Michel Foucault

Michel Foucault (1926-1984) fue un filósofo posmodernista francés considerado uno de los filósofos más influyentes de la era moderna. Su influecia no solo se deriva de su crítica a las instituciones sociales, sino también de sus aportes a las humanidades y las ciencias sociales. Un tema central en la obra de Foucault es la relación entre poder y conocimiento, más específicamente, como el poder conrola y define el conocimiento.

Como observador y crítico del sistema penitenciario y de las instituciones mentales, Foucault creía que "las escuelas cumplen la misma función que las prisiones y las instituciones mentales, definir, clasificar, controlar y explotar a la gente" (Despeyroux 78). Sostenía que la sociedad y sus instituciones son controladas a través de realciones de poder. Mientras que algunos críticos lo ven como alguien pesimista, Foucault argumentaba que si la filosofía se organizaba de acuerdo a sus métodos se convertía en un medio para inclinar la balanza de la autoridad sobre el individuo a través de la exposición de las estructuras de poder usadas para controlarnos.

Vida

Paul-Michel Foucault nació en Poitiers, Francia, el 15 de octubre de 1926. Fue el segundo hijo de Anne Malapert y Paul Foucault, un prominente y rico cirujano y profesor de anatomía. Su padre quería que el joven Michel siguiera sus pasos y se convirtiera en médico, pero Foucault alegó que sus ambiciones se vieron afectadas por la Segunda Guerra Mundial y decidió lo contrario. Ingresó en la distinguida escuela de posgrado École Normale Supérieure en 1946, de donde se graduó en 1951 con títulos en filosofía y psicología. Fue mientras era estudiante cuando supuestamente hizo su primer intento de suicidio, lo que, según un historiador, demostró una tendencia autodestructiva en su carácter (Oliver, 178).

Después de graduarse, abandonó Francia para escapar de las costumbres sexuales conservadoras de la cultura francesa de posguerra. En cambio, optó por viajar durante varios años, enseñando en Suecia, Polonia y Alemania. Regresó a Francia en 1960 y enseñó filosofía y psicología en la Universidad de Clermont-Ferrand. En este período publicó su primer libro, Historia de la locura en la época clásica, un análisis del tratamiento de la locura en la Edad Media y más allá.

En 1970, fue elegido miembro del prestigioso Collège de France, pero a finales de los años setenta, un Foucault desilusionado dejó la docencia y viajó por el mundo hasta que murió de una enfermedad relacionada con el SIDA en 1984. Jeremy Stangroom, en su libro Los grandes filósofos, escribió que Foucault vivió su vida como si estuviera impulsado por la necesidad de "trascender los límites físicos y culturales" (155).

Influencias

Aparte de los escritos del existencialista Martin Heidegger (1889-1976), Foucault encontró consuelo e inspiración en las obras del controvertido filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900). Foucault escribió:

Nietzsche fue una revelación para mí. Sentí que había alguien muy diferente de lo que me habían enseñado, lo leí con gran pasión y rompí con mi vida, dejé mi trabajo en el manicomio, me fui de Francia. Tenía la sensación de que me habían atrapado.

(citado en Despeyroux, 79)

Aunque Foucault puede haber estado en desacuerdo con otros filósofos como por ejemplo, Karl Marx y Sigmund Freud, se inspiró en Nietzsche. Nietzsche, como Foucault, desafiaba la filosofía tradicional.

Obras principales

Las obras principales de Michel Foucault abarcan temas como la sexualidad humana, los sistemas de pensamiento y el sistema penitenciario:

• Historia de la locura en la época clásica (1961): un análisis del tratamiento de la locura desde la Edad Media hasta la actualidad,
• El nacimiento de la clínica (1963): una historia del desarrollo de la clínica como institución médica y la aplicación del conocimiento médico,
• Las palabras y las cosas (1966): un análisis de la historia de las ciencias humanas,
• Vigilar y castigar (1975): un análisis de la historia y los cambios en el sistema penal,
• Historia de la sexualidad (1976): un análisis en varios volúmenes de las actitudes cambiantes hacia la sexualidad humana en el mundo occidental.

Poder y conocimiento

Las palabras y las cosas y Vigilar y castigar demuestran cómo Foucault quería crear una nueva dirección para la filosofía francesa. Para lograr este objetivo, se basó en disciplinas académicas como la filosofía, la historia, la psicología y la sociología. A través de su comprensión de la correlación entre poder y conocimiento, quería demostrar cómo ambos interactúan para producir un individuo o un yo que se constituye como un sujeto conocedor, cognoscible y autoconsciente en las relaciones de poder y discurso. Esta nueva dirección requiere tanto un replanteamiento del concepto de poder como un examen de la relación entre poder y conocimiento.

Foucault, como Nietzsche, sostenía que el conocimiento y el poder son inseparables; poder y conocimiento se hallan mutuamente implicados. Sin poder, no hay conocimiento, y sin conocimiento, no hay poder. Para Foucault, el poder es más que la mera capacidad de una persona para persuadir a otra persona a hacer lo que de otro modo no querría hacer.

