Poncio Pilato

Definición

Rebecca Denova
por , traducido por Recaredo Castillo
Publicado el 25 octubre 2022
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Pilate Washing His Hands (by Mattia Preti, Copyright)
Pilato se lava las manos
Mattia Preti (Copyright)

Poncio Pilato fue el quinto magistrado en servir en la provincia de Judea, creada el año 6 d.C. por el emperador romano Augusto (que gobernó del 27 a.C. al 36 d.C.). Su cargo terminó durante el gobierno de Tiberio del 26-36 d.C. Su fama se debe al juicio y crucifixión de Jesús de Nazaret (c. 30 d.C.)

La vida de Pilato

Conocemos poco de la vida de Pilato, pero se especula que su nombre, Poncio, deriva del nombre de la familia Pontii en Roma, de ascendencia plebeya. Como figura histórica, tenemos evidencias en la literatura contemporánea, monedas acuñadas en su nombre, y una inscripción en la base de lo que pudo incluir su estatua en la ciudad de Cesarea. Nuestras fuentes literarias para Pilato incluyen al filósofo judío Filón de Alejandría (c. 20-50 d.C.), los relatos de los cuatro evangelios, y el historiador judío Flavio Josefo (36-100 d.C.).

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Filón fue parte de una delegación enviada por Calígula ante los alejandrinos y la comunidad judía. Antes de ser asesinado, Julio César (100-44 a.C.) había garantizado a los judíos el permiso para practicar sus costumbres ancestrales y su religión, siendo excusados de participar en los cultos romanos e imperiales. Los alejandrinos estaban intentando hacer que los judíos cedieran. Filón describe a Pilato como “un hombre inflexible, testarudo, y de disposición cruel” (Sobre la embajada a Gayo, 299-305). Cuando Poncio Pilato tomó el cargo, permitió a las legiones de Judea instalar escudos móviles con inscripciones honrando al emperador. Algunos judíos vieron esto como una violación a su ley contra las imágenes, y se presentaron ante Pilato en el anfiteatro de la ciudad de Cesarea, amenazando con una revuelta, y manifestándose dispuestos a morir en su protesta en contra de la ofensa. Josefo cuenta la misma historia, refiriéndose a los signa emblemas en los escudos.

Ambos, Filón y Josefo, informan que Pilato tomó dinero del tesoro del Templo para construir un acueducto de 80 km de largo.

Como magistrado romano, Pilato tenía entre sus deberes mantener la ley y el orden en la provincia. Filón informa que las autoridades judías enviaron una carta a Tiberio y que Tiberio respondió, "reprochándole y reprendiéndole mil veces por su última osadía y diciéndole que quitara inmediatamente los escudos y los hiciera llevar de la capital a la ciudad de Cesarea... para ser consagrados en el Templo de Augusto. De esta manera tanto el honor del Emperador y la política tradicional con respecto a Jerusalén fueron igualmente preservados" (ibid). Pilato se echó para atrás y retiró las imágenes.

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Ambos, Filón y Josefo, informan que Pilato tomó dinero del tesoro del Templo para construir un acueducto de 80 km de largo. Cuando la gente reaccionó protestando,

[Pilato] había puesto soldados armados entre el pueblo, cubiertos con vestidos y disimulados; mandóles que no los hiriesen con las espadas, pero que les diesen de palos si se movían a algo. Ordenadas, pues, de esta manera las cosas, dio señal del tribunal, a donde estaba, y herían de esta manera a los judíos, de los cuales murieron muchos por las heridas gran­des que allí recibieron, y muchos otros perecieron pisados por huir miserablemente. (Flavio Josefo, Las Guerras de los Judíos 2:175-177)

Sin embargo, en cuanto a los escritos de ambos, Filón y Josefo, es importante ponerlos en el contexto histórico de los eventos del siglo I d.C. Entre las décadas del 20 y el 60 d.C. las relaciones entre los judíos y los gentiles se deterioraron en algunas ciudades. Una serie de magistrados corruptos contribuyeron a la eventual Gran Revuelta Judía del 66 d.C. contra Roma, liderada por un grupo conocido como los zelotas. Ambos escritores pintan al judaísmo con colores positivos y culpan de cualquier problema a los magistrados corruptos.

