La herencia egipcia en Roma

9 días restantes

Invertir en la enseñanza de la Historia

Al apoyar a nuestra fundación benéfica World History Foundation, está invirtiendo en el futuro de la enseñanza de la historia. Tu donación nos ayuda a dotar a la próxima generación de los conocimientos y habilidades que necesitan para comprender el mundo que les rodea. Ayúdanos a empezar el nuevo año dispuestos a publicar más información histórica fiable y gratuita para todos.
$3544 / $10000

Artículo

Wanda Marcussen
por , traducido por Miriam López
Publicado el 04 marzo 2020
Disponible en otros idiomas: inglés, italiano
Escucha este artículo
X
Imprimir artículo

Roma: ciudad eterna, uno de los lugares del mundo con más sitios históricos que visitar. La lista de ruinas, museos, iglesias y otros monumentos históricos hace de la ciudad un "El Dorado" para cualquier aficionado a la historia.

Roma tiene muchos lugares y objetos egipcios quizás no muy conocidos o visitados por los turistas: desde un templo olvidado hasta estatuas, obeliscos e incluso una pirámide.

Eliminar publicidad
Publicidad

Obelisk of the Fontana dei Quattro Fiumi, Piazza Navona
Obelisco de la Fuente de los Cuatro Ríos, Piazza Navona
HSwaff (CC BY-NC-SA)

En el año 30 a.C., Egipto pasó a ser provincia romana y la egiptomanía se extendió por Roma. Para los romanos de los primeros siglos del Imperio, el antiguo Egipto era en muchos sentidos tan misterioso y lejano como la antigua Roma lo es para nosotros hoy en día. A continuación presentamos una guía de algunos de los lugares que se pueden visitar para conocer mejor la cultura y el patrimonio del antiguo Egipto en Roma.

La pirámide romana

Una de las muestras más visibles de la egiptomanía romana es la pirámide de Cestio, que aún se mantiene en pie cerca de Porta San Paolo, al sur del centro histórico de la ciudad. Se construyó entre el 18 y el 12 a.C. como tumba de Cayo Cestio, un rico pretor, tribuno de la plebe y miembro del Colegio de Septemviri Epulones (colegio sacerdotal encargado de los banquetes durante las fiestas). Se dice que Cestio estaba fascinado por el antiguo Egipto. Esta fascinación era común en Roma tras la anexión de Egipto por parte del emperador Augusto (imperio entre 27 a.C. - 14 d.C.) en el año 30 a.C

Eliminar publicidad
Publicidad
Hay 13 obeliscos en Roma, más que en cualquier otra ciudad del mundo.

Aunque no es tan monumental como las pirámides de Egipto, la Pirámide de Cestio (la única "pirámide romana") sigue siendo un espectáculo impresionante y merece la pena visitarla incluso en una ciudad llena de monumentos y lugares de importancia histórica y artística.

Resulta fascinante estudiar esta pirámide bien conservada, que se construyó en solo 330 días. Cuesta hacerse a la idea de que lleva en pie más de 2.000 años, mientras la ciudad que la rodea ha cambiado y evolucionado. En algunas obras de arte se puede ver que ésta no era la única pirámide que se erigía en Roma en la antigüedad.

Eliminar publicidad
Publicidad

También había una pirámide llamada "Pirámide de Rómulo", situada cerca de donde hoy se encuentra el Castillo de Sant'Angelo, en el parque Adriano de Roma. Esta pirámide fue destruida y su material se reutilizó (como ocurrió con muchos monumentos de la ciudad) para construir un nuevo monumento: la Basílica de San Pedro. La pirámide de Cestio, que se llamaba pirámide de Remus antes de que se revelara su origen en el siglo XVII, se salvó de este destino, debido a que formó parte de la muralla aureliana, construida entre el 271 y el 275 d.C. para proteger y defender a Roma.

Pyramid of Cestius, Rome
Pirámide de Cestio, Roma
Wanda Marcussen (CC BY-NC-SA)

Desde la carretera que sale de la muralla se pueden ver la pirámide y algunas de las partes mejor conservadas de la muralla aureliana, el acceso a pie resulta sencillo (25-30 minutos desde el coliseo), en transporte público o en tren hasta la estación de Pirámide.