Según Philip Stokes en su obra Los grandes pensadores, la intención de Foucault a lo largo de su obra fue centrarse en lo que la gente generalmente considera conocimiento –es decir, conceptos como la razón, la normalidad y la sexualidad–, conceptos a través de los cuales pueden entenderse a sí mismos. Este replanteamiento puede resultar difícil porque estos conceptos no evolucionan siguiendo un camino específico de progreso. Cualquier concepto nuevo de conocimiento puede ser difícil de definir, ya que significa algo totalmente diferente de una cultura a otra y de una época a otra. Cambia en respuesta a las necesidades de la autoridad de controlar y regular el comportamiento del individuo.

Uno de los objetivos de Foucault como filósofo era exponer las estructuras ocultas del poder. Para encontrarlas, utilizó las genealogías, una idea tomada de La genealogía de las costumbres de Nietzsche. Este enfoque es una consideración histórica de las nociones de verdad y falsedad, así como del bien y el mal, y de cómo estos conceptos sustentan el poder dentro de una sociedad. Vigilar y castigar es una de las genealogías de Foucault. En ella, escribe sobre una ejecución pública del siglo XVIII. Esta representación de una ejecución ilustra un punto de evolución desde los métodos de castigo centrados en el cuerpo hasta el enfoque más moderno del castigo centrado en la mente. Este cambio refleja el desarrollo de lo que él llamó "la sociedad disciplinaria".

Modos de objetivación

La filosofía ha intentado durante mucho tiempo categorizar la existencia humana. Al categorizar la psicología, la moral y el estatus de las personas, la sociedad podría organizarse en consecuencia. Filósofos como Karl Marx (1818-1883) contribuyeron a este concepto con la creación de categorías como proletariado y burguesía. Foucault fue el primer filósofo que comprendió –aunque no estuvo de acuerdo con– esta tendencia y sus consecuencias. Sostuvo que en las sociedades occidentales hay tres modos de lo que él llamó “objetivación”, que sirven como una forma de tratar a las personas como objetos, no como seres humanos. Estos tres modos son:

• prácticas divisorias,
• clasificación científica,
• y subjetivación.

En sus explicaciones, cabe señalar que extrajo muchos de sus ejemplos para los tres modos de sus experiencias del estudio del sistema penal y las instituciones psiquiátricas. Al utilizar una institución psiquiátrica como ejemplo, en las prácticas divisorias las personas se convierten en objetos al distinguirlas y separarlas de sus pares sobre la base de varias distinciones como normal y anormal, sano y loco, o lo permitido y lo prohibido. Es a través de estas prácticas divisorias que las personas se categorizan como locas, prisioneras o pacientes mentales, identidades a través de las cuales pueden reconocerse a sí mismas y ser reconocidas por otros. En su libro Historia de la locura en la época clásica, Foucault analizó cómo este modo se estableció como una categoría específica de comportamiento humano que permitió que las personas fueran retenidas en instituciones.

En el modo de clasificación científica, las distinciones se realizan mediante la práctica de las ciencias humanas y sociales. Por ejemplo, las enfermedades mentales pueden dividirse en varias categorías. En el siglo XIX, el cuerpo humano se trataba como un objeto para analizar, etiquetar y curar, lo que, según Foucault, todavía se practica hoy en día.

Por último, la subjetivación es algo diferente de los otros dos modos; se refiere a la forma en que las personas se consideran activamente como objetos. El deseo de comprenderse a sí mismo lleva a confesar los pensamientos, sentimientos y deseos más íntimos a uno mismo y a los demás. A través de estas confesiones, uno aprende a cambiarse a sí mismo. Al final, este proceso de objetivación del individuo está vinculado a un cambio histórico en la naturaleza del poder y a los desarrollos en las áreas del conocimiento humano y científico.

Sistema penal y locura

La naturaleza del poder ha cambiado a lo largo de los siglos. En el siglo XVII, el poder estatal comenzó a hacerse notar en todos los ámbitos de la vida de una persona. Con la llegada del capitalismo industrial, el Estado abandonó la era de la fuerza física como una especie de poder negativo y comenzó a centrarse en el crecimiento y la salud de su población. Un área de cambio fue el sistema penal. En Occidente, el uso de la tortura y el abuso físico pasó de centrarse en el cuerpo al alma o la mente.

Foucault se refirió al utilitarista Jeremy Bentham (1748-1832) y su Panóptico, en el que el castigo debía ser un método de reforma. La idea de Bentham empleaba la supervisión, la observación, la seguridad y la individualización. Bajo vigilancia las 24 horas, cada persona estaba aislada, sola, en su celda, vigilada por guardias desde una torre de observación situada en el centro. Sin embargo, el prisionero no tenía forma de saber si estaba vigilado, por lo que tenía que actuar como si lo estuviera, convirtiéndose así en su propio guardia. Foucault creía que así se unía el poder, el conocimiento y el control del espacio en una tecnología disciplinaria simple e integrada. De manera similar, la sociedad ejerce poder para producir individuos que se vigilen a sí mismos en cuestiones de normalidad social, moral, física y psicológica.

Conclusión

La preocupación de Foucault por las cuestiones del poder y su control del conocimiento se reflejó en sus actividades políticas y su interés en áreas como los derechos LGBTQ+, la reforma penitenciaria, la salud mental y el bienestar de los refugiados. La importancia de la obra de Foucault consiste en que mostró cómo opera el poder; su capacidad para crear cuerpos humanos, sujetos humanos y poblaciones, que se vigilan, categorizan, disciplinan y controlan de diversas maneras.