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Poncio Pilato en los Evangelios

Nuestro más antiguo evangelista, Marcos, sentó el precedente para el retrato de Poncio Pilato. Escrito en el contexto de la Revuelta Judía, Marcos se enfrentó a dos problemas que afectaron al emergente movimiento de los seguidores de Jesús: Jesús murió por crucifixión, un castigo reservado para la traición contra Roma, y los seguidores tenían que sobrevivir en el Imperio romano. Marcos construye su historia sobre la base que los judíos querían la muerte de Jesús desde los comienzos de su ministerio y para ello armaron un juicio falso en su contra. Marcos presenta una imagen de Pilato como un magistrado de voluntad débil que fue presionado por los judíos para que lo condenara, aun cuando Pilato no pudo encontrar nada malo en él. El hecho que el magistrado declarara la inocencia de Jesús (en relación con el castigo por traición), implicaba que los seguidores de Jesús eran inocentes también de cualquier traición hacia Roma.

Christ in front of Pilate
Cristo frente a Pilato
Mihály Munkácsy (Public Domain)

Después que Jesús fue condenado por el Sanedrín (la institución que tenía la autoridad sobre los judíos en la ciudad), Jesús fue enviado ante Pilato. Marcos cuenta que Pilato tenía la costumbre de liberar a un preso durante la fiesta de la Pascua. Así, permitió a la multitud elegir entre Barrabás (un rebelde) y Jesús. La gente escogió a Barrabás. En toda la investigación que se ha hecho en torno al Pilato histórico, no hemos podido encontrar evidencias de esta práctica.

En evangelio de Mateo agrega otros detalles:

Mientras él estaba sentado en el tribunal, su mujer mandó a decirle: «No tengas nada que ver con ese justo, pues por causa de él hoy he tenido un sueño terrible.» (Mateo 27:19)

En la tradición cristiana posterior, se le dio a ella el nombre de Claudia Procula y llegó a ser venerada como santa en varias tradiciones de la Iglesia Ortodoxa Oriental.

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Mateo también es responsable de la famosa escena de Pilato lavándose las manos, lo que se convirtió en una metáfora de la evasión de una responsabilidad.

Al ver Pilato que no conseguía nada, sino que se armaba más alboroto, tomó agua, se lavó las manos en presencia del pueblo, y dijo: «Allá ustedes. Yo me declaro inocente de la muerte de este justo.» (Mateo 27:24)

En el evangelio de Lucas, el autor agrega otro cargo en contra de Jesús:

Entonces todos ellos se levantaron, y llevaron a Jesús ante Pilato. Allí comenzaron a acusarlo. Decían: «Hemos encontrado que éste subvierte a la nación, que prohíbe pagar tributo al César, y que dice que él mismo es el Cristo, es decir, un rey.» (Lucas 23:1-2)

Pero antes, Lucas cuenta la historia de como los espías intentaron poner una trampa a Jesús:

¿Nos está permitido pagar tributo al César, o no?» Pero Jesús se dio cuenta de sus malas intenciones, y les dijo: «Muéstrenme una moneda. ¿De quién son la imagen y la inscripción?» Ellos respondieron: «Del César.» Entonces Jesús les dijo: «Pues den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.» (Lucas 20:22-25)

En otras palabras, Lucas afirma que los líderes mintieron deliberadamente y montaron cargos falsos.

Cuando Pilato supo que Jesús era galileo, lo envió a Herodes Antipas, el gobernante de Galilea por cuenta de Roma. Jesús rehusó darle cualquier signo (milagro), de modo que los soldados de Herodes lo ridiculizaron y se mofaron de él y "lo vistieron con una ropa muy lujosa, después de lo cual Herodes lo envío de vuelta a Pilato. Antes de ese día, Pilato y Herodes estaban enemistados entre sí, pero ese día se hicieron amigos" (Lucas 23:11-12). Para el autor del tercer evangelio, esto era claramente una muestra del cumplimento de la Escritura, según el Salmo 2:

¿Por qué se rebelan los pueblos?
¿Por qué conspiran las naciones?
Los reyes de la tierra hacen alianzas;
los caudillos se declaran en contra
del Señor y de su Mesías. Y dicen:
«¡Vamos a quitarnos sus cadenas!
¡Vamos a librarnos de sus ataduras!»