Si se quiere ver la pirámide más de cerca y lejos del ruidoso tráfico, hay que visitar el cimitero acattolico (cementerio protestante), que se encuentra dentro de la muralla, uno de los lugares más mágicos de Roma y un oasis en una ciudad tan agitada. Puede sentarse en un banco mientras admira la pirámide, y recibir la visita de uno de los muchos y adorables gatos que viven en un refugio del cementerio. La pirámide se puede ver por dentro reservando una visita guiada privada. Antes de abandonar el cementerio, tómese su tiempo para visitar las tumbas de los poetas John Keats (1795-1821) y Percy Bysshe Shelley (1792-1822), así como otras bellas lápidas, como el cautivador Ángel del Dolor, una escultura de 1894 del poeta y escultor estadounidense William Wetmore Story (1819-1895).

Eliminar publicidad
Publicidad

Los Obeliscos

Otra huella egipcia visible en Roma son los numerosos obeliscos que se encuentran por toda la ciudad. La mayoría de la gente conoce los obeliscos de Roma, pero pocos saben la profusa historia de estos monumentos y su largo viaje hasta su ubicación actual. Hay 13 obeliscos que adornan la ciudad de Roma, y la capital italiana puede enorgullecerse de tener más obeliscos que cualquier otra ciudad del mundo.

The Vatican Obelisk
Obelisco del Vaticano
Wanda Marcussen (CC BY-NC-SA)

Los primeros obeliscos que se erigieron en Roma se trajeron desde Egipto tras la victoria de Augusto en la batalla de Actio (31 a.C.) y la anexión de Egipto. Uno de los primeros importados que aún adorna la ciudad puede visitarse en la plaza de San Pedro, justo delante de la basílica de San Pedro en la ciudad del Vaticano.

Este obelisco está en el centro de la plaza y lo visitan millones de creyentes católicos y turistas cada año. Es una parte icónica del complejo vaticano, aunque no estaba originalmente vinculado al cristianismo. Todo lo que se sabe de su origen es que se erigió en la ciudad egipcia de Heliópolis antes de que Agusuto mandara trasladarlo a Alejandría. Tras llegar a Roma, el emperador Calígula (imperio entre 37-41 d.C.) mandó colocarlo en el circo que hizo construir cerca de donde se encuentra el Vaticano en la actualidad. El monumento se colocó en su ubicación actual en el año 1586.

Eliminar publicidad
Publicidad
Isis, conocida como la Dama de los 10.000 nombres, tenía un templo en Roma, el Iseum Campense, cerca del Panteón.

En el circo máximo había otros dos obeliscos, colocados allí por orden de Augusto y Constancio II (imperio entre 337 - 361 d.C.). El obelisco de Augusto se conoce como el obelisco Flaminio y se cree que procede de la época de Seti I (1290-1279 a.C.) y su hijo Ramsés II (1279-1213 a.C.). En la actualidad, se encuentra en medio de la magnífica piazza del Popolo, a la entrada del centro histórico de la ciudad.

Constancio II quiso superar el de su predecesor en el circo máximo y trajo a Roma un obelisco erigido originalmente en Asuán (Egipto) por Tutmosis III (1458-1425 a.C.). En algún momento, el obelisco (conocido como obelisco de Letrán) se cayó y quedó enterrado bajo el barro. Se excavó en 1587 y puede visitarse frente a la Basílica de San Juan de Letrán. Es el mayor obelisco egipcio en pie del mundo.

Flaminio Obelisk, Rome
Obelisco Flaminio, Roma
Wanda Marcussen (CC BY-NC-SA)

Junto con el de Flaminio, Augusto trajo a Roma el obelisco de Montecitorio, que data de la época de Psamético II (595-589 a.C.). También conocido como Obelisco Solar, se colocó en el Campo de Marte como parte del antiguo reloj de sol de Augusto, el Solarium Augusti. Puede ver este obelisco en la plaza Montecitorio, frente a la Cámara de Diputados de Italia.

