Aspasia de Mileto (c. 470-410 / 400 a. C.) es mejor conocida como la consorte del gran estadista ateniense Pericles. La historia de su vida siempre ha sido dada en el trasfondo de la fama de Pericles, pero fue una mujer de gran elocuencia e inteligencia por derecho propio que influyó muchos de los escritores, pensadores y estadistas de su tiempo.
Ella era una metic (una persona no nacida en Atenas) y, en consecuencia, no se le permitió casarse con un ateniense y tuvo que pagar un impuesto para vivir en Atenas, pero lo más probable es que, debido a su condición de extranjera, no se vio obligada a seguir las políticas atenienses sobre el comportamiento de las mujeres. Ella tuvo un hijo con Pericles (c.495-429 a.C.), llamado Pericles el Joven, (c.440-406 a.C.), fuera del matrimonio, les enseñó a hombres y mujeres, y parece haber vivido libremente como quería.
Eso se sabe, así como también que vivió, escribió y trabajó en Atenas c.450 - c.428 a.C., y operaba un salón de algún tipo, pero poco más se puede decir con certeza. Ni siquiera se sabe si 'Aspasia' era su nombre real o un nombre 'profesional' ya que era famosa como hetaira (una cortesana de clase alta), y su nombre significa 'saludo con cariño' o 'bienvenido' o 'deseada' según varias traducciones. Los eruditos coinciden casi universalmente en que Aspasia no era el nombre de nacimiento de la mujer.
Escritores antiguos desde Aristófanes (c.460 - c.380 a.C.) a Platón (428 / 427-348 / 347 a.C.) y a Plutarco (c.45/50 - c.120/125 d.C.) hacen referencia a su elocuencia y poder para controlar a los hombres, y esto fue lo que estableció su reputación, ya que ninguna de sus propias obras, si es que escribió alguna, ha sobrevivido. En los siglos XIX y XX, principalmente debido a las obras literarias de Walter Savage Landor (1775-1864) y Gertrude Atherton (1857-1948), respectivamente, Aspasia llegó a ser vista como una heroína romántica de la Edad de Oro de Atenas y ella y Pericles como un ejemplo de la pareja romántica.
Es reconocida como una figura importante hoy en día, ya que desafió las políticas restrictivas de la sociedad ateniense con respecto a las mujeres (que eran vistas como ciudadanas de segunda clase) para vivir su vida de acuerdo con su propia visión. En la era moderna, se le entiende como una intelectual y maestra de enorme capacidad cuya influencia en los escritores y pensadores masculinos famosos de su época fue significativa.
Descripciones antiguas y modernas
Quienquiera que fuera Aspasia, parece claro que era una mujer de logros impresionantes; no está claro, sin embargo, exactamente cuáles fueron esos logros. Aunque los escritores antiguos aluden a su influencia sobre otros (como Sócrates, por ejemplo), se dan pocos detalles sobre qué aspectos de las obras de otros deberían atribuirse a ella. La afirmación de que ella escribió el famoso Discurso fúnebre de Pericles no puede fundamentarse y, de hecho, originalmente se hizo como un insulto. Ella desapareció de la historia de la retórica por esta misma razón: la incapacidad de los estudiosos posteriores para identificarla con cualquier obra existente.
La erudita Madeleine M. Henry ha señalado que los escritores antiguos describen a Aspasia de acuerdo con los prejuicios individuales de esos escritores y, por lo tanto, es casi imposible comprender una imagen clara de quién era y lo que logró. Henry comenta:
Cuando necesitamos que Aspasia sea una casta musa y maestra, ella está ahí; cuando necesitamos una gran cortesana, ella está ahí, cuando necesitamos una proto-feminista, ella también está ahí. (128)
Los escritores antiguos, desde Platón hasta Plutarco, la han caracterizado de acuerdo con su propia necesidad particular, por lo que un lector moderno debe tamizar y medir los diversos relatos en un intento de llegar a un acuerdo acerca de quién pudo haber sido Aspasia. Una representación estándar de ella en los tiempos modernos dice:
Una contribuyente al aprendizaje en Atenas, Aspasia de Mileto (c.470-401 / 400 a.C.) superó audazmente las expectativas limitadas para las mujeres al establecer una escuela de niñas de renombre y un salón popular. Vivió libre de la reclusión femenina y se condujo como un intelectual masculino mientras disertaba sobre los acontecimientos actuales, la filosofía y la retórica. Entre sus admiradores se encontraban el filósofo Sócrates y sus seguidores, el maestro Platón, el orador Cicerón, el historiador Jenofonte, el escritor Ateneo y el estadista y general Pericles, su adorado esposo de derecho consuetudinario. (The Oxford Classical Dictionary, 1992).