El que reina en los cielos se ríe;
el Señor se burla de ellos.
Pero ya enfurecido, les habla,
y con su enojo los deja turbados.
«Ya he establecido a mi rey
sobre el monte Sión, mi lugar santo.»

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Yo daré a conocer el decreto
que el Señor me ha comunicado:
«Tú eres mi hijo.
En este día te he engendrado.

(Salmo 2:1-9).

En el evangelio de Juan, se presenta una razón más creíble para la condenación de Jesús por los judíos. Solo en el cuarto evangelio de encuentra la historia, de que el levantamiento de Lázaro de entre los muertos llevó a las multitudes de Jerusalén a proclamar a Jesús como el mesías. El sumo sacerdote, determinado a no dar a Roma la menor excusa para intervenir, declaró: «Ustedes no saben nada, 50 ni se dan cuenta de que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca» (Juan 11:50).

Entonces Pilato salió a preguntarles: «¿De qué acusan a este hombre?» Ellos le dijeron: «Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado.» Pero Pilato les dijo: «Llévenselo ustedes, y júzguenlo de acuerdo con su ley.» Y los judíos le dijeron: «A nosotros no se nos permite dar muerte a nadie.» (Juan 18:29-31)

Los estudiosos continúan debatiendo si los judíos tenían la autoridad para ejecutar a alguien sin el permiso de Roma. Josefo nos informa de muchos rebeldes mesiánicos en el siglo I d.C., pero todos fueron ejecutados por Roma, no por los judíos.

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Pilato volvió a entrar en el pretorio; llamó entonces a Jesús, y le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Jesús le respondió: «¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?» Pilato le respondió: «¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han puesto en mis manos. ¿Qué has hecho?» Respondió Jesús: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores lucharían para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.» Le dijo entonces Pilato: «¿Así que tú eres rey?» Respondió Jesús: «Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.» Le dijo Pilato: «¿Y qué es la verdad?»

Y dicho esto, salió otra vez a decirles a los judíos: «Yo no hallo en él ningún delito. Pero ustedes tienen la costumbre de que les suelte un preso en la pascua. ¿Quieren que les suelte al Rey de los judíos?» (Juan 18:33-38)

La discusión acerca de la condición de rey está relacionada con las descripciones de los evangelios de los azotes y burlas a Jesús por parte de los soldados:

Entonces Pilato tomó a Jesús y lo azotó. Y los soldados tejieron una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura; y le decían: «¡Salve, Rey de los judíos!», y le daban de bofetadas. (Juan 19:1-5).

La flagelación era parte del castigo que terminaba en la crucifixión. Solo a los reyes y emperadores romanos se les permitía vestir de púrpura. Pilato lo sacó a la multitud, con la que se convirtió en otra frase famosa: "¡He aquí el hombre!" (¡Ecce homo!; Juan 19:5)

Ecce Homo!
¡Ecce Homo!
Mihály Munkácsy (Public Domain)

La conversación acerca de la “realeza” también se asocia con la costumbre romana de poner una declaración pública, generalmente pegada a la cruz, de por qué se condenaba a la víctima. Juan informa que la placa que Pilato hizo poner en la cruz decía "Jesús de Nazaret, el rey de los judíos" en tres idiomas, hebreo, latín y griego (Juan 19:19). Las palabras en latín Iesús Nazarenus, Rex Iudaeorum se abrevió en INRI. Esta era una referencia a la declaración de Jesús de ser rey y, por lo tanto, la traición; no había otro reino sino Roma.

Fin del gobierno de Pilato

La gestión de Pilato en Judea terminó cuando reprimió violentamente a un grupo de samaritanos que se habían reunido en el monte Gerizim en el norte de Israel, asumiendo que eran unos insurrectos. El gobernador de Siria, Lucio Vitelo, el superior oficial de Pilato, lo envió a Tiberio en Roma para que respondiera por los cargos de ineficiencia en el gobierno de la provincia. Filón informa que también fue acusado de no garantizar un juicio a un ciudadano romano. Cuando Pilato llegó a Roma, Tiberio ya había muerto, y no hay información acerca de ese tiempo.

