Galacia

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Joshua J. Mark
por , traducido por María Josefa Barreiro Arpón
Publicado el 24 octubre 2019
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Map of the Roman Province of Galatia (by Andrei nacu, Public Domain)
Mapa de la provincia romana de Galacia
Andrei nacu (Public Domain)

Galacia era una región en el norte central de Anatolia (la actual Turquía), poblada por los celtas gálatas ca. 278-277 a.C. El nombre proviene del griego "Galia", que los escritores latinos repitieron como Galli. El rey de la vecina Bitinia, Nicomedes I (quien reinó del 278 al 255 a.C.) ofreció tierras a los celtas y se establecieron en tres provincias formadas por cuatro cantones (barrios) constituidos por ciudades-estado (conocidas como oppidum) gobernadas respectivamente por las tres tribus que componían el grupo inicial: los tectósages, trocmos y tolistóbogos.

En un principio los celtas gálatas conservaron su cultura y continuaron celebrando sus antiguos festivales y rituales religiosos, pero gradualmente se adaptaron a las costumbres griegas, hasta el punto de que algunos escritores latinos se refirieron a ellos como greco-gálatas. Fueron conquistados por Roma en 189 a.C., cuando se convirtieron en un estado cliente, y se les otorgó autonomía bajo el reinado de Deyótaro ("el Toro Divino", quien reinó ca. 105-42 a.C.) después de que Pompeyo el Grande (ca. 106-44 a.C.) derrotara a Mitrídates VI (quien reinó del 120 al 63 a.C.) del Ponto en el 63 a.C. Luego se integraron al Imperio romano en el 25 a.C., al mando de César Augusto, quien es mejor conocido por el libro bíblico de Gálatas, en una carta escrita por San Pablo a la comunidad cristiana.

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Invasión y establecimiento celta

La migración celta ya estaba en marcha en el momento del saqueó a Roma en 390 a.C., liderada por el cacique galo Breno. Los saqueos continuaron hasta el siglo IV a.C., cuando en torno al año 280 a.C. un grupo de celtas de Panonia llegó a la región de Grecia, ofreciendo sus servicios como mercenarios (como lo habían hecho en Italia casi cien años antes) y viviendo de la tierra a través de forraje y del saqueo de pueblos y ciudades.

GALACIA NO ERA UN ESTADO CENTRALIZADO NI LOS CELTAS ESTABAN SATISFECHOS CON UNA VIDA SEDENTARIA Y con TENER QUE DEPENDER DE LA AGRICULTURA.

En 279 a.C., bajo el mando de Breno, una parte de esta gran fuerza migratoria saqueó el sitio sagrado del Oráculo en Delfos y se llevó sus tesoros, (los eruditos especulan que "Breno" pudo haber sido un título, no un nombre propio). Breno luego desaparece de la historia, pero otros dos líderes, Leonorio y Lotario, estaban más interesados ​​​​en encontrar un hogar permanente para su gente en lugar de las continuas guerras y saqueo y comenzaron a buscar tierras para este propósito.

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Alrededor del mismo tiempo, el rey Nicomedes I de Bitinia (quien reinó del 278 al 255 a.C.) estaba luchando en Anatolia con su hermano Cipetes II, quien había fundado un reino independiente en Bitinia para desafiar la legitimidad de Nicomedes I. Al enterarse Nicomedes de la destreza de los celtas en batalla, los invitó a Anatolia para ayudarlo en su guerra. Los celtas derrotaron a Cipetes II y Nicomedes I se estableció como rey legítimo, más tarde continuaron su saqueo por Anatolia extorsionando a las ciudades y pueblos, para obtener dinero por protección y destruyendo a los que no pagaban.

