Antínoo

10 días restantes

Invertir en la enseñanza de la Historia

Al apoyar a nuestra fundación benéfica World History Foundation, está invirtiendo en el futuro de la enseñanza de la historia. Tu donación nos ayuda a dotar a la próxima generación de los conocimientos y habilidades que necesitan para comprender el mundo que les rodea. Ayúdanos a empezar el nuevo año dispuestos a publicar más información histórica fiable y gratuita para todos.
$3096 / $10000

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Diego Villa Caballero
Publicado el 17 mayo 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
Escucha este artículo
X
Imprimir artículo
Antinous as Dionysus (by Carole Raddato, CC BY-SA)
Antínoo como Dioniso
Carole Raddato (CC BY-SA)

Antínoo (c. 110-130 d.C.) fue un joven de Bitinia que se convirtió en el amado del emperador romano Adriano (quien vivió del 76 al 138 d.C. y reinó del 117 al 138 d.C.) desde los 13 años, aproximadamente, hasta su muerte a los 20 años. Se desconoce su año de nacimiento, al igual que cualquier detalle de su vida antes de conocer a Adriano en el 123 d.C.

Todas las fuentes antiguas coinciden en que tenía casi 20 años cuando se ahogó en el río Nilo mientras acompañaba a Adriano en un viaje por Egipto en octubre del 130 d.C., por lo que generalmente se acepta que su año de nacimiento es el 110 o el 111 d.C. y su fecha de nacimiento el 27 de noviembre. Después de su muerte, Adriano lo hizo deificar y construyó en su honor la ciudad de Antinoópolis a orillas del Nilo. Pronto se formó un culto en torno al nuevo dios (asociado con la deidad egipcia Osiris), que se extendió rápidamente y se hizo bastante popular. Antínoo fue reverenciado casi instantáneamente como un dios que muere y resucita por el bien de la humanidad. Algún tipo de salvación personal estaba involucrada en las creencias del culto, el cual se extendió rápidamente desde Egipto hacía las provincias del Imperio romano.

Eliminar publicidad
Publicidad

El culto seguía siendo popular en el siglo IV d.C. y competía con la nueva religión del cristianismo. Los escritores paganos se opusieron al culto con el argumento de que no había evidencia de la divinidad de Antínoo, mientras que los escritores cristianos lo condenaron con el argumento de promover la inmoralidad. Sin embargo, el culto permaneció activo hasta que fue prohibido junto con los otros sistemas de creencias paganas bajo el emperador Teodosio I (quien reinó de 379 a 395 d.C.) en el 391 d.C. Sin embargo, el culto ha sido revivido en la actualidad por una comunidad gay que adopta a Antínoo como un símbolo de empoderamiento y sanación personal.

El encuentro con Adriano

Antínoo nació en la ciudad de Claudiópolis en Bitinia, Asia Menor (actual noroeste de Turquía). Se supone que provenía de una familia de clase alta porque, aunque no existen fuentes antiguas que registren su primer encuentro con Adriano, debió formar parte de algún grupo socialmente respetable que acogió al emperador. El académico Anthony Everitt comenta al respecto:

Eliminar publicidad
Publicidad

Los gobernantes no se topan con extraños en la calle, y debemos suponer que Antínoo estaba participando en alguna ceremonia pública cuando su presencia fue notada. Esto bien podría haber ocurrido en Claudiópolis, pero de no ser así, entonces fue en la capital, Nicomedia. Heraclea ofrece una tercera posibilidad, ya que allí se fundaron y celebraron juegos en honor del emperador y Antínoo podría haber sido uno de los competidores... Se puede descartar una referencia tardía a Antínoo como el "esclavo" de Adriano, ya que eso se habría visto como una procedencia completamente deshonrosa para un favorito imperial. (238)

ADRIANO VEÍA A ANTÍNOO COMO SU AMADO EN EL SENTIDO GRIEGO, COMO ALGUIEN A QUIeN EDUCAR y COLMAR DE REGALOS.

