Denis Diderot

Denis Diderot (1713-1784) fue un autor y filósofo francés conocido por la influencia de su obra en la Ilustración y por ser el editor general de la Enciclopedia de varios volúmenes, a menudo descrita como la "Biblia de la Ilustración". Diderot escribió sus obras filosóficas utilizando técnicas literarias imaginativas e ingeniosas, que presentaban su visión secular y científica de cuestiones políticas y morales ancestrales.

Primeros años de vida

Denis Diderot nació el 5 de octubre de 1713 en Langres, en el noreste de Francia. El padre de Denis trabajaba como maestro cubertero (fabricante de cubiertos). Estudió en el colegio local, dirigido por los jesuitas y luego estudió en París. Se peleó con su padre cuando se negó a perseguir una carrera en la Iglesia o en el derecho. Otro golpe a la relación, de la que Diderot dependía para obtener dinero, fue su decisión de casarse sin el permiso de su padre. Denis se ganó la vida en París como profesor particular y traductor.

Carácter y relaciones

Diderot era conocido por la generosa atención que dedicaba a los proyectos de sus amigos literarios. También era conocido como un vibrante conversador y escritor de cartas, habilidades que destacan en la correspondencia que se conserva con su amante "Sophie" Volland (nombre real Louise-Henriette, 1716-1784). Diderot y Sophie se conocieron alrededor de 1755, y siguieron siendo amigos incluso después de que Diderot tuviera otra amante a partir de 1768. Diderot estaba casado con Mademoiselle Champion con quien tuvo una hija, Angélique.

Obras no filosóficas

Diderot escribió una serie de obras que no tenían nada que ver con la filosofía, ninguna de las cuales tuvo mucho éxito. Publicó una novela picante en 1748, Los dijes indiscretos. Su Carta sobre los ciegos de 1749 contenía lo que parecían ser referencias al ateísmo del autor y provocó que Diderot fuera encarcelado durante unos meses en el castillo de Vincennes.

Diderot escribió varias obras del género conocido como drama burgués, una especie de mezcla de comedia clásica y tragedia, pero con una trama contemporánea y un mensaje moral. En palabras de Isaiah Berlin, "Diderot compara la vida social con una gran fábrica". (21). Diderot escribió sobre lo que pensaba que debería mostrar el género en Entretiens entre Dorval et moi (Entrevistas entre Dorval y yo), publicado en 1757, y Discours sur la poésie dramatique (Discurso sobre la poesía dramática), publicado en 1758. Aquí, Diderot expone las ventajas de lo que hoy llamaríamos drama doméstico para el mejoramiento moral de la audiencia. Otro género literario en el que se involucró Diderot fue la crítica de arte. A partir de 1759, por ejemplo, escribió reseñas de la exposición principal de arte del Louvre, que se celebraba cada dos años.

La Gran Enciclopedia

Diderot, junto con Jean-Baptiste le Rond d'Alembert (1717-1783), fue el principal impulsor editorial de la Enciclopedia, una tarea monumental de erudición que buscaba crear un compendio de conocimientos que presentara nuevas y provocativas ideas en la filosofía, las artes y las ciencias. Diderot asumió el cargo de editor jefe después de que el abad Jean-Paul de Gua de Malves abandonara el proyecto un año después.

Las entradas de la Enciclopedia fueron escritas por una amplia gama de autores (alrededor de 140 en total), entre los que se encontraban escritores estelares como Montesquieu (1689-1757), Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) y Voltaire (1694-1778). Hubo muchos contribuyentes menos conocidos, y una cuarta parte fue aportada por Chevalier Louis de Jaucourt (1704-1779), quien a menudo utilizaba lo que hoy llamaríamos una técnica de "cortar y pegar" para reproducir grandes fragmentos de textos publicados en otros lugares. Sin embargo, una proporción importante de los artículos fueron escritos por especialistas en la materia (por ejemplo, científicos, cirujanos, gramáticos, artistas, músicos y economistas), lo que supuso una innovación para las enciclopedias, al igual que la indicación de quién había escrito cada entrada. Los propios artículos de Diderot sobre filosofía política incluían Autoridad política, Derecho natural, Representantes y Soberano. Sin embargo, el escritor y editor hizo mucho más que esto; El historiador R. Robertson sugiere que Diderot pudo haber contribuido hasta con un tercio de los artículos.