¿Te gusta la historia?

¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!

Dos de los obeliscos más visitados de Roma son el que se encuentra en la cima de la Escalera Española y el que corona la magnífica Fontana dei Quattro Fiumi (Fuente de los Cuatro Ríos) en la piazza Navona, esculpida por Gian Lorenzo Bernini (1598-1680); sin embargo, se trata de antiguas "falsificaciones".

La piazza Navona es uno de los lugares más populares de Roma, un lugar ideal para sentarse y sumergirse en encantador ambiente de la ciudad. Mientras disfruta de un refrescante helado, puede estudiar el obelisco de la Fontana dei Fiumi, que no es tan antiguo como los demás obeliscos egipcios de Roma. Sus orígenes no se remontan a la época faraónica, aunque fue importado de Egipto: lo mandó construir el emperador romano Domiciano (imperio entre 81-96 d.C.). Se esculpió en Egipto y se transportó a Roma, donde originalmente decoró el templo de Isis y Serapis.

El Obelisco Sallustiano se encuentra en lo alto de la escalera española. No es un obelisco faraónico, ya que fue construido durante el reinado del emperador Aureliano (imperio entre 270-275 d.C.) y colocado en los Jardines de Salustiano (diseñados por el historiador romano Salustiano en el siglo I a.C.).

Sallustiano Obelisk, Rome
Obelisco Salustiano, Roma
Mstyslav Chernov (CC BY-NC-SA)

Estos son solo algunos de los 13 obeliscos de una ciudad a la que nunca se le acaban las joyas ocultas ni los lugares históricos interesantes. Vea el siguiente vídeo para conocer el obelisco del Quirinal. La pregunta para cualquier visitante de Roma es saber cuántos obeliscos se pueden visitar y a la vez tener tiempo para disfrutar de algunas de las mejores pizzas del mundo.

El Templo de Isis

La religión romana también adoptó e integró cultos religiosos y las religiones de misterio del mundo helenístico, Persia y Egipto. Uno de los cultos adoptados más visibles e importantes fue el de Isis, diosa egipcia de la maternidad, la magia, la curación y la sabiduría. Isis, conocida como la Dama de los 10.000 nombres, tenía un templo en Roma, el Iseum Campense, cerca de donde aún se encuentra el Panteón. Se la honraba diariamente encendiendo una llama sagrada y cantando himnos.

El templo de Isis formaba parte de un complejo de templos más amplio dedicado también al dios egipcio-heleno Serapis. Serapis estaba asociado al toro sagrado Apis de la religión egipcia y era un dios del inframundo, pero se convirtió en una deidad relacionada con el sol cuando adoptó la apariencia del dios Zeus, conocido por la mitología griega.

Isis, Roman-Egyptian Panel
Isis, tabla romano-egipcia
Getty Museum (CC BY)
Serapis
Serapis
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Un registro del calendario del año 354 d.C. nos dice que el día más importante del año en el culto romano a Isis era el 5 de marzo. La fiesta que se daba en su honor se llamaba Navigium Isidis y tenía por objeto celebrar la reapertura anual del tráfico marítimo después de que el mar hubiera estado cerrado a la navegación durante cuatro meses y medio. Durante la fiesta, una gran y colorida procesión se dirigía a las orillas del Tíber, donde se botaba un barco en honor a la diosa.

El emperador Teodosio I (imperio entre 379-395) mandó cerrar el templo de Isis en febrero de 391 d.C., cuando convirtió el cristianismo en la única religión legal del imperio. Aun así, algunos registros sugieren que el culto a Isis puede haber continuado durante algunos años después de haber sido prohibido de forma oficial. Esto podría deberse a que la gente tenía miedo de interferir en la creencia de que los rituales garantizaban una navegación segura y próspera, o por su lealtad a la poderosa diosa que había sido adorada durante miles de años.

