El antiguo Egipto se muestra en las películas modernas y otros medios como una fuerza combatiente enormemente armada y disciplinada, equipada con poderosas armas. Esta representación, sin embargo, solo se cumple con el ejército egipcio del Imperio Nuevo (c. 1570-1069 a.C.) y, en menor medida, el ejército del Imperio Medio (2040-1782 a.C.) cuando el rey Amenemhat I (1991-1962 a.C) creó el primer ejército profesional. Antes de esta época, el ejército estaba compuesto por reclutas de diferentes distritos (nomos) que eran enrolados por sus respectivos gobernadores (nomarcas). A pesar de que este ejército temprano fue verdaderamente efectivo para lograr este objetivo, no era un grupo de soldados profesionales equipados con el armamento más sofisticado. La egiptóloga Helen Strudwick afirma:
Los soldados del Imperio Antiguo y Medio no estaban muy bien equipados. El único avance en armamento desde la época predinástica había sido el reemplazo de las armas de sílex por las de cobre. (464)
El armamento en el antiguo Egipto se desarrolló como respuesta a una necesidad. Los arcos, cuchillos y hachas del período predinástico de Egipto (c. 6000-3150 a.C) utilizados durante el Imperio Antiguo (2613-2181 a.C.) eran suficientes para sofocar las rebeliones locales o conquistar a sus vecinos, que tenían el mismo tipo de armas, pero no eran las más eficientes. A medida que Egipto expandía su influencia sobre las regiones aledañas y entraba en conflicto con otras naciones, fue necesario realizar una serie de modificaciones, entre ellas el armamento.
En el período arcaico de Egipto (c. 3150-2613 a.C.) el armamento militar estaba compuesto por mazas, dagas y lanzas. Las lanzas las habían desarrollado los cazadores durante el período predinástico y cambiaron muy poco excepto las puntas que, al igual que las dagas, cambiaron de sílex a cobre. Aun así, la mayoría de las puntas de lanzas y flechas del Imperio Antiguo de Egipto eran de piedra. Un soldado egipcio llevaba consigo una daga y una lanza y un escudo, probablemente hecho de piel de animal o tejido de papiro.
Estas armas se complementaban durante el Imperio Antiguo por arqueros que utilizaban un arco sencillo con flechas de caña con puntas de piedra o cobre. Estos arcos eran difíciles de tensar, solo eran efectivos a corta distancia y ni tan siquiera así eran muy precisos. Los arqueros, como el resto de los miembros del ejército, procedían del campesinado de clase baja y por tanto habrían tenido poca experiencia con un arco y con la caza. La egiptóloga Margaret Bunson describe así el ejército del Imperio Antiguo:
Los soldados del Imperio Antiguo se representaban con gorras y con los tótems de su clan o nomo. Utilizaban mazas con cabezas de madera o cabezas piriformes de piedra. Los arcos y las flechas eran el equipo estándar, con puntas de flecha de piedra y con forma cuadrada y carcajs de cuero. A veces utilizaban escudos hechos de pieles, aunque no normalmente. Muchas de las tropas iban descalzas, vestidas tan solo con faldas cruzadas simples o desnudas. (168)
Flechas de caña
The Trustees of the British Museum (Copyright)
Las armas y el ejército en general no empezaron a desarrollarse hasta el Imperio Medio de Egipto. Cuando el gobierno central del Antiguo Imperio se hundió, se inició la era conocida como Primer Periodo Intermedio de Egipto (2181-2040 a.C) en el que los nomarcas individuales tenían más poder que el rey. Estos nomarcas seguirían enviando reclutas al gobierno cuando se lo pidiera, pero eran libres de ejercer su propio poder y extenderlo más allá de sus distritos si lo deseaban.
Esto fue exactamente lo que sucedió cuando Mentuhotep II de Tebas (c. 2061-2010 a.C) elevó el estatus de su ciudad, que pasó de ser un nomo más de Egipto, a ser la capital del país. Mentuhotep II venció al partido dominante en Heracleópolis en torno a 2040 a.C. y unificó el país bajo el control tebano.
