Susa

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Joshua J. Mark
por , traducido por Emilia Sánchez González
Publicado el 12 noviembre 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, persa
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Destruction of Susa (by Zereshk, GNU FDL)
Destrucción de Susa
Zereshk (GNU FDL)

Susa era una de las ciudades más antiguas del mundo, y partes de ella aún se encuentran habitadas como Sush, provincia de Juzestán, Irán. Las excavaciones han descubierto evidencia de un asentamiento continuo que se remontan al 4396 AEC, y que esa comunidad creció a partir de una incluso más antigua que data del 7000 AEC. Susa era una de las ciudades principales de los imperios elamita, aqueménida y parto, y los Elamitas originalmente la conocían como 'Susan' o 'Susun'. El nombre griego para esta ciudad era Sousa, y en hebreo, Shushan. Se menciona en la biblia en los libros de Daniel, Esdras, Nehemías, y especialmente en el libro de Ester y se dice que era el hogar tanto de Nehemías como de Daniel.

Aunque en la actualidad, Sush ocupa la mayor parte del territorio de la antigua ciudad, un sitio arqueológico con muchas historias por excavar se encuentra cerca. En los siglos 19 y 20 EC se excavaron el área del templo/palacio y las tumbas, pero aún es necesario realizar más excavaciones. Según la UNESCO, "los monumentos arquitectónicos excavados incluyen estructuras administrativas, residenciales y de palacios" y el sitio contiene varias capas de asentamientos urbanos que datan del 5to milenio AEC hasta el siglo 13 EC. La antigua ciudad se encontraba situada entre los actuales ríos de Karkheh y Dez (los ríos Choaspes y Eulaeus que se mencionan en el libro bíblico de Daniel 8:2, cuando Daniel tiene su visión), los cuales llevan lodo de los montes Zagros y hacen del área una de las más fértiles de la región.

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En el año 2700 AEC el rey Enmenbaragesi de la ciudad sumeria de Kish derrotó a los elamitas de Awan y Susa en batalla (la primera guerra registrada en la historia del mundo).

Era el centro político de Elam a principios del 4to milenio AEC y hay un fuerte, que aún existe, que data de este periodo, así como ruinas de edificaciones de las eras persa, macedonia, siria-griega, y parto, que convierten a Susa en un sitio de particular importancia histórica, ya que provee evidencia significativa de la evolución de las culturas de la región durante un vasto periodo de tiempo. Se le concedió estatus de Valor Universal Excepcional por la UNESCO en el 2015 EC.

En 1764 AEC, Hammurabi de Babilonia (1792-1750 AEC.) saqueó la ciudad y se llevó las estatuas de las deidades de la ciudad como represalia por la agresión de los elamitas. El rey asirio Asurbanipal (668-627 AEC) destruyó Susa por completo entre 645-640 AEC para vengarse del mal que consideraba había sufrido el pueblo de Mesopotamia a manos de los elamitas. Se reconstruyó la ciudad y regreso a ser habitada poco tiempo después del ataque de Asurbanipal, pero en el 540 AEC fue conquistada por el rey persa Ciro el Grande (559-530 AEC). Cambises II (murió en 522 AEC) la convirtió en la capital del imperio persa y Darío el Grande (522-486 AEC), quien la prefería sobre sus otras residencias, se encargó de reconstruirla y expandirla.

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Había otras capitales en Persia (Pasargada, Persépolis y Ecbatana) pero es claro que Susa era la más conocida y mencionada entre ellas. Los historiadores griegos desconocían Persépolis, debido a su ubicación, hasta que fue destruida por Alejandro Magno (336-323 AEC). Después de la derrota y destrucción del imperio aqueménida por Alejandro Magno, y posteriormente su muerte, Susa se convirtió en parte del imperio seléucida.

