Pedro de Alvarado

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 07 julio 2022
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, portugués
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Pedro de Alvarado (by Jl FilpoC, CC BY-SA)
Pedro de Alvarado
Jl FilpoC (CC BY-SA)

Pedro de Alvarado (c. 1485-1541) fue un conquistador español que se convirtió en el primer gobernador de Guatemala en 1527. Con una extraordinaria vida de aventuras, Alvarado participó en distintas expediciones a México, Centroamérica, Sudamérica y, finalmente, Norteamérica. Hoy se lo conoce, sobre todo, por liderar a los conquistadores que derrotaron a los mayas quichés y cakchiqueles.

Alvarado fue el segundo al mando de Hernán Cortés durante la conquista del Imperio azteca en México en 1520. Luego pasó a atacar Guatemala y otras partes de Centroamérica antes de lanzar una expedición a Ecuador. Alvarado, que seguía luchando contra los pueblos indígenas hasta los 50 años, murió en México en 1541, habiéndose ganado una reputación de por vida de ser uno de los conquistadores más despiadados y crueles, en un campo muy competitivo para tal deshonra.

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Juventud

Pedro de Alvarado y Mesía nació alrededor de 1485 en Badajoz, España. Alvarado se dio a conocer cuando viajó a la primera colonia española en América, La Española (actual República Dominicana/Haití) en el Caribe en 1510. En 1518 formó parte de la expedición enviada por Diego Velázquez de Cuéllar (1465-1524), gobernador de Cuba, para explorar la península de Yucatán. El grupo de conquistadores estaba dirigido por Juan de Grijalva (1489-1527), con quien Alvarado no se llevaba bien y al que denunció ante Velázquez.

El célebre cronista español Bernal Díaz (nacido en 1492) describe a Alvarado de la siguiente manera en su obra La conquista de Nueva España:

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En todos los sentidos, su cuerpo estaba muy bien proporcionado, su andar era noble... sus rasgos eran muy agradables, y su forma de expresarse era amable, de modo que siempre aparecía una sonrisa en su rostro.

En contraste con su agradable físico, los historiadores han hecho cola desde entonces para describir el enfoque de la conquista de Alvarado en términos mucho menos halagadores. El historiador S. Sheppard da una descripción típica de Alvarado como "impetuoso, cruel y completamente amoral" (ibid). Incluso sus propios hombres, en su mayoría despiadados degolladores, denunciaron a Alvarado por su brutalidad.

Spain and the Spanish Indies
España y las Indias españolas
Simeon Netchev (CC BY-NC-ND)

México y los aztecas

Alvarado era un soldado profesional y el segundo al mando de la expedición dirigida por Cortés que desembarcó en la costa mexicana en 1519. Cortés y sus conquistadores se dirigieron a Tenochtitlán, la capital de la civilización azteca, tras derrotar primero a los tlaxcaltecas. Los tlaxcaltecas se aliaron cuando Cortés les prometió el botín de la victoria sobre los aztecas (también conocidos como mexicas). Para sellar la alianza, el líder militar tlaxcalteca Xicohténcatl desposó a su hija con Alvarado, quien, por su pelo rubio y su barba en juego, se había ganado el apodo de Tonatiuh, el dios del sol. Tal vez el apodo también tuviera que ver con el brillo perpetuo de las joyas que Alvarado llevaba: un anillo de diamantes y un collar de joyas.

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El ataque de Alvarado a una ceremonia religiosa azteca provocó precisamente lo que temía: un levantamiento popular.

Los españoles utilizaron su superioridad armamentística, su caballería y sus miles de aliados indígenas para conquistar Tenochtitlán. Cuando Cortés partió para enfrentarse a un grupo rival de conquistadores recién desembarcados en Veracruz, Alvarado quedó al frente de Tenochtitlán con 120 españoles y los aliados tlaxacalas. Este fue un grave error de Cortés, tal vez el más significativo en las Américas. Alvarado y sus hombres demostraron ser bastante insensibles a las convenciones aztecas cuando intentaron imprudentemente interrumpir el festival anual de Tóxcatl, que honraba a Tezcatlipoca con el sacrificio de un imitador vestido como el dios. Quizás Alvarado había interpretado erróneamente la ceremonia como el inicio de un levantamiento, y siguió su propia máxima: "El que empieza la batalla, gana". Alvarado había dispuesto una serie de arcabuceros y sellado los pasillos de la plaza ceremonial en cuestión. Primero atacaron al jefe de los tamborileros aztecas; los españoles le cortaron los brazos y luego la cabeza. Luego se masacró a todos los demás. El resultado fue una masacre de muchos de los nobles y sacerdotes aztecas, que a su vez provocó precisamente lo que Alvarado temía: un levantamiento popular. Varios de los españoles murieron en el caos resultante, y Alvarado fue herido en la cara por una piedra.

