Policía en el antiguo Egipto

Artículo

Joshua J. Mark
por , traducido por Carlos A Sequera B
Publicado el 21 julio 2017
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, portugués
Escucha este artículo
X
Imprimir artículo

En cualquier sociedad, los miembros de la comunidad reconocen que deben refrenar ciertos impulsos para poder participar en ella. Cada civilización ha tenido alguna forma de ley la cual deja claro que los beneficios de la coexistencia pacífica con el clan, la ciudad, la aldea o la tribu de uno sobrepasa la gratificación de los deseos egoístas, y si uno actúa según esos deseos a expensas de los otros, habrá consecuencias. En el antiguo Egipto la forma subyacente de la ley que regulaba el comportamiento era el valor central de la cultura entera: ma'at (armonía y balance). Ma'at, personificada como una diosa, apareció con la creación del mundo y era el principio que permitía a todo funcionar como lo hacía de acuerdo con el orden divino.

Los antiguos egipcios creían que si alguien se adhería a este principio, viviría una existencia armoniosa y, en el futuro, tendría asegurado su pase al paraíso en la otra vida. El corazón de una persona, después de la muerte, sería pesado en la balanza contra la pluma blanca de Ma'at, y si se encontraba que era más pesado por el comportamiento egoísta, al alma se le negaría el paraíso y cesaría su existencia. Adherirse al ma'at significaba simplemente vivir una vida equilibrada con respeto por uno mismo, la familia, la comunidad cercana, y el bien general de la sociedad. Esto también incluía un respeto por el mundo natural y los animales que lo habitaban y una reverencia por el mundo no visible de los espíritus y los dioses.

Eliminar publicidad
Publicidad

Nubians
Nubios
Daniel & Kate (CC BY-SA)

Sin embargo, siendo la gente como es, había muchos casos en los cuales un individuo pondría sus intereses personales por encima de los de otros y, así, los egipcios tuvieron que implementar leyes específicas, más allá de la simple sugerencia de que uno debía comportarse con moderación y consideración hacia los demás. Sin embargo, estas leyes no hubiesen sido más que sugerencias adicionales si las autoridades no tuviesen una manera de hacerlas cumplir, por lo que se creó el oficio de policía.

La evolución de la policía

Durante el Imperio Antiguo de Egipto (c. 2613-2181 a. C.) no existía una fuerza policial oficial. Los monarcas del período tenían guardias personales para protegerlos y contrataban a otros que vigilasen sus tumbas y monumentos. Los nobles seguían este paradigma y contrataban a egipcios confiables de orígenes respetables para proteger sus objetos de valor o a ellos mismos.

Eliminar publicidad
Publicidad

Para la época de la Dinastía V, hacia finales del Imperio Antiguo, este modelo comenzó a cambiar al seleccionar los reyes y nobles a sus guardias entre militares y ex-militares, así como también entre naciones extranjeras, tales como los guerreros nubios medjay. Esta policía primitiva, armada con bastones de madera, tenía la tarea de vigilar los lugares públicos (mercados, templos, parques) y a menudo, usaban perros y monos entrenados para capturar criminales.

Un relieve proveniente de la tumba de Jnumhotep y Nianjjnum de la Dinastía V representa a un oficial de policía capturando a un ladrón en el mercado con uno de estos monos. El mono está sujetando al ladrón por una pierna mientras el agente se acerca para arrestarlo. Los perros se usaban principalmente de igual manera, para la detención, pero también servían en su destreza común como guardianes. Las razas que aparencen más comúnmente como perros policía durante este período son el basenji y el podenco ibicenco.

Eliminar publicidad
Publicidad
ESTA POLICÍA PRIMITIVA, ARMADA CON BASTONES DE MADERA, TENÍA LA TAREA DE VIGILAR LUGARES PÚBLICOS Y A MENUDO USABA PERROS Y MONOS ENTRENADOS PARA CAPTURAR DELINCUENTES.