Map of Celtic Peoples in the Post-Classical Period
Mapa de los pueblos celtas del período post-clásico
Magna Celtae (CC BY-NC-ND)

Nicomedes I, habiéndose beneficiado enormemente de su ayuda, ya no los necesitaba, pero no estaba en condiciones de pedirles que se fueran. El erudito Gerhard Herm comenta al respecto:

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Nicomedes había contratado a los bárbaros; les dio la libertad de maniobra que necesitaba para asegurar su propio estado, pero luego se preguntó qué debería hacer con ellos. Para anticiparse a las demandas de pago o lo que fuera, les ofreció hábilmente la región alrededor de la moderna Ankara en Anatolia al Este de sus fronteras, que era el gran anhelo de las tres tribus en sus andanzas. Esta táctica ofrecía una doble ventaja: por un lado, se libraría de ellos; por el otro, establecía un estado baluarte entre él y los salvajes frigios. Además, la tierra ni siquiera era suya. (40)

La tierra en realidad pertenecía a los frigios, o al menos la cosechaban, pero Nicomedes creía que este era un problema que debían resolver los celtas. Lo hicieron de forma sencilla: se establecieron allí y expulsaron a las comunidades frigias. No obstante, estaban acostumbrados a la guerra y sin más tomaban lo que querían de la población local, así que continuaron con sus incursiones esporádicas. En 275 a.C., y quizá alentados por Nicomedes, asaltaron los territorios del Imperio seléucida y fueron derrotados por el rey seléucida Antíoco I Sóter (quien reinó del 281 al 261 a.C.) en la batalla de los elefantes. Solicitaron la paz y se convirtieron en valiosos mercenarios en el ejército de Antíoco I.

Átalo I y Galacia

En este punto, no está claro cuál era la forma de gobierno que tomaron las comunidades en Galacia. No eran un estado centralizado, ni los celtas estaban satisfechos con una vida sedentaria y con tener que depender de la agricultura. Mientras que una tribu continuaba luchando con Antíoco I, la otra seguía de mercenarios para Mitrídates I fundador del reino del Ponto (quien reinó del 281 al 286 a.C.) en contra de los seléucidas. Al mismo tiempo, la tercera tribu, o posiblemente una fuerza combinada de dos o los tres, se mantuvo asaltando otros asentamientos y se convirtió en una seria preocupación para la ciudad de Pérgamo. La ciudad había estado bajo el control de Lisímaco, uno de los contendientes en la guerra de los diádocos ("sucesores") de Alejandro Magno, quien controló Anatolia y Tracia después de la muerte de Alejandro. Lisímaco fue asesinado en batalla en 281 a.C., por Seleuco I Necátor (quien reinó del 305 al 281 a.C.), otro de los diádocos y fundador del Imperio seléucida, quien después reclamó Anatolia.

Attalus I
Átalo I
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Lisímaco había confiado su gran tesoro y la fortaleza de Pérgamo a uno de sus comandantes, Filetero, quien reinó del 282 al 263 a.C. y protegió los bienes de Lisímaco. Poco después de la muerte de Lisímaco, Seleuco I fue asesinado y su sucesor, Antíoco I Sóter no sabía nada sobre el tesoro (que, según el antiguo historiador Estrabón, ascendía a más de 9000 talentos de plata). En lugar de ofrecer el dinero a su nuevo señor supremo, Filetero lo gastó discretamente en mejorar no solo su ciudad sino también las de sus vecinos, expandiendo silenciosamente su territorio mientras compraba la lealtad de las comunidades circundantes, a través de lujosos obsequios.

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En el momento de su muerte, Pérgamo era una ciudad opulenta con una acrópolis, con templos dedicados a la diosa Deméter y a la patrona Atenea. Había fortificado la ciudad en contra de los celtas, pero esto no impidió que hostigaran a las caravanas comerciales o asaltaran la ciudad. Este problema continuó durante el reinado de su sucesor, su sobrino Eumenes I, quien reinó del 263 al 241 a.C. y resolvió el problema contratando a los celtas como mercenarios.

ÁTALO I RECONOCIÓ OFICIALMENTE LA REGIÓN DE LOS GÁLATAS COMO GALO-GRECIA, y les otorgó AUTONOMÍA.

Eumenes derrotó a Antíoco I Sóter en la batalla de Sardes en 261 a.C., con la ayuda de los celtas, quienes mataron a Antíoco I y liberaron Pérgamo del control seléucida. Más tarde Eumenes expandió sus territorios y se involucró en grandes proyectos de construcción, pero los celtas de Galacia, que antes eran empleados por Antíoco I, en este momento estaban sin trabajo debido a que Eumenes no estaba interesado en más campañas militares, entonces dirigieron su atención hacia su territorio. La única forma en que Eumenes podía mantenerlos a raya era pagándoles dinero por protección.