El ultimo registro histórico que se tiene de Pilato es el del historiador Tácito (56-120 d.C.), quien cuenta acerca del estallido del desastroso incendio de Roma en el 64 d.C. bajo el emperador Nerón (que reinó del 54 al 68 d.C.). Nerón tenía planeado construir lo que sería su Casa Dorada en el área en que estaba una de las secciones más pobladas (y pobres) de Roma. Después de que el incendio limpió esas áreas se esparció el rumor de que Nerón había provocado el fuego. En consecuencia, para librarse de tal acusación, "Nerón atribuyó la culpa e infringió las más exquisitas torturas a una clase odiada por sus abominaciones, llamada cristianos, por la gente. Cristo, de quién se originó el nombre, sufrió la pena capital durante el gobierno de Tiberio, a manos de uno de los procuradores, Poncio Pilato" (Anales, c. 116, 15.44).

Los Hechos de Pilato

Por allá por el siglo II d.C., varios manuscritos fueron compendiados en los Hechos de Pilatos. Algunos fueron reescritos basándose en manuscritos antiguos, tales como el Evangelio de Pedro. Este evangelio cuenta lo que sucedió en la mañana del domingo de Pascua, cuando los guardias colocados por Pilato fueron los primeros testigos de la resurrección. Enviando por Pilato (y Herodes Antipas), Pilato se convirtió entonces en testigo de este milagro. El texto exoneró a Pilato al culpar a Herodes Antipas de haberlo obligado a hacerlo.

Resurrection of Christ by Piero della Francesca
La resurrección de Cristo, por Piero della Francesca
Piero della Francesca (CC BY-NC-SA)

Los Hechos de Pilato incluyen la afirmación de que Pilato habría enviado un informe detallado a Tiberio y al Senado acerca de la crucifixión. Los Padres de la Iglesia, Justino Mártir y el obispo Tertuliano, declaran haberlo leído. En los Hechos, hay una supuesta carta de Tiberio a Pilato condenándolo por haber crucificado a Jesús. Tiberio trató de convencer al Senado de hacer de Jesús un dios, pero el Senado rehusó hacerlo. Tiberio entonces hizo ejecutar a Pilato por su crimen. Justo antes de ser decapitado, una voz del Cielo lo proclamó “bendito”, y anunció que se reuniría con Jesús en su Segunda Venida. Las comunidades Cristianas Orientales han sido por lo general más positivas, declarando que ambos, Pilato y su esposa, se convirtieron en cristianos, y en algunas versiones Pilato tiene la muerte de un mártir. Los textos occidentales lo ponen en un papel más de villano, diciendo que Pilato cometió suicidio después de darse cuenta de que Jesús era el hijo de Dios.

En el Libro del Gallo, que viene de la antigüedad (preservado en etíope y traducido al árabe), Pilato y su esposa se convierten al cristianismo después que Jesús cura a su hija de la sordera. Pilato fue forzado por los judíos a condenar a Jesús, pero Jesús perdona a Pilato por esa acción. En una versión más negativa, la Mors Pilati (c. siglo VI d.C.) se dice que Pilato fue forzado a cometer suicidio, y que su cuerpo fue arrojado al Tíber, donde fue rodeado por demonios y tormentas. Según esta leyenda, el cuerpo fue sacado de allí y arrojado al lago Lucerna en Suiza.

Los apócrifos medievales tardíos, el Evangelio de José de Arimatea y el Evangelio de Nicodemo, incluyen sus conversaciones con Pilato. En la versión evangélica esos dos hombres eran miembros del Sanedrín y admiradores secretos de Jesús. Bajo el sistema judicial romano, a los traidores convictos se les negaban los rituales funerarios. Los cuerpos eran dejados en las cruces y luego arrojados a una zanja. Como hombre acomodado, José le pidió el cuerpo a Pilato (con la insinuación de un soborno). José y Nicodemo les proporcionaron los accesorios funerarios a las mujeres.

Lamentation over the Dead Christ
Lamentación sobre el cuerpo de Cristo
 Pietro Perugino (Public Domain)

En el 325 d.C., Constantino I (que reinó de 306 a 337 d.C.) organizó el Primer Concilio de Nicea, el que aceptó el Credo Niceno, o una lista de creencias para todos (ortodoxos) los cristianos. La frase, “fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato” fue agregada para validar los eventos históricos en cuanto al sufrimiento, muerte y resurrección de Jesús.

