Mitología (del griego mythos que es "la historia del pueblo", y logos que es "palabra" o "discurso": "la historia hablada de un pueblo") es el estudio e interpretación de cuentos o fábulas a menudo sagrados de una cultura conocidos como mitos, o la colección de tales historias que tratan sobre diversos aspectos de la condición humana: el bien y el mal; el significado del sufrimiento; los orígenes del ser humano; el origen de los nombres de los lugares y los animales; los valores culturales y las tradiciones; el significado de la vida y la muerte; la otra vida; y los dioses o dios. Los mitos expresan las creencias y los valores sobre estos temas que tiene una cultura en concreto.
Los mitos cuentan las historias de los ancestros y el origen del ser humano y el mundo, de los dioses, de los seres sobrenaturales (sátiros, ninfas, sirenas) y de los héroes con poderes sobrehumanos, normalmente concedidos por los dioses (como en el caso de Heracles o Perseo entre los griegos). También describen el origen o las características de costumbres ancestrales o explican los fenómenos naturales, como la salida o la puesta del sol, el ciclo de la luna y las estaciones, o las tormentas de rayos y truenos. Los expertos Maria Leach y Jerome Fried definen la mitología con estas palabras:
[Un mito es] una historia, presentada como si realmente hubiera occurrido en una edad anterior, que explica las tradiciones cosmológicas y sobrenaturales de un pueblo, sus dioses, héroes y rasgos culturales, sus creencias religiosas, etc. El objetivo de un mito es explicar y, como dijo sir G. L. Gomme, los mitos explican las cosas con "la ciencia de una era pre-científica". Así que los mitos hablan de la creación del hombre, de los animales, de los lugares importantes; explican las características específicas de ciertos animales (por ejemplo, porqué el murciélago es ciego o solo vuela de noche), por qué o cómo ocurren los fenómenos naturales (por ejemplo, por qué sale el arcoiris, o cómo llegó al cielo la constelación de Orión), o por qué empezaron los rituales y ceremonias y por qué se siguen llevando a cabo. (778)
La mitología ha tenido un papel integral en todas las civilizaciones del mundo. Las pinturas ruprestres prehistóricas, los grabados en la piedra, y los monumentos sugieren que, mucho antes de que los seres humanos escribieran los mitos con palabras, ya habían desarrollado un sistema de creencias que se corresponde con la definición de "mito" presentada por Leach and Fried. Según el psiquiatra Carl Jung, los mitos son un aspecto necesario de la psique humana, que necesita encontrar sentido y orden en un mundo que a menudo parece caótico y sin sentido. Jung dice:
La psique, entendida como un reflejo del mundo y el hombre, es de tal complejidad que se puede estudiar y observar de muchas maneras diferentes. Nos enfrenta al mismo problema al que nos enfrenta el mundo: dado que un estudio sistemático del mundo está fuera de nuestro alcance, nos tenemos que conformar con generalizaciones y con los aspectos que más nos interesan. Todo el mundo crea su propia porción del mundo y construye su propio sistema, a menudo con compartimentos herméticos de manera que al final parece que se ha llegado a entender el sentido de la estructura al completo. Sin embago, algo finito nunca podrá captar lo infinito. (23-24)
El infinito del que habla Jung es la cualidad numinosa de lo misterioso, lo sagrado y lo poderoso que proporciona ese atractivo subyacente a los cuentos y temas mitológicos y da un sentido final a la existencia humana. El concepto de algo más grande y poderoso nos da la esperanza de dirección y protección en un entorno incierto. Según Leach and Fried, lo misterioso, lo sagrado y lo poderoso es "un concepto de la mente humana desde los primeros tiempos: la reacción psicológica básica al universo y al entorno subyacente en toda religión" (777).
Lo que hoy en día llamamos "mitología" hay que recordar que era la religión en el pasado. Las historias que componen el corpus de la mitología antigua tenían el mismo propósito para la gente de la época que las historias de las escrituras tienen para la gente de hoy en día: explicaban, consolaban y dirigían a la audiencia y además brindaban un sentido de unidad, cohesión y protección a una comunidad de creyentes con ideas afines.