A Eumenes lo sucedió su primo e hijo adoptivo Átalo I, quien reinó del 241 al 197 a.C. Este se negó a continuar con estos pagos y atacó a los celtas, lo que los obligó a regresar a Galacia en el 232 a.C. En el 230 a.C., rechazó un gran contingente de celtas que marchaban sobre Pérgamo para restablecer el pago por protección, de nuevo los obligó a regresar a su región. Átalo I luego celebró su victoria construyendo monumentos y estatuas que representaban a gálatas moribundos y derrotados, los cuales puso en exhibición en el Templo de Atenea en Pérgamo. La famosa estatua El gálata agonizante (actualmente ubicada en el Museo Capitolino en Roma), es una copia romana posterior de una de estas estatuas encargada por Atalo I. Mientras se llevaban a cabo sus celebraciones y construían los monumentos, Atalo I reconoció oficialmente la región de los gálatas como Galo-Grecia, les otorgó autonomía y los animó a establecer su propio reino.

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The Dying Gaul
Gálata moribundo
antmoose (CC BY-SA)

Gobierno y religión

Las tres tribus, que eran en extremo independientes y se negaban a unirse entre sí, establecieron provincias separadas en Galacia que equivalían a pequeños reinos. Los trocmos tomaron el este, los tolistóbogos el oeste y los tectósages la región central. Cada uno de estos reinos-provincias estaba dividido en cuatro cantones, gobernados por un tetrarca con un juez a su cargo, un jefe militar que dependía del juez y dos comandantes subordinados. Se pretendía que el pueblo viviera de acuerdo con las leyes formuladas por el tetrarca (en esencia su rey), en colaboración con el juez cuyos poderes eran fundamentales para establecer y hacer cumplir la ley.

Para evitar el abuso de poder por parte del juez, él debía responderle a un senado de 300 delegados formado por los tres reinos-provincias, que decidirían casos importantes (especialmente delitos capitales como el asesinato), y que se reunían periódicamente en un lugar sagrado conocido como el drunemeton. Gerhard Herm comenta:

Un nemeton era también en la Francia celta y Gran Bretaña un lugar pacífico y sagrado, que correspondía al témenos o al templo griego original: aquí gobernaban los sacerdotes y se hacían sacrificios a los dioses. El prefijo dru-… [proviene de] drus, nombre griego para el roble. En la Irlanda celta, la palabra para roble era daur, y debe ser obvio incluso para un seglar que esta palabra se parece al equivalente en griego. Por lo tanto, el Drunemeton era un lugar de culto rodeado de robles, un bosque sagrado y un lugar de descanso sombreado: en consecuencia, el parlamento de Galacia debió haber sido un sitio sagrado. (42)

Las prácticas legales parecen haberse derivado de una combinación de tradiciones celtas y frigias, aunque lo anterior no está muy claro. Algunos eruditos dicen que la asamblea de los drunemeton se parece al tuath celta (que significa "pueblo" pero también "territorio" o aquellos que dependen de un territorio o de un cacique), en este tuath también había asambleas y la ley que se aplicaba era dictada por los dioses. Se ha sugerido que las leyes de Galacia provenían de los dioses, debido a que la ciudad sagrada de Pesinunte estaba en la proximidad cerca de la frontera occidental de Galacia controlada por los tolistóbogos, la cual era dedicada a la diosa madre Cibeles y su consorte Atis. Estrabón afirma que Pesinunte era el centro religioso de los gálatas a pesar de que no controlaban la ciudad.

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Pesinunte era un sitio antiguo que creció alrededor de una gran piedra negra, que se decía había caído del cielo y simbolizaba a la diosa a la que adoraban los gálatas bajo el nombre frigio, Agdistis. Entre las muchas responsabilidades de Agdistis estaba la protección, la ley y el orden. La evidencia arqueológica sugiere que los gálatas visitaban regularmente Pesinunte, e incluso, pueden haber tomado la ciudad en algún momento, para así elevar su posición en la región al controlar el sitio religioso central.

La batalla de Magnesia y Roma

Los gálatas se incorporaron poco a poco a la gente de los alrededores, adoptaron costumbres y vestimentas sirio-griegas y frigias, y continuaron en su papel tradicional, hasta ahora, como mercenarios para varios reinos y principados. Lucharon con el rey seléucida Antíoco III (el Grande, quien reinó del 223 al 187 a.C.) en sus campañas para reunificar el imperio entre ca. 210-204 a.C., y formaron una parte importante de sus fuerzas cuando invadió Grecia en 191 a.C., para luchar contra los romanos.

