Catalina Zell también atendía las visitas de reformistas y amigos de la pareja, a la vez que se ocupaba de la casa, y ayudaba en el sacerdocio de su marido. La pareja esperaba también crear su propia familia, pero ninguno de sus hijos vivió por mucho tiempo. Su primer hijo, nacido en 1526, murió un año después, y perdieron su segundo hijo a principios de la década de 1530. Zell interpretó sus fallecimientos como una prueba para su fe, y se comprometió aún más con su ministerio, adoptando a cualquiera que acudiera a ella. El académico Kirsi Stjerna escribe:

Los Zell fueron un ejemplo en Estrasburgo, como los Lutero en Wittenberg, de casa parroquial protestante, con una política de puertas abiertas y una hospitalidad infinita, con el espíritu de los Lutero: abrían su casa a todo el mundo, dispuestos a ofrecer alimento y cobijo y, al mismo tiempo, ‘discutir cordialmente con aquellos que todavía no habían llegado a entender la totalidad de Cristo y la fe.’ Su casa parroquial estaba abierta a los teólogos que estaban de paso (incluyendo Calvino, en una ocasión), así como a refugiados y a los que sufrían por la pobreza o la enfermedad; una vez hospedaron a un gran contingente de soldados atrapados en la ciudad… Su casa de teología y refugio se hizo famosa por su hospitalidad sin distinciones, el cuidado humanitario, y la mediación pacífica en disputas teológicas que se realizaba en su interior. El espíritu ecuménico y caritativo de los Zell los llevó a hospedar, cuidar y debatir con una mezcla variopinta de personalidades. (115)

A pesar de lo ocupada que estaba, todavía encontró tiempo para escribir, manteniendo correspondencia, aconsejando y ofreciendo sus conocimientos de la Biblia. A pesar de la importancia de sus otros trabajos, en la actualidad es recordada por sus escritos.

Obras escritas

Desde su primera publicación hasta la última, Zell inspiró a otros, especialmente a las mujeres, a adoptar la visión protestante y defenderla con tanto celo como cualquier hombre.

Desde su primera publicación hasta la última, Zell inspiró a otros, especialmente a las mujeres, a adoptar la visión protestante y defenderla con tanto celo como cualquier hombre. Se cree que debió de inspirar a la teóloga y panfletista francesa Marie Dentière (ca. 1495-1561), después de que esta dejara el convento y huyera a Estrasburgo, en 1524. La obra de Zell Defensa del matrimonio clerical es citada por Stjerna como una posible influencia sobre la de Marie Dentière Una epístola de mucha utilidad (1539), así como sobre su anterior trabajo, La guerra y la liberación de la ciudad de Ginebra (1536). Entre 1534 y 1536, Zell también publicó un libro de himnos en cuatro volúmenes (que no escribió, únicamente recopiló), que se hizo popular y al que ella parece haber contribuido con la notación musical.

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La peste se declaró en Estrasburgo en 1541, y ella se dedicó de forma constante al cuidado de los enfermos, incluyendo a su marido, a la vez que seguía con su servicio religioso y su escritura. Al morir Mateo Zell, en 1548, publicó su Lamento y exhortación de Catalina Zell a la gente, en la tumba del maestro Mateo Zell. Era otra carta abierta, que se hizo popular, y que estaba inspirada en la última voluntad de su marido de que animara a la gente a adoptar la visión de Cristo en lugar de perseguir a los demás en base a diferencias sectarias. Martín Bucero presidió el funeral, pero, poco después, marchó de Estrasburgo hacia Inglaterra, dejando a Ludwig Rabus como sucesor de Mateo Zell y principal autoridad eclesiástica de la ciudad.

Rabus sería la inspiración de otra de las obras más conocidas de Catalina Zell, Una carta a toda la ciudadanía de Estrasburgo de Catalina Zell, viuda del (ahora bendito) Mateo Zell, el anterior y primer predicador del Evangelio en esta ciudad, relativa a Mr. Ludwig Rabus, ahora un predicador de la ciudad de Ulm, junto con dos cartas, de ella y de él (1558). Un subtítulo de la obra anima a una lectura imparcial desde los dos lados de la controversia: Que muchos lo lean y juzguen sin favor ni odio sino con amor a la verdad. También una respuesta sana a cada artículo de su carta. Esta obra, junto con su publicación del Libro de Salmos, estaría entre sus últimos trabajos.

Controversia de Rabus

El motivo de Una carta a toda la ciudadanía de la ciudad de Estrasburgo fue el ataque público contra Zell por parte de alguien a quien ella consideraba como un hijo adoptivo, Ludwig Rabus, que había vivido en casa de los Zell y había aprendido tanto de Catalina como de Mateo. Rabus provenía de una familia pobre y fue acogido por los Zell cuando llegó a Estrasburgo y no podía sufragarse la comida ni el alojamiento. La pareja se hizo cargo de él hasta su marcha para estudiar en la universidad de Tübingen (1538-1543), tras lo cual regresó de nuevo a vivir con los Zell, pasando a ser el vicario de Mateo. A la muerte de este, en 1548, Rabus fue nombrado su sucesor.

Entre los muchos refugiados y teólogos que permanecieron con los Zell estaba Caspar Schwenkfeld (ca. 1490-1561), originalmente un luterano, antes de adoptar las ideas de los teólogos anti-luteranos Thomas Müntzer (ca. 1489-1525) y Andreas Karlstadt (1486-1541), ambos también previamente defensores de las ideas luteranas. Schwenkfeld siguió el espiritualismo de Müntzer, inspirado por el místico maestro Eckhart (ca. 1260- ca. 1328), que afirmaba que Dios se comunicaba con los creyentes a través de sueños y visiones, y que la Biblia no era la única autoridad espiritual. Al igual que Müntzer y Karlstadt, Schwenkfeld fue refutado por Lutero y los luteranos de la corriente principal, y tanto él como sus seguidores fueron perseguidos por la Iglesia reformada de los seguidores de Zuinglio, así como por los anabaptistas. Sin embargo, fue acogido en casa de los Zell, y tratado amablemente por Catalina.