Tipos de mitos
El experto Joseph Campbell observa que la mitología es la forma subyacente de toda civilización y es el fundamento de la conciencia individual. En su obra principal, El héroe de las mil caras, habla de lo que él llama el "monomito", las similitudes en cuanto a tema, personajes, propósito, y progresión narrativa de los mitos de culturas diferentes, en épocas diferentes, por todo el mundo y a lo largo de la historia. Campbell dice:
¿Cuál es el secreto de la visión atemporal? ¿De qué nivel de la mente deriva? ¿Por qué la mitología es igual en todas partes, más allá de las apariencias diferentes? ¿Y qué es lo que enseña? (4)
La respuesta de Campbell, en última instancia, es que los mitos enseñan significado. La mitología explica, empodera, estabiliza, y eleva la vida de un creyente de la existencia mundana a una inbuída de un significado eterno. En el nivel más básico, la mitología explica un fenómeno, una tradición, el nombre de un lugar o una formación geológica, pero también puede elevar un acontecimiento pasado y darle un significado épico o incluso sobrenatural, y lo que es más importante, propocionar un modelo para el viaje vital de cada uno.
Hay muchos tipos de mitos, pero básicamente se pueden clasificar en tres:
- Mitos etiológicos
- Mitos históricos
- Mitos psicológicos
Los mitos etiológicos (del griego aetion, que significa "razón") explican por qué algo es de una forma u otra o cómo apareció. Por ejemplo, en la mitología egipcia el sicomoro tiene el aspecto que tiene porque es el hogar de la diosa Hathor, la señora del sicomoro. Los mitos etiológicos puede explicar por qué el mundo es como es (como en la histora de la mitología griega de la caja de Pandora, que explica como se soltaron el mal y el sufrimiento en el mundo) o cómo surgió una institución (como el mito chino de la diosa Nuwa que creaba seres humanos una y otra vez hasta que se cansó e instituyó la práctica del matrimonio para que los humanos pudieran reproducirse solos).
Los mitos históricos recuentan un acontecimiento del pasado pero lo elevan con un significado mayor que el que tiene el evento en sí (si es que llegó a ocurrir). Un ejemplo de esto es la historia de la Batalla de Kurukshetra tal y como se describe en la epopeya india Mahabharata, en la que los hermanos Pandava simbolizan valores diferentes y proporcionan modelos de conducta, aun si tienen ciertos defectos. Kurukshetra se presenta después como un microcosmos en la Bhagavad Gita en la que uno de los Pandavas, Arjuna, recibe la visita del dios Krishna, uno de los aspectos de Vishnu, en el campo de batalla para explicar el propósito de la vida. Que la batalla de Kurukshetra ocurriera o no es irrelevante en cuanto al poder que tienen estas dos historias a nivel mitológico. Se puede decir lo mismo del asedio de Troya y su caída tal y como se describen en la Ilíada de Homero, del viaje de Odiseo en la Odisea o las aventuras de Eneas en la obra de Virgilio.
Los mitos psicológicos son un viaje de lo conocido a lo desconocido que según Jung y Campbell representa una necesidad psicológica de equilibrar el mundo exterior con la propia conciencia interna del mismo. Sea como sea, la historia del mito en sí suele tener a un héroe o heroína que emprende un viaje en el que descubre su verdadera identidad o su destino y al hacerlo resuelve una crisis a la vez de proporcionar un importante valor cultural a la audiencia.
Probablemente el mito más conocido de este tipo es el de el príncipe Edipo, que para evitar cumplir la profecía de que mataría a su padre deja atrás su vida para viajar a otra región, donde, sin saberlo, acaba matando a su verdadero padre, que lo había abandonado al nacer en un intento de eludir la misma profecía.
La historia de Edipo habría transmitido a la audiencia de la antigua Grecia la inutilidad de intentar evitar el destino que habían decretado los dioses, además de inspirar miedo y asombro por esos dioses, creando así un valor cultural conveniente. A nivel personal, la historia también podía animar al oyente a aceptar los problemas que tuviera en ese momento, ya que incluso un personaje de la realeza como Edipo podía sufrir, y además los problemas que tuviera uno probablemente no eran tan malos como matar al padre y casarse sin darse cuenta con la madre.
Mitos famosos de cada clase
Uno de los mitos etiológicos más conocidos proviene de Grecia, recogido en la historia de Deméter, diosa del grano y las cosechas, y su hija Perséfone, que se convirtió en la reina de los muertos. En esta historia, Perséfone es secuestrada por Hades, el dios del inframundo, que se la lleva a su oscuro reino. Deméter la busca desesperadamente por todas partes pero no puede encontrarla. Durante este tiempo en el que Deméter está triste, las cosechas fallan, la gente se muere de hambre y los dioses no reciben su parte. Zeus, el rey de los dioses, le ordena a Hades que devuelva a Perséfone a su madre y Hades accede, pero como Perséfone ha comido varias semillas de granada mientras estaba en el inframundo tiene que pasar la mitad del año bajo la tierra, aunque puede pasar la otra mitad del año en el mundo exterior con su madre.