Adriano estuvo en Bitinia en el 123 d.C. como parte de un viaje por las provincias e incluyó a Nicomedia como una de sus paradas ya que recientemente había sufrido daños significativos a causa de un terremoto y Adriano había enviado fondos para ayuda y restauración. De acuerdo con su política habitual de supervisar los proyectos personalmente, quería ver cómo se habían completado los trabajos. Este hecho es un argumento a favor de Nicomedia como el sitio de su primer encuentro con Antínoo. Ya sea que formara parte de un comité de bienvenida o que fuera participante en los juegos de celebración, el joven llamó la atención del emperador. Everitt comenta más al respecto:

Cualquiera que fueran los detalles de los orígenes y el estatus social del joven, el hecho rotundo y contundente es que Adriano se enamoró de Antínoo. La relación pondría color al resto de sus vidas; pero ¿qué significaba "enamorarse", y también caer preso de la lujuria, para un ciudadano de élite en el imperio romano? Algo muy diferente a nuestras ideas actuales. El sexo no tenía los atributos de pecado y culpa que después le conferiría el cristianismo. La mayoría de las personas en el mundo antiguo consideraban que hacer el amor era, en principio, un placer inocente o al menos inocuo. (239)

Adriano agregó a Antínoo a su séquito y luego envió al joven a Roma para que fuera educado en el internado conocido como Paedogogium. Esta escuela se centraba en la formación de muchachos, entre las edades de 12-18, para el servicio en la corte imperial. Los estudiantes aprendían habilidades prácticas como contabilidad y peluquería, así como las artes del entretenimiento, incluidos los malabares y la danza. Los graduados se convertían en valiosos sirvientes de los senadores y otros miembros de la clase alta en Roma y en las provincias.

Eliminar publicidad
Publicidad

La sexualidad de Adriano

Adriano era un hombre muy culto y letrado que había sido tomado bajo el cuidado del futuro emperador Trajano (quien reinó del 98 al 117 d.C.) en el 86 d.C. después de que su padre muriera cuando él tenía diez años. Aunque nació en Itálica (actualmente el sur de España), su amor temprano por la literatura y la cultura griega lo atrajo a Grecia, el país con el que se le asocia con mayor frecuencia. La esposa de Trajano, Plotina, arregló el matrimonio de Adriano con la sobrina nieta de Trajano, Vibia Sabina (83 - c. 137 d.C.), pero la unión no fue feliz. Hay poca evidencia de que Adriano se sintiera atraído sexualmente por las mujeres, pero hay mucha que deja en claro que prefería a los hombres.

Hadrian (Facial Reconstruction)
Adriano (reconstrucción facial)
Daniel Voshart (Copyright)

Los romanos adoptaron una actitud liberal hacia el comportamiento sexual y veían las relaciones entre hombres mayores y jóvenes como otro modo de expresión sexual, ni mejor ni peor que otro, siempre que ambas partes consintieran en la relación. Adriano había tenido amantes masculinos en el pasado y modeló estas relaciones en el modo griego de un erastes (amante) y un eromenos (amado), el amante casi siempre era un hombre adulto que ya estaba establecido en la sociedad mientras que el amado era más joven y estaba recién entrando en la edad adulta, a menudo entre los 13 y 18 años.

Aunque había un aspecto sexual en la relación, esto se consideraba secundario en una amistad (una philia) basada en el respeto mutuo. La homosexualidad y la conducta homosexual se entendían como una opción legítima como la heterosexualidad y, de hecho, no existían términos en latín que hicieran distinción entre ambas. Everitt señala:

Eliminar publicidad
Publicidad

Los hombres no se categorizaban a sí mismos como homosexuales, ya que, hasta la invención de la psicología moderna, no había ningún concepto y por lo tanto ningún término, para la preferencia sexual de un hombre por otro hombre y que fuera una alternativa viable y excluyente de la heterosexualidad, así como un marcador de la personalidad...Los romanos eran bastante capaces de diferenciar a los heterosexuales de los homosexuales incluso sin nuestras palabras para referirnos ellos [y] muchos se acostaban imparcialmente con miembros de ambos sexos. (241-242)

Adriano veía a Antínoo como su amado en el sentido griego, como alguien a quien educar (formal, social y sexualmente), así como a alguien a quien colmar de regalos. Parte de esta educación incluía viajar y después del año 125 d.C. Adriano se llevaba a Antínoo con él cada vez que salía de Roma.