Roman Mural of Isiac Cult
Mural romano de culto a Isis
Unknown Artist (Public Domain)

El templo de Isis ya no está en pie, pero se conoce su ubicación. Su ubicación limita con el lugar donde hoy se encuentra la Basílica de Santa Maria sobre Minerva, y es un lugar impresionante que merece la pena visitar. Esta iglesia, la única gótica de Roma, se construyó entre 1280 y 1350 por la orden de los dominicos. Podría decirse que es uno de los lugares sagrados más bellos de Roma.

La iglesia se construyó sobre las ruinas de antiguos templos y debe su nombre "sobre Minerva" a un pequeño templo dedicado a Minerva, cerca del templo de Isis. Algunos autores afirman que los constructores de la iglesia identificaron erróneamente el templo de Isis como un templo dedicado a Minerva, ya que las dos diosas a veces se fusionaban e interrelacionaban en la antigüedad. La diosa virgen Minerva (Atenea en la mitología griega) comparte los rasgos de Isis como diosa del conocimiento y la sabiduría. Tras la introducción y difusión del cristianismo, la Virgen María heredó muchos de las características de estas antiguas diosas y sus lugares sagrados.

Obelisk at Piazza della Minerva
Obelisco de la Piazza della Minerva
Wanda Marcussen (CC BY-NC-SA)

Uno de los pocos indicios del pasado egipcio del lugar es la presencia de uno de los muchos obeliscos de la ciudad. Había varios obeliscos, entre ellos el de Macuteo frente al Panteón, que originalmente formaban parte del complejo de Isis y Serapis, en la actualidad solo queda uno en la plaza de la Minerva. Es el más pequeño de los obeliscos de Roma y está colocado sobre el lomo de un elefante esculpido por Gian Lorenzo Bernini (1598-1680). Se desconoce su origen, pero como se encontró en el jardín junto al claustro de la iglesia de Santa Maria sopra Minerva, se cree que estuvo a la entrada del templo de Isis, después de que el emperador Diocleciano (imperio entre 284-305 d.C.) lo trajese a Roma.

Tanto si se queda fuera, en la piazza, y observa el obelisco, como si se sienta dentro de esta hermosa iglesia, es imposible no reconocer la belleza y el legado de este lugar que a lo largo de milenios ha celebrado la sabiduría y el amor maternal de una diosa en una ciudad extranjera.

Statue of Isis
Estatua de Isis
Carole Raddato (CC BY-SA)

Después de quedarse aquí un rato, imaginando su aspecto original y cómo era la vida en el templo durante su apogeo, también podrá visitar el Museo Capitolino, donde se exponen hallazgos del templo, que incluyen columnas y estatuas del templo. También hay una estatua de Isis en el museo. Se encontró en en la Villa Adriana, a las afueras de Roma, y data del siglo II d.C.

Si no se ha cansado de los yacimientos y objetos egipcios, el Museo Nazionale Romano del Palazzo Altemps tiene una gran colección de objetos egipcios, al igual que el museo del Vaticano, que contiene nueve salas dedicadas al antiguo Egipto (el Museo Gregoriano Egipcio).

Eliminar publicidad
Publicidad

Bibliografía

La World History Encyclopedia está asociada a Amazon y recibe una comisión por las compras de libros que cumplan los requisitos.

Sobre el traductor

Miriam López
I'm a translator and interpreter in an ever-changing world. I love languages and getting to know other cultures. Travelling has become the nearest way to learn from each other these days.

Sobre el autor

Wanda Marcussen
Wanda Marcussen is a doctoral research fellow in environmental history at the University of Oslo. Her academic interest includes climate history, marine environmental history, and cultural heritage studies.

Cita este trabajo

Estilo APA

Marcussen, W. (2020, marzo 04). La herencia egipcia en Roma [Rome's Egyptian Heritage]. (M. López, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1509/la-herencia-egipcia-en-roma/

Estilo Chicago

Marcussen, Wanda. "La herencia egipcia en Roma." Traducido por Miriam López. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 04, 2020. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1509/la-herencia-egipcia-en-roma/.

Estilo MLA

Marcussen, Wanda. "La herencia egipcia en Roma." Traducido por Miriam López. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 04 mar 2020. Web. 22 dic 2024.

Afiliación