Ya solo el título requirió algo de elaboración, ya que el nombre oficial era Encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers (Enciclopedia o Diccionario sistmático de las ciencias, las artes y los oficios). La idea era crear un depósito fiable de información actualizada, que la gente pudiera utilizar para realizar más descubrimientos de conocimiento. El conocimiento contenido en la Enciclopedia estaba destinado a ayudar en la batalla en curso de la Ilustración contra ciertos puntos de vista obsoletos, la desinformación, la ignorancia y la superstición. Como resume el historiador N. Hampson, se trataba, en resumen, de "una antología de opiniones 'ilustradas' sobre política, filosofía y religión" (86).

El trabajo comenzó en 1747 y finalmente produjo 17 volúmenes de texto y 11 volúmenes complementarios de ilustraciones (unos 2.500 grabados). La Enciclopedia se publicó por primera vez en 1751, pero se fue ampliando periódicamente en las ediciones siguientes. También aparecieron volúmenes suplementarios: tres volúmenes de biografías, con un cuarto volumen para ilustrarlas y, en 1780, un índice muy necesario en otros dos volúmenes. La obra era enorme (finalmente contenía alrededor de 72.000 artículos), pero claramente muy deseada ya que en 1800 se vendieron unas 25.000 copias completas. El éxito se produjo a pesar de la represión por parte del Estado y la Iglesia, a quienes no les agradaron los numerosos artículos que pedían reformas (aunque el editor había estado censurando los artículos sin el conocimiento de Diderot precisamente para evitar tal consecuencia). El precio inicial de 280 libras francesas o 14 libras esterlinas (equivalente a 2.600 libras esterlinas o 3.300 dólares actuales) era muy caro, pero esto no parece haber perjudicado las ventas. En consecuencia, la Enciclopedia fue "probablemente la empresa editorial más rentable del siglo XVIII" (Chisick, 154). Napoleón Bonaparte (1769-1821) incluso llevó consigo una Enciclopedia a su campaña militar en Egipto.

La fama de Diderot como un pensador digno de ser escuchado le llevó a recibir muchas invitaciones a los salones de París durante la década de 1770. En 1773 inició una estancia de cinco meses en la corte de Catalina la Grande emperatriz de Rusia, )1762-1796). La pareja se embarcaba en largas conversaciones tres veces por semana. Otro gobernante ansioso por escuchar las ideas de Diderot sobre el arte de gobernar fue Federico el Grande de Prusia (1712-1786).

La filosofía de Diderot

La reputación de Diderot como importante filósofo de la Ilustración se basa en varias obras que no se publicaron hasta después de su muerte. Escribió una crítica de la vida monástica en La Religiosa en 1760, pero no se publicó hasta 26 años después. De manera similar, Jacques el fatalista fue escrito en torno a 1773 pero no se publicó hasta 1796. Otras dos obras tuvieron que esperar aún más: El sobrino de Rameau, escrita alrededor de 1763 y publicado en 1805, y El sueño de D'Alembert, escrito en 1769 pero publicado por primera vez en 1830. El encarcelamiento de Diderot en Vincennes seguramente debe haberle hecho consciente de los peligros de presentar puntos de vista radicales en forma impresa. En cualquier caso, a Diderot no le interesaban las ventas sino llegar al tipo de lector adecuado. Una vez escribió a su editor la siguiente nota:

Repito, hay algunos lectores que no deseo ni desearé nunca. Escribo sólo para aquellos con quienes disfrutaría conversar. Dirijo mis obras a los filósofos; en lo que a mí respecta, no hay nadie más en el mundo.