Las descripciones antiguas, sin embargo, varían. Por una parte, hay la acusación cómica de Aristófanes en su Los Arcarnienses de que Aspasia inició la Guerra del Peloponeso por el secuestro de "dos putas" suyas. Por otra parte, existe la imagen de Platón de ella en su Menexenus donde ella es la maestra de Sócrates en retórica. Cabe señalar que el Menexenus es un diálogo satírico y cuando el personaje de Menexenus dice: "Me maravilla que Aspasia, que es sólo una mujer, sea capaz de componer un discurso así", Platón sin duda está escribiendo con ironía (Menexenus, 235e).
Si bien la propia Aspasia no escribió nada existente, se cree que su influencia es evidente en las obras de sus contemporáneos y escritores posteriores, pero esta afirmación se basa en evidencia circunstancial ya que, como se ha dicho, no está claro en qué obras pudo haber contribuido realmente. La académica Joyce E. Salisbury ofrece el escenario que otros señalan al afirmar la influencia de Aspasia:
La casa de Aspasia se convirtió rápidamente en el lugar de moda para que los caballeros de calidad se reunieran. Políticos, dramaturgos, filósofos, artistas y celebridades literarias pasaron por sus puertas, y conoció a los arquitectos más famosos de la edad de oro ateniense. (23)
El académico I. M. Plant contribuye a esta afirmación mientras califica cuánto se desconoce de la vida y el trabajo de Aspasia:
Aspasia es una de las mujeres más famosas de la Grecia clásica, pero se sabe poco de su vida y la mayor parte de lo que se escribió sobre ella en su época es dudoso. Como socio de Pericles, el principal estadista de Atenas a mediados del siglo V a.C., Aspasia se movió en los círculos aristocráticos más altos y atrajo la atención de escritores cómicos y serios. Inspiró personajes literarios que a su vez llevaron a la creación de obras seudónimas en su nombre. (41)
Ninguna de estas obras seudónimas ha sobrevivido, pero son referenciadas por otros escritores que elogian o culpan a Aspasia por su influencia sobre hombres poderosos. Plutarco, por ejemplo, constantemente elogia los logros de Pericles y culpa a Aspasia de cualquiera de sus errores. En una parte de su Vida de Pericles, Plutarco parece preguntarse en voz alta:
Qué gran arte o poder tenía esta mujer, que se las arregló a su antojo de los hombres más destacados del estado y dio a los filósofos la ocasión de hablar de ella en términos exaltados y extensos. (24,1)
La pregunta de Plutarco parece haber sido formulada por muchos de los contemporáneos de Aspasia y los que le siguieron. El filósofo Esquines de Sphettus (c.425 - c.350 a.C.) parece responder a esto presentándola como una oradora inteligente y una intelectual de renombre que causó una impresión duradera en quienes la escucharon hablar. Como Platón, Esquines de Sphettus escribió diálogos filosóficos, incluida un Aspasia, pero estos se han perdido. Todo lo que sabemos de sus pensamientos sobre Aspasia provienen de escritores posteriores que también han proporcionado los pocos detalles de su vida.
Vida de Aspasia
Aspasia nació en algún momento entre 470 y 460 a.C. en una familia adinerada de Mileto. Esto se asume por las referencias a su alto nivel de educación, lo que sugiere a Mileto como su ciudad natal, donde, a diferencia de Atenas, las mujeres de recursos económicos podrían recibir educación superior. No está claro cuándo vino a Atenas o por qué, aunque se ha sugerido que era la hermana menor de la esposa de Alcibíades el viejo (abuelo del famoso general y estadista Alcibíades, c.451 - c.403 a.C.) quien había sido exiliado, vivió en Mileto, y luego regresó a Atenas con su esposa y su hermana menor en algún momento. No importa cuándo y cómo llegó a Atenas, lo cierto es que ella operaba un salón (que sus críticos llamaban 'burdel') y una escuela para muchachas que también fue citada por sus detractores como un burdel o una casa en la que aseguraba jovencitas para el placer de los hombres de clase alta y las entrenaba como cortesanas. Esto podría ser cierto ya que tales casas existían y se consideraban negocios y opciones legítimas para las mujeres en la Antigua Grecia.