Menupotep II inició el Imperio Medio a través del poder militar, pero fue Amenemhat I quien organizó la primera fuerza combatiente profesional. Como en épocas anteriores, estos soldados poseían armas suficientes para su objetivo, pero aún estaban lejos de lo que terminarían siendo. Strudwick describe así los ejércitos del Imperio Medio:
La infantería pesada llevaba escudos de madera y tela, lanzas con punta de cobre y espadas. La infantería ligera estaba armada con arcos y flechas primitivas, hechas de una aleación de bronce y varas de caña. Los ejércitos no tenían ni casco protector ni armadura. (464)
Los arqueros, en este periodo, aún utilizaban el mismo arco y el mismo tipo de flecha en un largo carcaj, colgado de la espalda por una cuerda. Dado que las dagas eran hojas afiladas de cobre con un mango remachado en lugar de estar formadas por una única pieza, y que las espadas no eran más que dagas largas, no eran tan fuertes. Un golpe del enemigo bien asestado podía separar el filo del mango.
Cabeza de hacha del Imperio Medio
The Trustees of the British Museum (Copyright)
Otras armas utilizadas en esta época fueron el hacha y la lanza. El hacha era un largo mango de madera con un filo curvado de cobre encajado en un agujero por un extremo. El arma se empuñaba con ambas manos con un movimiento de giro, casi como una guadaña, moviéndose de lado a lado. Una espada del Imperio Medio hubiera sido ineficaz ante este arma.
Aunque no parece que los soldados llevaran armadura en esta época, tenían un equipo protector compuesto por camisas de tela y faldas cruzadas. Esto no brindaba demasiada protección ante una lluvia de flechas o un hacha, pero probablemente era mejor que nada. El soldado promedio en el campo de batalla estaba equipado con una espada, un casco y una lanza y probablemente una daga para combates cuerpo a cuerpo. Los arqueros llevaban, lógicamente, su arco y sus flechas y casi con toda seguridad una daga.
Este era el ejército de Senusret III (c. 1878-1860 a.C.), considerado el rey más importante de la época y el guerrero más poderoso. Senusret III fue la base para las posteriores leyendas del gran rey Sesostris quien, según el escritor griego Diodoro Sículo, conquistó el mundo conocido en su tiempo. Senusret III, por supuesto, no llevó a cabo tal hazaña, pero sí expandió el territorio egipcio mediante numerosas campañas militares y gobernó de forma tan efectiva que su reinado es responsable de la reputación duradera de este periodo como una "edad de oro". Sin embargo, todas estas armas y el propio ejército pronto cambiarían drásticamente debido a un acontecimiento que los egipcios del Imperio Medio nunca hubieran imaginado.
El Imperio Medio se considera como la "época clásica" de la cultura e historia egipcias pero, hacia el final, el gobierno central se volvió débil y distraído por sus propias dificultades. Un pueblo conocido como los hicsos, que probablemente llevaba algún tiempo comerciando con los egipcios, logró establecerse permanentemente en el Bajo Egipto en la ciudad de Avaris y pronto ganó suficiente poder para reforzar su autoridad a través de medidas políticas y militares.
antes de la llegada de los hicsos, los egipcios no conocía ni el caballo ni el carro tirado por caballos, todavía usaban el arco simple e iban equipados con espadas que no siempre eran efectivas en la batalla campal.
Egipto nunca había vivido un periodo parecido al de los hicsos y los escritores posteriores harían referencia a esta época (conocida como el Segundo Periodo Intermedio en Egipto (1782-1570 a.C.) como la "Invasión de los hicsos", término que aún se utiliza en la actualidad. Sin embargo, nunca hubo una invasión de los hicsos; aquellos que afirman lo contrario se apoyan en la propaganda del Imperio Nuevo de Egipto o en la versión exagerada de Manetón de los eventos citados por Flavio Josefo. Si bien es cierto que existió un conflicto armado entre los hicsos y los egipcios, no hay evidencia arqueológica ni textual del nivel de destrucción y matanza que los escribanos del Imperio Nuevo les atribuyen a los hicsos.