Esta historia explica los cambios de las estaciones en Grecia. Cuando hacía calor y los campos eran abundantes Perséfone estaba con su madre y Deméter estaba contenta y hacía que el mundo germinara; en la estación fría y lluviosa, cuando Perséfone estaba bajo la tierra con Hades como su reina, Deméter lloraba y la tierra estaba árida. Dado que en la historia Deméter enseña al pueblo de Eleusis los secretos de la agricultura, el mito también sirve para explicar cómo aprendió la gente en primer lugar a cultivar la tierra y más aún, ya que también les enseña la manera correcta de reconocerla y adorarla, la veneración apropiada de los dioses.
El mito histórico más famoso en Occidente es la épica de Homero del siglo VIII AEC, la Ilíada, que cuenta la historia del asedio y la caída de la ciudad de Troya. Helena, la mujer del rey aqueo Menelao, se escapa con el príncipe troyano Paris, y Menelao jura que volverá a traerla a casa y pide ayuda a su hermano Agamenón, que reúne a los reyes y príncipes de varias ciudades estado para que los ayuden a atacar Troya. El gran héroe aqueo Aquiles, que es invencible en la batalla, se siente insultado por Agamenón y rechaza seguir luchando, lo que resulta en la muerte de su amado Patroclo y muchos otros de la horda aquea. Aunque hay muchas historias en la Ilíada, el tema central de los peligros del orgullo se enfatiza como un valor cultural. Cierto orgullo por uno mismo se consideraba una virtud, pero demasiado llevaba al desastre.
En China, este tema se exploró de otra manera, mediante la historia de Fuxi, el dios del fuego. Como dios, Fuxi tenía responsabilidades, pero cuando su amiga la diosa Nuwa le pidió ayuda, no se la negó. Nuwa había creado a los seres humanos, pero descubrió que no sabían hacer nada y no tenía la paciencia de enseñarles. Fuxi les dio el fuego a los humanos, los enseñó a controlarlo y cómo usarlo para cocinar y mantenerse calientes. Después les enseñó a tejer redes de pesca y a obtener comida del mar, y después les dio las artes y la adivinación, la música y la escritura. Se cree que Fuxi está basado en un rey histórico real que vivió alrededor de 2953-2736 AEC y que posiblemente creó el orden necesario para que ascendiera la dinastía Xia (c.2070-1600 AEC), la primera dinastía histórica de China. En esta historia Fuxi deja su orgullo de lado como dios y se humilla en servicio de su amiga Nuwa y de la humanidad.
El mito más viejo del mundo es, como cabría esperar, un mito psicológico relacionado con la inevitabilidad de la muerte y el intento del individuo de encontrarle sentido a la vida. La epopeya de Gilgamesh (escrita c. 2150-c.1400 AEC) se desarrolló en Mesopotamia a partir de poemas sumerios relacionados con el histórico Gilgamesh, rey de Uruk, que más tarde fue elevado a la condición de semidios. En la historia, Gilgamesh es un rey orgulloso que es tan arrogante que los dioses sienten que necesita una lección de humildad. Entrenan al salvaje Enkidu para que sea un digno oponente del rey y se enfrentan, pero al ver que ninguno es capaz de vencer al otro, se convierten en los mejores amigos. Enkidu más tarde es asesinado por los dioses por ofenderles y Gilgamesh, afligido por la pena, se embarca en la búsqueda del sentido de la vida representado por el concepto de la inmortalidad. Aunque no consigue la vida eterna, su viaje lo enriquece y regresa a su reino siendo más sabio, mejor persona y mejor rey.
Joseph Campbell ha llamado al tipo de mito psicológico más famoso el "viaje del héroe", en el que la historia comienza con un héroe o heroína, normalmente de la realeza, que está separado de su verdadera identidad y vive en un mundo o reino caótico. El héroe pasa por varias etapas en la historia, que suele tener la forma de un viaje, hasta que descubre quién es realmente y es capaz de enmendar lo que estaba mal y restablecer el orden. El ejemplo más claro de esta progresión narrativa en la actualidad es el argumento de Star Wars, y el increíble éxito de esta saga atestigua el poder duradero de los temas y símbolos mitológicos.