Galatian
Gálata
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Antíoco III fue derrotado en las Termópilas por los romanos en 191 a.C., y nuevamente en la batalla fundamental de Magnesia en 190 a.C., donde sus fuerzas fueron superadas y derrotadas. Antíoco III no tuvo más alternativa que aceptar todos los términos de Roma, según lo estipulado en el Tratado de Apamea en 188 a.C. que, entre otras condiciones, redujo severamente su imperio e impuso una fuerte indemnización de guerra a los seléucidas. Los gálatas ahora se encontraban nuevamente desempleados, pero este era el menor de sus problemas.

Los romanos en Magnesia se habían aliado con Eumenes II de Pérgamo (quien reinó del 197 al 159 a.C., hijo de Átalo I), quien se había visto obligado a expulsar repetidamente a los grupos de guerra de Galacia, lejos de su ciudad, alentados sin duda, por Antíoco III. En Magnesia los romanos vieron a los guerreros gálatas en combate, luchando como infantería y caballería ligera, entonces el cónsul romano Cneo Manlio Vulsón (ca. 189 a.C.), reconoció que podrían ser valiosos militares.

LOS ROMANOS DERROTARON A LOS CELTAS EN LA BATALLA DEL MONTE OLIMPO Y OTRA VEZ EN ANKARA.

Roma todavía estaba aliada con Eumenes II, ya que le era útil, por ello Vulsón no pudo iniciar negociaciones con sus enemigos, pero pudo castigar a los gálatas por suministrar fuerzas a Antíoco III. En 189 a.C., Vulsón marchó sobre Galacia, instigando la Guerra de Galacia en la que derrotó a los celtas en la batalla del Monte Olimpo y, nuevamente en Ankara en el mismo año. Había actuado por su propio impulso, sin consultar al senado romano, por lo que al principio fue acusado de obstrucción de la paz, ya que se estaban llevando a cabo negociaciones con los seléucidas para su rendición, y Vulsón acababa de atacar a los aliados seléucidas. Sin embargo, después de explicar su razón de ser, fue absuelto de todos los cargos y recompensado con un triunfo en Roma. Galacia era ahora un estado-cliente de la República Romana con una tetrarquía títere de Roma, y mercenarios gálatas sirviendo en el ejército romano.

Estrabón (63 a.C.-23 d.C.) señala que, para su época, la tetrarquía de Galacia se había convertido gradualmente en una monarquía, el más grande de sus reyes fue Deyótaro, amigo de Pompeyo el Grande y del orador Cicerón (106-43 a.C.), anfitrión de Julio César (100-44 a.C.) cuando visitó Galacia, y más tarde socio de Marco Antonio (83-30 a.C.). Deyótaro participó en las Guerras mitridáticas como aliado de Pompeyo contra César en su guerra, después fue indultado por César, y Marco Antonio le devolvió el poder después del asesinato de César cuando otros querían que lo depusieran.

Deyótaro compartió el gobierno del reino con su yerno Brogitaro (quien reinó ca. 63-50 a.C.), cuyo hijo, Amintas (ca. 38-25 a.C.), sería el último rey de Galacia. Después de la derrota de Marco Antonio a manos de Octavio Augusto en la batalla de Actium o Accio (31 a.C.), Octavio se convirtió en el poder supremo en Roma y, para el 27 a.C. se había convertido en César Augusto (quien reinó del 27 a.C. al 14 d.C.), primer emperador del Imperio romano. Cuando Amintas fue asesinado en el 25 a.C., Augusto convirtió a Galacia en una provincia romana.

San Pablo y el cristianismo

Al principio, los gálatas al parecer veneraban al dios del cielo frigio Sabacio, el todopoderoso jinete de los cielos traído a Anatolia por los frigios, y en constante conflicto con la diosa madre indígena Cibeles (originalmente Kibeleia, que significa "montaña") quien era la diosa de los antiguos luvitas e hititas de la región desde ca. 2500 a.C., y aunque los frigios le rendían culto, puede haber sido desplazada gradualmente por Sabacio, si la interpretación del relieve romano del caballo de Sabacio, que coloca un casco sobre la cabeza del toro lunar de Cibeles es correcta, (actualmente en el Museo de Bellas Artes de Boston) al suponer que esto significa la primacía del dios sobre la diosa.