Afortunadamente para Alvarado, Cortés regresó entonces a la capital, habiendo persuadido a los conquistadores recién desembarcados para que se unieran a él. Cortés exigió una explicación a Alvarado por sus acciones, que habían provocado el frenesí de toda la ciudad, y no se conformó con la excusa de Alvarado de que el golpe se había llevado a cabo de forma preventiva. Cuando Cortés ordenó al gobernante azteca cautivo Motecuhzoma que hablara ante su pueblo y lo calmara, fue abatido por una roca. No hubo más remedio que retirarse de la ciudad hasta que se calmara la situación. La sangrienta retirada del 30 de junio se conoció como la Noche Triste. Los españoles se retiraron utilizando puentes de madera provisionales construidos para la difícil tarea de cruzar los numerosos canales de la ciudad. Alvarado fue encargado de liderar la retaguardia y solo consiguió escapar dando un prodigioso salto sobre un canal. El precio de la libertad fue alto. Cortés perdió la mitad de sus hombres, la mayoría de sus mejores caballos y las ocho toneladas de botín que había ido acumulando desde que llegó a Mesoamérica.

Cortés & the Siege of Tenochtitlan
Cortés y el sitio de Tenochtitlán
Unknown Artist (Public Domain)

Los españoles volvieron a sitiar Tenochtitlán y finalmente capturaron la ciudad el 13 de agosto de 1521. Alvarado fue nombrado el primer alcalde de la ciudad. A continuación, los conquistadores procedieron a someter sin piedad al resto de Mesoamérica. Llamaron a su nueva y vasta colonia Nueva España, y a Alvarado se le encargó la "pacificación" de la ciudad de Tehuantepec y la región circundante de Oaxaca.

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Guatemala y los mayas

En diciembre de 1523, Alvarado dirigió una expedición terrestre para explorar el sur de México y sus alrededores. La idea era enlazar con una flota dirigida por Cristóbal de Olid e incorporar a fondo esta parte de Centroamérica a la colonia de Nueva España. Al llegar a Guatemala en 1524, Alvarado pudo aprovechar la epidemia de viruela que había asolado la región antes de su llegada y el conflicto en curso entre dos grupos de mayas: los quichés (alias k'iche') y los cakchiqueles (alias kaqchikel).

En un principio, Alvarado se puso del lado de los cakchiqueles y utilizó a sus nuevos aliados para derrotar a un ejército quiché de unos 30.000 guerreros (si el relato de Alvarado es creíble) en julio de 1524 en una batalla cerca de Xelajú, en el altiplano occidental. Esta victoria se vio coronada, al menos en la leyenda, por el hecho de que Alvarado se enfrentó personalmente al líder quiché Tecúm Umán (también conocido como Tecun Umán) en un combate cuerpo a cuerpo. Luego, Alvarado afirmó que una flecha de Tecúm Umán le había atravesado la pierna y lo había inmovilizado en su silla de montar. Sin embargo, el español ganó el duelo de cuatro horas y Xelajú pasó a llamarse Quezaltenango. La capital quiché de Utatlan fue incendiada por completo.

Temple II, Tikal
Templo II, Tikal
Mike Vondran (CC BY)

Luego, Alvarado se volvió contra los cakchiqueles, aplastó una revuelta y estableció el primer asentamiento español en la región en julio de 1524, Santiago los Caballeros de Guatemala. Alvarado repartió haciendas a sus seguidores. Sin embargo, los cakchiqueles no fueron derrotados ni mucho menos y siguieron resistiendo la dominación española hasta 1530. La fragmentada configuración política de la civilización maya hacía que la conquista de una ciudad tuviera poco efecto en la vecina, y los españoles se vieron obligados a luchar por cada pedazo de esta parte de Mesoamérica. Además, los mayas estaban mucho más acostumbrados a la guerra de guerrillas que los aztecas o los incas. Alvarado y sus conquistadores tuvieron que enfrentarse a ataques nocturnos, emboscadas, trampas y a un enemigo casi invisible que con frecuencia sobrevivía y se disipaba en la densa selva. Fueron estas dificultades las que obligaron, en 1527, a trasladar la capital al pie del volcán de Agua, en el valle de Almolonga, en el lugar que hoy ocupa Ciudad Vieja. Sin embargo, el uso de aliados indígenas acabó por inclinar la balanza y por derrotar a los mayas. Esta ayuda interna no fue reconocida por los cronistas españoles de la época, deseosos de demostrar lo que consideraban su propia superioridad militar y moral.