Conclusión
Toda cultura del mundo ha tenido, y sigue teniendo, algún tipo de mitología. La mitología clásica de los antiguos griegos y romanos es la más conocida en Occidente, pero los motivos que se encuentran en esas historias se hacen eco en otras de todo el mundo. La historia griega de Prometeo, el dador del fuego y maestro de la humanidad, se repite en la historia china de Fuxi. La historia de Nuwa y su creación de los seres humanos en China recuerda a otra del otro lado del mundo: La historia de la creación del Popol-Vuh de los mayas, en la que se crean unos humanos que no pueden hacer nada y resultan ser inútiles, pero en la historia maya son destruidos y los dioses lo intentan de nuevo. Este mismo motivo aparece en la mitología de Mesopotamia, donde a los dioses les cuesta crear humanos, que siempre salen mal.
El mismo tipo de historias, y a menudo la misma historia, se puede encontrar en los mitos de diferentes partes del mundo. La historia de la creación tal y como se cuenta en el Génesis de la Biblia, por ejemplo, en la que un gran dios crea la existencia mediante la palabra es muy parecida a las historias de creación de la antigua Sumeria, Egipto, Fenicia y China. La historia del Gran Diluvio se puede encontrar en la mitología de prácticamente todas las culturas de la Tierra, pero la forma bíblica proviene del mito de Atrahasis de Mesopotamia. La figura del dios que muere y resucita (una deidad que muere por el bien de su pueblo, o para redimir sus pecados, desciende a la tierra, y vuelve de nuevo a la vida) se puede rastrear a la antigua Sumeria en las historias de Gilgamesh, el poema El descenso de Inanna y otros, y al mito egipcio de Osiris, las historias griegas de Dioniso, Adonis y Perséfone, el Ciclo de Baal de Fenicia, y el Kirshna hindú y otros tantos, hasta el ejemplo más famoso de estos, Jesucristo. El libro bíblico del Eclesiastés 1:9 afirma que "no hay nada nuevo bajo el sol" y esto es tan cierto en los sistemas religiosos y mitológicos, los símbolos, y los personajes como en cualquier otra cosa. Joseph Campbell señala:
En todo el mundo habitado, en todos los tiempos y en todas las circunstancias, los mitos de los hombres han florecido; y han sido la inspiración viva de cualquier otra cosa que pueda haber aparecido de las actividades del cuerpo y la mente. No sería demasiado decir que el mito es la apertura secreta a través de la cual las energías inagotables del cosmos se vierten en la manifestación cultural humana. Las religiones, las filosofías, el arte, las formas sociales del ser humano primitivo e histórico, los descubrimientos importantes de la ciencia y la tecnología, los mismos sueños que invaden el descanso surger del plano básico y mágico del mito. (3)
La mitología trata de responder a las preguntas más difíciles y básicas de la existencia humana: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy aquí? ¿A dónde voy? En la antigüedad lo más importante era el significado de la historia, no la verdad literal de los detalles de una versión específica. Hay muchas variaciones del nacimiento y la vida de la diosa Hathor de Egipto, por ejemplo, y ningún egipcio de la antigüedad habría rechazado una de estas historias como "falsa" y elegido otra como la "verdadera". Era el mensaje del mito el que contenía la verdad, no los detalles específicos de la historia, y esto es evidente en el género conocido como literatura Naru de Mesopotamia, en la que aparecen figuras históricas presentadas fuera de su contexto histórico.
El propósito de un mito era proporcionar al oyente una verdad que el público interpretara por sí mismo dentro del sistema de valores de su cultura. Entender la realidad era una cuestión de interpretación individual de los valores expresados en los mitos en vez de tener una figura de autoridad que interpretara la realidad.
Esta sigue siendo la diferencia básica entre el sermón y la experiencia individual con la mitología religiosa; dentro de un sistema de creencias propio, el sermón solo puede reforzar las creencias comunes, mientras que el mito, aunque puede hacer lo mismo, tiene el potencial para elevar y transformar el entendimiento individual mediante la fuerza del entorno simbólico, los personajes, la imaginería y el tema. Los mitos de la antigüedad siguen siendo relevantes para las audiencias modernas precisamente porque los antiguos escritores los diseñaron para la interpretación individual, dejando que cada persona que oyera la historia reconociese su significado y reaccionara en consecuencia.