Conoció a Pericles alrededor de c.450 a.C. y fue su compañera casi constantemente, después de que se divorció de su esposa, hacia c.445 a.C. Los enemigos de Pericles le dieron gran importancia a su relación con Aspasia, la metic y hetaira, llegando incluso a afirmar que Aspasia "le enseñó a hablar a Pericles" y fue el autor real de su famoso Discurso fúnebre. Si bien esta acusación no es algo que preocuparía a la mayoría de los hombres de la era moderna, en la antigua Grecia habría sido un grave insulto; ningún estadista ateniense, ni ningún hombre en general, desearía que se supiera que le debía su éxito a una mujer.
Sin embargo, se dice que Sócrates, que parece haber tenido a las mujeres en más alta estima que la mayoría de los hombres en la antigua Atenas tenían de ellas, "se maravilló de su elocuencia y le atribuyó el mérito de la famosa oración fúnebre que Pericles pronunció en honor a las bajas de la Guerra del Peloponeso y, además, afirmó que él, Sócrates, había aprendido de Aspasia el arte de la elocuencia " (Durant, 253). Esta afirmación también se hace en el diálogo de Platón Menexenus, (235e) donde Aspasia es la maestra de Sócrates, no solo en elocuencia sino en el arte de la dialéctica.
Aun así, los enemigos conservadores de Pericles siguieron atacando a Aspasia y, a través de ella, a Pericles, alegando que mostraba una falta de respeto a los dioses y llegando a acusarla de impiedad. El historiador Will Durant comenta:
En su juicio, que tuvo lugar ante un tribunal de mil quinientos jurados, Pericles habló en su defensa, usando toda su elocuencia, hasta las lágrimas; y el caso fue anulado. (254)
Pese a que fue exonerada, Durant continúa señalando que, tras su actuación en el tribunal en nombre de Aspasia, Pericles "empezó a perder su dominio sobre el pueblo ateniense y cuando, tres años después, le sobrevino la muerte, ya era un hombre quebrantado" (254). Sin embargo, no está claro si esto fue un resultado directo del caso judicial.
Después de la muerte de Pericles en 429 a.C. por la plaga en Atenas, 430-427 a.C., Aspasia se convirtió en la compañera de su amigo Lisicles (muerto en 428 a.C.), a quien conoció por primera vez como un comerciante de ovejas sin educación. Antes de la muerte de Pericles, Aspasia había ayudado a transformar a Lisicles en un general y líder político ateniense. Lisicles murió luchando en la campaña de la Guerra del Peloponeso en Caria de 428/427 a.C., y no se sabe nada más de Aspasia después de eso con certeza, ni siquiera el año exacto de su muerte.
Elocuencia y crítica
Como ya se ha señalado, los grandes discursos pronunciados por Pericles se han atribuido a Aspasia, y también se ha sugerido que ella modeló el argumento de la Inductio (hacer que el interlocutor asiente a una proposición dudosa que se asemeja a una anterior ya acordada) para Sócrates, y así le enseñó las estratagemas de argumentación. Un ejemplo de Inductio se ve en el siguiente fragmento del diálogo de Esquines de Sphettus en el que Aspasia lo usa en una conversación con Jenofonte (430 - c. 354 a. C., uno de los estudiantes de Sócrates) y su esposa. Ella usa la Inductio para mostrarles que cada uno debe ser el mejor cónyuge para el otro en lugar de desear una pareja ideal:
—Por favor, dígame, esposa de Jenofonte, si su vecina tuviera un adorno de oro mejor que usted, ¿preferiría ese o el suyo?
—Ese, -respondió ella.
—Ahora, si ella tuviera vestidos y otras galas femeninas más caras que tú, ¿preferirías el tuyo o el de ella?
—De ella, por supuesto, -respondió.
—Bueno, ahora, si ella tuviera un mejor esposo que tú, ¿preferirías a tu esposo o al de ella?
Al oír esto, la mujer se sonrojó. Pero Aspasia luego comenzó a hablar con Jenofonte.
— Me gustaría que me dijeras, Jenofonte, dijo, si tu vecino tuviera un caballo mejor que el tuyo, ¿preferirías tu caballo o el suyo?
—El suyo -fue su respuesta.
—Y si él tuviera una granja mejor que la tuya, ¿qué granja preferirías tener?
—La mejor granja, naturalmente, -dijo.
—Ahora bien, si él tuviera una esposa mejor que la tuya, ¿preferirías la tuya o la de él?
Y ante esto, Jenofonte también guardó silencio.
