La antigua Asia Menor es una región geográfica ubicada en la parte sudoccidental de Asia, que comprende la mayor parte de lo que hoy en día es Turquía. La referencia más antigua sobre la región proviene de tablillas de la dinastía Acadia (2334-2083 a. C.) donde es conocida como la "tierra de los Hatti", y estaba habitada por los hititas.
Los propios hititas se referían a la tierra como "Assuwa" ( o, anteriormente, Aswiya), que realmente solo designaba el área alrededor del delta del río Caístro, pero que llegó a ser aplicada a toda la región. Assuwa se considera el origen, de la Edad del Bronce, para el nombre "Asia", como más tarde fue denominada la región por los romanos. Los griegos la llamaban "Anatolia" (literalmente "el lugar del sol naciente", para aquellas tierras al este de Grecia).
Nombre y regiones
El nombre "Asia Menor" (del griego Mikra Asia, pequeña Asia) fue acuñado por primera vez por el historiador cristiano Orosio (c. 375-418) en su obra Historia contra los paganos, en el año 400, para diferenciar la parte principal de Asia de la región que había sido evengelizada por el apóstol Pablo (la cual incluía sitios conocidos por las Epístolas de Pablo en la Biblia, tales como Éfeso y Galacia). El Imperio bizantino del sigo IX se refería a la región como "thema oriental", lo cual significaba sencillamente, división administrativa oriental y, posteriormente, los marineros la llamaron “el Levante”, que significaba "el levantamiento" o "elevarse", en referencia a cómo el territorio se elevaba en el horizonte del mar.
En el mundo antiguo, Asia Menor era la sede de los reinos y ciudades de:
- Tracia
- Bitinia
- Paflagonia
- Eolia
- Frigia
- Galacia
- Ponto
- Armenia
- Urartu
- Asiria
- Cilicia
- Panfilia
- Licia
- Pisidia
- Licaonia
- Caria
- Misia
- Jonia
- Lidia
- Troya
Sitios y personajes famosos
Los logros y progresos de los pueblos de Asia Menor son inmensos y comprenden un catálogo de algunos de los personajes, lugares y eventos más famosos de la historia antigua. Según el historiador Filón de Bizancio (que escribió en 225 a. C.) y escritores posteriores, Asia Menor albergó dos de las siete maravillas del mundo antiguo: el templo de Artemisa en Éfeso (en la región de Jonia) y la tumba de Mausolo en Halicarnaso (también conocida como el mausoleo de Halicarnaso, en Caria). En la ciudad de Mileto, en Jonia, el primer filósofo occidental Tales y sus discípulos, Anaximandro y Anaxímenes, buscaban la primera causa de la existencia, la materia que dio vida a todas las cosas, e iniciaron la investigación y el método científicos. Heródoto, el "padre de la historia", nació en Halicarnaso. El gran filósofo y matemático Pitágoras nació en la isla de Samos y Heráclito, otra importante figura de la filosofía griega, en Éfeso, donde vivió y escribió. Cilicia incluía la ciudad de Tarso, donde nació el apóstol Pablo, una región conocida por su pericia en la fabricación de tiendas, que era la vocación de Pablo.
Historia y mitología
Lidia fue el reino del gran rey Creso quien desafió al Imperio persa aqueménida bajo Ciro el grande. Afirmaba ser el hombre más feliz del mundo hasta su derrota y captura por los persas. Lidia fue también el lugar donde, en la mitología griega, vivía el titán llamado Asia y donde, previamente, la gran diosa madre Potnia Aswiya (señora de Assuwa) era venerada (quien se convirtió en Artemisa y cuyo gran templo estaba dedicado en la capital de Lidia, en Éfeso). Frigia era el lugar de nacimiento mitológico de Rea, la madre de los dioses griegos y la ciudad de Troya se hizo famosa por las obras de Homero del siglo VIII a. C., la Ilíada y la Odisea. La región de Asia Menor es considerada la cuna de la acuñación de monedas y la primera en usar dinero en forma de monedas en el comercio, sin embargo, está en disputa saber cual de los reinos fue el primero.
Entre el 1250 y el 1200 a. C. los pueblos del mar invadieron desde el sur, hicieron incursiones en Grecia, hostigaron Egipto y, finalmente, expulsaron a los hititas de la región de Assuwa. Sin embargo, los pueblos del mar no se quedaron a colonizar el área, (al menos no en un grado importante) y finalmente se trasladaron para establecerse, en parte, en el sur de Canaán. Los colonos griegos, procedentes principalmente de Atenas y el Ática circundante, se asentaron en la costa de Asia Menor desde el Mediterráneo hasta el mar Negro. Fueron estas colonias jónicas las que, apoyadas y financiadas por Atenas y Eretria, se sublevaron cuando el área cayó bajo el control de los persas. Esto provocó la ira de su rey Darío I y la primera invasión de Grecia en 490 a. C., que fue repelida en la batalla de Maratón.
Alejandro Magno derrotó a los persas en 334-333 a. C. y conquistó Asia Menor. En Gordio, la capital de Frigia, se afirmaba que cortó el famoso nudo gordiano que los oráculos vaticinaban que significaba que Alejandro sería rey de Asia. Esa tierra, después de su muerte, fue gobernada por sus generales Antígono I, en el norte y oeste, y Seleuco I Nicátor, en el sur y el este, y estuvo involucrada principalmente en las guerras de los diádocos (las guerras de los sucesores de Alejandro). La región permaneció inestable durante el período de gobiernos helenísticos hasta la llegada de Roma en 133 a. C. (el rey Atalo III de Pérgamo, en su testamento, legó su ciudad a la república romana y, así, invitó a la presencia romana en la región). Después del año 133 a. C. Roma ininterrumpidamente conquistó y anexó las ciudades del Asia Menor hasta que pasó enteramente a ser una provincia romana.
Bajo el gobierno romano el territorio fue estabilizado; se construyeron caminos y se mejoró la infraestructura de muchas de las ciudades. Las comunidades costeras florecieron y Éfeso, en particular, disfrutó de una gran prosperidad hasta el surgimiento de la cristiandad cuando los avances "terrenales" en la región fueron negados en anticipación de la segunda venida de Cristo. El Imperio bizantino controló la región después de la división del Imperio romano en 395 y, después de la expansión del Islam, los últimos cristianos bizantinos pelearon contra los califas islámicos por el territorio hasta la llegada de los turcos selyúcidas en 1068. El control turco en la región incrementó hasta 1299, cuando Asia Menor pasó a formar parte del Imperio otomano y, después de su colapso, se convirtió en Turquía.