Los viajes con Adriano

No está claro por cuánto tiempo asistió Antínoo a la escuela en Roma pero, para el año 125 d.C., ya vivía con Adriano en la villa del emperador en Tibur (actual Tívoli) en las afueras de la ciudad. La villa era un retiro espléndido provisto de jardines, estanques reflectantes, cascadas y fuentes en la cima escalonada de una colina. La villa tenía dormitorios, salones de banquetes y suites, pisos de mosaicos, frescos y baños calientes, además estaba atendida por un pequeño ejército de sirvientes; esclavos, cocineros, camareros, mayordomos y criadas. También había un establo de caballos y un equipo de guías y ayudantes para la caza, el pasatiempo favorito de Adriano.

The Canopus at Hadrian's Villa, Tivoli
El Canopus en la Villa de Adriano, Tívoli
Carole Raddato (CC BY-SA)

En el 127 d.C., Adriano viajó por Italia, probablemente con Antínoo, y por aquel tiempo enfermó de una enfermedad persistente que los médicos de su época no pudieron determinar y que aún se desconoce en el presente. Cualquiera que fuera la aflicción, lo atormentó hasta finales del 130 d.C. Aunque su enfermedad no parece haberlo incapacitado, de hecho en el otoño del 128 d.C. se encontraba en Grecia asistiendo a los misterios de Eleusis con Antínoo. Adriano quedó completamente iniciado en los misterios en ese momento y Antínoo junto con él.

Eliminar publicidad
Publicidad

Desde Grecia, la pareja viajó a Judea, Siria y luego a Egipto, llegando allí en agosto del 130 d.C. Adriano tenía un interés de larga data en la magia y los ritos egipcios, y es posible que estuviera buscando una cura para lo que sea que lo había estado aquejando. Aunque de ser así, no hay evidencia de esto en sus actividades a su llegada. Él y Antínoo visitaron la tumba de Pompeyo el Grande (106-48 a.C.) y el sarcófago de Alejandro Magno (356-323 a.C.) antes de ir al área del canal de Canopo cerca de los puertos, conocida por sus "lugares de juerga" y fiestas nocturnas. La pareja también fue de cacería en Egipto, y en un momento, Adriano hirió y dio muerte a un león que iba atacar a Antínoo. Después de sus expediciones de caza y las fiestas, partieron con su séquito a un viaje por el río Nilo.

Muerte en Egipto

El grupo se detuvo en Heliópolis, donde Adriano consultó con un sacerdote llamado Pacrates, quien preparó una poción y parece haber realizado un ritual que hace enfermar a una persona o personas en específico. Es posible que aquel hechizo también pudiera eliminar la enfermedad y que Adriano estuviera buscando una cura para la suya, pero esto es una especulación. Continuaron de Heliópolis a Hermópolis donde visitaron el santuario de Thot y se prepararon para el festival de Osiris que celebraba la muerte y el renacimiento del dios y la fertilidad que aquello traía a la tierra. El 22 de octubre del 130 d.C., participaron en el festival del Nilo, y poco después, el cadáver de Antínoo fue encontrado flotando en el río.

Antinous as Silvanus
Antínoo como Silvano
Carole Raddato (CC BY-NC-SA)

Que se ahogó era obvio, y Adriano en su relato del incidente, dice que fue un accidente sin dar más detalles. Everitt cita las tres fuentes antiguas sobre la muerte de Antínoo que afirman lo contrario: Dion Casio (c. 155 - c. 235 d.C.), la Historia Augusta (una historia romana que data del siglo IV aproximadamente) y Aurelio Víctor (c. 320 - c. 390 d.C.) – quienes afirman que Antínoo se sacrificó (o fue sacrificado) para curar a Adriano de su enfermedad. Dion Casio escribe:

¿Te gusta la historia?

¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!