Thomas Müntzer Commemorative Coin
Moneda conmemorativa de Thomas Müntzer
Jobel (Public Domain)

Cuando Rabus asumió el cargo de Mateo, comenzó a predicar contra la tolerancia religiosa, hasta que perdió su cargo cuando Carlos V, emperador del Sacro Imperio, impuso el Interim de Augsburgo de 1548, que decretaba la vuelta a las políticas y enseñanzas católicas. Rabus permaneció en Estrasburgo, y siguió predicando una doctrina luterana conservadora, que condenaba no sólo al catolicismo, sino también a las demás sectas protestantes, hasta que claudicó (muy probablemente por falta de soporte) y consiguió un cargo en la ciudad de Ulm. Catalina le escribió allí, preguntándole por el motivo de su marcha, pero su carta fue devuelta sin abrir, junto con una de él en la que la denunciaba por animar a herejes como Schwenkfeld, acoger a todo tipo de herejes en su casa, y la condenaba como alborotadora que perturbaba la paz metiéndose en asuntos que eran propiamente de hombres. Catalina respondió, en parte, escribiendo:

¿Llamas perturbar la paz a que, en lugar de perder mi tiempo en diversiones frívolas, haya visitado a los contagiados por la peste y haya sacado a los muertos? He visitado a los presos y a los condenados a muerte. A menudo, por tres días y tres noches, no he comido ni dormido. Nunca he subido al púlpito, pero he hecho más que cualquier párroco, visitando a los feligreses. ¿Es eso perturbar la paz de la Iglesia? (VanDoodewaard, 22)

A lo largo de su obra, en su respuesta a las acusaciones de Rabus, siguió defendiendo la tolerancia religiosa, la aceptación de los otros, y la devoción por el sacerdocio cristiano y, tal como hizo en todos sus escritos, sin disculparse por ser una mujer que asumía un papel de autoridad enseñando a un hombre. Rabus nunca respondió a su carta, que se convirtió, y sigue siendo, en una de sus más populares.

Conclusión

Catalina Schütz-Zell siguió escribiendo hasta que su salud comenzó a flaquear. En una de sus últimas cartas, no expresaba ningún pesar, sino que miraba adelante hacia su liberación del cuerpo y ser bienvenida en el Paraíso:

Veo ante mis ojos y doy la bienvenida al momento de mi liberación. Me regocijo por ello y sé que morir será mi victoria, deshacerme de lo mortal y perecedero y ponerme lo eterno, inmortal e imperecedero (VanDoodewaard, 23)

Zell nunca reclamó para sí ninguna autoridad que no viniera dada por las Escrituras. Respetó aquellos pasajes, como 1 Timoteo 2:12, que prohibían a las mujeres predicar o tener autoridad sobre los hombres, pero al igual que Argula von Grumbach (1490-ca. 1564) se negó a callar ante la injusticia o desigualdad. Stjerna comenta:

De todas las mujeres de la Reforma, Catalina Schütz-Zell aparece como extraordinaria. Progresando en su rol de “ayudante” de su pastor y marido, desarrolló su propio mensaje como una madre de la Iglesia, con deberes acordes con su personalidad, aprendizaje y pasión. En cierto grado, su vocación vino condicionada por su género y por su contexto: respondió como una mujer a las necesidades de sus conciudadanos. Sin discriminaciones en su compasión cristiana y en su voluntad de atender pastoralmente a quienes lo necesitaran, fue una voz mediadora entre posturas teológicas discrepantes, buscando la unidad y la paz en nombre del Evangelio. (130)

Aunque sus escritos fueron ignorados por muchas de las autoridades de su tiempo, llegaron a la gente, como pone de manifiesto su evidente popularidad. La fecha de su muerte y el lugar de su tumba son desconocidos, aunque a principios del siglo XIX su voz volvió nuevamente a ser escuchada, y hoy es reconocida como una de las más valientes y comprometidas entre las primeras activistas de la Reforma protestante.

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Preguntas y respuestas

¿Por qué es famosa Catalina Zell?

Catalina Zell es conocida sobre todo por su obra Defensa del matrimonio clerical (1524), aunque publicó otras cuatro obras en defensa de la Reforma protestante.

¿Fue Catalina Zell una escritora popular en su época?

Catalina Zell se convirtió en una autora de éxito en su época a través de la publicación de sus cartas abiertas, en las que trataba temas religiosos.

¿Cuáles son las obras más conocidas de Catalina Zell?

Catalina Zell es conocida sobre todo por Defensa del matrimonio clerical y Una carta de Catalina Zell a toda la ciudadanía de la ciudad de Estrasburgo.

¿Cómo murió Catalina Zell?

Catalina Zell murió de causas naturales en 1562. La fecha de su muerte y el lugar de su tumba son desconocidos.

Sobre el traductor

Antonio Elduque
Soy doctor en Química y trabajo en el sector biomédico. También licenciado en Humanidades, especialmente aficionado a la Historia. Me gusta traducir porque obliga a una lectura lenta y cuidadosa, buscando el sentido del texto más que el significado de las palabras.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2022, abril 15). Catalina Zell [Katharina Zell]. (A. Elduque, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20675/catalina-zell/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Catalina Zell." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. Última modificación abril 15, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20675/catalina-zell/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Catalina Zell." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 15 abr 2022. Web. 21 dic 2024.

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