Existe una amplia evidencia de que los hicsos mejoraron la cultura egipcia de muchas maneras, sobre todo en lo referente al armamento. Antes de la llegada de los hicsos, los egipcios no tenían conocimiento de los caballos y las cuádrigas, aún utilizaban arcos primitivos y llevaban espadas, que no siempre eran efectivas en una batalla campal. La egiptóloga Barbara Watterson describe las aportaciones de los hicsos al armamento egipcio:
Los hicsos, procedentes del oeste de Asia, pusieron a los egipcios en contacto con los oriundos de esta zona como nunca antes y les mostraron las cuádrigas tiradas por caballos; un arco compuesto hecho de madera y reforzado con cuerdas de tendón y cuerno, que era un arma más elástica y de un rango superior a los arcos que tenían; una espada con forma de cimitarra llamada Khopesh y una daga de bronce con una hoja estrecha unida en una sola pieza con una espiga. Los egipcios convirtieron esta daga en una espada corta. (60)
La espada khopesh (también llamada khepesh) estaba forjada en bronce y el mango enrollado con tela y pieles y, en las armas más caras, ornamentadas. Esta espada curvada era mucho más efectiva que cualquiera utilizada por los egipcios en el pasado. La cuádriga de batalla, manejada por arqueros que portaban el nuevo arco y un gran carcaj unido en la parte lateral, se erigiría como uno de los recursos militares más importantes de Egipto y el hacha de combate, hecha de bronce y unida a un mango, era mucho más efectiva que las hachas de piedra o cobre sujetas a mangos de madera utilizadas en el pasado. El hacha es probablemente el único arma que la tecnología de los hicsos no pudo mejorar.
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Espada de bronce egipcia
Guillaume Blanchard (CC BY-SA)
El ejército del Imperio Nuevo
Los hicsos hicieron mucho más que dotar a los egipcios de nuevas armas; les dieron una razón para usarlas. Egipto nunca había estado gobernado por un un poder extranjero hasta ese momento pero, durante el Segundo Periodo Intermedio, los hicsos controlaban los puertos del Bajo Egipto y una parte importante del territorio de la región, mientras que los nubios lograron abrirse paso hasta el Alto Egipto y estableecer fortificaciones allí. Tan solo Tebas en el Alto Egipto, entre estas dos potencias extranjeras, estaba gobernada por los egipcios hasta que Ahmose I de Tebas (c. 1570-1544 a.C.) echó a los hicsos del país, derrotó a los nubios y unificó Egipto bajo su mando, iniciando con ello el Imperio Nuevo.
De forma interesante, las excavaciones realizadas en el sitio de Avaris han revelado armas tanto del ejército egipcio como del hicso utilizadas durante el ataque de Ahmose I. Estos descubrimientos muestran que las armas de los hicsos se habían vuelto inferiores no solo a las de los egipcios, sino a su propio trabajo anterior. Parece que, para entonces, los hicsos ya elaboraban armas más para usos ceremoniales que prácticos. La egiptóloga Janine Borriau apunta:
Las dagas y hachas de combate de estrato D/3 eran de cobre puro, mientras que las armas de estratos previos estaban hechos de estaño y bronce que producían un arma con un filo cortante. En cambio, las armas del mismo periodo en el Alto Egipto estaban hechas de estaño y bronce y esto les daba a los tebanos una clara ventaja en la lucha cuerpo a cuerpo. (Shaw, 202)
Hacha decorativa
The Trustees of the British Museum (CC BY-NC-SA)
Ahmose I utilizó estas armas de forma efectiva contra los hicsos y los nubios para asegurar Egipto y después se embarcó en una campaña de conquista que continuarían sus sucesores. Los monarcas del Nuevo Imperio se concienciaron de que ninguna nación extranjera volvería a tener tanto poder en Egipto y, por ello, extendieron las fronteras del país para crear una zona de seguridad que creció hasta convertirse en el Imperio de Egipto. Las campañas de Ahmose I y las de Tutmosis III (1458-1425 a.C.) expandieron considerablemente el territorio de Egipto, que después creció más bajo el mandato de faraones posteriores. A medida que el ejército encontraba nuevos adversarios, aprendía de ellos, como explica Strudwick:
En el Imperio Nuevo, el ejército egipcio empezó a adoptar armas superiores y equipamiento de sus enemigos, los sirios y los hititas. El arco triangular, el casco, las túnicas de cota de malla y la espada kheplesh se convirtieron en herramientas estándar. De la misma manera, la calidad del bronce mejoró, pues los egipcios experimentaron con diferentes proporciones de estaño y cobre. (466)
En esta época, las armas del ejercito egipcio eran muy diferentes de las del Imperio Antiguo, al igual que las fuerzas armadas en sí. Bunson escribe:
El ejército ya no era una confederación de novatos, sino una fuerza militar de primer orden... organizada en divisiones tanto de cuádrigas como de infantería. Cada división estaba formada de unos 5.000 hombres. Estas divisiones llevaban los nombres de las principales deidades de la nación. (170)
A diferencia del ejército primitivo, que entraba en combate bajo los estandartes de sus nomos y clanes, el ejército del Imperio Nuevo luchaba por el bien de todo el país, luciendo los estandartes de los dioses universales de Egipto. El rey era el comandante en jefe de las fuerzas armadas y su visir y subordinados se encargaban de la logística y las líneas de suministro. Las divisiones de cuádrigas, en las que se encontraba el faraón, seguían directamente sus órdenes y se dividían en escuadrones, cada uno con su propio capitán. También había ejércitos de mercenarios, como los medjay, que servían como fuerzas de choque.