Antínoo…había sido el favorito del emperador y había muerto en Egipto, ya fuera al caer al Nilo como escribe Adriano, o como es verídico, al ser ofrecido en sacrificio. Porque Adriano, como ya he dicho, fue siempre muy curioso y empleó adivinaciones y encantamientos de todo tipo. (Everitt, 288)

Aurelio Víctor concuerda:

Cuando Adriano quiso prolongar su vida, y los magos pidieron un voluntario en su lugar, informan que aunque todos los demás se negaron, Antínoo se ofreció voluntariamente. (Everitt, 288)

La Historia Augusta incluye este pasaje:

Sobre este incidente hay varios rumores; porque algunos afirman que él [Antínoo] se había entregado a la muerte por Adriano, y otros, que solamente su belleza fue causa de la insensata pasión del emperador. (Everitt, 288)

Como señala Everitt, es poco probable que la muerte de Antínoo fuera un accidente ya que era el miembro más notable del grupo después de Adriano y sin duda se habría tenido cuidado para evitar que sucediera este tipo de cosas. El pasaje de Historia Augusta sugiere que Antínoo se suicidó porque a la edad de 20 años ya no era un joven y temía que Adriano lo abandonara por alguien más joven. Los académicos normalmente descartan esta afirmación ya que no hay nada en otras fuentes antiguas que sugiera que Adriano quisiera hacer algo así, mientras que su dolor por la muerte de Antínoo (el cual los escritores antiguos señalan como excesivo) deja en claro sus sentimientos profundos y persistentes por el joven.

SE CREÍA QUE CUALQUIERA QUE SE AHOGABA EN EL NILO SE CONVertía EN UN DIOS PORQUE EL RÍO SE HABÍA LLEVADO A ESA PERSONA PARA UN PROPÓSITO ESPECÍFICO Y UN BIEN MAYOR.

Es posible, por supuesto, que Adriano dijera la verdad y que Antínoo se haya resbalado hacia el río y se haya ahogado. Sin embargo, también es posible que se sacrificara a sí mismo en un ritual mediante el cual entregó su espíritu para salvar a su amante. Se creía que cualquiera que se ahogaba en el Nilo (excepto los suicidas) se convertía en un dios porque el río, que daba vida a la tierra, se había llevado a esa persona para un propósito específico y un bien mayor. Tal vez, en un ritual aprendido de Pacrates en Heliópolis, Antínoo creía que estaba entregando su vida mortal para que Adriano pudiera vivir sin dolor mientras que él mismo sería recompensado con la vida elevada de un dios. Esto no se habría considerado suicidio sino, en cambio, un sacrificio ritual. Ya sea como resultado de este sacrificio o por coincidencia, la salud de Adriano mejoró después.

Deificación y culto

No hay forma de saber con certeza qué sucedió o cómo Antínoo se ahogó, pero está claro que, independientemente de lo que le esperara en el más allá, se convirtió en un dios para los que dejó atrás y para muchos otros que aún no habían nacido. Una semana después de ahogarse, Adriano ordenó construir una ciudad frente a Hermópolis en su honor, Antinoópolis, que se inspiró en el diseño de Alejandría. Al igual que en Alejandría, donde Alejandro Magno todavía yacía, Antínoo sería enterrado en esta ciudad pero, en lo que parece ser una decisión de última hora, Adriano llevó el cadáver de vuelta a su villa en Tibur, donde Antínoo fue enterrado en una gran tumba. La ciudad fue construida, sin embargo, y no se escatimó en gastos.

Statue of Osiris-Antinous
Estatua de Osiris-Antínoo
John Tuttle (CC BY-NC-SA)

Se cree que Antínoo se ahogó el día del Festival de Osiris, vinculándolo con el dios, y ahora se le conocería como Antínoo-Osiris u Osirantínoo. Desde su ciudad en Egipto, la adoración del nuevo dios se extendió a Grecia, Roma y por todas las provincias del norte de África, Asia Menor y, finalmente, hasta Britania. Everitt comenta:

Antínoo tuvo una vida maravillosa después de la muerte. Su culto se extendió con gran rapidez y su popularidad creció con los años. Como un dios que muere y resucita, incluso se convirtió en un rival del cristianismo durante un tiempo; se afirmaba que "el honor que se rinde a él es apenas un poco menor que el que le rendimos a Jesús". (292)

En toda la región mediterránea, el culto se extendió tan rápidamente que se establecieron templos, juegos ceremoniales, santuarios y altares, que se convirtieron en lugares de peregrinación populares, tan solo unos años después de su muerte. Un aspecto de su culto, aquel que sugiere fuertemente que se sacrificó por Adriano, es por el que se le consideraba una deidad sanadora tan poderosa que podía prevenir las enfermedades más graves y curar incluso a los pacientes terminales.