Pilato en el arte

Una de las primeras representaciones de Pilato está en un sarcófago cristiano del 330 d.C. La mayoría de las representaciones lo muestran como el representante de Roma, sentado en una silla curul. La escena del “lavatorio de las manos” también se hizo popular. En el siglo XI, en la tradición occidental, se adoptaron las representaciones de Pilato con rasgos judíos, y algunas veces, con el demonio a su lado, influenciándolo.

Una plancha de madera conocida como el Titulus Crucis está guardada en la Iglesia de la Santa Cruz (Santa Croce) en Roma y fue presuntamente parte de las reliquias que Elena de Constantinopla, la madre de Constantino descubrió en Jerusalén durante su peregrinaje del 324 d.C.

Titulus Crucis
Titulus Crucis
Unknown Author (CC BY)

La Scala Santa (Santa Escala) es una capilla que está cruzando la calle desde el Palacio de Letrán en Roma. La tradición católica establece que Elena encontró, y después trajo, la escalera donde Pilato juzgó y condenó a Jesús. Consistente en 28 escalones de mármol, los peregrinos deben subirla de rodillas.

También se acredita a Elena el establecimiento de la Vía Dolorosa (el camino del sufrimiento) en la Ciudad Antigua de Jerusalén, que destaca los puntos específicos de las pruebas y el sufrimiento de Jesús. Comienza donde se creía que estaba el pretorio del gobernador, el cuartel o residencia oficial, muy probablemente adosado a la Fortaleza Antonia. Los siguientes sitios son la Iglesia de la Flagelación, la Iglesia de la Imposición de la Cruz y la Iglesia del Ecce Homo. Las procesiones terminan en la Iglesia del Santo Sepulcro. Las iglesias católicas franciscanas comenzaron a replicar los eventos en el siglo XVII a través de un ritual que se convirtió en el Vía Crucis, durante la Cuaresma y el Viernes Santo. Cada una de las estaciones está representada en un cuadro artístico frente al cual el participante reza el rosario.

Las obras medievales de representaciones de la Pasión reviven el juicio y la crucifixión de Jesús, en las que Pilato tiene a menudo el papel protagónico. Se agregaron más líneas y se dio más patetismo al papel de la esposa de Pilato, y se insertaron conversaciones entre los sumos sacerdotes, Anás y Caifás. En versiones más positivas, Pilato trata de argumentar con los sumos sacerdotes para que reciban de regreso las treinta monedas que Judas había recibido por traicionar a Jesús, después de su arrepentimiento, pero ellos se niegan. En las versiones negativas, Pilato humilla a Judas rehusando convertirlo en sirviente de su casa y luego lo impulsa al suicidio.

Poncio Pilato sigue siendo un personaje central en las versiones de Hollywood del relato evangélico. Los actores de Hollywood lo representan, ya sea compasivo o malvado, dependiendo del guion y la versión del director.

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Preguntas y respuestas

¿Existió Poncio Pilato en realidad?

Sí, Poncio Pilato fue el quinto magistrado en servir a Roma en la provincia de Judea. Como figura histórica, tenemos evidencias en la literatura contemporánea, monedas acuñadas en su nombre y una inscripción en una base que puede haber incluido su estatua en la ciudad de Cesarea.

¿Por qué Poncio Pilato crucificó a Jesús?

Como magistrado romano, Pilato tenía en deber de mantener la ley y el orden en la provincia. En los evangelios, Pilato es mostrado como un magistrado de voluntad débil que fue presionado por los judíos para que condenara a Jesús.

Bibliografía

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Sobre el traductor

Recaredo Castillo
Una persona sin preparación académica especial, pero que gusta de la Historia y quiere aportar con la traducción de artículos de la Enciclopedia.

Sobre el autor

Rebecca Denova
Rebecca I. Denova, Ph D. es catedrática emérita de Cristianismo Primitivo en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Pittsburgh. En julio de 2021 se publicó su libro de texto titulado «The Origins of Christianity and the New Testament» (Wiley-Blackwell).

Cita este trabajo

Estilo APA

Denova, R. (2022, octubre 25). Poncio Pilato [Pontius Pilate]. (R. Castillo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21124/poncio-pilato/

Estilo Chicago

Denova, Rebecca. "Poncio Pilato." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 25, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21124/poncio-pilato/.

Estilo MLA

Denova, Rebecca. "Poncio Pilato." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 25 oct 2022. Web. 20 nov 2024.

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