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El Salvador y los pipiles

Mientras tanto, en junio de 1524, Alvarado se adentró en lo que hoy es El Salvador. Derrotó a los indios pipiles en una batalla cerca de Acajutla, pero no consiguió controlar la región. La temporada de lluvias no ayudó, y dos ciudades fortificadas, Cuscatlán e Izalco, se mantuvieron firmes contra los ataques españoles. Alvarado resultó gravemente herido en la campaña, alcanzado por una flecha en el muslo.

Además de luchar contra las poblaciones locales, los conquistadores estaban en constante competencia entre ellos.

En 1525, otra expedición, esta vez dirigida por el hermano de Alvarado, Gonzalo, volvió a derrotar a los pipiles y construyó sobre su capital de Cuscatlán, y estableció San Salvador. Los pipiles seguían decididos a mantener sus tierras y atacaron San Salvador, acabando con el asentamiento español en un año. En 1526, Pedro de Alvarado regresó él mismo con una expedición de castigo y envió una cuarta en 1528, cuando los pipiles fueron finalmente y brutalmente aplastados (aunque algunos focos de resistencia permanecieron activos hasta 1539).

Además de luchar contra las poblaciones locales, los conquistadores estaban en constante competencia entre ellos, y el gran rival de Alvarado resultó ser Pedro Arias de Ávila (alias Pedrarias Ávila, 1442-1531). Mediante intrigas y ejecuciones, Pedrarias había usurpado la posición de Vasco Núñez de Balboa (1475-1519) para convertirse en el principal español de Panamá. Envió una expedición hacia el norte para aumentar su propia esfera de control, lo que consiguió, gracias a que Alvarado se vio obligado a regresar a Guatemala para hacer frente a la rebelión de los cakchiqueles.

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Modern Map of Central America
Mapa moderno de Centroamérica
Cacahuate (CC BY-SA)

Alvarado fue nombrado Caballero de Santiago, se le otorgó el estatus de adelantado (derecho de conquista) y se le concedió la gobernación de Guatemala en 1527, que controlaba dentro de su jurisdicción El Salvador. La región constituía ahora una parte diferenciada del Imperio español en el continente americano, pero Guatemala no recibió ningún aparato formal de gobierno hasta 1542. Sin renunciar al territorio aún disputado entre Guatemala y Panamá, Alvarado había enviado a su hermano Jorge a reconquistar El Salvador de las garras de Pedrarias y los pipiles en 1528. Como resultado de esta ganancia territorial, el asentamiento de San Salvador fue trasladado al sur, al Valle de la Bermuda, y Jorge Alvarado se convirtió en el gobernante de una población indígena ahora muy reducida por las enfermedades de origen europeo. Pedro de Alvarado permaneció como gobernador de Guatemala hasta 1531, pero la falta de metales preciosos en la región hizo que Alvarado deseara explorar lo que había al sur.

América del Sur, Honduras y el hogar

Parece que Alvarado no pudo resistirse a la atracción de la acción y la aventura, y en 1534 se unió a una expedición para unirse a Francisco Pizarro (c. 1478-1541) en Sudamérica o, más exactamente, para hacerse con lo que pudiera del dorado Imperio inca que se estaba derrumbando antes que Pizarro. Pizarro estaba teniendo algunos problemas para someter a una última resistencia inca dirigida por los generales Quizquiz y Rumiñawi, y lo último que necesitaba era la distracción de una fuerza conquistadora rival.

Alvarado y su flota de 12 barcos desembarcaron en Puerto Viejo, en lo que hoy es la costa de Ecuador, el 25 de febrero de 1534. Alvarado comandaba un impresionante ejército de 500 conquistadores, esclavos africanos, varios perros de ataque, 4000 porteadores reclutados de Guatemala —un elemento logístico vital en una tierra con pocos animales de carga disponibles— y, quizás lo más importante de todo, 150 caballos. La caballería española había demostrado una y otra vez ser casi invencible en la guerra colonial. Entre todos estos animales y armas se encontraba también el intrépido Fray Marcos de Niza, que dirigió la primera misión franciscana en Perú.