Proto-Elamite Tablets
Tabletas Proto-Elamite
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Se le conocía como Seleucia en el Eulaeus, y la arquitectura y estilo griego empezaron a aparecer junto a las obras de los elamitas y los persas. La ciudad permaneció un importante centro intelectual, religioso y cultural hasta que fue saqueada por los ejércitos musulmanes en el año 638 EC y destruida. Se reconstruyó una vez más, y prosperó hasta 1218 EC cuando fue completamente destruida con la invasión de los mongoles.

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Fundación e inicios de su historia

Susa comenzó como una pequeña aldea en la era neolítica alrededor del 7000 AEC y se había desarrollado como un importante centro urbano para el 4200 AEC. En algún momento de este desarrollo, las personas crearon una plataforma monumental que servía como a base para un templo, probablemente dedicado al dios Inshushinak, deidad patronal de Susa. Inshushinak era el dios de la obscuridad y de la vida después de la muerte así que no es de sorprenderse que se excavaran tumbas alrededor de loa plataforma y se hicieran ofrendas tanto al dios como a los fallecidos. Tan sólo en esta área, se han excavado más de 2,000 de estas ofrendas, en forma de recipientes de cerámica. De acuerdo con el Museo Metropolitano de Arte:

Además de la cerámica, el cementerio contenía alrededor de cincuenta y cinco "hachas" de cobre. Tienen forma similar a ejemplos en piedra que se han encontrado ampliamente en sitios en la actualidad y que probablemente se utilizaban como azadones. Estos objetos contienen mayor cantidad de cobre que los objetos encontrados en cualquier otro sitio del mismo periodo. Sin duda, representan riqueza considerable. (30)

Parece ser que la cerámica, agricultura y metalurgia eran las principales fuentes de empleo en la ciudad en esta época, aunque imágenes del mismo periodo muestra a mujeres trabajando con textiles. Conforme Susa creció, las pequeñas aldeas que la rodeaban quedaron abandonadas y el periodo llamado protoelamita (3200-2700 AEC.) dio lugar al periodo elamita antiguo (2700-1600 AEC) durante el cual la cerámica se volvió más refinada y se establecieron firmes lazos comerciales con otras naciones. La académica Susan Wise Bauer escribe:

Los elamitas habían estado viviendo en sus propias pequeñas ciudades, del lado este del golfo, casi tanto tiempo como los sumerios habían ocupado las planicies mesopotámicas. Su origen, como el de casi todos los pueblos de la antigüedad, se desconoce, pero sus ciudades crecieron no solo al sur del mar caspio, sino también a lo largo de la frontera sur de la gran meseta desértica que se encontraba al este de las montañas de Zagros. Desde alrededor del 2700, los elamitas también tenían reyes. Las ciudades gemelas de Susa y Awan servían como centros de sus civilizaciones. (88)

Awan se encontraba al norte de Susa y fue inicialmente la más importante de las dos ciudades como centro político y religioso. En el año 2700 AEC el rey Enmenbaragesi de la ciudad sumeria de Kish derrotó a los elamitas de Awan y Susa en batalla (la primera guerra registrada en la historia del mundo) y por un corto periodo estableció la cultura sumeria en la región. Sargón de Acadia (2334-2279 AEC) absorbió la región dentro de su imperio acadio, pero los reyes de Awan pudieron posteriormente negociar su autonomía con Naram-Sin (2261-2224 AEC), el nieto de Sargón, en un momento en el que el poder acadio estaba en declive.

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Ziggurat Consecrated to God Inshushinak at Choqa Zanbil
Zigurat consagrado a Dios Inshushinak en Choqa Zanbil
Katarina Maruskinova (CC BY-NC-SA)

Sin embargo, Susa no conservó su independencia por mucho tiempo, y fue conquistada por Shulgi de Ur (2029-1982 AEC) como parte de su política expansionista. Shulgi volvió a introducir la cultura sumeria a la ciudad, ya que la difusión cultural era central en su administración. Aun así, los elamitas y los amorreos nomádicos de la región resistieron los intentos sumerios, y amenazaban a Ur cada vez que se sentían en condiciones fuertes para hacerlo; finalmente lograron acabar con la dominación sumeria durante la última parte del reino de Ibbi-Sin (1963-1940 AEC) cuando la tercera dinastía de Ur cayó ante los elamitas.