Armas de hierro y declive
Los escudos al principio del Imperio Nuevo estaban hechos de madera cubierta con piel de animal y las espadas siguieron siendo de bronce hasta después de la batalla de Kadesh en 1274 a.C. entre los egipcios, bajo el mando de Ramsés II (1279-1213 a.C.) y Muwatalli II (1295-1272 a.C.) de los hititas. Esta era la campaña de la que Ramsés II se sentía más orgulloso y la victoria que había anunciado a través de inscripciones, monumentos y el famoso Poema del Pentauro y el Boletín, que narran el triunfo. Los académicos modernos han determinado que la batalla resultó más en un empate que en una victoria para cualquiera de las partes, pero tanto los egipcios como sus adversarios hititas afirman haber salido victoriosos.
Ramsés II en la batalla de Kadesh
Cave cattum (CC BY-SA)
La batalla de Kadesh se saldó con el primer tratado de paz del mundo en 1258 a.C. entre Ramsés II y Hattusili III, sucesor de Muwatali II. El egiptólogo Jacobus Van Djik explica la nueva relación que se formó después entre las dos potencias:
Como consecuencia del tratado de paz con los hititas, se emplearon artesanos especializados en los talleres de armamento de Pi-Ramsés para enseñar a los egipcios su novedosa tecnología armamentística, incluida la elaboración de los tan deseados escudos hititas. (Shaw, 292)
Estos escudos, como las espadas y las armaduras hititas, estaban hechos de acero, y la ciudad de Pi-Ramsés se convirtió en un centro industrial para la elaboración de armas, como explica el egiptólogo Toby Wilkinson:
Los modernos hornos de alta temperatura estaban caldeados por tuberías movidas por fuelles. A medida que el metal fundido salía, los sudorosos trabajadores los vertían en moldes para elaborar escudos y espadas. El pueblo del faraón elaboraba las armas para su ejército en condiciones cálidas, sucias y peligrosas. (313-314)
Sin embargo, no podían fabricar estas armas de hierro en grandes cantidades.La forja de hierro requería carbón vegetal hecho de madera quemada, y en Egipto había pocos árboles. El país entró en la Edad de Hierro en el año 1.000 a.C. pero ni aun así logró elaborar la cantidad suficiente de armas de hierro para equipar a todo el ejército. El sucesor de Ramsés II, Merenptah (1213-1203 a.C.) vencería a los ejércitos combinados de los libios y los pueblos del mar utilizando la espada de bronce y estaño, al igual que lo haría Ramsés III (1186-1155 a.C) en la batalla final entre los pueblos del mar y Egipto.
Ramsés III es el último monarca efectivo del Imperio Nuevo. Aunque el ejército egipcio ya contaba con armas de hierro en el año 1000 a.C., con grandes cuádrigas de combate y con una fuerza armada profesional y entrenada, su efectividad dependía de la de aquellos que lo encabezaban.Con el declive del Imperio Nuevo el ejército también cayó, y aunque tanto en el Tercer Periodo Intermedio como en el Periodo Tardío del antiguo Egipto hubo monarcas brillantes, durante la mayor parte de los mismos ya no tenían los recursos ni la destreza necesarias para desplegar el ejército en el campo de batalla de una manera efectiva.
Me llamo Marcos Reig y soy un apasionado de los idiomas y de la cultura. Soy graduado en Traducción e Interpretación con un máster en Interpretación de Conferencias, con experiencia en traducción de inglés y francés a español.
Joshua J. Mark es cofundador y director de contenido de la World History Encyclopedia. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, J. J. (2017, marzo 22). Armas en el antiguo Egipto [Weapons in Ancient Egypt].
(M. Reig, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1035/armas-en-el-antiguo-egipto/
Estilo Chicago
Mark, Joshua J.. "Armas en el antiguo Egipto."
Traducido por Marcos Reig. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 22, 2017.
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Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Armas en el antiguo Egipto."
Traducido por Marcos Reig. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 22 mar 2017. Web. 15 abr 2025.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 22 marzo 2017. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.