El Imperio Antiguo colapsó y dio lugar a la era del Primer Periodo Intermedio de Egipto (2181-2040 a.C.), durante el cual el gobierno central era débil y los nomarcas (gobernadores distritales) mantenían el poder supremo más o menos sobre sus regiones. La documentación del Primer Periodo Intermedio es escasa porque no existía la burocracia fuerte de un gobierno central para mantenerla y catalogarla, pero parece que se aplicó el mismo modelo básico: la clase alta contrataba guardias privados para proteger sus hogares y propiedades, y esos guardias procedían de una clase de la sociedad, a menudo nubios, con alguna experiencia militar.

Era común emplear beduinos para patrullar las fronteras y asistir en la protección de las caravanas comerciales, mientras que los guardias egipcios servían en esferas más domésticas. En esta época no había un ejército regular en Egipto así que también se apostaba a estos hombres como centinelas en los fuertes a lo largo de las fronteras, además de custodiar las tumbas reales y servir como guardaespaldas personales y protectores de los comerciantes en las expediciones a otros territorios.

El Imperio Medio de Egipto (2040-1782 a.C.) vio la creación del primer ejército permanente bajo el reinado de Amenemhat o Ammenemes I (c. 1991-1962 a.C.) de la Dinastía XII. En esta época los soldados que se apostaban en guarniciones a lo largo de la frontera eran guerreros profesionales adiestrados especialmente y en ocasiones también los enviaban junto con las expediciones comerciales reales. La organización, un tanto informal, de emplear guerreros como guardias fue sustituida por el desarrollo de una fuerza policial profesional con el objetivo específico de hacer cumplir la ley; el nuevo ejército asumió la mayoría de las responsabilidades de la antigua guardia.

Eliminar publicidad
Publicidad

Este periodo también vio la creación de un sistema judicial que era muy superior al del pasado. Anteriormente, las causas judiciales se presentaban antes un panel de escribas y sacerdotes que confrontaban las evidencias y consultaban entre ellos y a sus dioses. Si alguien era lo suficientemente rico, podía sobornar fácilmente a este panel y salir libre. En el Imperio Medio se creó el cargo de juez profesional. Los jueces eran hombres versados en la ley y pagados por el Estado, y este los cuidaba tan bien y la remuneración era tan generosa que se consideraban incorruptibles. La creación de los jueces condujo al desarrollo de los tribunales o cortes, que requerían alguaciles, escribas judiciales, policías de la corte, interrogadores y detectives.

El Segundo Periodo Intermedio de Egipto (c. 1782 - c. 1570 a.C.) fue otra era de gobierno central débil y de mantenimiento irregular de los registros. Los hicsos, un pueblo extranjero, ocuparon la región del delta y buena parte del Bajo Egipto, y los nubios invadieron al Alto Egipto desde el sur. Sin embargo, algunos de los nubios vendían sus servicios a los príncipes de Tebas como mercenarios en su ejército y como guardianes para las expediciones comerciales. Estos eran los guerreros medjay, legendarios en su época por su destreza y coraje en la batalla. Cuando Amosis o Ahmose I (en torno a 1570-1544 a. C.) expulsó a los hicsos de Egipto, empleó a estos mercenarios en su ejército y después, una vez restablecido el orden, fueron ellos quienes formarían el núcleo de la fuerza de policía profesional de Egipto.

Egyptian Warriors
Guerreros egipcios
Udimu (CC BY-SA)

Ahmose I inició la era conocida como Imperio Nuevo de Egipto (en torno a 1570-1069 a. C.), en la cual esta fuerza de policía se hizo más organizada y el sistema judicial en conjunto se reformó y desarrolló aún más. En el antiguo Egipto nunca hubo una ocupación equivalente a la del abogado, pero se hizo práctica común permitir que los testigos diesen testimonio a favor del acusado, mientras un oficial de la corte o tribunal enjuiciaba.