Entre la época de Shulgi e Ibbi-Sin, Ur constantemente perdió poder y prestigio y fue tomada por Hammurabi de Babilonia cuando conquistó toda Mesopotamia. Susa se encontraba entre las ciudades elamitas que saquearon los reyes de Babilonia en 1764 AEC en respuesta a la agresión elamita. Se quemó la ciudad, y se llevaron las estatuas de sus dioses y sacerdotisas de regreso a Babilonia. De acuerdo con Susan Wise Bauer, "esta era una versión educada y sagrada de llevarse las esposas de los enemigos y violarlas" (172).

A medida que el poder de Babilonia disminuía tras la muerte de Hammurabi en 1750 AEC, Awan y Susa se volvían más fuertes. En 1500 AEC Awan y Susa tenían el suficiente poder para conquistar la ciudad sureña de Anshán y los monarcas del periodo firmaban sus nombres como, "Rey de Anshán y Susa" para demostrar la unidad y fuerza de la región. Los académicos identifican este suceso como el inicio del periodo medio elamita (1600-1100 aAEC) cuando Susa, y en general Elam, se encontraban en su esplendor.

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Los antiguos escritores de la ciudad siempre mencionan la grandeza de las construcciones de Artajerjes II.

Periodo elamita medio

En esta época Susa se convirtió en la capital de la región de Susiana (correspondiente a la provincia de Juzestán, actualmente Irán) y la escritura elamita reemplazó al acadio en los documentos oficiales. Los reyes de Susa se volvieron más y más poderosos, para 1200 AEC tenían el control completo de la región y comenzaron su propia política de expansión y conquista, así como grandes proyectos de construcción.

El más famoso de estos proyectos fue la ciudad de Dur-Untash y su complejo templo, construido por el rey elamita Untash-Napirisha (1275-1240 AEC). Untash-Napirisha, por razones que se desconocen, decidió que su gran complejo religioso se construyera diecinueve millas (31 km) al sureste de Susa y estuviera rodeado por otra ciudad. El académico Marc von de Mieroop describe el aspecto más impresionante del proyecto:

Su centro era un enorme zigurat rodeado por un cercado interior con numerosos templos. Dentro de un segundo cercado se encontraban edificaciones más seculares. El zigurat estaba dedicado a Napirisha, el gran dios de Elam, e Inshushinak, el dios patronal de Susa. La construcción era realmente monumental: contenía millones de ladrillos, una gran parte de ellos horneados a un gran costo de combustible. El centro de un ladrillo secado al sol estaba rodeado por una capa gruesa de ladrillo horneado de 2 metros de espesor. Cada décima capa del recubrimiento exterior tenía una fila de ladrillos con una dedicatoria de Untash-Napirisha a Inshushinak. Debido a la solidez de su construcción, este es el zigurat preservado en mejor estado del oriente próximo. (186)

Es muy probable, que Untash-Napirisha creara Dur-Untash simplemente porque en esa época Susa se había desarrollado tanto. Aun así, después de su muerte los aristócratas de Susa detuvieron la construcción de Dur-Untash y los rituales religiosos continuaron en Susa. El museo metropolitano de arte señala que se han encontrado discos de cobre en Susa, lo cuales "probablemente usaban los sacerdotes durante ciertas ceremonias" y que fueron enterrados con ellos (30). Así como las "hachas" de cobre mencionadas anteriormente, estos discos son testimonio de la riqueza de la ciudad en esa época.