Entonces Aspasia concluyó:
—"Dado que ustedes han fracasado en decirme lo único que deseaba escuchar, yo misma les diré lo que ambos están pensando. Es decir, usted, señora, desea tener el mejor marido, y usted, Jenofonte, desea sobre todas las cosas tener la mejor esposa. Por lo tanto, a menos que ustedes puedan concebir que no haya mejor hombre o mejor mujer en la tierra, ciertamente siempre estarán en extrema necesidad de lo que consideren ser lo mejor, es decir, que usted, Jenofonte, sea el esposo de la mejor de las esposas, y que usted, esposa de Jenofonte, sea casada con el mejor de los hombres . (Henry, 44)
Esquines (también alumno de Sócrates), como ya se ha señalado, escribió un diálogo, Aspasia, sobre ella, que se ha perdido, salvo por algunos fragmentos que dan evidencia de una imagen positiva, pero Aristófanes, el poeta de la comedia griega, la presenta desfavorablemente en su obra (como hacen muchos de sus contemporáneos) donde llama a sus amigas “las putas de Aspasia” y generalmente habla mal de ella (Baird & Kaufmann, 62).
Plutarco, como ya se ha dicho, afirma que Aspasia tuvo una influencia indebida sobre Pericles, lo sedujo para que fuera a la guerra y, en última instancia, fue la culpable de cada error que cometió Pericles. Incluso Platón, que escribe favorablemente sobre ella en su Menexenus, la critica al mismo tiempo. Salisbury comenta:
Algunos académicos sostienen que Platón reconoció la reputación de Aspasia como filósofa / retórica, pero desaprobó la influencia que filósofos como ella tenían en Grecia. ¿Cuál fue la influencia de Aspasia? Parece que Platón la consideraba como representante de los abusos de la filosofía: de usar la sabiduría y la verdad a través de su dominio de la retórica para controlar y engañar a la gente. En otras palabras, la acusó de ser una consumada política. (23)
Sin embargo, escritores posteriores, como el retórico Quintiliano (35-100 d.C.) la tuvieron en alta estima, al igual que el satírico Luciano (125-180 d. C.), quienes la citaron como una maestra elocuente e inteligente. Luciano se refiere a ella como una mujer de sabiduría y comprensión, mientras que Quintiliano le dió tanta importancia a su influencia como para dar clases sobre ella a sus estudiantes.
Conclusión
En la actualidad, la reputación de Aspasia sigue siendo muy apreciada y ha experimentado un renacimiento dramático (e, inicialmente, romántico) a pesar de la crítica anterior y el desaparecimiento casi total. El autor y poeta Walter Savage Landor publicó su popular Pericles y Aspasia en 1836; una obra de letras ficticias entre los dos en la que Pericles, trágica pero erróneamente, muere en la Guerra del Peloponeso.
Este trabajo recibió una gran aclamación que luego inspiró a la autora Gertrude Atherton (1857-1948) a escribir y publicar su igualmente popular novela The Immortal Marriage en 1927, presentando una imagen positiva de Aspasia como una mujer fuerte y muy culta que hizo a Pericles el orador popular y estadista que era. El libro de Atherton se convirtió en un éxito de ventas e imprimió a toda una generación la imagen de Pericles y Aspasia como el epítome de la clásica pareja romántica y Aspasia como una mujer proto-feminista e independiente.
Desde el trabajo de Atherton, más académicos se han sentido atraídos por Aspasia y afirman, con cada vez más certeza, su influencia sobre los principales escritores y pensadores de su época. Madeline M. Henry, una destacada académica en el tema, señala que "Aspasia de Mileto, una figura clave en la historia intelectual de la Atenas del siglo V, es sin duda la mujer más importante de esa época" y sostiene (como Durant y otros afirmaron anteriormente) que Aspasia era la maestra de Sócrates (3).
Incluso se ha afirmado que Aspasia podría ser el modelo del personaje Diotima de Mantinea, la mujer que le enseñó a Sócrates el significado del amor. En el diálogo el Simposio de Platón, en el que Sócrates pronuncia un discurso sobre la verdadera naturaleza de Eros, él afirma que fue instruido en el amor por una mujer que llegó a Atenas "en los días anteriores a la plaga" y que ayudó a los atenienses en sus sacrificios (Baird y Kaufmann, 195). Diotima se describe como sabia, elocuente y una maestra de hombres, todas características asociadas con Aspasia.
Incluso, si ella no es el modelo de Diotima, simplemente la sugerencia que podría haber sido es una evidencia de la creciente reputación de Aspasia en la era moderna. Independientemente de lo que hayan pensado sus contemporáneos de una mujer que ejerce influencia sobre los hombres, el estatus de Aspasia parece seguro hoy como pensadora, escritora y maestra de renombre y el igual de cualquier intelectual de su tiempo.