Saints Peter and Paul, from a Catacomb Etching
San Pedro y san Pablo, de un grabado hallado en una catacumba
Anonymous (CC BY-SA)

Sabacio es representado como un guerrero a caballo empuñando un bastón o con una lanza, y pisoteando a la serpiente del mundo que simbolizaba el caos. Los frigios lo invocaban como un poderoso dios de la guerra y confiaban en él, mucho más que en Cibeles. Los gálatas pudieron adoptar la misma creencia, incluso si no lo hicieron en la época de la obra misionera de San Pablo en Anatolia (ca. 5 - ca. 64 d.C.) estaban receptivos al mensaje de la única deidad masculina todopoderosa, que ofrecía la salvación a través de la creencia en su hijo. A Sabacio se lo relacionaban con Zeus, y con el famoso hijo de Zeus, Heracles (el Hércules romano) quien era una figura salvadora establecida en Anatolia, por lo tanto la conversión al cristianismo no fue difícil.

Lo más probable es que Pablo haya alentado esta conversión de la misma manera en que lo hizo en el Libro de los Hechos y en las epístolas del Nuevo Testamento cristiano, argumentando que su nueva fe era simplemente la verdad absoluta representada de manera inadecuada, por los dioses antiguos. Se dice que usó este mismo argumento en Hechos 17:16-34 cuando les habló en el Areópago de Atenas a los griegos enfatizando que su "dios desconocido" era el Jesucristo que él representa. Pablo dice que se presenta a sí mismo y su mensaje al público de forma que entenderán en I Corintios 9:22 cuando escribe: “Compartí la debilidad de los inseguros para ganar a los inseguros. Me he convertido en todo para todos con el fin de salvar por todos los medios a algunos” y no hay razón para dudar, empleó esta misma filosofía en Galacia para ganar al pueblo para Cristo.

En su carta a los Gálatas, apela directamente a su bien conocido amor por la libertad e independencia (5:1) y contrasta en varias ocasiones la liberación del espíritu por medio de Cristo con la esclavitud que ofrecen los placeres mundanos. Incluso cita en específico el comportamiento y los pecados asociados durante mucho tiempo con los gálatas, como los celos, la embriaguez, la sexualidad liberal y la idolatría (5:19-20) y los contrasta con la liberación del vicio y corrupción que ofrece el cristianismo (5:22-24). Sus súplicas surtieron efecto y los gálatas se convirtieron cambiando la protección de Sabacio y Cibeles por la de Jesucristo. Herm señala que “las comunidades cristianas bajo la jurisdicción de drunemeton (nemeton) estaban entre las más antiguas establecidas” por Pablo, así Galacia se convirtió en uno de los centros cristianos más vitales de la región (43).

Los gálatas en ese momento estaban casi helenizados y habían sustituido sus costumbres greco-celtas con creencias y costumbres romanas. El cristianismo reemplazó a su antigua religión y los templos se convirtieron en iglesias. Esta misma teoría se repitió con la incorporación de la fuerza militar después de la invasión musulmana de Anatolia en 830 d.C., cuando la población se convirtió al islam y las iglesias se convirtieron en mezquitas. En ese momento, quedaba poco de la cultura greco-celta original de Galacia. Su nombre sobrevive hoy principalmente a través de la epístola bíblica de San Pablo, y posiblemente, del suburbio Gálata en las afueras de Estambul, Turquía.

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Sobre el traductor

 María Josefa Barreiro Arpón
Soy traductora freelance. He tomado varios cursos de traducción junto con mi título de literatura inglesa en la UNAM, ciudad de México. Me apasiona la historia británica y antigua. Disfruto de viajar y de explorar diferentes culturas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2019, octubre 24). Galacia [Galatia]. (M. J. B. Arpón, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-867/galacia/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Galacia." Traducido por María Josefa Barreiro Arpón. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 24, 2019. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-867/galacia/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Galacia." Traducido por María Josefa Barreiro Arpón. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 24 oct 2019. Web. 24 dic 2024.

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