Eliminar publicidad
Publicidad

Los agentes de policía se desempeñaban como fiscales, interrogadores, alguaciles y también administraban sanciones. La policía, en general, era responsable de hacer cumplir tanto las leyes del Estado como las locales, pero había unidades especiales, entrenadas como sacerdotes, cuyo trabajo era hacer cumplir el protocolo y la ley del templo. Estas leyes a menudo tenían que ver no solo con la protección de templos y tumbas, sino también con la prevención de la blasfemia en la forma de comportamiento inadecuado en los festivales o cumplimiento indebido de ritos religiosos durante los oficios.

Organización y funciones

El faraón era, como jefe de Estado, el comandante en jefe del ejército y también de la policía pero, en la práctica, su visir era el más alto funcionario del sistema judicial. El visir seleccionaba a los jueces y nombraba al jefe de policía cuyo título, Jefe de los medjay, era un remanente de la época cuando la fuerza policial estaba compuesta principalmente por guerreros nubios.

El Jefe de los medjay era siempre un egipcio que empleaba a otros egipcios como sus adjuntos, mientras los nubios continuaban constituyendo las unidades que servían como guardaespaldas personales del faraón, vigilaban los mercados y otros espacios públicos y protegían las caravanas de comercio reales. El jefe también designaba a lo que equivaldría a subjefes de los diferentes municipios, quienes seleccionaban a sus propios adjuntos y asignaban agentes a las distintas rondas.

¿Te gusta la historia?

¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!

Stela of Ptahmay
Estela de Ptahmay
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

En definitiva, una comisaría era responsable ante el visir, pero en la práctica respondía a sus jefes individuales quienes, luego, respondían ante el Jefe de los medjay. La excepción a esta regla eran los policías de templo, que estaban bajo la supervisión del sacerdote principal de un determinado templo. Sin embargo, incluso estos hombres eran responsables en última instancia ante el visir. No se prestaba juramento al convertirse en agente de policía; se esperaba que el individuo reconociese su lugar en la sociedad, como lo dictaba el orden establecido por el ma'at, y cumpliese sus deberes en consecuencia.

Había diferentes tipos de unidades de policía a las que les asignaban responsabilidades y deberes específicos. La policía del templo, por ejemplo, no solo custodiaba el templo sino que supervisaba (y modificaba) el comportamiento de los participantes en los festivales y servicios religiosos. La egiptóloga Margaret Bunson lo explica:

Las unidades policiales de templo estaban compuestas normalmente por sacerdotes que se encargaban de mantener la santidad de los complejos del templo. Las regulaciones concernientes a sexo, comportamiento y actitud antes y durante todas las ceremonias religiosas demandaban una cierta vigilancia y los templos mantenían a su propia gente disponible para asegurar el orden y un espíritu armonioso. (207)

A otras unidades policiales se les asignaban funciones de escoltar las caravanas, proteger los pasos fronterizos, vigilar las necrópolis reales, supervisar el transporte y la labor diaria de los esclavos (especialmente en las minas) y salvaguardar edificios administrativos importantes en los centros urbanos. En esta época el moloso se convirtió en el perro policía preferido y se usaba especialmente para custodiar lugares públicos y tumbas. Las comunidades rurales solían hacerse cargo de sus propios problemas judiciales apelando a un anciano de la aldea, pero incluso muchas de ellas tenían algún tipo de alguacil que hacía cumplir las leyes del estado.

Entre los delitos más comunes, especialmente hacia la parte final del Imperio Nuevo, estaba el robo de tumbas y los documentos judiciales de esta época (c. 1100 - c. 1069 a.C.) dejan claro que este problema era de proporciones casi epidémicas. A medida que el Imperio Nuevo colapsaba lentamente, la burocracia que posibilitaba el pago por parte del Estado de trabajadores, jueces, policías y todos los demás se desmoronaba con él.

El ejemplo mejor conocido de esto lo constituyen las dificultades del gobierno para el pago de los trabajadores de tumbas de la aldea de Deir el-Medina en torno a 1157 a.C., lo cual resultó en la primera huelga laboral conocida de la historia. Mientras que algunos de estos trabajadores simplemente decidieron dejar sus herramientas y protestar por los malos tratos recibidos, otros tomaron el asunto en sus propias manos y desarrollaron el hábito de robar tumbas.