Primero se capturó a los lugareños y se los torturó para que revelaran sus objetos de valor y cómo llegar a Quito por una ruta que los hombres leales a Pizarro desconocían. A continuación, de manera imprudente, Alvarado trató de cruzar los Andes con sus fuerzas. En agosto, los hombres de Alvarado cada vez eran menos debido a las gélidas temperaturas de las montañas y los pantanos plagados de enfermedades por los que se habían visto obligados a marchar. Como señala el historiador R. Alan Covey:

La brutalidad de Alvarado hacia las comunidades indígenas fue extraordinaria, incluso para los estándares de los conquistadores, y sus hombres dejaron morir de frío a una cantidad incalculable de esclavos y porteadores indígenas que viajaban con ellos en los pasos altos.

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Cuando se unieron a una fuerza de conquistadores enviada por Pizarro para defender sus intereses en Sudamérica, Alvarado se sintió lo suficientemente feliz como para reducir sus pérdidas y aceptar la oferta de lingotes de plata por valor de 100.000 castellanos para regresar a Guatemala. Como parte del trato, Alvarado entregó sus barcos, invitó a cualquiera de sus aventureros que quisiera unirse a la guerra en curso con los incas y dejó un útil alijo de armas y municiones. Las luchas internas de los españoles bien podrían haber salvado a los incas en este punto, pero el acuerdo de Alvarado de retirarse selló su perdición.

Death of Pedro de Alvarado
Muerte de Pedro de Alvarado
Unknown Artist (Public Domain)

De vuelta a Centroamérica, en 1536, Alvarado reprimió una rebelión en lo que hoy es Honduras, que en ese entonces era un territorio muy disputado entre los gobernadores rivales de Guatemala, al norte, y Nicaragua, al sur. Alvarado repartió encomiendas a sus seguidores, es decir, el derecho a extraer mano de obra forzada de los líderes tribales indígenas. Alvarado fue nombrado oficialmente gobernador de Honduras en 1538 (un título que llevaba tiempo reclamando extraoficialmente), pero al año siguiente decidió regresar a España.

De vuelta a su patria, Alvarado se casó con la noble doña Beatriz de la Cueva, que lo acompañó de vuelta al Nuevo Mundo (antes se había casado con la hermana mayor de Beatriz, Francisca, que había muerto joven). Tras vivir un tiempo en Guatemala, Alvarado sintió de nuevo el irresistible impulso de la aventura y se dirigió a México, donde se unió a una expedición dirigida por Francisco Vásquez de Coronado (c. 1510-1554). En 1540, Coronado iba en busca de Cibola, un legendario grupo de ciudades que se rumoreaba que estaban llenas de oro. Coronado llegó hasta el norte de la actual Kansas, pero no encontró nada más emocionante que "vacas peludas", aunque un grupo de la expedición encontró el Gran Cañón.

Muerte

Alvarado murió en junio-julio de 1541 cerca de Guadalajara, México. Murió a causa de las heridas sufridas cuando su caballo lo hizo caer a un barranco y luego se le echó encima mientras prestaba ayuda a su compañero conquistador Cristóbal de Oñate, que estaba luchando contra un levantamiento local en Nochistlán. Este final prematuro ocurrió unas semanas antes de que Alvarado se dispusiera a navegar por el Pacífico en busca de una ruta hacia China y las Molucas (Islas de las Especias). La esposa de Alvarado, Doña Beatriz, asumió la gobernación de Guatemala tras la muerte de su marido, pero la tragedia volvió a golpear a la familia cuando dos días después murió en el terremoto que destruyó Santiago de Guatemala. Se eligió una nueva capital, Panchoy (la actual Antigua Guatemala), y allí se enterraron los restos de Pedro de Alvarado en la catedral de la ciudad.

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Preguntas y respuestas

¿Por qué fue famoso Pedro de Alvarado?

Pedro de Alvarado fue famoso por ser el conquistador que conquistó las civilizaciones mayas en Guatemala.

¿Cuál fue el papel de Pedro de Alvarado en la conquista de México?

El papel de Pedro de Alvarado en la conquista de México fue ser el segundo al mando del conquistador Hernán Cortés. Alvarado masacró infamemente a los aztecas durante una ceremonia religiosa, lo que provocó una sublevación en Tenochtitlán.

¿Qué países conquistó Pedro de Alvarado?

El conquistador Pedro de Alvarado dirigió o envió expediciones para conquistar partes de América Central que hoy son Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

¿Cómo murió Pedro de Alvarado?

Pedro de Alvarado murió cuando su caballo lo tiró y cayó encima de él en un barranco, en el contexto de un ataque a un pueblo en México para reprimir una revuelta contra el dominio español.

Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2022, julio 07). Pedro de Alvarado [Pedro de Alvarado]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20913/pedro-de-alvarado/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Pedro de Alvarado." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación julio 07, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20913/pedro-de-alvarado/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Pedro de Alvarado." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 07 jul 2022. Web. 20 nov 2024.

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