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Durante el periodo elamita medio, Susa prosperó y floreció no sólo como la capital sino como centro de comercio y centro religioso. Se contrataron a los mejores artesanos de la región para construir grandes estructuras y monumentos y, como lo señala el académico Wolfram von Soden, la mejor traducción para estos artesanos es "especialistas" ya que estudiaban por años con un maestro (104-105). Los reyes en este periodo contribuyeron al esplendor de la ciudad, pero probablemente no tanto como los de la dinastía Shutrukida (1210-1100 AEC).

Elamite Cup
Copa Elamite
Zereshk (GNU FDL)

El rey mejor conocido entre ellos es Shutruk Nakhunte (1185-1150 AEC), quien invadió Mesopotamia, derrotó a los casitas, y estableció el imperio elamita. Sin embargo, su fama la obtuvo al saquear las ciudades de Sippar y Babilonia en 1150 AEC y llevar la estatua del dios Marduk, así como la estela del código de Hammurabi, de regreso a Susa. El periodo elamita duró a través de la dinastía Shutrukida pero progresivamente perdió poder y desapareció totalmente al inicio del periodo neoelamita (1100-540 AEC).

El periodo neoelamita y la invasión extranjera

Se conoce poco sobre el periodo neoelamita, ya que se han perdido muchos de sus registros o aún no se han excavado. La evidencia apunta a que existieron conflictos con el imperio neoasirio (912-612 AEC) y alianzas con otros poderes, pero los detalles son escasos. Sin embargo, documentos asirios tienen registro del apoyo de Susa al rebelde caldeo Merodac-Baladán contra el rey asirio Sargón II (722-705 AEC.) y de repetidos enfrentamientos con su hijo Senquerib (705-681 AEC.).

El hijo de Senaquerib, Asarhaddón (681-669 AEC) conquistó Elam y tomó Susa, pero no dañó la ciudad. Posteriormente se establecieron buenas relaciones entre Susa y los asirios, pero se deterioraron bajo el reinado de Asurbanipal (668-627 AEC), hijo de Asarhaddón, después de que los elamitas se rebelaron y atacaron varias ciudades asirias. Asurbanipal detuvo la revuelta y saqueó Susa, destruyendo la ciudad.

El imperio neoasirio cayó ante la alianza de los babilonios y medos en el 612 AEC y en este momento, Susa cayó bajo el control de los medos hasta que el imperio aqueménida de Ciro el Grande tomó Elam en 540 AEC La invasión persa dio por terminada la historia elamita, pero Susa continuó como un centro urbano importante. Durante el periodo del imperio aqueménida, Susa volvió a prosperar, ya que los reyes persas dedicaban tanto tiempo y esfuerzo a embellecer la ciudad como lo habían hecho los antiguos reyes elamitas.

Cambyses II of Persia
Cambises II de Persia
Wikipedia (CC BY-SA)

Cambises II convirtió a la ciudad en capital del imperio persa y Darío el Grande construyó su palacio monumental ahí, al cual se sumaron sus sucesores Jerjes I (486-465 AEC) y Artajerjes I (465-424 AEC). El libro bíblico de Ester se desarrolla en Susa, donde el rey Asuero (Jerjes) amenaza a los judicios con genocidio y Ester los salva. Después de él, durante el reinado de Artajerjes I, un gran incendio destruyó una gran parte de la ciudad de este periodo. El rey Artajerjes II Mnemon (404-358 AEC) reconstruyó la ciudad y añadió una sala hipóstila (apadana) en Susa la cual se dice era impresionante. Los antiguos escritores de la ciudad siempre mencionan la grandeza de las construcciones de Artajerjes II.

La ciudad continuó floreciendo hasta que fue saqueada por Alejandro Magno en el año 330 AEC. Aun así, Alejandro no destruyó la ciudad y se convirtió en el sitio de las presuntas Bodas de Susa del 324 AEC cuando más de 10,000 macedonios y persas se casaron en un esfuerzo por unir las dos culturas.