La policía y el robo de tumbas

Era difícil capturar a un ladrón de tumbas en el acto y, si era capturado, enjuiciarlo exitosamente por la misma razón por la que la gente estaba robando tumbas: el declive del poder del gobierno central significaba que cada persona tenía que hacer lo que pudiera para sobrevivir lo mejor posible, y esto incluía a los policías, los escribas legales y los jueces. Hay muchos documentos que señalan que la gente capturada robando tumbas era interrogada, juzgada y castigada, pero hay otros que dejan claro que alguien podía comprar su libertad con el mismo botín que había robado pagando a una figura de autoridad.

Statue of Nebhepetra
Estatua de Nebhepetra
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Para finales del Imperio Nuevo el nivel de corrupción afectaba a toda clase social y a toda ocupación en el territorio. En un caso, un trabajador de tumba, un sacerdote y el vigilante encargado de salvaguardar la necrópolis fueron todos imputados por un robo y el hijo del sacerdote fue llamado como testigo del crimen, así como sospechoso:

El sacerdote Nesuamon, hijo de Paybek, fue traído a causa de su padre. Lo examinaron mediante el azote con la vara. Ellos le dijeron: “Diga la manera en que vuestro padre procedió con los hombres que estaban con él”. Él dijo: “Mi padre estuvo verdaderamente allí. Yo era solo un niño pequeño y no sé cómo lo hizo”. Al ser examinado más a fondo, dijo: “Yo vi al obrero, Ehatinofer, mientras estaba en el lugar donde está la tumba, con el vigilante, Nofer, hijo de Merwer, y el artesano ___, en total, tres hombres. Ellos son los que vi claramente. De hecho, se llevaron el oro y ellos son los que conozco”. Al ser evaluado más a fondo con una vara, él dijo, “Estos tres hombres son los que vi claramente”. (Lewis, 260)

La argumentación de Nesuamon de que él era “solo un niño pequeño” no debería interpretarse en el sentido de que era de corta edad; solo manifestaba que él era inocente de haber participado en el robo y que no sabía nada sobre como se había llevado a cabo. Los documentos judiciales, a menudo, especifican el uso del bastonazo para golpear a los prisioneros en las palmas de las manos y las plantas de los pies para obtener una confesión. Nesuamon, como un sospechoso, es “examinado” a través de estas palizas, pero los testigos que se consideraban no confiables podían esperar un trato similar. En este caso, la suerte del padre y de los tres hombres, así como la de Nesuamon, es desconocida, pero si fueron encontrados culpables, podrían haber encarado castigos que iban desde la flagelación hasta la amputación de la nariz o la mano e incluso la pena de muerte.

En los tribunales estatales egipcios, la culpabilidad se daba por supuesta y la inocencia debía probarse más allá de toda duda. Hay varias circunstancias en las cuales el acusado es golpeado con la vara y mantiene su inocencia, rehusando a dar una confesión; en tales casos la persona es liberada. Sin embargo, el estigma de ser arrestado perseguía después al individuo, y algunos registros demuestran que personas que habían sido exoneradas todavía años después se conocían como “gran criminal”, lo cual simplemente indicaba que alguna vez habían sido acusadas de un crimen.

El declive de la fuerza policial

Para el Tercer Periodo Intermedio de Egipto (c. 1069-525 a.C.) la fuerza policial todavía estaba operativa, pero su eficiencia distaba de la del Imperio Nuevo en su apogeo. Los registros del Tercer Periodo Intermedio son escasos al compararse con los de eras anteriores de la historia de Egipto porque, con el gobierno dividido entre Tanis y Tebas, en los años iniciales, y las numerosas guerras civiles posteriores, no existía el tipo de estabilidad y burocracia de los periodos conocidos como imperios.