Sin embargo, no todos lo consideraban divino, ya que los seguidores de otros cultos establecidos desde mucho tiempo atrás se sintieron amenazados por este nuevo culto y afirmaron que era un héroe, un héroe divino o un semidiós, pero que no era completamente divino. Sin embargo, incluso con estos reparos, se lo reconocía como una entidad poderosa e inmortal que, habiendo sido una vez humano, sentía lástima por los mortales y se esforzaba más por ayudarlos que los dioses inmortales que habían existido únicamente como divinidades durante milenios.

Los oráculos en los lugares sagrados de Antínoo respondían las preguntas de la gente y brindaban consejos, pero se desconoce cómo se lo adoraba porque las prácticas se perdieron después de que Teodosio I prohibiera todas las religiones paganas en el año 391 d.C. Se cree que los creyentes traían sacrificios a los templos, los cuales todos parecen haber tenido una o más de las más de 2000 estatuas de Antínoo como punto focal, y los sacerdotes cuidaban de estas estatuas a diario al igual que se hacía en otros cultos. A la estatua se le habría ofrecido comida y bebida todos los días y sería bañada y ungida con aceite. Hasta la fecha, se han encontrado 115 estatuas de Antínoo en varios sitios junto con monedas que portan su imagen e inscripción. Algunas de estas monedas se emitieron como moneda de cambio, pero otras eran amuletos o medallones, muy probablemente recibidos por seguidores en los templos y santuarios, las cuales se llevaban para protegerse de enfermedades, desgracias y para recordar el amor y la compasión de Antínoo.

Conclusión

Sin embargo, no todos estaban interesados en el amor de Antínoo. Incluso antes de que se prohibiera el culto, los cristianos estaban destruyendo templos y derribando las estatuas de Antínoo con la creencia de que era una afrenta a su fe. Jesucristo también era visto como un dios que moría y resucitaba, y el culto de Antínoo era un rival demasiado popular y poderoso como para permitir otra versión de esta deidad. El culto se habría considerado especialmente peligroso ya que el deificado Antínoo, como Jesús, también había sido mortal y atendía a sus seguidores con el mismo grado de compasión por aquello que sufrían en sus carnes. A finales del siglo V d.C., el culto había desaparecido, pero quedaban algunas estatuas de Antínoo, reconstruidas posiblemente, por personas que no recordaban quién había sido o por aquellos que mantuvieron viva la fe en secreto. Everitt señala:

Incluso hoy en día, el suyo es el rostro más memorable e instantáneamente reconocible del mundo clásico. Antínoo es uno de los pocos griegos y romanos antiguos que tiene sus propios sitios web activos. (294)

En la actualidad, ha sido abrazado por la comunidad gay como el dios gay, invocado para obtener protección, curación y salvación personal. El sitio web Temple of Antinous aclara la visión de estos nuevos creyentes de la fe:

Adriano deificó a Antínoo porque lo amaba, porque quería darle a él todo lo que tenía a su alcance. Adriano inauguró la antigua religión de Antínoo como una forma de pedir a otros hombres homosexuales que recordaran a Antínoo y se aseguraran de que su nombre nunca fuera olvidado, y que su belleza y su corazón bondadoso nunca se desvanecieran... Este es el fundamento más profundo de la religión moderna de Antínoo... escuchar el llamado de Adriano a través de los siglos, amar, adorar y cuidar la memoria del hermoso Antínoo. (1)

Al igual que el culto antiguo, la religión moderna se centra en el amor, el empoderamiento propio y la curación emocional, espiritual y física a través de la devoción al dios y el servicio a los demás. La fe moderna también imita a la antigua en el sentido de que se ha vuelto cada vez más popular en las últimas décadas y sin duda seguirá haciéndolo.

Eliminar publicidad
Publicidad

Sobre el traductor

Diego Villa Caballero
Profesional en lenguas con estudios literarios. Profesor de castellano, escritor, traductor y entusiasta de la historia. Áreas de interés: literatura, artefactos antiguos, la historia de las religiones, la astrología, la arquitectura, la historia militar y del arte.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2021, mayo 17). Antínoo [Antinous]. (D. V. Caballero, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-802/antinoo/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Antínoo." Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 17, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-802/antinoo/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Antínoo." Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 17 may 2021. Web. 21 dic 2024.

Afiliación