(Hampson, 161)

En El sobrino de Rameau, una obra en la que no pudo resistirse a retocar durante más de dos décadas, Diderot analiza las ideas clave de la Ilustración. El historiador H. Chisick describe El sobrino de Rameau como "quizás la producción más destacada de la Ilustración" (348). La forma del libro es un diálogo entre el autor y Jean-François Rameau, sobrino del famoso compositor Jean-Philippe Rameau. Jean-François se presenta como un bohemio amoral y egoísta, mientras que Diderot es un filósofo reflexivo. Fundamentalmente, no se presenta a Diderot como ganador de las discusiones con Jean-François sobre los temas que debaten, que van desde la política hasta la vida artística parisina. Diderot no siempre estuvo de acuerdo con otros pensadores ilustrados, y aquí cuestiona ciertas ideas que se apoderaron de los filósofos contemporáneos, como que las personas están motivadas por el interés propio y la utilidad del arte y la ciencia para la sociedad. Diderot escribió una famosa crítica del filósofo materialista Claude Adrien Helvétius (1715-1771) en 1773, que no se publicó durante su vida.

La filosofía de Diderot enfatizaba la necesidad de que los gobiernos considerasen el bien común en todo lo que hacían. Parece ser que en su vida posterior se alejó de su fe primera en un monarca absoluto y, en cambio, favoreció un sistema donde un gobernante soberano estuviera limitado por una asamblea consultiva cuyos miembros se eligieran de acuerdo con sus propiedades. Diderot era más optimista que otros pensadores como Thomas Hobbes (1588-1679) respecto de la naturaleza humana. Diderot admiraba mucho al filósofo y polímata Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) por su amplia gama de esfuerzos intelectuales. Diderot afirmó una vez: "Cuando uno compara sus propios talentos con los de Leibniz, resulta tentador desechar sus propios libros e irse a morir a algún rincón tranquilo" (Gottlieb, 163). Ciertamente, Diderot sabía que el conocimiento humano estaba lejos de ser completo, y tal vez pensar que así fuera sería la mayor de las locuras. En la introducción a la Enciclopedia señaló que uno de sus objetivos, además de presentar las causas, los efectos y la razón de las cosas, era "enseñar a los hombres a dudar y esperar" (Gottlieb, 239). Diderot parece haber adoptado este enfoque, lo que hace que sea problemático identificar claramente en qué creía.

El propio Diderot estaba entonces atormentado por las dudas y oscilaba a menudo entre los extremos del determinismo y el materialismo. No estaba nada seguro de quién era el creador del mundo en el que vivimos y lo controlaba: "Oh Dios, no sé si existes" (Hampson, 95). Sus pensamientos pueden resumirse como una creencia humanista en la autonomía individual y el uso positivo de argumentos y métodos modernos, no religiosos y, si es posible, científicos para desafiar el conocimiento milenario que se basaba únicamente en la fe y la superstición.

Obras principales de Diderot

Las obras más importantes de Denis Diderot incluyen (con las fechas de publicación indicadas entre paréntesis):

• Escritos filosóficos (1746)
• Los dijes indiscretos (1748)
• Carta sobre los ciegos (1749)
• La Enciclopedia - Editor (1751)
• Carta sobre los sordomudos (1751)
• Sobre la interpretación de la naturaleza (1753)
• La religiosa (1796)
• Jacques el fatalista (1796)
• El sobrino de Rameau (1821)
• El sueño de D'Alembert (1830)

Muerte y legado

Denis Diderot murió en París el 31 de julio de 1784. Su posición en la actualidad está asegurada gracias a su prolífico catálogo de obras. Es junto con Montesquieu, Voltaire y Jean-Jacques Rousseau uno de los grandes filósofos franceses del período. Sin embargo, la suerte de Diderot ha cambiado a lo largo de los siglos, como señala aquí Chisick:

Diderot fue el menos apreciado por el gran público de su época, pero hoy en día se encuentra entre los más admirados y estudiados de cerca por los estudiosos de la Ilustración. Diderot se encuentra entre las figuras más atractivas personalmente de la Ilustración por su cálidez, su carácter abierto y su gran capacidad y quizás necesidad de amistad. (147)

Aparte de las habilidades literarias de Diderot, su indecisión y sus puntos de vista cambiantes quizás sean más atractivos para el lector mientras lucha con asuntos complejos cuyas soluciones son aún más complejas. Por encima de todo, la actitud optimista de Diderot hacia el progreso del conocimiento sigue siendo universalmente atractiva: "Amo esa filosofía que eleva a la humanidad" (Hampson, 233).