La fuerza policial y el sistema judicial todavía estaban en operación, pero es dudoso hasta qué punto estaban alineados con el concepto previo del ma'at. Existe amplia evidencia de que la policía, los jueces y los escribas tribunalicios podían comprarse. Durante la Dinastía XXI, fundada por el nomarca Smendes (c. 1077-1051 a.C.), la corrupción policial mediante la aceptación de sobornos para hacer la vista gorda e incluso la extorsión de ciudadanos por parte de oficiales de policía parecen prácticas habituales. El famoso Papiro de Ani (también conocido como papiro Boulaq IV), que data aproximadamente de esta época, ofrece el siguiente consejo:

Hazte amigo del heraldo (policía) de tu vecindario.
No hagas que se enfade contigo.
Dale comida de tu casa.
No menosprecies sus solicitudes.
Dile: “Bienvenido, bienvenido a este lugar”.
No hay culpa para el que lo haga. (Dollinger, 2)

Aunque se ha interpretado que el pasaje significa simplemente que una persona debía ser amigable con el alguacil local, la última línea ("no hay culpa para el que lo haga") les sugiere a algunos eruditos que los consejos anteriores de no hacer enojar al policía, darle comida, aceptar sus peticiones y permitirle entrar al hogar apuntan a la posibilidad de que en esta época los ciudadanos estaban dinero pagando a los oficiales locales para su protección. Como se resaltó, una persona acusada de un crimen se presumía culpable hasta que se demostrara su inocencia y el testimonio de un oficial de policía se consideraba más seriamente que aquel de un ciudadano. Por lo tanto, lo mejor era tener una relación buena con la policía local.

La interpretación del pasaje de Ani como un comentario sobre la corrupción extendida es, probablemente, sensata en el sentido de que el nivel de responsabilidad que se les exigía a los oficiales de policía durante el Imperio Nuevo no existía durante la mayor parte del Tercer Periodo Intermedio. La corrupción del sistema judicial (desde los jueces hasta los escribas y la policía) está bien establecida durante el declive del Imperio Nuevo y continuó en épocas posteriores.

Bajo la dinastía ptolemaica (323-30 a.C.) la fuerza policial se reformó y operaba a un nivel muy superior de integridad pero, de nuevo, nunca alcanzaría las alturas que conoció en los primeros años del Imperio Nuevo. El entendimiento tradicional del concepto de ma'at había quedado socavado por lo que mucha gente reconocía como una traición al valor más sagrado de la cultura por parte de aquellos de quienes se esperaba que lo protegieran y lo defendieran. La huelga laboral de los trabajadores de las tumbas de Deir el-Medina, de alrededor de 1157 a.C., fue un evento totalmente inédito, sin precedentes en la historia egipcia, y señala la incapacidad del gobierno, especialmente del faraón, de mantener el ma'at en el aprecio del pueblo. Independientemente de cómo se entendiera el ma'at tras el Imperio Nuevo, parece que nunca tuvo el mismo peso cultural que alguna vez tuvo.

Los primeros faraones ptolemaicos, ciertamente, hicieron lo mejor posible por revivir el ma'at y traer de vuelta la grandeza del pasado de Egipto, pero esta iniciativa no fue una prioridad para los reyes sucesivos. Una fuerza policial todavía existía con los Ptolomeos, pero esta dinastía tenía ejércitos para proteger caravanas, las guarniciones fronterizas y servir como guardaespaldas, y la fuerza policial ya no se consideraba tan importante como alguna vez lo había sido. Cuando Roma ocupó y anexionó Egipto, apostó soldados por todo el país y la fuerza policial egipcia se hizo irrelevante y desapareció de los registros históricos.

Eliminar publicidad
Publicidad

Sobre el traductor

Carlos A Sequera B
Carlos es ingeniero metalúrgico de Barquisimeto, Venezuela. Desde la infancia se sintió muy atraído por la geografía y la historia antigua. Leer sobre estos temas se convirtió en una afición y fortaleció sus conocimientos sobre historia.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2017, julio 21). Policía en el antiguo Egipto [Police in Ancient Egypt]. (C. A. S. B, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1104/policia-en-el-antiguo-egipto/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Policía en el antiguo Egipto." Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. Última modificación julio 21, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1104/policia-en-el-antiguo-egipto/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Policía en el antiguo Egipto." Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 21 jul 2017. Web. 20 ene 2025.

Afiliación