Después de la muerte de Alejandro en el año 323 AEC, la región quedó en manos de Seleuco (321-315, 305-281 AEC) quien fundo el imperio seléucida y renombró a la ciudad Seleucia en el Eulaeus. Susa permaneció como un importante centro de comercio, así como la capital, durante este periodo y continuó prosperando hasta el imperio parto (247 AEC-224 EC) durante el cual fue una de las dos capitales (la otra era Ctesifonte). Como durante los conflictos parto-romanos, los romanos tomaron Ctesifonte repetidamente, la realeza fue transferida a Susa, lejos del alcance de los romanos por encontrarse más al este y ser más fácil de defender.

El imperio parto fue derrocado por Ardashir I (también conocido como Ardashir el unificador, 224-241 EC) quien fundó el imperio sasánida (224-651 EC), y durante este tiempo el prestigio de Susa decayó. Se convirtió en punto focal para la comunidad cristiana de la región, quienes antagonizaban a los sasánidas por su conexión con Roma. Con el tiempo, Susa atrajo a cristianos de los alrededores hasta que fue saqueada por el rey sasánida Sapor II (309-379 EC) quien dispersó a la población.

Persian Archers
Arqueros persas
mshamma (CC BY)

Sin embargo, la ciudad revivió, y prosperó nuevamente hasta que fue saqueada y destruida por los ejércitos musulmanes en el año 638 EC. Se dice que las fuerzas árabes encontraron un sarcófago de plata durante la invasión, en el que se creía albergaba el cuerpo del profeta Daniel de la Biblia. Todavía es posible visitar la tumba de Daniel en la actual ciudad de Shush. Susa revivió nuevamente y permaneció como un significativo centro comercial y religioso hasta que fue invadida por los mongoles en el año 1218 EC.

Conclusión

Después de la invasión de los mongoles, Susa quedó en ruinas y el pueblo utilizó las piedras de sus construcciones. Aunque algunas construcciones todavía se encontraban habitadas periódicamente por nómadas, la ciudad permaneció en gran parte abandonada hasta el siglo 19 EC cuando los museos europeos y americanos e instituciones culturales enviaron equipos a las antiguas regiones de Mesopotamia y Persia en un esfuerzo por corroborar narrativas bíblicas a través de evidencia arqueológica.

Las primeras obras en Susa comenzaron en 1854 EC y la primera excavación seria y sistemática se llevó a cabo en 1884 EC, con el arqueólogo francés Jacques de Morgan como su líder. Este equipo se sentía amenazado constantemente por la población local y destinaron una significativa parte del tiempo y recursos a construir un castillo para su protección y como base de sus operaciones. Aunque se encontraban excavando y trabajando para preservar el sitio de la antigua Susa, también utilizaron material del sitio para construir lo que ahora se conoce como el castillo de Shush o el castillo del arqueólogo, y que data del año 1885 EC.

Las excavaciones en el sitio continuaron en el siglo 20 EC. aunque lo conflictos en la región interrumpieron el trabajo en repetidas ocasiones. En la actualidad, Susa todavía se considera como uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo, y potencialmente entre los más grandes, aunque se ha excavado e investigado por más de 150 años, una parte significativa del antiguo sitio permanece enterrado. La expansión urbana de Shush, así como obras hidráulicas realizadas río arriba en ambos ríos cercanos, amenazan el sitio, pero los esfuerzos por su conservación y preservación continúan, y las ruinas de lo que alguna vez fue la gran ciudad de Susa siguen atrayendo visitantes de todo el mundo como parque arqueológico.

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Sobre el traductor

Emilia Sánchez González
Profesional emergente del área del patrimonio cultural. Entre sus principales campos de interés se encuentran la educación cultural, el patrimonio vivo, las rutas culturales, oriente y oriente próximo.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2018, noviembre 12). Susa [Susa]. (E. S. González, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-276/susa/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Susa." Traducido por Emilia Sánchez González. World History Encyclopedia. Última modificación noviembre 12, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-276/susa/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Susa." Traducido por Emilia Sánchez González. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 12 nov 2018. Web. 21 dic 2024.

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